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Enemigos con derecho. por Leightweight

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Notas del fanfic:

Un fanfic de harry Potter.

Todos los escenarios y personajes pertenecen a la maravillosa escritora J.K rowling, yo simplemente me tomé la libertad de cambiar la historia, para que todos los amantes del Yaoi podamos disfrutar mucho mas de ella.

Notas del capitulo:

""Un castigo... ¿no tan castigo?""

 


y si, ¿disfrutas algo que no deberías disfrutar?

""I hate you""


Patee una roca con mi pie en señal de protesta pero eso solo hizo que la mirada de la profesora Mcgonagall se volviera más severa. Ella se había enojado al ver como le echaba un hechizo a Draco luego de que el insultara a mi madre. Nos encontrábamos en los terrenos de Hogwarts, cerca del campo de Quidditch ya que habíamos terminado de jugar un partido hace poco tiempo. Yo ya estaba cambiado y había salido de los vestuarios cuando me cruce con Malfoy que estaba furioso por haber perdido. Trate de ignorarlo pero siempre es difícil ignorar a alguien que te insulta como Draco Malfoy.

-Hey, Potter -Llamo él mirando a todas partes tratando de verificar que ningún profesor estaba cerca. La mitad de los alumnos que habían quedado se estaban alejando para volver al colegio y los profesores estaban ocupados controlandolos. Yo trate de seguir mi camino hacia el colegio pero se puso enfrente mio.

-¿Qué pasa Potter?¿No quieres hablar? -Pregunto mirándome de frente con sus furiosos ojos grises ardiendo -¿O acaso tu estúpida madre muggle no te enseño a hacerlo?

-Sal de mi camino Malfoy -Respondí con la furia corriendo por mis venas, pero tratando de controlarme de todas formas. No quería pelear con el. El año pasado una de sus burlas y mi consiguiente ataque habían logrado que no pudiera jugar al Quidditch durante bastante tiempo por lo que no quería que eso pasara de nuevo.

-Oh, cierto. Lo había olvidado. Ella murió antes de que pudieras ir al baño por tu cuenta ¿No? -Dijo el con una sonrisa malvada brillando en sus labios. Yo tome la varita de mi bolsillo con fuerza. Al ver mi movimiento el hizo lo mismo y continuo -Supongo que prefirió morir antes de verte la cara por más tiempo.

Esa fue la gota que rebalso el vaso aunque mentalmente el vaso ya se había derramado hace mucho. Saque mi varita y siendo más rápido lance un hechizo en su dirección. El voló por lo varios cayendo en el pasto y chocando su espalda y cabeza contra el suelo. Fue ahí cuando Mcgonagall se nos acerco y nos castigo a los dos por igual ya que dos chicas de segundo aseguraron ver a Draco insultarme primero.

-Este no es comportamiento para dos chicos de sexto año -Aseguro ella mirándonos por sobre los anteojos -Debo decirles que recibirán un castigo por igual.

-Pero... -Había comenzado a decir Draco pero la profesora lo debuto simplemente con una mirada. No una mirada cualquiera sino una de esas miradas que harían asustar a cualquiera. Draco se cruzo de brazos enojado mientras que recorría todo el camino hacia el castillo y yo los seguía por atrás aun más enojado que todos los demás.

Cuando llegamos a las puertas dobles de la entrada escuche susurrar a Draco:

-Ya veras, Potter.

Yo lo mire mal y luego de decir eso siguió caminando detrás de Mcgonagall. Realmente no sabíamos hacia donde nos dirigíamos aunque seguramente pensé que seria hacia la oficina de la profesora. Ella había dicho que recibiríamos nuestro castigo lo antes posible por lo que imagine que seria hacer alguna tarea extra limpiando algún viejo trofeo guardado o algo parecido. 

Estaba muy equivocado.

Cuando la profesora se encontró con Hagrid, que se encontraba de forma extraña en el gran comedor, charlo con el durante un momento y le explico la situación. Yo realmente no entendía porque Mcgonagall hablaba con el pero luego lo comprendí.

-Hagrid tu te encargaras del castigo de ellos -Manifestó la profesora señalándonos y yo considere que por lo menos eso no era tan malo - El señor Malfoy y el señor Potter al parecer tienen alguna clase de problemas personales por lo que quiero que sean tus ayudantes en el bosque prohibido.

-No -Se quejo Draco al escuchar la palabra bosque prohibido. -Yo no voy a volver a entrar en ese lugar.

-No pedí su opinión señor Malfoy -Expreso la profesora Mcgonagall fulminándolo con la mirada y el de nuevo se quedo callado. -Como estaba diciendo Hagrid -Continuo ella - Quiero que lleves a estos dos para que hagan el trabajo juntos -Dijo la profesora resaltando muy bien la palabra "juntos". Yo la mire extrañado -Quiero que por lo menos de esa forma se comiencen a llevar bien. No puedo tolerar más peleas como estas -Señalo ella notando mi expresión.

Yo mire a Draco y en vez de encontrar su típica cara de asco y enojo encontré una mirada astuta en sus ojos grises, lo que me sorprendió absolutamente. ¿Qué estaba tramando Draco?

Luego de unos arreglos nos dirigimos al bosque prohibido con Hagrid. La luz dorada de la tarde brillaba entre los arboles. Era una tarde hermosa y yo estaba castigado, no podía ser peor.

-Bueno -Dijo Hagrid - Su trabajo va a ser buscar algunas ramas de acónito ya que se agotaron para la clase de pociones. Por aquí hay muchas y solo es cuestión de buscarlas. Ustedes se tendrán que ir por el oeste y yo revisare el este. Traten de que no haya ninguna discusión entre ustedes ya que si eso sucede el castigo sera peor, y no me gustaría eso Harry. -Agrego Hagrid mirando hacia mi dirección y yo simplemente asentí con la cabeza. -Solo traten de ser compañeros y llevarse bien ¿Esta bien? -Señalo el al final y luego caminando se dirigió al este como había dicho. Draco y yo caminamos en la otra dirección.

Solo se escuchaba el sonido de las hojas crujiendo bajo nuestros pies y el ruido del viento mientras andábamos. El clima se encontraba caluroso y absolutamente tenso mientras que caminaba adelante de Draco buscando ramas de acónito. Todo parecía ir normalmente hasta que sentí como Draco me empujo hacia delante y tropecé cayendo al piso junto a un árbol.

Yo me queje ya que había sido una caída fuerte y luego sentí todo el peso de Malfoy sobre el mio. El se encontraba justo en mi espalda aplastándome con fuerza. Trate de apartarme y agarrar mi varita pero el fue más rápido y saco la varita de mi bolsillo lanzandola lejos. Luego tirando de mi pelo hacia atrás para que yo levantara la cabeza, coloco su varita en mi cuello.

-¡Suéltame Malfoy! -Grite con toda la fuerza de mi voz mientras me movía para poder escapar.

-No quiero -Respondió el en un susurro cerca de mi oreja. Un susurro que hizo que mi cuerpo sintiera un escalofrió. No era el tono habitual que usaba Malfoy en su voz y fue eso lo que me hizo sentir así. Me volví a mover nervioso pero mis manos estaban atrapadas bajo sus piernas.

-Pronto vendrá Hagrid y todo esto se pondrá peor Malfoy, no querrás eso. -Exclame mientras sentía como el apoyaba su varita aun más profundamente en mi garganta.
-No me interesa Hagrid -Respondió el volviendo a su típico siseo agresivo y luego macabra y sorpresivamente agrego - Te voy a violar Potter.

Yo me quede anonadado y realmente no podía creer lo que estaba escuchando. Malfoy se había convertido completamente loco.

-¿Qué? -Pregunte sin poder evitarlo.

-Te voy a violar -Repitió el de la misma forma. Se notaba que el disfrutaba cada una de las palabras. -Vas a ser mío y te va a doler. Vas a pagar por todo lo que me hiciste y absolutamente nadie te va a creer si lo cuentas, aunque no creo que se lo cuentas a nadie ¿No, Potter?.

Luego el paso su lengua por mi mejilla de abajo hacia arriba mojando toda mi piel con su saliva y supe que hablaba en serio. 

Malfoy definitivamente había perdido la cabeza. 

Su varita dolía en mi garganta y pude sentir como sus manos se movían hacia su propio pantalón para abrir su cierre. Mi corazón latía como nunca antes y realmente todavía no salía de mi estado de shock frente a la situación sin sentido que estaba viviendo. El se movió para bajarse el pantalón y cuando se acercó a mi pude sentir su erección contra mi espalda mientras mis manos se estaban adormecían debajo de mi abdomen.

El quito la varita de mi cuello durante un instante y con ella hizo un leve corte a la tela de mi pantalón. Fue ahí cuando la adrenalina estallo en mi cuerpo y con todas mis fuerzas lo empuje y el salió expulsado hacia atrás. Yo me di la vuelta para levantarme y golpear a Malfoy pero él se adelantó y en menos de un segundo ya se encontraba encima mío de nuevo luego de darme un fuerte golpe en la cara con la mano derecha.

-No te puedes escapar Potter -Señalo el agitado y con la respiración acelerada - No hasta que haya terminado.

Pase la lengua por la comisura de mi labio al sentir la sensación del líquido caliente que se encontraba allí y me encontré con el sabor metálico de mi sangre.
El me miro al hacer eso y sus ojos desbordaban deseo, deseo verdadero. Mi corazón latía cada vez más fuerte y mis músculos estaban tensos cuando él se acercó y me beso en los labios. Su varita descansaba de nuevo en mi cuello pero eso ya no me importaba más porque la sensación de lengua de Draco abriéndose paso hacia mi boca y acariciando la mía lujuriosamente había inundado mi mente. Realmente no se porque pero deje que lo hiciera ya que de cierto modo se sentía bien y eso no me asusto al instante, pero lo hizo luego. Trate de alejarlo después de un momento al darme cuenta de lo que estaba haciendo, y coloque mis manos en su pecho pero el solo presiono más contra mi y me sujeto con más fuerza, hundiendo aún más su lengua dentro de mi boca. Mis manos apretaban su camisa pero de todas formas no podía dejar que mis labios se alejaron de el. 

No podía dejar de besarlo.

Con su mano izquierda, ya que con la derecha sostenía su varita, paso su mano debajo de mi camisa tocando mi abdomen y pude sentir como mi miembro comenzaba a responder a sus caricias. 

¿Qué me estaba pasando? 
Me encontraba besando a Malfoy en medio del bosque prohibido y no podía detenerlo. Draco era más pequeño que yo de manera que podía quitármelo de encima de nuevo pero algo me lo impedía y me dejaba tendido en el suelo totalmente a su merced.

La mano de Malfoy seguía invadiendo mi cuerpo y de a ratos gemía entre mis labios excitado; labios que no había soltado desde hace bastante, por lo que comencé a sentirme sin aire y decidí que debía darle fin a esta situación y lo empuje contra el suelo esta vez poniéndome yo encima de el.

Su varita se había desprendido de su mano y ahora se encontraba lejos de su alcance. Por mas que el trataba de tomarla, esta se encontraba demasiado lejos. Mis piernas estaban alrededor de sus caderas y mis manos tomaban su cuello, con la fuerza suficiente para dejarlo quieto pero sin asfixiarlo. El trato de mover sus manos hacia mi pero yo apreté mas su cuello y note como el aire le comenzaba a faltar por lo que el llevo sus manos hacia las mías para quitarlas de su garganta.

Una parte de mi quería asfixiarlo o golpearlo hasta hacerlo sangrar pero otra estaba notablemente confundida y solo sentía la erección en mis pantalones. ¿Qué había hecho Malfoy? ¿Cómo había logrado excitarme de esa forma? Algo de todo ese peligro me había despertado y ahora me sentía agitado y sin ganas de separarme de el. Tenia ganas de devolverle lo que el había querido hacer conmigo y lo mire a los ojos. El respondió mi mirada con desafió y subió su pelvis para que pudiera sentir su miembro hinchado. Algo de eso me desespero y con la mano izquierda sujete las manos de Draco y los puse sobre su cabeza mientras que con la mano derecha sujete su mentón y acercándome a el esta vez fui yo el que metió mi lengua en su boca. Su hábil lengua vino a mi encuentro y me sentí poderoso al tenerlo bajo mi control.

Comencé a frotarme contra el y simplemente deje que mi cabeza se perdiera por un instante frente a la sensación que estaba viviendo. La euforia corría por mis venas y quería estar dentro de el al igual que el había querido estar adentro mio. 

Me aleje de el por un instante y luego con mi mano derecha baje su pantalón que ya se encontraba abierto y cayendo de su muslo. También baje sus calzoncillos como pude y cuando lo volví a mirar el se encontraba expectante y su respiración estaba acelerada. 

Me levante un poco para darlo vuelta y me encontré con la sorpresa de que el no se oponía a eso, sino que al contrario el mismo giraba para darme la espalda.

En ningún momento había soltado sus manos y ahora las presionaba con mas fuerza. Mire para el silencioso bosque que nos rodeaba y no vi ni la mas mínima presencia de un ser viviente alrededor. Baje mi pantalón como pude y abrí las piernas de Malfoy para colocarme entre ellas. 

El gimió fuerte cuando lo penetre y sujeto la tierra debajo suyo con fuerza. Di mi primera embestida y todo mi cuerpo gimió de placer al encontrarlo tan estrecho. Sujete con fuerza sus manos y seguí moviéndome totalmente cegado en lujuria. Realmente no sabia porque me sentía así pero no quería responder preguntas a mi cabeza en ese momento. 

Draco gritaba y gemía con cada embestida y yo subí su camisa blanca hasta arriba para poder tocar su pálida piel. Mis manos ya habían dejado de sujetarlo y ahora me encontraba hundiendo mis uñas en la tersa piel de su espalda con fuerza cada vez que aumentaba de velocidad. Las manos de Draco se encontraban agarrando un puñado de tierra y parte de las raíces del árbol que se encontraba cerca haciendo que sus nudillos se volvieran blancos.

-¡Potter!- El grito entre gemidos mientras que yo me hundía más en el sintiendo cada centímetro de su ser. El sudor corría por mi frente y sin poder contenerme acabe dentro de el lanzando un fuerte grito que partió mi garganta en dos y que rogué que nadie hubiera escuchado. Caí agotado sobre el y mientras que todavía estaba en su interior espere que mi respiración volviera a la normalidad. Su espalda y camisa se encontraban húmedas por la transpiración y apoyando mi nariz en el sentí el olor a tierra y sudor que lo empapaban. Su espalda se movía rápidamente y mi cabeza subía y bajaba al ritmo de su respiración acelerada.

Cuando por fin controle un poco mi respiración salí lentamente de el haciéndolo gemir y dejándolo semi desnudo sobre el suelo. Rápidamente me subí el pantalón y me sacudí la tierra mientras él hacia lo mismo. Se sujeto al árbol cercano para poder pararse y no trato de sentarse en ningún momento.

El se encontraba totalmente sucio y su camisa blanca estaba hecha un desastre al igual la mía, que ademas de tierra contenía algo de sangre de la herida en mi cara. El trato de acomodarse la camisa algo nervioso mientras que yo tome mi varita y con un hechizo arregle mi pantalón roto rápidamente.

Nos quedamos mirando un momento sin decirnos nada. ¿Qué le puedes decir a tu enemigo luego de haber tenido sexo con el? Se supone que eso no debería pasar, ni siquiera en tus sueños. Pero había sucedido y en ese mismo instante supe que me encontraba en graves problemas.

 

Notas finales:

Primer capitulo de esta historia, que, espero sea de su agrado.

Actualizaré, si puedo, mañana.

-Liz.


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