La noche estaba entrando y ambos guardábamos silencio, el frio atravesaba los cristales; de pronto el motor comenzó a emitir un sonido extraño y el auto se jaloneaba.
-Kyu, ¿Qué sucede?- pregunte
-No lo sé Min, creo que debería orillarme-
Así lo hizo, estaciono el auto a orilla de la carretera, se bajó del auto y levantó el cofre. Quería hacer lo mismo, pero de un momento a otro regreso corriendo a la cabina y se metió.
-¿Qué paso?- dije asustado
- Hace mucho frio afuera- Respondió. Hice una cara de pocos amigos.
-Ya voy yo- dije y baje del auto, de verdad hacia frio ahí afuera pero no me mostraría débil antes Kyuhyun; de pronto recordé algo que me hizo regresar al auto.
-¿y ahora que paso? – dijo Kyu con un tono irritable
-Recordé que no sé nada de mecánica- dije triste, hice un puchero y me metí al auto.
- Llamare a la aseguradora para que vengan a revisar el coche- dijo y tomo su celular para hacer la llamada.
-Ok – respondí sin muchos ánimos. En ese momento me di cuenta de que estábamos en medio de la nada y que ningún auto pasaba por ahí, levante un poco más mi cabeza para ver el kilómetro en el que nos habíamos detenido, delante del coche se encontraba un pequeño anuncio blanco “km. 131” decía.
- ¿Seguros AUTOLIFE?-dijo Kyu al teléfono. –El auto se ha detenido en…- Vi su cara de confusión así que me apresure a contestar.
-Estamos en el kilómetro 131-dije
-Nos encontramos en el kilómetro 131 de la carreta a Kangta- dijo Kyu. Después de unos segundos, su cara cambio por completo.
-¿Qué?!!- pregunto casi gritando. – Esta bien, de acuerdo. Los veré mañana aquí.- dijo resignado.
En ese momento quise preguntar lo obvio pero me contuve.
-Yo dormiré en la parte de atrás- dije y comencé a pasarme a la parte trasera del auto por en medio de los asientos.
-Con cuidado Min! Los asientos son de piel ¡- grito Kyu mientras corría a bajar el cofre del auto.
Me limite a ignorarlo, tome una manta que estaba debajo de los asientos, me tape y me dispuse a dormir.
Ya entrada la madrugada sentí sobre mi espalda una presión extraña pero esta estaba acompañada de un calor reconfortante, me moví un poco y abrí los ojos.
-¿Qué diablos haces?- susurre
- Hace mucho frio enfrente, además tú tienes una manta- dijo mientras se removía sobre el asiento.
Decidí no darle vueltas al asunto y deje que se durmiera junto a mí. El calor de su espalda era tan cálido que decidí darme la vuelta para sentirlo más, mi respiración chocaba con su nuca. Me encanto observar que cada que yo exhalaba aire él se estremecía. Sentí miedo en el momento en el que él se giró para quedar de frente a mí, ahora su pecho rosaba mi cara y mi respiración se volvía más agitada.
Un extraño impulso hizo que pasara mi mano por su cintura y así poder abrazarlo, tuve nervios pues no sabía cómo reaccionaría. Movió su cabeza un poco y paso su mano por mi cuello, siguió llevándola por mi hombro para al final devolverme el abrazo.
Sentía su corazón latir con fuerza, y el mío parecía acoplarse a su ritmo, fue en ese momento que me di cuenta de que toda razón dentro de mí se había ido a la mierda. Busqué entonces su rostro con el mío y pose mis labios sobre los suyos, se sentían fríos pero dulces, después de unos segundos me separe y volví a acomodarme a como estaba para intentar dormir pero algo me detuvo.
-¿Qué demonios crees que haces?- susurró. Yo me quede callado no sabía que responder, es más yo mismo me hacia la misma pregunta.
-Te he hecho una pregunta, me besas y ahora te haces el dormido Sungmin?!- dijo ya con su voz normal.
- Kyu, yo….- no podía decir nada, así que busque de nuevo su rostro para intentar explicar o encontrar una respuesta a la pregunta anterior. Al levantar mi rostro Kyu volvió a unir nuestros labios, mi corazón se salía del pecho, mis manos temblaban y como por arte de magia el frio que mi cuerpo tenia desapareció.
Si pensar comencé a devolverle el beso, pero su mano me separo de él.
-Min, yo no quiero que me beses si no estás seguro de lo que sientes, yo estoy seguro y sé que… te amo-
Me quede paralizado antes esas palabras, pero qué diablos estaba diciendo, y que es eso de que me ama. Creí entonces que Kyuhyun se estaba volviendo loco, pero, “¿porque lo besé? ¿ Porque me siento así con él?” pensé. No estaba seguro de muchas cosas pero el hecho de estar así juntos, en un espacio tan reducido, de noche y en medio de la nada, me hacían sentir explotar de ganas.
-Sabes que siempre he sido un poco despistado así que necesito un poco de ayuda para entender esto que me haces sentir- acabando de decir eso uní de nuevo nuestros labios pero esta vez en un beso más pasional que los anteriores, uno en donde le transmitía a Kyu lo que quería en ese momento.
Con un movimiento rápido y ágil Kyu se puso encima suyo y antes de continuar con el beso volvió a abrir su boca para hablar.
-Si no te resistes ahora, no voy a ser capaz de detenerme-
-No quiero que te detengas- respondí para después acariciar su cara con ambas manos.
El de nuevo unió nuestros labios y con movimientos agiles se fue abriendo paso entre mis piernas, antes de que yo pudiera darme cuenta el ya comenzaba a mover sus caderas contra las mías.
-Ahhh… Kyu- gemí por aquel acto, y justo después de eso sentí como el miembro de Kyu dio un tirón hacia arriba al igual que el mío.
-Min … Dios!- dijo Kyu
El comenzó a meter su mano por debajo de mi ropa buscando como sacarla, yo por mi parte me dispuse a excitarlo aún más dando pequeños mordiscos a su cuello y acariciando su entre pierna con mis manos.
-Dígnate a ayudarme, o parare aquí- dijo separándose un poco de mi cuerpo
-Ha ha –me limite a responder y con un movimiento rápido tire a Kyu en el asiento y me monte encima de sus caderas. Ya en esa posición comencé a moverme de adelante hacia atrás y al mismo tiempo a quitarme la ropa lo más sexy que podía.
Kyu se incorporó un poco para besar mi torso ahora desnudo mientras se sacaba la chamarra y camisa, una vez con estas fuera prosiguió con desabrocharme los pantalones y los bajo de forma tan ágil que me sorprendió
-¿Por qué tú no te los quitas?- pregunte haciendo un puchero que fingía inocencia.
-¿Tanto deseas verme desnudo?- preguntó con una sonrisa de lado. Ante sus palabras e sonroje, y el llevo mis manos a sus pantalones para que se los quitara, sin rodeos accedí. Ya en bóxer hice que se sentara y en el asiento y me hinque ante él, busque su mirada y al encontrarla le guiñe el ojo.
- Esto te encantara – dije. Comencé entonces a pasar mis dedos aun por encima de su ropa interior y a dar pequeños besos sobre la tela, Kyu se retorcía sobre el asiento apretando sus puños.
- Maldición Minie deja de jugar!- dijo con un tono desesperado. Al oírlo rápidamente baje su ropa interior y de un solo golpe metí todo su miembro en mi boca.
- Ahh.. Si! – escuche gemir a Kyu. Me sentí orgulloso pues sabía que estaba haciendo bien mi trabajo, seguí con las lamidas en toda la extensión de su “grande amigo”; pero de un momento a otro yo ya me encontraba sentado con Kyu hincado entre mis piernas.
- Muy ágil, ¿eh? – dije ante la sorpresa.
- Ahora te toca a ti disfrutar rosadito – dijo para después bajar mi bóxer, paso sus dedos muy despacio sobre la cabeza de mi miembro y después coloco ahí la punta de su lengua dejándome al borde de la locura.
- Ahh Kyu ¡ - gemí sin temor a ser escuchado, pues sabía perfectamente que no se encontraba ni un alma a kilómetros de distancia. El siguió con lo suyo hasta que no pude más.
- Kyu… me…- fue lo único que pude articular antes de venirme entre su boca y su mano. –Lo siento- dije apenado.
- No te preocupes, esto ayudara- respondió lamiendo los restos de mi semen que se encontraban en sus labios. Yo sabía perfectamente a que se refería con esas palabras y hubiera sido un grave error no seguir con aquello, para ser sinceros también lo deseaba. Así que me di vuelta sobre el asiento dejando mi trasero casi a la altura de su cara.
Por unos instantes me miro sorprendido ante tal acción.
-Kyu… - dije. El dibujo una sonrisa en su rostro y llevo su mano a mi entrada, acariciando primero y después acerco su rostro a ella, sentí miedo de lo que haría pero sin duda eran muchas más las ganas que tenia de tenerlo dentro. Paso su lengua alrededor de mi entrada haciendo que me excitara casi al instante.
Alejo su rostro y comenzó a besar mi espalda, llevo su mano libre a mi miembro y comenzó a masajearlo, era tanto el placer que sentía que me tomo totalmente desprevenido a meter su primer dedo a mi entrada.
-No me jodas! – grite por el dolor. Kyu solo rio un poco y se acercó a mi boca para besarme, pues las lágrimas querían salir de mis ojos.
-Maldito Cho! Sé más cortes!- dije enojado luego de separarme de sus labios.
-Te amo conejito – dijo y comenzó a mover su dedo de adentro hacia afuera. –Kyu.. me du-e-le…- dije con la voz entrecortada.
-Relájate cariño- susurro cerca de mi oído, busco mis labio y comenzó, literalmente, a violar mi boca, mientras con una mano me masturbaba y con la otra trabajaba sobre mi entrada. Crei volverme loco ante el placer que sentía, ni siquiera sentí cuando el segundo y tercer dedo entraron, sino el vacío dentro de mi cuando los saco.
- Suficiente, me estoy volviendo loco- dijo para conducir su pene mi entrada. Lo sentí enrme y punzante, sentí miedo por el dolor que me causaría pero las malditas ganas de sentirlo me ganaron.
-Kyu por favor!- dije con una voz lujuriosa.
-Dolerá si lo hago de una sola vez- dijo comenzando a empujar lentamente.
- Métemelo ya ¡- grite y empuje mi cadera con fuerza hacia atrás.
-DIOS!-. –JODER!-. Gritamos juntos en el momento que su miembro entro completo a mi entrada, para mi sorpresa no dolió ya casi nada.
Kyu me tomo de las caderas y comenzó a embestirme a un ritmo muy lento para mi gusto, -Más rápido- dije. No hizo alta que se lo repitiese pues de un instante a otro subió la velocidad y la fuerza de sus penetraciones haciéndome sentir que tocaba el cielo. Abrí mis piernas más para que pudiera sentirlo mejor, sentí casi venirme cuando una de sus embestidas dio justo en mi punto G.
-AHÍ!- grite y el comenzó a dar justo en ese punto. –Min no… aguantare… mu-cho m-as- dijo. Gire un poco mi cabeza y busque con mis manos su rostro, cuando lo tuve lo bese con toda la pasión contenida. Mientras nos besábamos el dio dos brutales embestidas que hicieron que nos viniéramos, yo sobre su mano y el respaldo del asiento y el dentro de mí.
- Dios! Si!- grite por el orgasmo, el solo gimió mi nombre y recostó su cabeza sobre mi espalda.
-¿Ahora sabes lo que sientes por mi conejito?- dijo saliéndose de mi haciendo que sintiera un vacío y un extraño sentimiento de nostalgia. Me giré hacia él y literalmente quede paralizado ante la visión de mis ojos, Kyu me veía con tanta ternura y amor, su cabello pegado a su cara por el sudor y con su respiración aun agitada, era total y jodidamente sexy. Sería imposible rechazarlo después de lo que me ha hecho sentir…
-Yo … te amo Kyu- dije sonrojándome y escondiendo mi cara. El rio por lo bajo y me abrazo, -Yo también te amo conejito, pero tu deberás limpiar el auto- dijo para luego dar un beso en mi frente. Me quede intentando digerir sus palabras por unos momentos, en los que nos acostamos en el asiento y ahí fue cuando me cayó el veinte… El carro no era mío, ni de él sino de… su hermano.
-Maldito Cho- susurre y quede dormido entre sus brazos, ya no me importaba limpiar el auto solo quedarme junto a él y por supuesto dar vueltas más seguido por esta carretera.