Capítulo 1: Una inesperada confesión
-M-me gustas, Blaine –Al fin lo dije, pero antes, debo contar esto desde el inicio:
Soy Kurt Elizabeth Hummel, un estudiante de la secundaria McKinley, me interesa mucho la moda, estoy en el club Glee y soy homosexual. Cada día tengo que lidiar con los golpes e insultos por parte de Dave Karofsky y los chicos del equipo de fútbol, por esa razón decidí entrar a la Academia Dalton, además, por que en ese lugar estudia Blaine Devon Anderson, del que verdad estoy muy enamorado y quiero acercarme a él
Hoy, comenzando el segundo semestre, decidí vivir solo, pero, no tenía idea que Blaine vivía en la casa de al lado. Solo espero que no me vea, no se qué decirle. Cuando está cerca mi corazón late fuerte y no logro pensar palabras coherentes y digo lo primero que se me viene a la mente.
-Hola, Kurt –Me vió –No me dijiste que vendrías a vivir a esta calle, ¿será cosa del destino? –No te pongas nervioso, Kurt. Me decía a mi mismo intentando no sonrojarme
-Ho-hola, es que n-no hemos hablado muy frecuentemente y eso… etto… de-decidí estudiar en la Academia Dalton. Los chicos de McKinley no me quieren mucho ahí –Dije en tono triste – ¿P-podrías ayudarme con algunas cosas? –Espero que digas que sí
-Si, me encantaría. Podríamos hablar de algunas cosas –Dijo en un tono animado, y ¿Un leve sonrojo, o es mi imaginación?
-Gra-gracias, ¿Puedes llevar esas cajas adentro? –Dije señalando las cajas a mi diestra
-Por supuesto, ¿dónde las dejo?
-A mi habitación –Dije informándole –¡Cierto! No conoces mi casa, te llevo hasta allí –Y comenzó a seguirme con las cajas –Aquí es, déjalas ahí, por favor –Dije señalando una esquina
-Ok –Y dejó las cajas en la esquina que señalé
-Gracias
-No hay de qué –Dijo con esa sonrisa tierna que me encanta y hace que me enamore más de él –¿Necesitas ayuda con algo más?
Y me ayudó a acomodar las cajas dentro de la casa y así guardar lo que hay dentro, durante ese tiempo, hablábamos sobre las cosas que nos gustan, así nos empezamos a conocer mejor y me pongo menos nervioso. Cuando terminamos de acomodar las cajas le agradecí
-¿Quieres que te ayude a desempacar? –Me preguntó amablemente
-Claro, si no te resulta una molestia ayudarme –Dije modesto
-No! Me gusta ayudarte y estar contigo, eres muy divertido –Dijo con esa hermosa sonrisa
-Gracias, ¿Me ayudarías a acomodar las cosas en mi habitación?
-Claro que sí –Dice subiendo las escaleras hasta mi habitación –¿Comenzamos a desempacar las cosas de esta caja?
-Si, gracias –Comenzamos a desempacar y él encontró una foto mía de cuando tenía 7 años –¡No! Por favor ¡No veas eso! –Intenté quitarle la foto de sus manos
-Por qué? Te veías muy adorable… tan lindo –Ese comentario hizo que me sonrojara como un tomate
-Blaine –Intenté hablarle lo más serio posible –T-tengo que decirte algo
-Dime, Kurt. Yo te escucho –Dijo Blaine, haciéndome sonrojar mucho más
-M-me gustas, Blaine –Ya está, lo dije, espero que no salga corriendo
-Oh! Kurt… yo… no sé que decir –Dijo nervioso y sonrojado
-N-no tienes que decir nada, solo quería que lo sepas
-Tu también me gustas –Dijo levantándose del suelo y acercándose
-Es enserio lo que me dices? –Dije inhalando el olor de su ropa
-Nunca te mentiría con algo como esto –Dicho esto, me abrazó con fuerza y depositó un beso en mis labios, mi primer beso
-Ese fue mi primer b-beso –Dije sonrojado y desviando la vista
-Pero no será el último que recibas –Dijo sonriendo dulcemente tomándome del mentón
-Gracias Blaine
-No. Gracias a ti, Kurt. Te amo, eres lo más importante para mí desde la primera vez que te ví con tus amigas en Breadstix. Quise acercarme a hablarte, pero creí que te asustaría y me fui de ahí sin saber tu nombre, fue amor a primera vista. Y cuando fuiste a Dalton fue lo mejor que me había pasado, por fin sabía tu nombre y podría llamarte y escribirte al teléfono. Fui el hombre más felíz del mundo. Y ahora, soy más que felíz, te amo, Kurt –Dijo tiernamente haciéndome sonrojar
-Yo también te había visto en Breadstix y quedé totalmente cautivado por tu sonrisa y tus ojos, me fui triste de ese lugar por que no sabía tu nombre. Que me hallas dicho estas cosas tan hermosas me hace más que felíz. Te amo, Blaine –Y sellamos nuestro amor con un beso
-Kurt Elizabeth Hummel, quieres ser mi novio? –Dijo poniéndose de rodillas
-Claro que sí –Dije con lágrimas de felicidad en los ojos –Blaine Devon Anderson te amo
Y así fue como empezó todo, el resto lo contaré luego