Los latidos de mi corazón golpeaban fuertemente mi pecho, causando un dolor que me azotaba. Pero a pesar de que la sensación fuera intensa, esta me provocaba algo que no se asimilaba con el dolor. Levante lentamente mi mirada, unos ojos violetas intensos me miraron profundamente, introduciéndose en lo más profundo de mí ser.
-¿Estás bien?- su voz entro dulcemente por mis oídos
-Si- mi voz temblaba al igual que todo mi cuerpo
-¿Estás seguro?- su seria mirada no se despegaba de mí
-Sí, es tan solo un pequeño resfriado- dije lentamente, tratando de ocultar mi temblor
Sus ojos violetas se despegaron de los míos. Ahora miraban fijos hacia una hoja de un pequeño cuaderno azul, la cual estaba siendo atrapada por las letras escritas por un pequeño lápiz. Su mano se movía ágilmente junto con su mirada. Estaba en un momento de inspiración, perdido en sus pensamientos, llevando a la vida una de las historias fantasiosas que vivían en su cabeza.
El golpeteo en mi pecho se hacía más intenso con el pasar de los segundos, a medida que lo seguía mirando. Pero no podía dejar de hacerlo, quería seguir apreciándolo bajo la tenue sombra de aquel árbol. Quería seguir apreciando aquella figura serena y pacifica que me provocaba un estado de descontrol interno que ni yo mismo entendía del todo. Solo sabía que me gustaba sentir esto, me gustaba estar a su lado, aunque solo fuera a lo lejos. Realmente me gustaba sentir que estaba a su lado y que me apreciaba, aunque solo sea como un amigo. Quería acercarme más a él, aunque sabía que no era correcto el hacerlo, además ya estaba acostumbrado. Ya me había acostumbrado a poseerlo tan solo con mis ojos y mi imaginación. Aunque aun no sabía exactamente que deseaba de él, sabía que todo marchaba bien mientras Akihiko escribiera y yo lo acompañara, sin incomodarlo en ningún momento.
-Deberías ser escritor en un futuro- dije de repente, desviando su atención
-No creo que a alguien le interese comprar algún libro mío- dijo sin salirse totalmente de su cuaderno
-Yo si- le sonreí- yo sería tu fan numero uno
-No creo que con tan solo eso baste- me miro disimuladamente
-¡Yo creo que si!- dije algo exaltado- yo creo que con que a unas pocas personas les guste lo que haces ya es más que suficiente
Dejo de escribir y me miro fijo.
-Creo que tienes razón- me sonrió y mi pecho golpeo con más fuerza- muchas gracias Hiroki
-Por nada- le devolví la sonrisa
Mi pecho seguía molesto, mi mirada seguía fija en él y mi mente seguía confusa ante su presencia. Trate de calmar mis ansias y me senté en el suave césped, enrede mis manos en las pequeñas tiras verdes del suelo y cerré mis ojos, dejando que el sol diera fijo en mi cara. Puse mi mente en blanco y trate de pensar en lo primero que se viniera a mi cabeza. Me recosté en el suelo y mi pelo se enredo en las pequeñas porciones de césped, presione mis puños con suavidad y pensé en eso que mi mente trajo a mí en tan solo un instante.
-Akihiko…- susurre tan solo antes de que mi mente se nublara en un gran vacío negro casi sin darme cuenta