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Midnight memories por lUZzz UzUMaKI

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Notas del fanfic:

bueno, esto lo escribi en uno de esos momentos hormonales en los que te sientes la peor escoria del universo, así que no es mi culpa que sea tan depresivo

Notas del capitulo:

Bueno, la verdad es que esta medio loco, y creo que no tiene una forma exacta en la que lo escribi, asi que si tienen alguna duda no dejen de comentarla por un reviw.

Mientras lo escribia escuchaba la cancion que le dio nombre a este cap, les recomiendo que lo hagan, así podran sentir mas o menos lo que quise expresar, no tanto por la letra, si no por el sentimiento mismo de la cancion.

http://www.youtube.com/watch?v=Pa_Lg_xLjLs

Por cierto, este fic sera un three shot.

John pov.

Volví al departamento, no me dejaron ver el cuerpo, ni Molly ni Lestrade, me dijeron que no, no podía, simplemente por qué no, no era necesario, muchas personas lo harían, los mejores forenses. Como si eso me importara, lo único que deseaba era acercarme, verlo, saber que era él, no alguien más, para que esta esperanza que mi pecho aun guardaba se desapareciera por completo, pero no, simplemente me pusieron en un taxi y me mandaron al piso de nuevo.

Entre con lentitud, la señora Hudson estaba sentada en las escaleras, ella aun no sabía nada, pero parecía  presentirlo, me miro con ojos esperanzados, y yo cobardemente aparte la mirada.

-John, ¿Dónde está Sherlock? – me cuestiono, acercándose suavemente, dispuesta a tocar mi hombro.

Hui de su toque, no deseaba saber que las personas eran reales, que lo que vi esa tarde fue real, que él murió enfrente de mis ojos y no pude hacer nada para evitarlo.

-él… - mi voz se quedó trabada en mi garganta, simplemente no podía obligarla a salir, aquellas palabras eran impronunciables.

Y entonces llego Lestrade, con el semblante más serio que de costumbre.

-el funeral va a ser mañana en la mañana – fue todo lo que dijo, pero fue suficiente como para que la señora Hudson lo comprendiera.

Callo de rodillas, con los ojos llenos de lágrimas, cosa que yo no pude hacer, simplemente no podía, era como si todo aquello que sentía simplemente no existiera, como si mis lágrimas se hubieran secado antes de derramarlas. Intente acercarme, pasarle una mano por los hombros y reconfortarla, sin embargo al acercarme por un momento fue como si los recuerdos atacaran mi mente y vi claramente como Sherlock entraba por la puerta, seguido por mí, riéndonos como locos, en el primer caso que resolvimos juntos.

Eso hizo que me alejara rápidamente de ahí, subiendo las escaleras, y cerrando la puerta del piso con más fuerza de lo normal, no quería saber nada de nadie, no deseaba que nadie se me acercara a darme las condolencias, aun después de esa frase de Lestrade me negaba  creer que estuviera muerto, era imposible, simplemente imposible.

Me tire en  el sillón en completo silencio, apenas roto por lo que parecían ser sollozos que provenían del piso de abajo, intente no hacerles caso, pero ese sonido me rompía el corazón, más de lo que ya estaba, así que simplemente subí a mi habitación, en espera de poder conciliar el sueño, no importaba que apenas fueran a ser las 6 de la tarde, no deseaba tener que darle explicaciones a nadie y mucho menos tener que seguir escuchando esos sonidos.

Me acosté en la cama, mirando fijamente el techo intentando no pensar en nada, que los hechos de ese día no me golpearan con fuerza, ni siquiera en mis peores días en Afganistán me sentí así… tan roto, como si me hubieran quitado una parte de mi alma con su mue… ni siquiera lograba pensarlo.

Escuche como subían los escalones del apartamento, reconocía el sonido de cada uno gracias a la obsesión de Sherlock por hacerme prestar mas atención a los detalles. No tardo en escucharse el sonido de la puerta al ser abierta.

-John, ¿estas aquí? – esa era Molly,¿ como llego tan rápido al apartamento? Voltee a ver el reloj, ya eran las 10 de la mañana. Me había quedado quieto todo ese tiempo, sin ningún pensamiento en mente, y ya casi era hora del fu…

- en un momento bajo – fue todo lo que dije,  mientras intentaba arreglarme un poco, al menos lo suficiente como para no llamar demasiado la atención.

Me cambie con lentitud, como quien no quiere la cosa, me puse lo primero que considere lo suficientemente útil como para ir, y me mire al espejo,  y por un momento creí verlo reflejado, con su sonrisa confiada, estirándome la mano, como ese día con la mafia china. No pude detener la lagrima que cayo suavemente por mi mejilla, pero la limpie con rapidez; simplemente no, aun no.

Baje y me encontré con Molly en mi sillón, con el rostro pálido y lo que parecían ser sus mejores ropas, se veía demacrada, y observaba el sillón de Sherlock casi con adoración, con cuidado paso una mano por él, e intento forzar una sonrisa, pero lo único que salió fue un gesto horrible, de esos que realmente te rompen el corazón de solo verlos.

Ella me volteo a ver cuándo se dio cuenta de mi presencia, y se levantó rápidamente, casi torpemente.

-vámonos – dije, y salimos del departamento, afuera ya nos esperaba un coche negro, nos subimos y vimos las calles de Londres en silencio, vacías; en mi vida nunca pensé en llegar a verlas así, sin ni una sola alma. Tal vez estén así por ti Sherlock, un último signo de respeto.

Llegamos a la iglesia donde iban a velar tu cuerpo, no sabía que tenías una religión, siempre pensé que eras de esas personas que no creen en nada más que en lo que ven, parece que me equivoque otra vez, ¿Qué tantas cosas no llegue a conocer de ti? 

La iglesia estaba llena a reventar, ahí estaban todas las personas que no estaban en las calles, recordándote, y honrando tu memoria. Sentí la ira crecer en mi pecho, ahora si ¿no? Hasta después de su muerte, hasta ya no ver esos ojos imposibles sonreír de verdad, hasta ya no volver a escuchar aquella voz ronca y suave, solo hasta ese momento ellos se permitieron creer en ti.

¿Qué cómo era posible que te estuvieran velando en la iglesia si te habías suicidado? Mycroft, él se encargó de todo, de absolutamente todo lo relacionado con eso, con el fu…

Salimos al cementerio, y llegamos a la tumba abierta. Ese será tu lugar de descanso, aun no logro imaginarlo, simplemente me parece imposible que la semana pasada estaba persiguiendo criminales al lado tuyo y ahora tenga que asistir a este momento, en este lugar, en donde todo mundo me ve con lastima.

Sabes, la señora Hudson aún sigue pensando que somos pareja, bueno, que éramos… y no tengo el corazón para sacarla de su error; aunque tal vez sea porque quiero creer que por un momento eso fue real, que tu relación conmigo fue diferente a la que tenías con todos los demás.

Comenzaron a bajar el ataúd en donde tú te encuentras, y puedo escuchar los pequeños hipidos de los ahí presentes, incluso Anderson y Donovan están aquí, con sus ropas negras, viendo con tristeza la tumba. Se ven arrepentidos.

Yo no puedo llorar, mi pecho duele, y siento como el corazón se me desgarra, pero no puedo llorar, las lágrimas se niegan a salir de mis ojos. En cuanto me piden que diga unas palabras me quedo en blanco ¿Cómo explicar lo que siento? ¿Qué debería de decir?

Cuando menos recuerdo ya estoy frente a tu tumba, y todos tienen la mirada fija en mí, expectantes, para ellos yo soy el último vestigio que queda de ti.

-no sé qué tipo de cosas se digan en momentos como estos – empiezo, con la voz firme, y la vista clavada en tú tumba – yo solo puedo recordar las cosas buenas que nos pasaron, los casos que resolvimos, las horas que no podía dormir por culpa del violín, los momentos en los que demostraban que tan inteligente eres… - y sin querer ahí se me rompió la voz, estar diciendo eso era aceptar que estabas muerto, y no, no lo estas – no importa lo que la gente diga, yo sé que nunca me dijiste una mentira, yo sé que Moriaty era real, y aun creo en ti – termine, dejando a todas las personas en un silencio sepulcral.

Ha pasado una semana, y la señora Hudson y yo vamos a tu tumba a dejar flores, como cada semana estamos en completo silencio en el taxi, y no hablamos hasta que llegamos a la piedra negra que es tu lapida.

-realmente estoy enojado – digo en voz alta.

-es normal estarlo – me dice nuestra casera, agarrándose fuertemente de mi brazo. – yo también lo estoy, ¿Quién pensaría que extrañaría los horribles sonidos del violin a la una de la mañana?¿los especímenes sangrientos junto a la comida?¿las balaceras en la casa? Y las peleas, o las peleas… - ella iba a seguir hablando, y parecía que estaba a punto de romperse, como lo hace una pequeña muñeca de porcelana.

- no se preocupe señora Hudson – le digo y ella me voltea a ver con los ojos llenos de lagrimas.

-te dejo un momento John, para que tu sabes, te despidas – me dice, mientras camina  a la salida del cementerio.

Me quede en silencio unos momentos hasta que vi que ya no alcanzaba a escucharme, entonces me voltee hacia esa lapida negra que tenia tú nombre grabado.

-tú me dijiste una vez que no eras un héroe, había veces en las que pensaba que ni siquiera eras humano, pero déjame decirte esto – me quede un momento en silencio, intentando encontrar las palabras –tú eres el mejor hombre, y el más humano, ser humano que conocí y nadie podrá convencerme que me dijiste una mentira, ni siquiera la muerte – me detuve un momento y voltee a ver el camino que llevaba a la salida, no quería que nadie más escuchara lo que tenía que decirle –estaba tan solo, y te debo tanto – y fue entonces cuando me voltee, dispuesto a irme, pero algo me detenía, simplemente no podía pensar en Sherlock debajo de toda esa tierra, quieto, sin sus gestos molestos y atrayentes, sin sus parches de Nicotina y sus tardes llenas de aburrimiento que siempre terminaban con una sonrisa dirigida a mí. –una cosa más, una cosa más, un milagro más Sherlock, no estés muerto, por mí, por favor, solo detén esto, detenlo – y fue entonces cuando ya no pude seguir conteniéndolas, por fin aparecieron y comenzaron a rodar libremente por mis mejillas, quería sollozar, gritarle a la vida que no era justa, que entre todas las personas que pudo haber elegido para esa tontería porque Sherlock tenía que salir ganador.  Me detuve justo a tiempo, no por nada fui militar, y simplemente me di la vuelta, sin volver la mirada ni una sola vez.

***____****______****

Pasaron dos semanas y la estancia en el piso era simplemente una tortura, cada detalle me recordaba a ti, desde la carita feliz que me veía todos los días cuando bajaba a desayunar, hasta el cráneo que aún seguía en la chimenea, durante esas dos semanas no había vuelto a visitar el hospital, de tan solo imaginármelo las piernas me fallaban, con frecuencia recibía llamadas de cualquiera de nuestros conocidos, que parecían haberse puesto de acuerdo para evitar que cometiera lo que ellos llamaban una tontería.

Pero en realidad era una tontería, la vida había perdido la mayor parte del sentido si tu no estas para hacer mis días emocionantes, si no podia correr detrás de ti persiguiendo criminales por todo Londres, si no escuchaba las melodías de violín a altas horas de la madrugada; sabes encontré el estuche en donde guardas todas tus partituras, espero que no te moleste, y más importante, ¿me escribiste una? ¿Realmente me dedicaste el suficiente tiempo como para escribir una canción? La encontré, simplemente se titula “para John” e hice que Molly que sabe un poco de violín la tocara, es hermosa, tanto que la hizo llorar; y a mí también, ya no podre darte las gracias.

Hoy estoy en la azotea de St, Bart´s, en el mismo lugar que tú, ya es tarde, y la ciudad está completamente iluminada, se ve tan hermosa ¿Qué fue lo último que pensaste antes de dejarte caer Sherlock? ¿Pensaste en cómo nos iba a afectar a todos tu muerte? ¿O simplemente lo hiciste, sin rodeos, sin pensamientos fatídicos, solo una caída? Estoy en el borde del edificio, nadie me ve, la señora Hudson piensa que estoy con Lestrade, él piensa que fui con Molly al cine, y ella piensa que me quede en casa por un resfriado, además de que Mycroft está fuera de la cuidad y revise que ninguna cámara me captara. Por primera vez en mi vida estoy siendo lo suficientemente precavido.

Un paso, es lo único que hace falta, si lo hago poder alcanzarte en donde quiera que estés, podremos volver a pasar tiempo juntos, no importa que tenga que escuchar de nuevo tus continuos “aburrido” solo deseo volver a estar a tú lado, aunque sea por un mínimo momento.

Mi cuerpo tiene un leve temblor, yo que casi siempre me caracterice por ser una persona valiente ahora tiemblo de miedo, o ¿de anticipación? No lo sé, solo sé que cada que estoy a punto de dar el gran paso me parece oír tu voz, llamándome desde lejos, o ver tu rostro enfrente mío.

No lo doy, bajo de la azotea con cuidado y con el corazón más destrozado de lo que pensé al principio, sé que ya no puedo volver al piso, a nuestro apartamento, tantas cosas en tan poco tiempo, todo hay me recuerda  a ti, todo hasta la más mínima señal.

Sabes antes mis pesadillas eran acerca del servicio militar de las personas que no había podido ayudar, ahora son acerca de ti, de cómo caíste, en algunas ocasiones en vez de pesadillas sueño que simplemente emprendiste vuelo, con tus enormes alas negro azuladas, que en varias ocasiones creí ver en tu espalda. Desde ese día no vuelvo a pisar el 221 B de Baker Street.

No es que quiera olvidarte, se que eso es imposible, simplemente, como todos dice, debo seguir con mi vida, no puedo vivir atado a una persona que nunca volvera.

Por más que mi corazón diga lo contrario.

Notas finales:

Bueno, este es el de John, los que siguen son el de Sherlock, el cual abarca desde la caida, y despues de ese... es sorpresa, espero que lo hayan disfrutado, y mas importante, que no ls haya deprimido. XD

Cuanto apuestan a que no sabian que cada vez que dejan un reviw John y Sherlock se dan un beso, y nosotras las pobres escritoras intentamos captarlo en letras, así que dejen un reviw, se que lo desean.

sin nada mas que decir Luz fuera.

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