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He is Perfect (Baekyeol) por DragonStyle

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Notas del fanfic:

Bueno, este es un Baekyeol que me tomo un tiempo escribir... Vino a mi mente una tarde mientras iba en un autobus camino a mi casa. La idea cruzo mi cabeza como un rayo de luz, brillante y luminoso (Creo que estoy diciendo demasiado). Espero que les guste, tanto como a mi me gusto escribirlo. 

Notas del capitulo:

 

 Esta es sin duda una de mis parejas favoritas. Nunca me antes me habría atrevido a escribir un Baekyeol (el estadar de esta pareja es muy alto para mi) Ojala les guste. Se aceptan Reviews, tomatasos, críticas.. lo que sea me ayudara escribir aún mejor. Sin más me despido. Disfruten la lectura.

    Esa mañana, como todas las otras, Byun Baekhyun se encontraba recostado sobre su asiento. Miraba por la ventana de aquel local en el que solía desayunar desde hace tres años.

  Sus días eran rutinarios, o al menos en su mayoría lo eran, pero a diferencia de lo que se pudiera pensar a Baekhyun le gustaba esa rutina, no toda ella, claro, pero el desayunar a diario en aquella cafetería era algo que lo hacía feliz (aunque ya hacía dos días que no lo hacía)

   No es que fuera un lugar muy elegante, en realidad era bastante común. Tampoco es que la comida fuera especialmente buena, pero con el tiempo aquel lugar se había colado en su corazón, al igual que él.

    Baekhyun era un joven apuesto, no era muy alto y tampoco poseía grandes músculos, por el contrario, su estatura era bastante promedio y su cuerpo era delgado. Tenía el cabello castaño, el cual cubría su frente hasta tapar parte de sus cejas, poseía unos ojos afilados con pestañas largas y oscuras, su tez era blanca como la nieve y en sus mejillas se podía ver un tenue color rosa, sus manos eran finas, más bien delicadas, sus labios también eran rosados y brillantes, a simple  vista, Baekhyun era perfecto.

“Perfecto”… ¿Cuántas veces habrá escuchado esa palabra? Para la mayoría de las persona el hijo menor de la familia Byun era un “Joven Perfecto”… El era, según solían decir “El hijo perfecto”, “Un alumno perfecto”, “Un perfecto ejemplo a seguir”, y poseía además “Un rostro perfecto”, “un cuerpo perfecto”, y una “perfecta personalidad”. Pero Baekhyun no creía ninguna de esas cosas, no sentía que alguna parte de él fuera perfecta en lo absoluto, y aún así, Baekhyun sentía que conocía la perfección desde hace demasiado tiempo, desde la primera vez que sus ojos se cruzaron con los de él… Con los orbes oscuros de Park Chanyeol.

   Aun recordaba la primera vez que lo vio. Llevaba poco más de un mes en el parvulario, y ese día en particular había ingresado un chico que al parecer había faltado por estar enfermo. Era un pequeño regordete, bajito y con anteojos, su piel era muy pálida, tenía orejas enormes, el cabello oscuro y un par de ojos grandes del mismo color. Su nariz goteaba por la gripe, y entre sus manos rechonchas apretaba un peluche con forma de hurón.

  Era un pequeño gracioso, y bastante torpe a decir verdad, la mayoría de los chicos se burlaban de él y le ponían motes como “cegatón”, “cuatro ojos”, y “bola de manteca” (por decir los menos ofensivos) todos se reían de cuan torpe podía ser aquel chico, se mofaban de todo lo que este hacía, pero a Baekhyun no le parecía gracioso.

   Un día lluvioso llego muy temprano al salón de clases con su madre, esta le dio un beso en la frente y le entrego su mochila de Linterna Verde. Baekhyun dejo sus cosas en el estante y se adentro en el salón. Fue entonces  cuando lo noto, Chanyeol estaba al fondo del aula, en una mesa apartada restregando un pañuelo contra su mochila, sus compañeros la habían escondido el día anterior y este la había encontrado en un rincón cubierta de pegamento y purpurina.

  Baekhyun dudo por un segundo, pero al ver las hileras de lágrimas que se escurrían por las redondas mejillas de aquel pequeño, se acerco. No había más alumnos en el aula, así que cuando Baekhyun se sentó a su lado, Chanyeol dio un brinco del susto.

-“¿Estás bien?”- le pregunto de forma insegura, ya que era obvio que no lo estaba, sus lentes se habían empañado por tanto llorar, su nariz estaba roja, y su cuerpo temblaba por los hipidos provocados por el llanto, pero a pesar de ello, el chico lo miro, y al posar su mirada sobre la suya… sonrió.

  El corazón de Baekhyun se detuvo, aquella había sido, sin duda alguna, la sonrisa más hermosa que hubiese visto en su corta vida. Chanyeol tenía una dentadura blanca y perfecta, la cual se mostró en su totalidad al curvar sus finos y rectos labios. Sus mejillas se levantaron haciendo que sus ojos se cerraran un poco.

Su ojo derecho era un poco más chico que el izquierdo, y en él tenía un tic, al sonreír, ese ojo se veía aun más pequeño, si es que eso era posible, pero a Baekhyun lejos de parecerle extraño o chistoso, le pareció algo adorable.

-“Estoy bien”- una voz aguda y chillona salió de los labios de aquel chico panzoncito. Parpadeo varias veces y se seco la nariz con la manga de su suéter –“Esto me pasa a menudo… pero no es nada”-

  Baekhyun estaba sorprendido, conmovido, triste, pero sobre todo muy enojado. Aquel pequeño era víctima de las burlas de sus compañeros y aún así sonreía como si nada estuviera pasando. Se sintió culpable por observar cómo era maltratado a diario sin hacer nada al respecto, pero eso iba a cambiar, no dejaría que lo siguieran molestando, el iba a protegerlo. 

-“¿Necesitas ayuda con eso?”- Preguntó. Chanyeol parpadeo nuevamente y asintió. Baekhyun tomo un pañuelo y lo ayudo a limpiar su mochila hasta dejarla como nueva. Esta era de Batman.

   Desde ese momento Baekhyun y Chanyeol se hicieron mejores amigos, y al poco tiempo se volvieron prácticamente inseparables. Resulto que el pequeño era un niño muy inteligente, incluso se diría que brillante, era bueno con los números y sabía leer y escribir a la perfección. Fue gracias a él que Baekhyun aprendió a contar, y desarrollo una desenfrenada pasión por la lectura.

  El pequeño Byun descubrió un sinfín de cosas interesantes sobre su nuevo amigo… Por ejemplo:

   Chanyeol amaba a los animales y la naturaleza, por ello, cada tercer fin de semana su padre lo llevaba de campamento, para que se sintiera más en contacto con el medio ambiente… También tenía cierta pasión por la música  y su madre lo obligaba a practicar piana cada tarde, aunque en verdad él quisiera aprender a tocar la guitarra y la batería… Baekhyun se entero que su madre le había ofrecido pagarle clases de guitarra y batería si aprobaba sus lecciones de piano.

    A Chanyeol le gustaban los Súper Héroes (algo que los dos tenía en común), por ello ambos solían disfrazarse y jugar a que eran héroes que salvaban al mundo de las garras de un temible dragón al que llamaban: “Kris”.

   También, el pequeño regordete amaba los video-juegos. Pero al ser miope su vista se cansaba con facilidad, así que él y Baekhyun se turnaban para jugar. Una vez que Chanyeol se sentía cansado le pasaba el control a Baekhyun, y cuando se recuperaba este se lo devolvía.

   Los chicos del parvulario dejaron de meterse con Chanyeol, ya que Baekhyun los había amenazado con golpearlos si lo lastimaban. Pero hubieron algunos chicos que siguieron burlándose de él, decían que Chanyeol tenía tantos imperfectos que de seguro la cigüeña le había enviado a sus padres un “bebé defectuoso”, pero Baekhyun no lo veía de ese modo, creía que si los bebés, al igual que los juguetes, venían en distintos modelos, los padres de Chanyeol habían recibido el mejor modelo de todos.

  Con el paso de los años su amistad se hizo más fuerte, Chanyeol había dejado de ser un pequeño risueño e hiperactivo para convertirse en un joven divertido, amable y sobre todo muy bondadoso. Era un joven tan dulce y encantador que incluso rosaba lo ingenuo, por lo que en secundaria muchos chicos se aprovechaban de él.

   Baekhyun se metió en más de una pelea por defender a su mejor amigo.

  Físicamente, Chanyeol también había cambiado, aquel pequeño bajito y regordete se había transformado en un joven alto y delgado. Su altura ahora doblaba a la de Baekhyun, sus piernas eran largas y finas al igual que sus brazos, su cabello estaba más largo y varios tonos más claro, sus ojos lucían un poco más afilados, y su rostro en general era mucho más delicado. Pero Baek no notaba ninguna diferencia aparte de su altura, ya que su amigo aún tenía orejas enormes, ojos muy grandes, era miope, su piel aun era muy pálida y su sonrisa seguía siendo la misma… aquella que aquel día en pre-escolar lo hizo decidir estar por siempre a su lado.

  Al cumplir los 15, Baekhyun quiso distanciarse de Chanyeol, no porque quisiera dejar de ser su amigo, sino porque sentía que con cada segundo que pasaba Chanyeol se hacía más y más importante en su vida, al punto de comenzar a enamorarse de él. Pero los días sin Chanyeol eran largos, angustiosos y desesperantes, por lo que opto por  estar a su lado aunque eso significara renunciar a una inclinación sexual “aceptable”, una que quizás jamás había tenido.

  El día de su graduación, Chanyeol estuvo actuando de manera extraña, perecía nervioso y acalorado. Cada vez que sus ojos se cruzaban con los de Baekhyun se sonrojaba a más no poder y desviaba la mirada a cualquier otro lado.

   Al final de la ceremonia se armo de valor y lo tomo de la mano, lo llevo al patio trasero del colegio, se arrodillo frente a él y le extendió con ambas manos una pequeña caja de color rojo.

  Dentro de ella había un pequeño dije que había mandado a gravar meses atrás: “Saranghae Baekhyun” decía en letras grandes y doradas.

  Los ojos de Baekhyun se humedecieron. De un brinco se subió sobre Chanyeol, rodeándole el cuello con los brazos. –“¡también te amo, chanie!”- Le grito mientras este lo alzaba y comenzaba a girar con él.

  Baekhyun recordaba su primer beso como si hubiera sido ayer, fue un beso simple pero mágico a la vez. Después de girar abrazados se cayeron de bruces al suelo. Sus rostros quedaron tan cerca que sus narices se rozaban y podían sentir el aliento del otro chocar contra su propia piel. Baekhyun cerró los ojos instintivamente, y Chanyeol acorto la distancia atrayendo el rostro de Baekhyun hasta el suyo para unir finalmente sus labios.

  Fue apenas un roce, tibio y cálido, pero no necesitaron nada más. Al separar sus rostros notaron que había comenzado a llover.

  Después de aquella confesión las cosas comenzaron a cambiar de manera extraña. Como era de esperarse ambos comenzaron una relación, y los padres de ambos notaron que algo entre ellos era “diferente”.

  Baekhyun y Chanyeol siempre habían sido exageradamente cercanos, pero esa misma cercanía se había convertido en algo más.

  Aunque fue un poco duro al principio, ambos decidieron que lo mejor era aclarar la situación y explicarles a sus padres lo que ocurría entre ellos, y aunque les costó aceptarlo, al final los padres ambos terminaron por comprender que lo que había entre ellos era amor.

“Amor”

****

-“¿Desea ordenar algo?”-

-“¿Eh?”-

  Perdido. Baekhyun se había sumergido tanto en sus recuerdos que no se había percato del joven a su lado. Era un pequeño camarero pelirrojo con mejillas redondas, llevaba un uniforme negro y un delantal blanco, y en sus manos sostenía un menú mientras le sonreía tiernamente.

  El joven rió tímidamente cubriendo su rostro con el menú que llevaba, luego lo miro de nuevo y volvió a preguntar.

-“Quería saber si deseaba ordenar algo”-

-“Oh, sí, si… lo de siempre, por favor”- respondió apenado, para luego dedicarle una sonrisa al joven que al parecer llevaba un rato intentando hablarle.

-“Seguro, señor”- hizo una pequeña reverencia y se encamino al mostrador.

  Baekhyun miró a su alrededor, luego miró el reloj que llevaba: 7:15. Aún era bastante temprano.

  Echo un vistazo por la ventana mientras los primeros rayos de luz se colaban a través de ella, iluminando su rostro sereno y tranquilo. Recordó entonces  la primera vez que había caminado por aquella calle. Habían pasado tres años desde entonces, y pensar en ello aún lo hacía sonreír. Aquella pequeña cafetería no había cambiado en nada desde ese momento, tenía los mismos muebles elegantes, aquellas rusticas mesas de madera, las ventanas amplias con marcos delgados, y aquel dulce olor a café que  inundaba todo el lugar. Todo era exactamente igual, incluso estaban los mismo empleados que lo atendieron por primera vez, aquel camarero pelirrojo y risueño, y el pequeño dependiente de ojos grandes y cabello oscuro.

  Aquel día estaba de mal humor, o al menos eso recordaba, estaba fastidiado por su horario de clases, ese que le impedía ver a Chanyeol tan a menudo  como lo hacía antes. Había intentado llamarlo, pero su teléfono lo mandaba al buzón de mensajes “¿por qué no contesta?”- se pregunto- era extraño que su novio no atendiera el celular, y más sabiendo que no lo vería en un buen rato. Cuando finalmente se dio por vencido recibió un mensaje de texto.

 

De: Yeolie.

“Te veo a las afueras de la universidad en media hora. No llegues tarde”

 

“Pero, ¿qué?...” - Ahora si estaba cabreado, no respondía sus llamadas, y luego aparecía con un mensaje seco y autoritario. Sin más remedio espero los 30 minutos y se encamino a la salida de la universidad, lo llamo un par de veces pero ocurrió lo mismo que hacía un par de horas. No respondía. Harto, decidió ir a casa, pero justo en ese momento escucho una voz que gritaba su nombre.

-“¡Eh, Baekhyun!”- Giro hasta quedar de frente a la persona que lo llamaba.

-“¿Joonmyun Hyung?”-

-“Beak”- exclamo el chico mientras se sostenía las rodillas intentando recuperar el aire.

-“¿Sí?”- preguntó

-“Dios, Baek, por fin… por fin te encuentro. Esto es para ti”- El joven le extendió un pequeño trozo de papel doblado muy cuidadosamente.

-“¿Qué es esto Hyung?”- lo miro confundido.

-“No lo sé, Chanyeol me pidió que te lo diera”-

-“Oh, bueno, gracias”- asintió mientras se despedía cortésmente de aquel joven.

Miro el papel una última vez antes de desdoblarlo.

-“¿Un mapa?”- exclamo en voz alta. En el papel había un mapa de Seúl con una dirección encerrada en círculo rojo. Junto a él había algo escrito:

“Nos vemos aquí a las 12:00 pm, en punto. Te esperare”

  Ahora sí que no entendía nada, ¿En qué rayos pensaba Chanyeol, mandándolo de un lugar a otro sin si quiera dignarse a responder el celular? Suspiró resignado y camino hasta el metro.

  Mentiría si dijese que sabía hacia donde iba. De no ser por el mapa, Baekhyun estaría completamente perdido. En su vida había transitado aquella calle tan estrecha y aglomerada. Al cruzar un par de esquinas encontró el lugar que buscaba: una cafetería.

  Era un lugar pequeño pero a la vez pintoresco, no se veía muy elegante, pero vaya que lucía acogedor. Aquel lugar poseía un par de ventanales enormes y un frente de madera cubierto de enredaderas.

  Camino hasta llegar al frente y empujo la puerta de vidrio. Al entrar un joven de piel muy blanca y ojos grandes lo miro sorprendido.

-“¿Eres Baekhyun?”- preguntó esperanzado, solo Dios sabe cuántas veces había hecho esa pregunta aquel día.

  Pasmado, Baekhyun solo pudo asentir rápidamente.

  El joven sonrió y salió de atrás del mostrador.

-“Por aquí, por favor”- le indico amablemente.

  Baekhyun camino un poco más adentro de aquel lugar hasta que sintió que el encargado ya no lo seguía, giro para mirarlo y este solo movía sus brazos pidiendo que avanzara.

-“Ve, ve”- Susurraba desde una esquina.

  Baekhyun suspiro nuevamente y camino otra vez al fondo de aquella cafetería. Bajo un par de escalones y se encontró con un pequeño salón que daba con los grandes ventanales que había visto anteriormente. El lugar estaba decorado con cientos de gruyas de papel que colgaban por todo el lugar, las mesas estaban cubiertas de rosas y en medio de todo estaba él.

-“¿Chanyeol?... Que… ¿qué es todo esto?”- Baekhyun estaba sorprendido ¿qué rayos pasaba?

-“¿Te gusta?”- preguntó sin despegar la vista de los ojos de Baekhyun.

-“¿Qué cosa?... Tú ¿Tú hiciste esto?”-

El joven asintió y se acerco lentamente hasta tomar las manos del más chico.

-“Baekhyun… yo”- se detuvo y tomo una bocanada de aire antes de continuar.

–“Sé bien que no soy perfecto, sé, que de todas las personas, quizás no sea la más indicada para ti, pero aún así estas aquí, a mi lado, y no tienes idea de lo que eso significa para mi”… “Tú, eres sin lugar a dudas la persona más maravillosa que he conocido. Eres fuerte, valiente, divertido, dulce, y el ser más encantador de la tierra, aunque a veces puedes ser irritante y controlador. Quizás no debí decir eso, pero, en fin, Baekhyun… Eres lo mejor que me ha paso en la vida, francamente, no sé que habría hecho sin ti, no sé qué haría si no estás a mi lado, eres mi luz… Es por eso que deseo estar para siempre contigo”… “Yo, quiero despertar cada día y saber que estarás allí, junto a mí, y me preguntaba si tu sentías lo mismo… Baekhyun, tú… tú ¿te casarías conmigo?”-

  Baekhyun estaba impactado, si antes estaba sorprendido ahora estaba en shock, ¿Casarse? ¿Con Chanyeol? Las lágrimas comenzaron a abrirse paso por su rostro lentamente, resbalando por sus rosadas mejillas.

-“¿Baekhyun?… Baek, si no quieres, no… no llores por favor, yo…”-

-“¡Cállate, quieres!”- Interrumpió al más alto. Seco sus ojos con la manga de su suéter, y lo miro de nuevo. Chanyeol seguía parado frente a él, sus labios temblaban y sus ojos estaban vidriosos.

  Baekhyun estaba sonrojado ¿Cómo rayos se atrevía a creer que podía negarse? Por supuesto que quería casarse con él, lo amaba más que a nadie en el mundo. Miró a un costado y descubrió a dos empleados mirando la escena, el pequeño de ojos grandes y un pelirrojo cachetón. Sonrió al pensar cuanto le habría costado a Chanyeol convencerlos para armar semejante numerito para proponerse.

Fue entonces cuando se volvió a mirarlo y sonrió ampliamente.

-“Si”- susurro por lo bajo.

-“¿Qué?”- Pregunto el más alto.

-“¿Con semejantes orejas y eres sordo?”-

-“¡Baekhyun!”-

-“¡Yah!... Dije que si, Chanyeol… yo, quiero casarme contigo”-

  Ambos rieron como tontos por un par de segundos hasta que Chanyeol se acerco y lo alzo en brazos para dar vueltas con él en el aire. Los empleados sonrieron y aplaudieron ante la escena.

Baekhyun reía aferrándose al cuello de Chanyeol para no caerse.

-“¡Bájame, tonto… Bájame! Jajajajajaja”- Chanyeol lo dejo en suelo, acerco su rostro al suyo tomándolo por la nuca y junto sus labios en beso.

-“Gracias por aceptarme”- susurro junto a sus labios al finalizar el beso.

-“Gracias por escogerme”- respondió Baekhyun antes de robarle un pequeño beso que hizo a ambos sonreír.

-“Chanie”- le llamo

-“¿Si?”- Preguntó con los ojos cerrados, mientras aspiraba el dulce aroma del cabello de Baekhyun.

-“¿Dónde está mi anillo?”-

Chanyeol se tenso al instante.

-“Lo olvidaste, ¿cierto?”- preguntó mientras rodaba los ojos, y permanecía en los brazos del alto.

  Silencio. Un silencioso y tembloroso Chanyeol le confirmaba que en verdad lo había olvidado. Sin poder evitarlo, Baekhyun estalló en una sonora carcajada. Aquel chico, jamás iba a cambiar.

****

-“Aquí esta su pedido ¿desea algo más?”- el pequeño camarero había llegado con una bandeja con dos tazas de café y un par de magdalenas.

-“Oh, Muchas gracias”- Se inclinó y dio las gracias con una pequeña sonrisa. –“Por ahora está bien”-

-“De acuerdo”- El joven asintió, y se retiro nuevamente.

  Habían pasado pocos minutos desde la última vez que había visto el reloj, eran las 7:25. Baekhyun miró de nuevo por aquel gran ventanal y observó como una figura resaltaba entre todas las otras al otro extremo de la calle. Chanyeol se acercaba a toda prisa a la cafetería, mientras esquivaba al resto de los transeúntes que vociferaban al ser empujados por aquel gigante.

  Entro al local con la respiración agitada, y mirando a todos lados como si buscara algo.

  Sus ojos se posaron en un sonriente Baekhyun que lo miraba con ternura, mientras agitaba una de sus manos para indicarle que se acercara.

  Cuando estuvo cerca se sentó en frente de él, se apoyo sobre la mesa y se inclinó para depositar un pequeño beso en los labios de su pequeño esposo.

-“Lo siento Baek ¿esperaste mucho?”-

  Baekhyun lo miró con un puchero en los labios.

-“No te veo hace dos días idiota, claro que esperé mucho”-

  Chanyeol sonrió dulcemente, y estiró su mano sobre la mesa hasta sostener la de Baekhyun.

-“Lo siento Baek ¿me perdonas?”-

  Baekhyun lo miró divertido, por supuesto que lo perdonaba, se había ausentado por trabajo, quien diría que Chanyeol se convertiría en cirujano.

-“Si, pero solo esta vez”-

  Ambos rieron.

-“Sabes… mientras estaba en la conferencia, pensé mucho en ti, y termine siendo regañado”-

-“A si… ¿por qué?”-

-“Es que, en lugar de prestar atención, yo… me dedique a escribirte una canción”- dijo con una sonrisa tonta y descuidada que hizo que Baekhyun riera también.

   Si, Definitivamente Chanyeol era un tonto. Era un gigante torpe con orejas enormes, un ojo más chico, una vez profunda y grave que nada tenía que ver con su apariencia. Era demasiado extraño y excéntrico, y demasiado infantil para alguien de su edad. Pero si algo estaba claro para Baekhyun era una cosa, aún con todos sus defectos, Chanyeol era simplemente… Perfecto.

 

 


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