Unos ojos negros miraban intensamente a la pantalla del ordenador, las manos pasaban raudas por el teclado y en la habitación oscura, solo se escuchaba como las teclas eran presionadas.
Una, dos, diez, veinte, treinta, tecleaba tan rápido que apenas se daba el tiempo para leer lo que escribía, hacía una pausa para ver como iba el texto y suspiraba pesadamente, solo se escuchaba una tecla sonar largo rato y volvía a cero.
¿Qué mierda estaba haciendo?
Hace más de dos horas que estaba frente a la computadora, escribiendo y reescribiendo – ¿acaso eres un cobarde? – la voz de su desesperante hermano circulaba sin cesar por su cabeza. ¡Claro que era ningún cobarde! Aunque pensándolo bien quizás si era de cobardes escribir, o intentar escribir en su caso, lo que debería decir en persona, pero como podían pedirle semejante cosa, si tan solo pensar en decir algo como eso a ese… a ese… Dobe, lo ponía de los nervios.
Naruto sin dudas era un idiota de primera, siempre tan despistado, con esa sonrisa de idiota, comportándose tan alegremente idiota todo el tiempo, ¡era un completo idiota! ¡Maldito idiota!
Creo que debería empezar así:
“Naruto”
No espera, ¿desde cuando tan formal?
“Dobe: Eres un idiota. Sasuke”
Eso esta mucho mejor. La típica sonrisa altanera que siempre le dedicaba a su rubio amigo hizo acto de presencia en el semblante del azabache. No, aunque quiera no puede ir así.
“Dobe: Eres un idiota, ¿lo sabías no? Y Aunque es de conocimiento universal tu estupidez, por alguna razón desconocida yo …”
¿Él qué? ¿Qué diablos debía poner? ¿Qué lo amaba? Ni loco. ¿Qué siempre pensaba en él y vivía preocupándose por él, teniendo siempre en cuenta lo que hacía y decía, y que nada pasaba desapercibido de su mirada? Un fuerte sonrojo lo abordo en ese momento.
“Dobe: Debo confesar que soy un idiota”
Suspiro nuevamente, después de todo ese mensaje tenía la intención de hacerlo a modo de disculpa.
“Realmente creo que entre todos tu eres el más Baka del mundo, ahora y siempre, pero también eres el mejor amigo que alguien pueda llegar a desear. Si bien muchas veces hablas sin pensar, digamos todo el tiempo (tú si que no te guardas nada ¿eh?), bueno volviendo al tema, siempre estas dispuesto a ayudar a un amigo cuando esta en problemas y eso es algo que me agrada de ti”
Releyó el texto con el dedo sobre la tecla de borrar, pero consideró que no daba tanto asco, ojo “no tanto”.
“Con respecto a lo que paso el viernes pasado, realmente no quise decir todas esas cosas, ¡¡mira que tener que disculparme contigo por culpa del bastardo de Sai!!, ese inútil, promiscuo y pervertido, ¡que para lo único que sirve es para hacer el tonto y proponerte cosas indecentes! ¡Y tu ni aludido te sientes!”
Muy irritado bajó bruscamente la pantalla de su computador y acarició sus sienes. Suspiro dándose ánimos y continúo.
“Como sea”
Por supuesto que dejaría el comentario sobre Sai, ya que el mensaje es para pedir disculpas al rubio por lo dicho aquel viernes, no para pedir disculpas por lo que pensaba del moreno, esa copia barata.
“Realmente no pienso esas cosas de ti. Después de todo tu eres mi mejor amigo”
Dudo un momento sobre esta parte del texto, ¿de verdad Naruto era sólo su mejor amigo, acaso él no quería nada más con el rubio? ¿Acaso no se había descubierto a sí mismo pensando en él varias veces al día, incluso soñando con esas orbes azulinas?
“Solo espero que las cosas vuelvan a ser como antes. Sasuke”
Lo había logrado, al fin termino ese penoso pedazo de texto que traería a su escandaloso amigo de vuelta a su vida. Habían pasado 3 días desde el incidente y por más que Sasuke llamara por teléfono al rubio, éste no le contestaba. Ahora lo que lo alejaba de la normalidad era solamente un tecla, nada más tenia que presionar Enter y todo estaría resuelto, su mano se detuvo a centímetros de aquella tecla. ¡Muévete estúpida mano!
“Solo espero que las cosas vuelvan a ser como antes. Sasuke
Pd: Sabes creo que eso es una brutal mentira.
Ya no puedo hacer como que nada pasa, pensé que quizás podría seguir fingiendo que todo esta bien entre nosotros, que la tensión que siento cuando estoy contigo es por las hormonas de la juventud, tu sabes, dos muchachos de 17 años solos en la habitación de uno de estos, esas cosas pueden pasar, pero creo que no. No es simplemente causado por las hormonas.
Realmente creo que me gustas”
Presionó Enter sin siquiera revisar las faltas ortográficas o la redacción. Ya lo había hecho. ¡¿Pero qué mierda había hecho?! Tironeaba bruscamente sus cabellos. ¿¡Cómo enfrentaría a Naruto mañana en clases!?
- Calma, calma – miro nuevamente el ordenador – Quizás no vea el correo, ¡si eso! El Dobe no creo revise su correo periódicamente, supongo que puedo intentar ingresar a su cuenta y borrar el correo, pero no se como hakear una cuenta de mail, ¡ni siquiera se hacer los gráficos en Excel! – nuevamente estaba entrando en pánico.
- Espera un momento – una nueva idea se había presentado frente a él – Puedo, anónimamente, denunciarlo al FBI y decir que en su correo hay un virus computacional súper letal, el cual amenaza la seguridad del mundo, si claro, ¡es brillante! – una risa malévola se apoderó de él.
El sonido de un mensaje nuevo en su buzón de entrada lo hizo despertar de la película de acción que se había armado en la cabeza, su corazón empezó a latir desenfrenado cuando vio el remitente del mensaje.
¡Mierda, mierda, mierda! ¡Que hago! – Alejo su computadora como si fuera un ser extraterrestre – calma Sasuke Uchiha, no seas una gallina, afronta todo esto como el hombre que eres – mirando hacia un lado, como si estuviese por abrir la caja de pandora, posiciono el mouse sobre el mensaje y como dolor hizo clic.
La primera palabra en aquel correo lo hizo respirar aliviado.
“Teme”
Ya quizás lo demás no sería tan malo.
“Teme: ¿Qué clase de disculpa escueta y desabrida es esa? Jajajaja eres realmente un bastardo ¿lo sabías no? Naruto”
Sobre la frente de Sasuke una pronunciada vena hacía acto de presencia. ¿Qué clase de mail en respuesta era ese? Aunque qué más podía esperar del baka de Naruto.
Algo decepcionado dirigió el ratón para cerrar su sesión de mensajería instantánea, pero se detuvo un momento.
Sonrió ampliamente y raudo se levantó de la silla, tomó la chaqueta que esta en el respaldo de está y salió de su habitación.
- Sasuke? A donde vas a esta hora? – pregunto algo sorprendido Itachi, pero de respuesta sólo obtuvo un "No me esperen, vuelvo tarde". El azabache mayor solo sonrió, como añoraba los tiempos cuando era un crio y andaba de tonto por la vida.
En la habitación de Sasuke brillaba el ordenador, que aún encendido, mostraba lo último que azabache había estado viendo momentos atrás.
En la pantalla aun estaba el mail de respuesta de Naruto.
“Teme: ¿Qué clase de disculpa escueta y desabrida es esa? Jajajaja eres realmente un bastardo ¿lo sabías no? Naruto.
Pd: ¿Y qué esperas qué no vienes?”
Pronto el computador entro en modo de hibernación y la pantalla se puso completamente negra.