Yoshino Chiaki es un simple chico de secundaria, cabello café, ojos azules, lindo y tierno llamando la atención tanto de chicas como de chicos. Actualmente sale con Yoshiyuki Hatori; alto, 28 años, pelo café y ojos grises.
Era el día antes al cumpleaños de Chiaki y pensaba pasarlo con sus amigos en su casa, no porque él lo hubiese querido así pero no le dieron otra opción. No le importaba siempre y cuando su novio estuviera a su lado, pero no le estaba yendo muy bien en la parte de convencerlo.
- ¿De verdad no puedes ir esta noche? – preguntaba triste el menor mientras era abrazado por su amado.
- Lo siento Yoshino, tu sabes que no les caigo bien a tus padres y menos desde que empezaron a sospechar de nuestra relación.
- No me importa –inflando los cachetes tiernamente –yo quiero que estés conmigo en mi cumpleaños.
- Mañana pasaremos todo el día juntos, lo prometo.
- Pero quiero que seas el primero que vea cuando sean las doce, quiero ver junto a ti los fuegos artificiales.
- No te preocupes, mañana hasta te hartaras de verme durante todo el día.
- Eso es imposible que pase – mirándolo a los ojos –Te amo Tori.
-Yo también Chiaki.
Se acercaron juntando sus labios en un tierno beso.
~POV CHIAKI~
Camine desde la casa de Tori hasta la mía. No tenía ganas de irme, pero me recordó que mis amigos estarían esperándome allí para felicitarme por mi cumpleaños.
Camine por la calle sin pensar en nada cuando divise a un grupo de personas riendo y charlando animadamente frente a mi casa. Había tarros de pintura y pinceles amontonados a un lado, habían pintado la calle. “Feliz 18 Chiaki Te queremos mucho” –eso era lo que decía. También habían puesto sus nombres a modo de firma todo alrededor.
“¡Allá viene, allá viene!” –fue una de las tantas cosas que gritaron al verme.
Algunos de mis amigos corrieron alegremente a saludarme y otros esperaron pacientemente a que yo llegara a ellos, y en efecto fui y salude uno por uno.
Unas chicas de mi antiguo salón me sorprendieron con un regalo, era una remera de mi banda favorita. Estoy feliz.
-Feliz cumpleaños Chiaki. –Esa voz, la sentí detrás de mí, voltee y allí lo vi.
- ¡Yuu! –mi amigo de la infancia Yanase Yuu.
- No esperabas verme por aquí ¿he? – Se acercó a mi –Feliz cumpleaños tonto – me abrazó.
Es como si el destino lo estuviera haciendo por gusto, justo en medio de ese abrazo comenzaron a sonar a mis espaldas los fuegos artificiales. Nos separamos y contemplamos el cielo.
Al parecer todos estaban disfrutando de las luces de colores que explotaban en el cielo, todos excepto yo. Seguía muy sorprendido de que Yuu estuviese aquí, no le encontraba ningún sentido, no después de lo que había pasado.
Terminaron los fuegos y Yuu estaba por decirme algo, pero los demás me apartaron para hablar de cosas que de verdad no me importaban.
Paso reto mientras hablaba con cada uno de los que habían venido. Yuu se apartó de mí y fue a sentarse en el cordón de la vereda recostado en un árbol.
Hable con uno, con otro, con otras tres chicas mas allá, y luego me dirigí a donde él se encontraba sentado.
- ¿Por qué tan solo? Ven con nosotros.
- No, prefiero estar aquí además no conozco a nadie.
- Con esa actitud no vas a conseguir amigos – dije en tono de broma y me senté a su lado.
~POV NORMAL~
- Tú eres el único amigo que necesito –sonriéndole cálidamente.
Chiaki se sonrojó un poco y miró hacia delante.
- ¿Has pensado en lo que te dije?
-Ya te había dicho que no…
- Chiaki esto es puro capricho tuyo, no vas a ser feliz con él.
- No es verdad, soy muy feliz.
- Te vas a aburrir de Hatori-san, es mucho mayor que tu y no tiene tus mismos gustos.
-No podría aburrirme de la persona que amo.
- No uses esas palabras tan a la ligera – un tono ligeramente molesto se sintió en su voz.
Un incomodo silencio se formó entre ambos.
-Podrías ser mucho más feliz conmigo. –Rompió el silencio. –Nos conocemos desde pequeños, te conozco más que nadie, todos tus gustos y…
- ¡Basta! Es mi cumpleaños, no quiero pelearme con mi mejor amigo.
Yuu desvió la mirada – apuesto que no supo ni que regalarte de cumpleaños.
Chiaki no contestó ya que sabía que eso era verdad, no había recibido nada de su novio, claro que él le había dicho que no quería que le regalase nada. Para no quedar en evidencia trato de no quedarse callado por mucho tiempo.
- Pues… tu tampoco me regalaste nada.
- Toma – le aventó sobre sus piernas un paquete envuelto en un papel azul.
- ¿Qué es esto? – preguntó sorprendido.
- ¿Qué no es obvio? – Levantando las cejas – Tu regalo de cumpleaños.
Chiaki lo tomó entre sus manos en silencio, lo miró unos minutos antes de decidirse a abrirlo. Luego de un rato rasgó el brillante papel azul para encontrarse con, tal vez, unos de los mejores regalos: el ultimo tomo edición limitada de su manga favorito “The Kan”.
- Yuu… - quedó sin habla.
- ¿Mmm? - lo miró despreocupado.
- ¡¡Muchas Gracias!! – lo abrazó eufóricamente.
Yuu se sorprendió un poco pero correspondió el abrazo.
- Sabía que te iba a gustar. Te dije que conocía a la perfección todos tus gustos.
Esto último dio cosas en que pensar a Yoshino Chiaki.
Se separó del abrazo lentamente volviendo a su lugar inicial.
- Tienes razón, no hay nadie que me conozca mejor que tu, Yuu. – le dijo mirando el suelo de la calle.
Esto llamó la atención del otro quien lo miró un poco sorprendido.
- Y también tienes razón en que Tori no sabe mucho de las cosas que me gustan… pero… esa es una de las cosas que me gustan de él. No tenemos que ser iguales ni tener los mismos gustos para llevarnos bien, yo lo amo y él me ama a mí, las cosas materiales no importan en lo absoluto.
Yanase se sorprendió ante la respuesta de su amigo.
- Además… es divertido cuando intenta adivinar mis gustos para hacerme feliz. – lo miró con una de sus hermosas sonrisas.
No lo quería admitir, pero ya no quedaba de otra. Le había quedado bien claro que el corazón de Chiaki le pertenecía a Hatori y no había nada que él pudiera hacer.
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~POV CHIAKI~
Habían pasado ya unas horas y todos se estaban yendo ya que por obra del destino mi cumpleaños cayó a mitad de semana y todos tendrían que ir a clases al otro día. Solo quedábamos Yuu, tres chicas que se mantenían alejadas de nosotros hablando de quien sabe qué y yo.
- Y pensar que dije que nunca me iba a dejar vencer por ese tonto de Hatori.
- No le digas así, además tu eres mi mejor amigo.
Ahora nos encontrábamos bajo el mismo árbol pero esta vez de pie.
- Si… creo que por lo menos puedo usar eso de consuelo.
- ¡¿Como que de consuelo?! - dándole un leve golpe en el brazo mientras Yuu se reía por su reacción.
De repente me encontraba hablando con Yuu como tantas otras veces lo había hecho antes de que se me confesara y yo lo rechazara.
Entre charla y risas me llamó la atención un balde de pintura que se encontraba a los pies del árbol, ni siquiera me había percatado de su presencia.
Aún tenía un poco, tomé la brocha que se encontraba en su interior y una idea que se me cruzó por la mente me hiso sonreír. Yuu no se percató de esto hasta que comencé a escribir sobre el pavimento, capte su atención enseguida. Una a una las letras H – A – T – O – R – I fueron apareciendo en blanco sobre el fondo negro. Justo después de terminar dibuje un corazón junto a su nombre, ni siquiera me había dado cuenta de esto si no es porque Yuu hiso sus típicos comentarios.
- Te has vuelto muy cursi Chiaki.
- ¿Ahh? Bueno… es que… - sentía mis mejillas calientes, me sentía avergonzado hasta de que mis mejillas se vieran sonrojadas. Por suerte o no, se nos acercaron esas tres amigas que había nombrado anteriormente.
- Ya nos vamos Chiaki-kun.
- Que termines lindo tu cumpleaños.
- Muchas gracias chicas. –agradecí tratando de distraerme del tema anterior.
Me puse algo nervioso al ver que una de ellas se había quedado viendo lo que acababa de dibujar y seguidamente se puso a cuchichear en secreto con sus amigas. Luego de eso se fueron en una camioneta blanca y me quede a solas nuevamente con Yuu.
- Creo que ellas se dieron cuenta de lo cursi que eres.
- ¡Ya! Deja de decir esas cosas.
- Este bien. No vaya a ser que le cuentes a Hatori-san y luego me venga a regañar. Jaja.
Apenas preste atención a lo que había dicho, me quede mirando el nombre de Tori. Lo extraño, quiero que este aquí, aquí conmigo. Supongo que debí de tener una expresión triste en el rostro o Yuu sabe leer mis emociones demasiado bien.
- No estés triste, de seguro mañana pasaran todo el día juntos.
- Lo sé, no es por eso.
- ¿Entonces?
- Yo solo quería que fuera él el primero que decirme feliz cumpleaños.
- ¡Ja!
- ¡Hey! ¿De qué te ríes? –frunciendo el seño.
- Por lo menos pude ganarle en desearte feliz cumpleaños primero.
- Jeje, sí, creo que tienes razón.
El sonido de mi celular nos dispersó de la conversación.
No reconocí el número en el identificador pero igual atendí la llamada, usualmente mis amigos no tienen crédito y llaman de otros teléfonos.
- Moshi – moshi
- Chiaki, feliz cumpleaños. Te amo.
Sonreí, reconocía esa voz.
Soy muy feliz.
FIN
Kim Liia