*Era tan pequeño e ingenuo, simplemente creía que todo algún día acabaría, podría tener una vida de primaria como todo los demás de la escuela , tranquila y divertida con mis compañeros de salón, y como dije: era ingenuo.*
Sonó el despertador avisando que era hora de ir al trabajo, ash, un fastidio pero realmente lo amaba.
Mi nombre es Kim Minseok, tengo 24 años y soy guía de una de las más famosas galerías de arte de la zona, es un trabajo fascinante porque yo siento que a través de una obra se transmiten los sentimientos del que la creaba, sabia cada uno de los nombres de todos los famosos artistas conocidos y desconocidos también, porque teníamos una política que decía:
"Dale una oportunidad, al que se quiera expresar."
Me encanta caminar por los amplios pasillos blancos marmoleados de la galería, en las paredes blancas se exhibían las obras bañadas de una luz clara y las esculturas ocupaban lugar en los pasillos, sentía que al estar rodeado de todas esas obras perfectas mi vida era completamente armoniosa. A mí no me importa estar con la gente porque no confío mucho en ella, mi madre dijo una vez que la gente siempre se equivoca y hay que aprender a aceptarla tal y como son, pero que sucede cuando esas equivocaciones son completamente a propósito? La gente lastima y siempre está consciente de ello, aunque no te lo hagan saber, aunque no lo demuestren, pero lo hacen. El ser guía hace que se vuelva contradictorio a lo que siento ¿no? Pero es como me desenvuelvo en todo ese mundo de hipocresía, volviendome yo también hipócrita y falso, algo que con los años en este trabajo ya manejaba muy bien, mostrar una sonrisa cuando alguien preguntaba y contestar en un tono cortés, no salía con amigos porque no los tenía ni los quería, no quería que aquellos a los que yo llamo "amigos" en algún momento me falle, ya lo había vivido en el pasado así que me ahorraba ese sufrimiento de que vuelva a suceder.
*¿Acaso eres bobo? ¿Porque no te defiendes? Hahaha ¡eres repulsivo!*
Me levante de golpe completamente agitado, mi pecho subía y bajaba sin control, sentía como si algo lo estuviera oprimiendo, note que tenía una capa de sudor por todo el cuerpo, los recuerdo se volviendo pesadillas y cada vez eran más reales, sentía corrientes eléctricas recorrer mi espalda al volver a recordar, no entendía el porque estaba volviendo a pasar.
Baje a la cocina cuando ya estuve completamente tranquilo, mi estómago rugía como si no hubiera comido en días -*Debe ser por las pesadillas*- pensé.
Tome un vaso de cristal y me dirigí hacia el refrigerador cromado, llenado el vaso con jugo de naranja volví a cerrar su puerta y comenzé a beberlo cuando de repente con el rabillo del ojo note algo es que estaba puesto en mi calendario que tenia sujeto a la puerta con un imán, me paralizé y solté el vaso donde momentos antes estaba bebiendo, el cual cayo y dejo varias estirlas regadas y el liquido derramado.
-¡No puede ser!... por eso las pesadillas...- me dije a mi mismo en un tono casi histérico mientras sostenía aquel calendario en mis manos, tenia mi mirada fija en el objeto en mis manos, sentía que mi corazón se desbocaría y saldría por mi boca, yo con mucho gusto lo escupiría.
Resulta que el calendario marcaba que ese día se llevaría a cabo una reunión de ex-alumnos de mi antigua primaria, para muchos reencontrarse con los viejos compañeros, para mí, volver a vivir mi pesadilla.
Cuando me encontraba estudiando la primaria, yo era un poco robusto, llenito, mi madre me decía que cuando sea grande lograre tener el cuerpo de un verdadero hombre, ja! Esa mi madre, tal linda y dulce, realmente la extraño y desde que falleció por culpa de un infarto la quisiera tener todos los días conmigo, cuantas cosas haríamos juntos, fue a la única que le mostré amor y era realmente feliz porque ella me correspondería siempre, al recordarla la nostalgia viene a mí, cuánto daría por volver a verla sonreír.
Debido a que yo era de cierta forma, gordito, recibía muchas burlas de parte de mis compañeros y hasta tenía un apodo: baozi, lindo ¿no? En realidad no, siempre era atacado con gritos e insultos por esa razón, hasta que llegaron los golpes, ver a mamá llorar por culpa de ellos realmente me partía el corazón y decidí que no volvería a pasar, sería mejor.
Salí del trabajo a las 5:00 pm, puntual como siempre ya que mis superiores no tenían ninguna queja de mí, me confiaban todo y por eso me llegaron a otorgar las llaves de la galería, así que yo la abría y cerraba todos los días. Me dirigí a casa, la reunión era hasta las 9:00 pm así que tenía tiempo de sobra para planear todo, que ropa me pondría y hasta el como actuaria, como dije, soy un ser hipócrita así que me desenvuelvo como mejor me pareciese para causar siempre la impresión que yo deseo.
Llegue con media hora de atraso, algo casual, el lugar era grande y con un ambiente agradable, para mi gusto:demasiadas personas,conforme fue llegando la gente todos se comenzaron a saludar, repartiendo besos, sonrisas y abrazos, hahaha... no era el único falso en el lugar. Me llevaba la copa que traía en las manos a la boca cuando una voz que reconocería perfectamente donde sea me llamo, esa voz me resultaba desagradable al igual las demás que la acompañaban, lo que escuche a continuación me hizo querer golpearlo:
-¡¡¡BAOZI!!!- dijo con una sonrisa en su rostro que me revolvía el estómago.
-¡AH! Hola Fan, ¿como estas?- conteste de manera serena, sabia controlarme perfectamente bien.
-¡Wow! ¡¡Que cambiado estas, has bajado de peso, ya no dan ganas de comerte!!- dijo soltando una carcajada mientas ponía su brazo sobre mis hombros y apretaba una de mis mejillas.
-Hahahaha, si lo he hecho, le doy gracias a la pubertad- solté mientras le miraba mostrándole una de mis sonrisas, la que muestro cuando quiero dar confianza, nunca se daban cuenta que era completamente falsa, en mi interior quería estamparle la copa en el rostro pero no lo haría, mi venganza seria más divertida.
-Mira, ¡¡ahora ya estamos todos completos!!- señalando a las 10 personas más que venían con él, reconociendo cada uno de esos rostros.
-Wow, a pasado mucho tiempo, ¿verdad?- dije mientras hacia sonar una risa llevándome una mano al cabello, algunas veces me han dicho que soy adorable ¿como desconfiar de alguien que causa ternura?
La sesión de saludos y abrazos comenzó de nuevo pero ahora yo era participe de el, los recuerdos me atacaron pero yo solo sonreía, no podía actuar de otra manera, aún no.
-¿Y como les ha ido?- preguntaron rompiendo la serie de esos empalagosos contactos, tenía una cara dulce y aniñada, sus ojos cafés desprendían un brillo que se notaba a un kilometro, era Luhan, aquel al que en algún momento llame "amigo" estaba frente a mí, me trage mis sentimientos.
-¡A mí me va mejor que nunca! - respondió el que traía un tono de piel un poco más bronceada que el resto, Kai.- Soy un gran coreógrafo de grupos que se encuentran en el medio artístico así que mi nombre es muy conocido- dijo con ese aire de superioridad que se cargaba.
-¡AY SI! Ahora resulta que eres famoso!- le contesto con un tono burlón aquel alto de orejas grandes, Chanyeol.
-hahaha no seas cruel con el- le reprocho uno más bajo que llevaba delineador, Baekhyun.
- Si él dice que es conocido, que se le va a hacer- dijo encogiéndose de hombros y mostrando una agradable sonrisa, al instante lo reconocí, Jongdae, a él era el que admiraba y un poco más, me gustaba, quería ser como él, sonreír y llevarse bien con todos, lo veía como mi héroe, mi corazón latía rápidamente cuándo estaba con él y muchas veces me ayudo a escapar de aquellos que me acorreteaban por la escuela, hasta ese día.
- ¿Y tu pequeño?- le preguntaba Kai a uno más bajo pasándole el brazo por los hombros y mostrándole una sonrisa juguetona- ¿Que has hecho?
El menor inclino la cabeza para evitar que notaramos su sonrojo pero era muy evidente- Soy chef.- fue lo único que dijo, tarde un poco en reconocerlo pero sus grandes ojos me lo recordaron, Kyungsoo(nota mental: averiguar que se traen esos dos).
-Yo estoy trabajando en la compañía de mi padre así que realmente no tengo mucho que contar- como siempre, aunque él no lo notase, presumía de la buena posición económica con la que había nacido, Suho.
-Yo igual soy parte de una compañía- dijo el que se encontraba a lado del que hablo mostrando un sonrisa la cual dejo ver un hoyuelo, ese hoyuelo era adorable y supe quien era, Lay, en ningún momento dejo de ver a Suho.
El tiempo paso y solo podía escuchar hablar de trivialidades, los que menos se hicieron participes fue uno con pequeñas marcas oscuras alrededor de los ojos al que supe que era Tao, el cual no se separaba de Fan (otra nota mental: averiguar también de ellos dos.) y uno de piel clara con cara de que ya no querer estar más tiempo ahí, era Sehun, ¡ja!, dejamé decirte que somos dos, a diferencia que cuando le hablaba Luhan se volvía más alegré, su expresión era la misma (tercera nota mental del día: averiguar sobre cada uno de ellos).
La reunión acabo como a las 12:00 am, todos se despidieron y se fueron a sus respectivos hogares, cuando llegue a la mío tenía una gran sonrisa en el rostro, reía y esta no era falsa, desde que perdí a mamá no había reído de verdad, estaba extasiado por lo que vendría, me tire en el sofá de la sala y me dije:
-¡¡¡La diversión apenas está por comenzar!!!- y mi risa se volvió cada vez más ruidosa, maliciosa e histérica.