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AMORIS CAUSA por Whisperyuki

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Notas del capitulo:

No me cuelgen plis, este mes a sido de locos, entre el trabajo, mi vida y la familia apenas logre sacar el capítulo.

Espero les guste.

Ron bebía de su té tranquilamente mientras esperaba a los hombres de la nueva escolta, ya que había llegado más temprano de lo habitual. Miro con detenimiento las notas que había hecho adheridas al muro; mentira, veía específicamente una foto de Viktor en traje muggle. Tal vez, cuando terminara el caso se haría de ella, o mejor aún, de una copia, ya que con su suerte de seguro al primer día que se le llevara la echarían de menos.

 La mano de Harry sobre su hombro lo sobresalto. -Hola.- Saludó mientras se recargaba en el escritorio y cruzaba los brazos en su pecho.

Ron cabeceó en saludo mientras se metía en la boca un panecillo relleno de fresa ocultando su sobresalto, ya que se sentía pillado de sus pensamientos.

-Lamento que el tipo que arrestaron solo fuera un pobre diablo.-Harry tomó  uno de los panecillos de Ron-Fue puesto en custodia de psiquiatría para su evaluación antes de liberarlo. Ya sabes, por seguridad.

-Era demasiado bueno para ser verdad.- Ron e encogió de hombros, ya se esperaba el resultado. El hombre tenía toda la pinta de un maniático, sí, pero no de maniático asesino.-Cambiando de tema,  gracias por lo de ayer, me ayudó mucho.

Harry agitó la mano - De nada.-  Cabeceó en dirección de muro, viendo sin ver nada en específico- ¿Cómo vas?

Ron se encogió de hombros. Miró la foto de un hombre en la plancha del forense-  Hablé con Burns, el retirado; al parecer, no lo han tomado muy en cuenta. Me proporcionó unos puntos de vista bastante heterodoxos.

-¿Para quién?

-Para el Mundo Mágico.

 Harry rio. El Mundo Mágico podría tener miles de ventajas sobre el Muggle; pero lo que le faltaba a este de facilidades  lo compensaba con ingenio. Él, criado en ambos, había tomado la firme determinación de llevar a una nueva era el Departamento, haciendo que los aurores  tomaran cursos de capacitación  a lo muggle. Lástima que no pudo hacerlos obligatorios, pues muchos del Wizengamot los consideraban “inadecuados”. Solo unos cuantos accedieron a tomarlos,  entre ellos Ron; y Harry no podía estar más orgulloso de su amigo por su crecimiento profesional.

-Por cierto, tuve una plática Asimov.

Ron hizo una mueca ante la mención del hombre-¿Qué quería?

-Quejarse, básicamente.- Harry se encogió de hombros- No estaba muy contento por la reacción de Viktor con la nota rosa de que fue objeto cuando estaba bajo tú cuidado.

Ron se acudió el cabello furiosamente. Había escuchado a las personas del bar en la noche, dos chicas para ser más exactos, hablar del último chisme de celebridades. Para su completo horror, Viktor estaba involucrado, así que escuchó atentamente y así fue como se enteró. -Ese hombre me enerva. En primera estamos solo para asegurarnos de que Viktor continúe con vida y atrapar a un asesino.- Eso había sonado demasiado crudo- Y dos ¿de quién es la culpa de eso? Esos dos dieron al traste el plan que habíamos hecho para su protección ¿y ahora se queja de un problema que su imprudencia generó?

Harry exhaló-Es nuestro deber protegerlo.

-Es nuestro deber cuidarlo de las amenazas sobre su vida, no de las acciones personales que afecten su estilo de vida, Harry.  Fue Asimov quien le alentó con la tipa, fue Viktor quién decidió seguirla, fue la decisión del idiota subirse al auto sin siquiera permitirnos revisarlo y nos cerró la puerta en las narices antes de cojerse a la puta ¿Y se queja por las fotos que le tomaron? Eso se pudo evitar en una revisión de menos de cinco minutos; pero él estaba tan impaciente que entorpeció el trabajo de mi equipo. Ahora, si mis hombres hubieran irrumpido en el auto o en la habitación del hotel ¿Cuál hubiera sido su reacción? La reporterucha nos hubiera expuesto, dando en traste el caso  y de pasada demandado  junto con el idiota de Krum al Departamento. Tuve que tomar una decisión, no me retractare.

Harry parpadeó-Demonios Ron.  Lo sé ¿de acuerdo? Solo te estoy poniendo sobre aviso del tema.

-Uh… yo- Ron se sonrojó por su exabrupto.

-Manejaré lo mejor que pueda la presión externa Ron. Sabes que es un caso muy delicado.

-Lo sé…

-Confió plenamente en ti.- Harry se levantó y comenzó a caminar, interrumpiéndole. Palmeó otra vez el hombro Ron- Tienes mí apoyo.- el pelinegro se fue a su oficina, cerrando con un leve portazo.

Oh mierda, Ron se sintió completamente mal por haberse puesto a gimotear como una nena frente a Harry, peor, en horario de trabajo en donde se convertía en su jefe. Agradeció que a esa hora la mayoría de los aurores aún no llegaran o estaban  tomando café y no fueron espectadores de la escena. Miró su reloj, tenía cinco minutos para reunir a su gente y partir a una nueva jornada de vigilancia. Se debatió en ir rápidamente a disculparse con Harry o marcharse, opto por lo segundo. Ya después tendría más tiempo para arrastrarse en pedir perdón a su amigo, y sería más fácil para este concederle el perdón si cumplía con su deber.

****************************************

Definitivamente, Inglaterra tenía un mal efecto en Viktor. Otra vez  amanecía de malas por mal sueño.

Después de desayunar, con toda la pereza que traía a cuestas alcanzó a echarse en el sillón de la sala. El día pintaba aburrido, hasta en la noche tenía evento ¿qué iba a hacer? El sillón era cómodo, tal vez, debía tratar de recuperar su sueño. Oyó revuelo y supo que era el cambio de guardia, no le dio importancia. Cubrió sus ojos con su brazo y se arrellenó. Hum, rico. 

La sombra de un par de zapatos se filtraba por el hueco de su brazo. De mala gana, descubrió una parte de sus ojos y miro al osado, no podía ser nadie más que Ginger.

-Necesito hablar contigo ¿Tienes un momento?

Hombre, que inoportuno, pero bueno, no tenía nada mejor que hacer se descubrió completamente-¿Qué?- bueno, no era lo más elocuente que había dicho, pero no necesitaba más palabras.

-Contrario a  lo que piensas, no estamos aquí para coartar tu libertad.

Eso desconcertó a Viktor.- Muy bien.

-Solo te pido, que dejes trabajar a mis hombres por tu seguridad.

Viktor asintió mudamente, un poco perdido. Ginger asintió,  dio la vuelta y salió caminando a quien sabe dónde; dejándolo allí comprendiendo la magnitud de lo que había aceptado sin siquiera replicar.

Exactamente ¿Qué demonios había pasado?

Jodidamente fantástico, esta falta de sueño me va a matar.

***********************************

Oh bravo Ron. La primera vez que hablas civilizadamente con Viktor y vas y lo arruinas.

Bueno, técnicamente, no había arruinado nada. Había sido rápido y conciso, pero, dentro de su cabeza había preparado todos los escenarios disponibles y una lista del porque Viktor debía aceptar su cuidado. Llegado el momento de hablar, su lengua se trabó y su cerebro hizo cortocircuito ante la intensa mirada del hombre.

¿Por qué le afectaba tanto? Lo meditó en un suspiro. Había algo, algo invisible que le jalaba al búlgaro. Un apetito no saciado, la añoranza de algo tan deseado e inalcanzable. Sonaba ansioso y desesperado,  aunque en honor a la verdad su  vida no giraba en torno a Viktor, no su vida normal. Era como… un boggart atrapado en el clóset; algo que está allí, que sientes,  pero ignoras por tu cordura. Ahora que el hombre se presentaba en ella trastocó todo, enfrentándolo a sus deseos y miedos.

Que cliché.

Sacudió su cabeza y golpeó sus mejillas. No era el momento de esas cosas. Tenía una ronda de inspección que hacer.

**************************************

Bien, llevaba un buen rato en la bicicleta estacionaria y su malestar no se iba. Había dormido muy a gusto en el sillón, su ánimo había  cambiado, solo un poco. Pero persistía un malestar, Viktor se lo achacó a la falta de acción en la noche. ¿Cómo diablos había pasado eso? Las cosas habían dado un giro raro, inexplicablemente el lindo rubio se echó para atrás dejándolo  plantado en el pub. Sin nada mejor que hacer, se quedó un rato allí, tratando de ligar. Tras varios intentos insípidos, su libido disminuyó y su humor se fue al traste.

Respiraba con cierta dificultad por el esfuerzo del constante pedaleo. Miro al frente, viendo su imagen en el gran espejo del gimnasio. Vio su rostro empapado de sudor y su rictus por el esfuerzo. Bajó la cabeza y se concentró en su respiración, el ruido de la cadena y los pedales solo como fondo.

Un destello rojo brillo en reflejo. En automático, Victor levantó la cabeza y vio al dueño del reflejo por el espejo. Ginger estaba de pie en una esquina, tratando de pasar inadvertido, su concentración en unas hojas que sostenía a la altura del pecho, en silencio.  Minutos pasaron y la escena no mutó para nada. Viktor se dedicó, mientras seguía pedaleando, a mirar a Ginger indirectamente. Bufó reprendiéndose, estaba pasando lo mismo que en el pub cuando se dio por vencido; había sido más entretenido ver lo que hacía Ginger que flirtear. Maldición, eso no catalogaba en la lista de cosas entretenidas de Viktor Krum.

Un joven auror entró, sin siquiera voltear a donde estaba Viktor. Curioso, Viktor no le perdió la pista. El chico se detuvo a solo unos pasos de Ginger y le habló, logrando que el pelirrojo le prestara atención. El brillo de adoración en los ojos del subordinado desagradó a Viktor, que pedaleó con más rigor.

Ron estaba en todo. Escuchaba por el auricular los reportes, revisaba la bitácora de incidencias de los aurores y vigilaba a Viktor mientras esta se afanaba en la bicicleta.

Nick entró, pues le había mandado llamar. Ron le dio indicaciones acerca de la bitácora, el chico asintió a todas las observaciones.  Justo cuando el castaño se puso a su lado para observar unos puntos que Ron quería que revisaran sus hombres escuchó un jaleo. Ambos voltearon para ver a Viktor tener problemas con el manubrio de la bicicleta que se despegó de la estructura, desestabilizándolo  ¿Cómo rayos había hecho el búlgaro para zafarlo?

Ambos corrieron a donde Viktor maldecía en su lengua y fulminaba como queriendo derretir la pieza de metal. Ron casi rio por la escena - ¿Estás bien?

Viktor fulminó con la mirada al pelirrojo ¿Qué si estaba bien? Sí, sí lo estaba, pero se sentía malditamente estúpido por el accidente, bastante inexplicable por cierto. Al parecer, había tenido una descarga de magia, cosa que no le ocurría desde que era adolescente. Botó la pieza, no podía componerla de todos modos, menos sin magia ya que su varita estaba en el dormitorio. Estaba incómodo por la cercanía de Ginger, y para ser sincero ni idea de porque lo estaba; el hombre solo estaba de pie, allí, preguntándole si se encontraba bien. Se bajó de la bicicleta y miró a todos lados, buscando algo para quitarse la atención no pedida del auror y sin querer ver el rostro pecoso.

Uh, hombre, que genio se cargaba Viktor. Una inocente pregunta y a al parecer había desatado la rabia del búlgaro.  Ron se rascó la nuca, lo más prudente era retirarse a su rincón y seguir trabajando.

Viktor sintió su ira estallar cuando el pelirrojo le dio la espalda y se fue con el niño  al rincón ¿cómo se atrevía a dejarlo plantado? Un nuevo nivel de malestar que no había experimentado anteriormente se plantó en su interior. Viktor necesitaba sacarlo de su sistema, preferentemente rompiéndole la cara a Ginger, cosa poco probable de lograr. Con pasos firmes, llegó a la sección del gimnasio donde estaba una pera y un pequeño ring, se colocó los guantes que colgaban de una de las esquinas  se puso a golpear la pera como si no hubiera un mañana.

De vez en vez Ron miraba a Viktor ¿Por qué el hombre tenía que ser tan idiota? ¿Era así siempre o solo era con él? Había tanto que no sabía de Viktor, pero que deseaba conocer. Ron se enfocó en el trabajo,  no se había dado cuenta de las maniobras de Viktor más allá de los rápidos vistazos para revisarlo. Se llevó un susto de muerte al verlo de pie frente a él. El búlgaro prácticamente le empotró un par de guantes en el pecho.

-Necesito alguien para practicar sparring.- Gruñó Viktor.

-¿Disculpa?

-Vamos a pelear.

-No.- Ron se negó, regresándole el par a Viktor ¿Qué mosca le había picado al tipo?

-Oh, vamos Ginger ¿tienes miedo que patee tu flaco trasero?

¿Ginger? ¿En serio? Si con eso Viktor creía que lo molestaría erró de cabo a rabo - No es correcto.- Ron esperaba que con la sencilla respuesta Viktor se diera por vencido.

Error.

-Oh, claro, no quieres que tus subordinados vean la clase de jefe debilucho que tienen, espacialmente el niño.

Eso sí molestó a Ron, Viktor no tenía ningún derecho en cuestionar su papel de líder. Se debatía entre aceptar el desafío o comportarse como el adulto que se suponía que era.

-Marica.*

Suficiente. Ron prácticamente arrebato el par de guantes. Antes de ponérselos, se quitó la capa y su camisa y las arrojó al piso, quedando en tank, también dejó su varita contra todo sano juicio. Se fue calzando los guantes y se subió al ring.

Viktor esperaba impaciente al pelirrojo, dando pequeños brincos y lanzando puñetazos al aire en calentamiento. El búlgaro se felicitó por su brillante excusa para ponerle las manos encima a Ginger sin que se viera tan obvio su deseo de aporrearlo. El pelirrojo ya estaba en el ring, en pose de guardia. Viktor sonrió-¿Listo?

-Siempre.

Ambos se rodearon, estudiándose. Viktor fue el primero en lanzar un golpe directo*, que Ron esquivó con facilidad, Viktor lanzó un contraataque compuesto de jabs* y directos*. Ron no bajó la guardia y pudo bloquear exitosamente el ataque moviendo su cuerpo en un compás.

Ron se estaba arrepintiendo a grandes pasos de haber aceptado. Él estaba entrenado especialmente para enfrentar ataques y estaba usando sus conocimientos para hacerle frente al búlgaro, que a todas luces era solo un amateur con conocimientos altos de box, ya que no dejaba de atacar, pero no pasaba de eso.

Esos breves momentos de distracción fueron aprovechados por Viktor, que logró conectar un hook*. Ron se tambaleó, pero,  por instinto le aplicó una variación de un irima nage* mandando al búlgaro a la lona. Ron abrió  grandes los ojos; lo que había hecho distaba mucho de un movimiento de box y pudo haber lastimado a Viktor, aun cuando la fuerza había sido medida  el movimiento era defensivo y causaba daños.

Viktor sintió su ira estallar al sentirse humillado. Se levantó rápidamente y se lanzó sobre el pelirrojo, tacleándolo  y cayendo sobre él. Eso era lo que buscaba, tenerlo bajo suyo, inmovilizado y a su merced para darle una tunda como Merlín mandaba. Se sorprendió cuando Ginger reaccionó y  fácilmente le dio la vuelta y quedo a horcajadas sobre su abdomen, inmovilizándolo con el cuerpo delgado y fibroso, mirándolo con esos ojos azules, el cabello revuelto y sudando tanto que el tank se pegaba a su pecho como una segunda piel marcando sus tetillas y sintiendo… ¡Oh por Merlín! El flaco trasero del que se había burlado difería mucho de serlo, era más bien, pachoncito. Por mucho que quisiera  golpear a Ginger  y sacarlo fuera de él, se quedó allí,  sumergido en el calor del pelirrojo.

 Ron salió del sopor de la lucha para encontrase encima de Viktor, en una pose por demás comprometedora, percibiendo la hombría del búlgaro presionando su trasero, sintiéndose tan bien e impropio.-Por eso te dije que no era correcto.- La frase sonaba más para él que para Viktor. Se levantó de encima del moreno y al instante sintió la pérdida del calor mayor.  Extendió su mano para ayudar a Viktor a levantarse, siendo rechazado. Hizo una mueca –Te agradecería que esto no se mencione, Krum.- dio la vuelta y bajo del ring, caminando despacio al rincón, para darle tiempo a la estrechez de entre sus piernas a asentarse.

Viktor siguió por un buen rato acostado en la lona, Ron lo había aporreado en más de un sentido.

 

 

 

 

Notas finales:

* Marica, como sabrán, tiene un contexto peyorativo con respecto a los gustos sexuales de las personas, también se usa como sinónimo de cobarde, por eso a Ron le calo al doble, jeje. 

* Jab, directo y hook son terminos usados en box, el irima nage es un movimiento del aikido.

 

Ahora si gente, saludos, comentarios, quejas, reclamaciones y tomatazos plis en review

Besos.


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