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AMORIS CAUSA por Whisperyuki

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Notas del capitulo:

Disculpen la tardanza, en mi trabajo estabamos patas para arriba.

 

Era un dolor de cabeza a dos patas. Bueno no, propiamente era a dos pies.

Aunque venía siendo jodidamente lo mismo.

Ron y Viktor estaban sentados uno junto al otro, en espera a que les tomaran la declaración  del caso.  Cruzados de brazos y aburridos a morir.

-¿Por qué tarda tanto?-Gruñó por enésima vez el moreno. Su reloj biológico le decía que ya habían pasado horas  y su estómago gruñía de hambre; las galletas de la tarde hace mucho que habían dejado de ser suficientes.

Ron suspiró cansino- Nos atenderán cuando sea el momento.

-Eres auror, arréglalo.

-Somos aurores, pero seguimos siendo SIMPLES mortales que obedecemos un código.-Cuchicheó Ron ante la impaciencia. Miro el reloj de pared y mordió su labio. Ya era tarde y la verdad sí estaba tardando mucho el asunto. Siendo un caso que atañía directamente el Departamento de Aurores   Asuntos Internos se inmiscuiría, seguro.  Eso atrasaba las cosas para bien o para mal. Aunque decirle eso al búlgaro solo aumentaría su mal humor y estaría fastidiándolo más.

 No gracias, mejor se guardaba el dato para sí.

-Pues mientras TÚ sigues las reglas MI mortalidad avanza.

Ron lo ignoró mientras apretaba el puente de su nariz y cerraba los ojos. En momentos como ese Ron se preguntaba qué diablos le había visto al búlgaro. Era un pedante desvergonzado, mujeriego y vividor, sin mencionar el ego inflado al infinito.

-Señor Krum, señor Weasley, lamento la demora.- Se disculpó mientras les estrechaba las manos una bruja bajita, regordeta y de rasgos asiáticos.- Soy Amanda Liu de Asuntos Internos, si me acompañan por favor para poder tomar sus declaraciones.- Les invitó con un ademán a caminar detrás de ella.

-¿Juntos?- preguntó Viktor.

-Por supuesto que no. Mientras a usted le interroga mi compañero yo atenderé al señor Weasley. Tranquilícese señor Krum, es un trámite rápido e indoloro.

Viktor se puso ansioso. ¿Cómo diablos indoloro? ¿A qué se referían con eso? Eran unas simples preguntas ¿no? Llegaron a unos cuartos y cada uno entró a ellos. Miro a Ginger, quien le devolvió una mirada tranquilizadora. Rogó para que fuera rápido, moría de hambre.

***************************

Después de las veladas (y otras no tanto) reprimidas de Liu sobre el protocolo, beber Veritaserum, un interrogatorio repetitivo de una hora y una extracción  y copia del recuerdo de lo sucedido,  Ron estaba nervioso y agotado. Agradeció que la extracción solo fuera a partir del momento en que Peter se le acercó pidiéndole ayuda. Hubiera sido humillante si alguien más se diera cuenta de su amor por Krum.

Y hablando del rey de Roma, éste le estaba esperando sentado en las sillas, a todas luces a punto de hechizar alguna alma desventurada que se le ocurriera cruzarse en su camino.

-Ya era hora, maldita sea. No me dejaban salir  sino iba con compañía de un auror.

-Es por tu bien.-respondió Ron cansino.

-Mi bien es tener todas mis comidas.- Viktor se levantó de la silla y se sacudió.

-Lo lamento.- se disculpó con sinceridad. Ron más que nadie sabía lo gruñón que se podía volver una persona por falta de alimento.

La disculpa sincera desarmó por completo a Viktor, que no la esperaba.- Como sea. Vamos a comer.

Ron asintió.-Avisare a la casa para que tengan lista la cena.- Y dar por terminada la desastrosa jornada.

-¡Diablos, no!- Repuso el búlgaro molesto, poniendo los brazos en jarra- Llevo todo el jodido día sentado viendo más que paredes y cuadros móviles, quiero salir a cenar.

De mala gana Ron accedió dando un cabezazo. De nuevo los planes de seguridad se iban a la basura, aunque eso se estaba volviendo la regla en el caso. - ¿A dónde quieres ir? Preguntó mientras llamaba a sus hombres para que estuvieran listos. Rogaba que Viktor no quisiera ir a uno de esos restaurantes elegantes.

Viktor pensó por largo rato, maquinando.  Tenía preguntas y algunas solo podían ser respondidas por un rubio mellizo, aunque antes de eso debía localizarlo y solo podía encontrarlo yendo con la persona que lo escondía.

-Tú sígueme.

***********************************

Sí las miradas pudieran quemar Viktor estaría hermosamente frito.

A Ginger no le había caído en gracia que lo moviera sin decirle a donde iban, pero si quería ir a ese lugar no podía decirle. Viktor se montó en su macho y dijo a donde quería ir, así que la mejor solución que encontraron, antes de que todos los aurores lo cruciaran, fue trasladarse con Ron en aparición conjunta y ya estando en el lugar Ginger llamara sus hombres.

Después del malestar inicial (Viktor en serio odiaba aparecerse) el pelirrojo pasó de blanco a rojo en milisegundos. –Interesante lugar elegiste.- Medio gruñó, reconociendo el lugar en donde trabajaba su lindo noviecito.

Viktor se encogió de hombros irritando al pelirrojo en sobremanera. Entró y, si hacer caso a las palabras, se sentó una mesa  de la ventana, para total enojo de los hombres de Ron, mientras esperaba a que llegara el mesero escudriñó el lugar buscando al tipito que se había llevado a Peter.

-¿Buscas algo?

-Al mesero, muero de hambre.

Obvio que el búlgaro no buscaba un mesero; hace nada pasó uno con una bandeja de cervezas y aperitivos  y el otro ni se percató de ello. La  frustración de Ron aumentó cuando fue cayendo en cuenta a quien buscaba. Dudas le asaltaron ¿Cómo sabía que Elliot trabajaba allí? ¿Quién le diría? ¿Por qué lo buscaba? Sería acaso…

Miró su reloj, a esa hora Elliot estaba tomando un descanso así que fue a buscarlo. Cabeceó para que lo cubriera uno de los aurores y se escabulló a la parte trasera del local.

Elliot estaba recostado en un silloncito, con los ojos cerrados tomando sus minutos de descanso. Ron se le acercó y le sacudió suavemente del hombro- Hola.- saludó. Elliot botó en su lugar asustado y rápidamente sacó su varita para luego soltar un bufido- No hagas eso, casi me matas del susto.

-¿Krum te preguntó dónde trabajabas?-Ron preguntó a bocajarro.

-¿Eh? ¿Qué? No. ¿Está aquí?

-Sí. A todas luces te está buscando.

Silencio incómodo, roto por el sonido de arcadas fingidas. -Iugh, asco.- rezongó Elliot. Miró detenidamente a Ron.- Oh por Merlín Ron, no estarás insinuando que… ash ¿crees que coqueteé con Krum? pareciera que no me conoces.

-¿Cómo sabe que trabajas aquí?

-Esteee, bueno, eso es algo gracioso…-

-¿Qué me ocultas?

-Nada.- La respuesta vino tan rápido que Ron tuvo la certeza que ocultaba algo. -No me mires así.- Rogó Elliot, revolviéndose inquieto en su lugar y  estrujando sus manos ante la intensa e insistente mirada de Ron- Bueno…-suspiró-…puede que lo haya visto antes, en el pub acompañado… con Peter.

Silencio.

-Ron…

-Déjalo, Ellliot.-Ron suspiró.

Elliot se mordió los labios para no soltar una diatriba

Ron se sentó a las pies de Elliot, quien recogió sus piernas para hacerle espacio al pelirrojo, Ron aprovecho para descansar su cuerpo recostándose en ellas como un reclinable.- ¿Cómo está él?

-Bien. Bueno, lo bien que puedes estar si tu padre trata de ahogarte.

-¿Mencionó algo?

-No mucho. Me dijo  que su papá se había empezado a comportar así desde un viaje hace unos meses.

Nada nuevo. Los informes decían que el psicótico había viajado a Italia.

-Lo curioso es que mencionó que se escapó a Ucrania sin notificarlo.

Ucrania.

-Debo irme.

Maldición. Al fin una verdadera línea para investigar en todo el jodido caso. Se paró, antes de dar un paso para salir y ponerse en marcha Elliot tomo su mano.-No quería que te dieras por vencido antes de luchar.- Elliot confesó apretando afectuosamente sus dedos.

Ron asintió. Su amigo solo trato de ayudar, por muy retorcida que estuviera la idea de ayuda en su cabecita. No necesitaba ser protegido, no era un niño, la guerra se había llevado el último resquicio de su infancia hace unos buenos años. - Nos vemos.

-¿Qué vas a hacer?-Elliot seguía sosteniendo su mano, negándose dejarlo ir.

-Mi trabajo.

-Ron…

El pelirrojo revolvió el cabello de Elliot.- No te preocupes, no saltare de un puente.- Ron sonrió sin verdadero humor mientras se desasía del agarre, dejando que su amigo terminara su descanso. Mientras cerraba con suavidad la puerta y regresaba al frente del pub tomó una decisión. Un corte limpio, eso tenía que hacer. Debía dejar de pensar con su maldito pene (sonaba menos cursi) y debía de arrancar de tajo ese infantil deseo y vivir en la jodida realidad.

Miró Viktor que tenía el ceño fruncido, pero comía y bebía con gula la comida que le había llevado. Ron contó hasta diez. Debía de pensar con la cabeza, carajo y no con su malditamente herido corazón.-Cuando termine nos iremos.-Dijo Ron al llegar a la mesa, el tono empleado no daba lugar a replicas.

-¿Eh?-Krum paró momentáneamente de comer.- No quiero. Tengo asuntos aquí.

Fue superior a él, rodó los ojos por la infantil réplica.-No te estoy preguntando. Diez minutos, ni uno más.

-¿O qué?-Krum preguntó insolente reanudando su comer momentáneamente detenido.

  Ron cuadró sus hombros, no iba a caer en la bravuconería de Viktor. -Mira Krum, ha sido suficiente, no tientes derecho de disponer de mis hombres y de mí a tu conveniencia. -Ron masculló su respuesta  con aplomo.

 

Viktor hizo una mueca despectiva.- ¿No me digas que haces tú trabajo?- Viktor bajó los cubiertos, listo para la confrontación.

No quería hacer una escena.-Krum, basta. -Siseó en advertencia.

-No pareció importarte hace unas horas ¿Y ahora te preocupas por hacer tu trabajo?-El búlgaro se levantó de la silla, irguiéndose a todo lo que daba su cuerpo.

-Me preocupo por ti.-Masculló  tan bajo  que tuvo que acercarse mucho a  Viktor.

-No me hagas reír.- Viktor le tomó  de la solapa, jalándolo hasta quedar nariz con nariz. Esa mentira la había escuchado un millón de veces. Todos siendo buenos, todos preocupados por la estrella búlgara de Quidditch, pero ninguna persona se preocupaba realmente por él. Sí fuera un simple mago sin fama apostaba su fortuna actual que nadie pagaría un knut por él. -¿Temes que estropee tu buen récord?- Que Ginger fuera uno más de esos hipócritas lo enfureció más.

-No es eso.- Aclaró Ron viendo fijamente a Viktor. Podía sentir las miradas curiosas acribillando su espalda. Tomó la mano de Viktor, pugnando por soltar su solapa y salir de allí, antes de hacer algo inapropiado.

-¿Entonces cuál es la razón?- Viktor retó zarandeándolo. 

-¡Es porque te amo, carajo!-Espetó Ron entre dientes.

Te amo.

Las palabras retumbaron en los oídos de Viktor

Es por que te amo.

¿A dónde jodidos quería llegar el pelirrojo con semejante, semejante…?

Te amo.

Soltó la solapa de  sopetón, sintiendo que los dedos que se cernían sobre los suyos quemaban en su tacto y retrocedió. 

-Krum…

Viktor levantó la palma de su mano, pidiéndole espacio a Ron.-No.-Dio un paso más hacia atrás, mirando a todos lados buscando una salida.

El actuar de Viktor le dio un golpe al ego y al corazón de Ron ¿en serio era tan malo que él sintiera algo por Krum? Sabía que no era ni el tiempo ni el lugar para confesarse, pero Viktor actuaba como si tuviera algún bicho mortal y no fuera una simple confesión de amor. Maldición, hablando de saltar del hipotético puente.

 

-Necesito ir al baño.-El búlgaro pasó a su lado sin dignarse a mirarle.

Ron cabeceó en automático. Le hizo una seña a uno de sus hombres para que acompañara a Viktor mientras él se quedaba parado allí, deseando tener un giratiempo.

************************************

Viktor esperó pacientemente a que el auror diera el visto bueno y poder entrar al cuarto de baño. Gracias a Merlín que no tenía muchas ganas de mear, de lo contrario ya estuviera mojado.

Ignoró las miradas molestas de los parroquianos que fueron desalojados para que él pudiera entrar con seguridad y se encerró en el baño. Respiró aliviado después de satisfacer sus casi nulas necesidades y empezó a lavarse las manos. Después de su breve evasión de los hechos empezó a inquietarse. El agua corría mientras refrescaba su cara.

Es por que te amo.

Las palabras volvieron a oírse dentro de su cabeza. No eran las palabras en si las que le inquietaban, era la sinceridad con que habían sido pronunciadas lo que le llenaba de desazón. Siendo una estrella llevaba su buena cuota de personas declarándosele casi a diario jurando amarle con locura y se lo tomaba con ligereza, inclusive con naturalidad, pero ahora.

Te amo.

Le escurría agua por la cara, cayendo en gruesas gotas en el mármol del tocador mientras él se miraba detenidamente en el pañoso espejo.

Es por que te amo.

¿Pero por qué?

La puerta de la entrada chirrió distrayéndolo del hilo de pensamiento. Extrañado que alguien pudiera entrar después de que el auror desalojara a todo el mundo volteó para mirar a quien fuera que entró. Decir que estaba sorprendido por ver a esa persona, parada allí, con tal naturalidad era decir poco.-Tú…

-Hola Viktor.-Saludó como si siguieran estando relacionados. Se acercó a él como si nada sosteniendo esa cosa muggle, quien sabe que era pero era amenazadora.-Necesitamos hablar.

Viktor no iba a ir a ningún lado, su instinto de conservación le gritó que huyera. A discreción trató de tomar su varita y lanzar un hechizo aturdidor para poder escapar; un dolor agudo cimbró su muñeca antes de poder blandirla y conjurar el hechizo, quitándole sus posibilidades al mismo tiempo que captaba el sonido de una detonación.

-Tsk, malo. Ahora, es tu decisión si sales solo con eso o te meto una bala entre los ojos, tú eliges.

¿Bala?

Viktor levantó sus manos, colocándolas tras su cabeza. Gotas de sangre sobre su hombro derecho caían haciéndolo muy consciente del peligro que corría.

Debió quedarse al lado de Ginger, joder.

**************************************

Ron sintió la nueva alteración de la magia a su alrededor, lo que le fastidió. Sabía que poner el hechizo de fluctuaciones de magia en un bar era irrisorio, pues el constante uso de la misma lo hacía poco fiable con el aparecer y desaparecer de la gente en la zona, pero al menos le permitía llevar un registro del uso de magia y un pico que marcara algo (lo que fuera) potencialmente peligroso.

Un grito aterrorizado rompió sobre el caótico ruido del bar, lo que era decir mucho ya que era bastante fuerte. Algo en su corazón se estrujó al captar que venía de los sanitarios, corrió como poseso a la fuente del mismo. Una pareja estaba de pie en medio del pasillo de la entrada de los baños bloqueando el paso, el hombre abrazaba a la chica y esta sollozaba asustada en el hombro de su novio,  mientras varios curiosos estiraban el cuello tratando de mirar lo sucedido. A empellones Ron se abrió paso para ver la horrible escena: su hombre estaba tirado de cara en el piso en medio de un charco de sangre. Con temor se acercó a verificar el pulso del auror y respiró entre aliviado y estresado al notar el débil latir. Al solo estar capacitado para dar primeros auxilios y no semejante herida coordinó raudo a sus hombres para que cerraran las salidas, despejaran la zona y el herido fuera atendido por alguien competente mientras otros verificaban el baño.  

Contuvo el aliento mientras entraba el baño y cerró los ojos con miedo al ver un rastro de sangre en el piso. Nick se le acercó y negó con la cabeza ante la muda pregunta que bailaba entre ellos.

Viktor no estaba. Se lo habían llevado casi frente a sus propias narices.

Notas finales:

Gracias por leer.


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