[Narración de SeungRi]
Me encontraba bajo la cama, me gustaba ese lugar, era oscuro, pequeño y me sentía cómodo allí. Quizás era porque me agradaban los lugares estrechos, tener contacto con la pared y ver las tablas de mi cama a centímetros de mi nariz, producía alivio y una extraña sensación de protección en mí. “¿Qué estará haciendo? Llámale. Necesito oír su voz.” Suspiré bastante molesto, estaba harto de esa voz por este día, me decía a cada instante que hablase con mi novio, pero ¡no podía! Aún no… aún debe estar en esa misión.
-Aigo… -Volví a suspirar pesado y prolongado mientras tomaba mi móvil, que él me había regalo hace unas horas atrás, me quedé mirando la foto que nos habíamos sacamos juntos. “Llámale.”
-¡Déjame en paz! Ya te dije que no puedo. –Gruñí por lo bajo.
“Algo anda mal y lo sabes. ¿No te has dado cuenta? Ya es la hora de los remedios y aún no viene G-Dragon”.
Mi corazón se detuvo. Eso era cierto… miré la hora en mi móvil y ya eran pasadas las 10 pm… sabía muy bien cuando era la hora maldita; las 9 pm. Él siempre venía a tocarme y darme mi remedio para dejar de oír la voz. ¿Por qué no venía?, pensé al momento que me escondía aún más bajo la cama, apegándome lo que más podía a la pared. Me sentía extraño... tenía una extraña sensación en el pecho, era como una opresión, quizás alguien me estaba abrazando fuertemente por el pecho, sus brazos son fuertes, porque me duele. Bajo mi mirada a mi pecho y ladeo un poco mi cabeza.
-¿Eres invisible? ¿Qué se siente abrazarme así? ¿Me puedes dejar en paz un rato? Quiero estar tranquilo, mi novio llamará pronto. –Sonreí lo más amplio que pude al “ser” que se hallaba abrazado a mi pecho. Esta nueva sensación en mi debería tener nombre… le llamaré Eun, es apropiado ponerle un nombre, ya que ha estado todo el día conmigo. Pero Eun era mala… hacía que pensara sin parar en mi novio preguntándome si estaba bien o no. ¿Estaba enamorada de él?
-¡Eun quítate es mío!! –Gruñí y dejé caer el móvil para sacudirme con fuerza mi pecho intentado quitar a Eun de allí.
“Seung… Llámale. Eun no se irá hasta que lo llames.” Sí que estás insistente esta tarde, pero podría tener razón, Eun ya no me caía bien, estaba enamorada de mi Seungie. Pensar en él provocó un escalofrío en mi cuerpo, algo no iba bien…
Y fue entonces cuando le oí; aquella melodía que indicaba que mi amado mayor ya había terminado su misión. Eun se aferró aún más a mí, este sentimiento no se iba y no entendía la razón, acababa de sonar la alarma, pronto hablaría con él nuevamente. Desbloqueo la pantalla, marco el número 1 y me acerco el móvil a mi oreja.
-………-
“No responde...”
-Debe estar ocupado…. –Murmuré, al mismo tiempo que se activaba el buzón de voz. [¡Hola! Mmm…. Creo que estoy ocupado. Deja tu mensaje, te llamo luego.]
Y luego silencio. Oír su ronca voz hizo que me pusiera aún más ansioso, necesitaba saber de él. Volví a marcar.
-………….-
[¡Hola! Mmm….] –Colgué antes de que terminase el mensaje.
Lo intenté varias veces pero sólo obtenía la misma repuesta: el mensaje de voz. Necesitaba oírle, muerdo levemente mi labio... “Cuidado Seung, se acerca JiYong”. Me puse en alerta agudizando mi oído, en efecto, podía oír como sus pasos se hacían cada vez más cercanos. “¡Esconde el móvil!” pronunció un poco desesperada aquella voz, asentí más que rápido y escondí mi teléfono entre mi ropa. Cierro mis ojos deseando así poder ser invisible y que no me encontrase bajo mi cama.
Se abrió la puerta, sentía sus pasos alrededor de la habitación buscándome, silencio… ¿Se habrá ido? Pero me respondió una intensa mirada que me obligo a abrir mis ojos lentamente, para encontrarme con su mirada.
-¿Qué estás haciendo ahí Seung? –Sonrió amplio, tenía un extraño brillo en los ojos… su mirada daba miedo.
“Miente Seung, ¡mira como está!... Me siento inquieto.”. Era cierto, yo también me sentía así, GD se veía…. Feliz, demasiado feliz, realmente daba miedo.
-N-na…-dda Ji.
-Entonces ven, ¿Sabes qué día es hoy? –Se comenzó a meter bajo la cama conmigo. De forma instintiva comencé a apegarme aún más a la pared.
-N..no.. J..Ji.
-¡Sí! Hay que celebrar, ven. –Me agarró el brazo y comenzó a jalarme con fuerza.
-¡Ji! ¡D-duele! –Realizo una contrafuerza para no ser jalado, no quería estar con él. Seung…. Tengo miedo.
-¡Te dije ven! –Gruñó y me jaló con una fuerza aún mayor que la mía. Salí de la cama y le mire asustado, aún aferraba fuertemente mi muñeca.
-D-duele….-Murmuro.
-Aigo, SeungRi… estoy tan feliz. –Me atrajo a su cuerpo de una manera brusca, comenzó a besar mi cuello. Era brusco, salvaje… repugnante. Por más que forcejeaba no podía zafarme de él. Su lengua recorría mi cuello dejando un camino de saliva. “Qué asco…”
-S-seungie… -Murmuro con lágrimas en mis ojos, quería que mi mayor viniera a salvarme, no quería que GD nuevamente me tocara, solo deseaba los besos de Choi, no de él.
-¿Qué? –Se detuvo mirándome con ira. No pude reaccionar todo ocurrió muy rápido: me aventó a la cama con una fuerte abofeteada en mi mejilla, cuando caí, se encimó a mí. Con sus rodillas pisó mis pantorrillas y sus manos tomaban mis muñecas fuertemente por sobre mi cabeza.
-¡D-deja-mme! –Forcejeé de manera inútil, provocando que aplicase aún más fuerza en sus puntos de apoyo y a la vez de control.
-Shhh… -Se acercó a mis labios y les lamió lentamente. Moví mi rostro para evitarlos a toda costa.
-¡CARAJO! –Liberó una de sus manos y sentí un fuerte dolor en mi mejilla nuevamente, obligándome a ladear mi rostro por el impacto, nuevamente me había bofeteado. Tomó mi rostro con aquella mano y me obligó a verle.-Me vas a amar como antes ¿Vale? Serás igual de sumiso cómo antes.
-¡NO! –Le grité y le empujé en vano con mi mano libre, no causo ningún efecto, solo que se moviese un poco. ¿Cómo carajos llegué a estar bajo de este hijo de puta? Maldije en mi mente.
-Oh…Seung, Seung…me encantas así de difícil. –Murmuró lascivo y comenzó a tocar abusivamente mi cuerpo.
-¡Déjame! –Esquivaba como podía sus manos, evitando a toda costa que siguiera tocando mi pene.
-Déjate llevar…. Ya nadie podrá separarnos –Río suave.- Será igual que antes Seung –Me miró sonriente y comenzó a besar mis labios.
No opuse resistencia, aún estaba procesando la información recién dada. “Igual que antes”, “Nadie que se interponga”….mi corazón se detuvo, dando un vuelco, mi mente evoco una sonrisa ladina que emanaba un poco de humo de cigarrillo mientras sus orbes negros penetrantes y profundos se clavaban en mi rostro.
-Hyung…. –Murmuré sobre sus labios. Al oírme me mordió con fuerza mi labio inferior, tanto así que me hizo sangrar… podía sentir el sabor a óxido mezclada con saliva.
-Dios tu cara, podría sacarte una foto y enviársela a tu amado… Aunque dudo que la pueda ver ahora. ¿Te cuento un secreto? –Se acercó a mi oído.- No se encuentra en las mejores condiciones para hacerlo, me encargué de eso personalmente. –Río divertido unos segundos para luego acercarse a mi cuello.
No podía reaccionar. Seung….Seung… “¡Hola!, Mmm… Creo que estoy ocupado. Deja tu mensaje, te llamo luego” …….Seung……
“¡Ri, el aerosol!”. Susurró desesperada la voz y me di cuenta: Mientras asimilaba la verdad… Gd ya me estaba quitando mi ropa y lo más importante mi mayor estaba en peligro. Le empujé con fuerza y me levanté más que rápido cogiendo el aerosol que tenía en la cómoda.
-¡Ey! ¡Tú no te me vas! ¡ERES MÍO MIERDA! –Me aferró del brazo.
-¡NO! No soy tuyo. Me entregué a Seungie ¿Sabes? Hicimos el amor y lo volvería a hacer mil veces con él.-Le provoqué, sabría que al hijo de puta le dolería en demasía ese hecho. Yo siempre opuse resistencia a que me hiciese suyo. Se deformó su rostro a causa de la ira acercándose peligrosamente a mí. Fue justamente en ese momento cuando acerqué el aerosol a sus ojos, accionándole. Me soltó de inmediato llevándose sus manos a sus ojos.
-¡AHH! ¡Mis ojos SeungRi! ¿¡QUÉ MIERDA ME PUSISTE!?! –Gritaba adolorido paralelo a que se sobaba los ojos. Esa era mi oportunidad, tomé mi billetera y salí corriendo por los pasillos, ya me había escapado varias veces, así sabía muy bien por donde salir y cómo evitar ser visto.
Tenía un mapa cómo “dibujado” en mi cabeza, primero debía doblar a la izquierda, llegar a la pieza de Hong, siempre estaba abierta, golpear la ventana fuerte. Esta se zafaba fácil, la quité rápidamente mientras de reojo miraba mi espalda y al pobre de Hong atado, como siempre, a la cama. Le guiño y salto por la venta, corro al patio. Allí estaba mi árbol favorito, el cual si te aprendías a subir, podrías saltar el cerco. Me di el impulso suficiente para saltar y agarrarme a la rama, sentía los gritos enfurecidos de JiYong buscándome. Me asusté así que salté sin calcular muy bien donde caería. Caí en basura doblándome mi pie.
-¡ARGH!! –Me quejé y me toqué mi pie con sumo dolor. Al oír los gritos aún más cercanos, me levanté olvidándome de cualquier padecimiento. Me paré más que rápido y comencé a correr hacia la casa de mi hyung, necesitaba verle.
“Dobla a la derecha, luego a la izquierda. Seung no es por ahí…… esquiva a las personas, derecha, es la crema de al medio.” Sonreí agradecido a mi voz, me estaba ayudando a escapar, cuando llegué en frente de la casa de mi amado mi corazón saltaba loco. Eun volvió a aprisionar mi pecho.
-Ji mintió ¿no? Y estás detrás de la puerta fumando… yo lo sé.
“No parecía que estuviese mintiendo Seung”
-¡Calla! Él está, te lo probaré.
Golpee la puerta unos segundos jadeando, paralelo a que miraba constantemente hacia atrás comprobando así, si me seguían. La oscuridad de la noche ayudó a perderme más fácil de vista. No había respuesta alguna y…las luces estaban apagadas. Está durmiendo… yo lo sé. Pensé mientras miraba las ventanas pensando en la forma de entrar, para mi gran suerte una de ellas estaba mal cerrada así que pude entrar fácilmente.
Una vez dentro, encendí las luces.
-¡Seeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeungie!! –Grité emocionado, pensando que al encender las luces le vería. No fue así…
Comencé a buscarle por toda la casa, no había nadie pero sí vestigios de que él estuvo en ella esta misma mañana. Había calcetines en el suelo más sus zapatillas tiradas a mitad de camino de su habitación; en la cocina había una taza de té, aún con la bolsa dentro y el frasco de mermelada a fuera del refrigerador. Sonreí suave.
-Desordenado… -Murmuré para mí, sintiéndome cada vez más inseguro e intranquilo, algo iba mal… Guardé la mermelada en el refrigerador y me dispuse a esperarlo, quizás aún no llega… me repetía una y otra vez.
“Seung…”
-¿Q-que? –Murmuré abrazado a su almohada encima de su cama completamente a obscuras.
“Han pasado tres horas…”
-Lo sé, quizás se retrasó.
“Seung…”
-P-por fav-vor n-no lo di-digas… -Me tumbé en la cama, abriendo mi celular viendo la hora… había estado más de tres horas desde que llegué y mi mayor aún no llegaba, era tarde. Sentía tanta angustia que me dolía el pecho. Tomé mi móvil y marqué a su número para seguir haciendo lo que ya estaba realizando durante la última hora y media.
Intentar oír su voz.
-……-
-[¡Hola! Mmm…. Creo que estoy ocupado. Deja tu mensaje, te llamo luego.]- Una pequeña lágrima se escapó por mis ojos, recorriendo mi mejilla mientras acercaba aún más el teléfono a mi oído, pensando así que podría oírle aún mejor. ¿Qué estaba pasando? ¿Seung dónde estás?, en mi garganta se ató un nudo que me provocaba dificultad al tragar.
Fue cuando sentí un ruido, alguien estaba abriendo la puerta principal, la pieza…en general la casa, estaba demasiado oscura, así que no podía verle desde donde me encontraba. “No vayas…” me previno, le ignoré por completo. Me levanté emocionado corriendo para ir a verle. Encontrandome con él de frente a mitad del living.
“Te dije que no fueras Seung Hyun, ahora corre.”