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Mi eternidad eres tú por Sapphire69

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Notas del capitulo:

Konnichiwa minna n.n/

Al menos me libere de mi tarea de la semana. No quería hacerles esperar mucho por ello me empeñe en escribir lo más rápido posible. Además me alegro descubrir a lectores nuevos, está demás decir que ya desde antes están muy bienvenidos n.n

Gracias por leer mis fics n.n. Gracias a Diana M, Usami Tenshi, Sayuri_forever, Ilse Phantomhive, Tomoyoka, Azaleas y Gabriel por sus reviews hermosísimos!!!

Mmm… por cierto, Sebas sigue insistiendo con esa entrevista al final del fic. Quiere que haya preguntas de los lectores. Creo que él, en realidad, quiere que pregunten por el… Ay, mi Sebas u.u

Bueno solo lo pediré porque me da penita su carita de corderito… Por favor, si tienen alguna pregunta cualquiera; ya sea del fic, de Sebas o de mi (me da vergüenza escribirlo u.u), háganlas.

No los interrumpo más, por favor lean el capítulo n.n/

Las paredes de mármol daban un aspecto imperturbable. Las luces tenues de los candelabros alumbraban tristemente el lugar.  Kaguya, a paso lento y ceremonial, se acercó a la imperial sala del castillo. Vio una larga cabellera plateada y una piel nívea como la suya. Además vestía con un abrigo de pieles grises. Le resultaba familiar. Se percató de que Khaled estaba esperándolo junto a la visita.

-Katsura... hermana, ¿qué haces aquí? –Kaguya no podía creer que volvía a ver a su hermana mayor. Lanzo una mirada de enojo a Khaled. Este solo giro la cabeza. –Khaled, ¿por qué no me dijiste algo?

-Kaguya, tranquila. Yo le pedí que no te dijera que te venía a visitar. Si hay alguien con quien debes enojarte soy yo.

Kaguya no dijo nada y solo bajo la cabeza. Se sentía culpable de que Katsura no pudiera regresar a su mundo. Claro que la culpa no solo era de ella. Fuyuhiko también tenía mucho que ver. Gracias a la gran idea de que Fuyuhiko se fijara en ella y se separara de su hermana mayor.

-No pongas esa expresión, Kaguya. Yo sé quién es el culpable. –Como si leyera sus pensamientos le dijo. –No eres tú. A pesar de ser media humana, no creo que traicionarías a tu familia.

-Katsura… –La reina sentía un ardor detrás de sus ojos. –Yo… yo…

-Es suficiente, Kaguya. No vine solo como “visita”. Tengo una noticia que darte: Fuyuhiko está en este mundo. Tu momento de completar tu venganza ha llegado.

 

 

La habitación quedo en silencio. Misaki estaba procesando toda la experiencia vivida en su sueño. Ijuuin aprovecho esta confusión para acercarse más al castaño.

-Yo sé que eres importante para Akihiko, pero yo te espere por mucho tiempo. Te espere toda una vida para volverte a encontrar. Tenías razón, sabía que no ibas a romper tu promesa. Por fin te vuelvo a ver.

Ijuuin cogía suavemente sus manos. Sus palabras, así como sus gestos estaban cargados de ternura infinita. Misaki lo miro atónito. Esta confesión ya era demasiada información para él. ¿Había prometido que regresaría al lado de Ijuuin? ¿Y ahora donde quedaba Akihiko? No. Él no sentía nada por Ijuuin… Con gran pesar, pero con toda seguridad podía decir que a quien amaba era a Akihiko. A pesar de los recuerdos, sus sentimientos permanecían firmes. Estaba muy seguro de que así era.

-Mizuki…

Misaki estaba pensado en las palabras que debía decir para no herir a Ijuuin, pero este se acercó y capturo los labios del castaño. Lo beso con dulzura y trato de explorar su boca, sin embargo, Misaki lo empujo.

-¡No! No quiero. –Misaki negó enérgicamente con la cabeza. –Yo no te-

Ijuuin tapo la boca de Misaki.

-No lo digas, por favor. No lo digas…

-….

Misaki sintió lástima del hombre, pero aún con esa lástima no podía permitirse dudar sobre sus sentimientos. Los sentimientos a medias hacen más daño de lo que uno pudiese pensar, ya que no solo te dañas a ti mismo sino a muchas personas más. Esas personas sufren simplemente porque no sabes decidir a quién.

Ijuuin, cabizbajo, salió del cuarto. En ningún momento hizo contacto visual con el castaño. Cuando llego a la puerta solo susurró que regresaría pronto.

Misaki se quedó solo en la habitación. Se sentía mal y no sabía cómo lidiar en esta especie de ¿triángulo amoroso? ¿Lo podía llamar así?

Miro la bandeja de comida. Se apreciaba en ella el empeño porque estuviera presentable. Otra vez. Apareció nuevamente esa punzada en su pecho, le hizo recordar a la flecha que atravesó su cuerpo. Su mano recorrió su pecho. No había nada.

 

 

Kaguya se quedó callada por las palabras de su hermana. Sus pupilas se dilataron al escuchar las palabras “venganza” y “Fuyuhiko”. Sonrió. Esperó tanto, tanto tiempo. Pasaron casi unos veinte años, y ahora estaba más segura que antes de que ya no tenía nada que más perder.

-¿En qué lugar se encuentra?

-Está cerca de las tierras de Farynor. –Katsura sonrió al notar la determinada mirada de su hermana Kaguya. –Él se está enfrentando con algunos gitanos y a algunas ninfas de ese lugar. Pobrecitos… ellos no saben en los grandes problemas que se meten al pelear con los demonios.

-Pero, ¿para que iría? Esa gente así como Fuyuhiko, se encargaron de arruinar mi vida al quitarme las cosas más preciadas que tenía. Es mejor contemplar cómo se matan entre ellos.

-No lo entiendes, Kaguya. –La demonio negó con la cabeza mientras dejaba escapar un suspiro. –Sabes que los gitanos no soportaran mucho tiempo. Tu reino puede ser otra especie humana, pero no dejan ser débiles. Si los demonios llegan hasta aquí, sería un gran problema. Pero si somos varios, el resultado será diferente. Lo que hagas con los gitanos después ya es tu problema. Además no creo que ellos te rechacen. En este momento no te queda de otra ni a ellos. Así que debes intentarlo. Tan solo imagínate el resultado.

-Reina Kaguya, reconsidere esa idea. Usted debería quedarse en el palacio. Si hay una guerra todos estaremos en la ruina. Por favor, reconsidérelo.

Kaguya no hizo caso. Se alejó de su fiel consejero. Parecía absorta con las palabras de su hermana. Era como si la reina estuviera en trance. Miraba con mayor velocidad y a todos lados. Como si hubiese visto fantasmas o seres mágicos.

-Reina Kaguya, reconsidere la propuesta.

-¿Qué? ¿Por qué debería? ¡Es el momento perfecto!

-Reina Kaguya, nosotros no nos enfrentaremos a simples humanos. Se tratan de demonios. Nuestros soldados no tienen la misma fuerza que usted. Si nosotros vamos a la guerra, resultara una masacre, un suicidio.

-¡Cállate, Khaled! Mi hermana tiene razón. Si nosotros usamos a los gitanos de aliados… Mi momento ha llegado. Aún no he tenido suficiente. Diles a todos los soldados que se alisten. Nos enfrentaremos a ese maldito Fuyuhiko.

Khaled apretó la mandíbula. Estaba enojado, solo que él no podía decir abiertamente lo que pensaba. Solo aparto la mirada de la reina. Esta solo giraba por la sala, alegre, como si fuera una niña. El consejero miro a Katsura. Le pareció extraño que Katsura solo sonriera. No le gustaba para nada esa expresión. ¿Cuál sería el plan de Katsura? ¿Qué es lo que obtendría con esta guerra vana? Se arrepintió de dejarla pasar al castillo.

-¡¿Qué esperas, Khaled?! –Kaguya reprendió. -¡Diles a los soldados que se alisten de una vez! Saldremos en este momento.

-Pero, reina Kaguya…

-Khaled… No me hagas repetirlo.

El consejero no podía insistir más. Lleno de rabia contenida, salió con pasos sonoros de la sala. En cambio las hermanas e quedaron conversado sobre la estrategia de guerra.

 

 

Akihiko contemplo atónito al ver el paisaje. El bosque lucia carbonizado en ciertas áreas. Vio algunos cuerpos mutilados de ninfas del bosque, así como los cuerpos de varios demonios. Además, una lucha intensa se daba en aquel lugar. La diferencia de personas en la batalla, obligaba a las ninfas y a los humanos a retroceder en el bosque.

-Esto… ¿Qué rayos está pasando aquí?

Recordó a Hiroki, Nowaki y a Aikawa. ¿Qué paso con ellos?

Los rastros de resistencia hicieron que Akihiko conservara la esperanza de que sus amigos estuvieran a salvo. Se sorprendió de sus pensamientos. Consideraba a esos seres, ¿amigos? No había tiempo para pensar en cursilerías.  A pesar de estar cansado, después de la lucha con su hermano, él se encargaría personalmente de su padre. Ya no toleraría que ese viejo maldito hiciera lo que le dé la gana. Ya no más.  Además se cobraría por los malos momentos que le estaba haciendo pasar al separarlo de su castaño.

Cerró sus ojos y se concentró. Poco a poco su poder se incrementó. El aura morada nuevamente fue visible. En un impulso, corrió a una gran velocidad.

 

Los gitanos no sabían cómo luchar con los demonios. Las ninfas se esforzaban en proteger a los pocos humanos que lograron sobrevivir al ataque demoniaco. Lair se encargaba de crear barreras para proteger a su grupo. Las ninfas del bosque manipulaban los elementos de la naturaleza. Capturaban a los demonios con las ramas y lianas de las plantas para luego estrujarlos hasta la muerte. Creaban huracanes para ganar tiempo para que otras ninfas contraatacaran.

-¡¡¡No se rindan!!! –grito Lair. –¡Nosotras no perderemos! ¡No es nuestro momento! ¡Peleen! ¡Sigan peleando!

Reika invoco al agua y arraso con una gran cantidad de demonios. Ella no estaba segura de sus habilidades, pero ver a Aikawa cerca de ella, sus instintos de proteger a alguien importante se activaron. Aikawa por su parte solo podía cubrirla. Ella reconocía hasta donde llegaba su habilidad.

Hiroki y Nowaki peleaban juntos. Peleaban con una gran habilidad. Era como si estuvieran conectados por los pensamientos, que ellos sabían cuál era el siguiente golpe sin la necesidad de decirlo. Aunque ellos estaban cerca de su límite.

Mitsuko aprovechaba cada minuto que transcurría. Sabía que Takahiro podría ayudarlos a combatir a los demonios por ser nigromante. Estaba casi por terminar de curarlo.

-Solo un poco más…

-¡No te desesperes, Mitsuko-chan! –Kaoruko la alentó. –Ahora yo también me meteré en la pelea.

-¿Kaoruko-chan? Tu no debes… no puedes pelear.

-Me cansé de ver toda esta injusticia. Las ninfas están muriendo por nuestra causa. Ahora yo las ayudare.

Kaoruko empuño su espada y corrió hacia el enemigo. Mitsuko, sosteniendo en brazos a Takahiro, contempló como su amiga de infancia se lanzaba a la muerte. Quiso gritar, pero se reprimió. Miro a manera de súplica a Ookawa.

-Tienes que ir con ella, Ookawa.

-Mitsuko-sama, yo no puedo dejarla aquí sola. Usted también corre peligro.

-Pero, yo no… yo estaré bien. Tienes que ir ahora.

-Tranquila, Mitsuko-sama. Es raro verla tan alterada en momentos como este. Debería concentrarse en terminar de curar a Takahi-

Ookawa no termino la frase cuando vio que los ojos de la muchacha se tornaron dorados. Takahiro se despertó. Logro apenas sostener a la muchacha, quien casi cae al suelo por el trance.

-¡Mitsuko-sama!

-Oh, guerrero… empuña tu arma y haz más fuerte tu corazón. Los sentimientos de incertidumbre nuevamente cubrirán tu corazón. No dudes de la verdad. –Mitsuko levanto la mirada. Takahiro solo se quedó callado. –Cuando la sangre se encuentre con la misma sangre las cosas podrán cambiar. Estate atento de que aquellos ojos lilas, tendrán doble voluntad.

Mitsuko miro al horizonte, su expresión se dulcifico y hablo como si tratara de calmar a un niño pequeño.

-Oh, mi dulce niño, ¿a quién escogerás? Al que disparo la ballesta o al que no es de este mundo…

Después de decir todas estas, la sacerdotisa cerró lentamente los ojos, inhalo y exhalo con fuerza. No se movió. Ookawa suspiro. Otra vez, Mitsuko tuvo una visión. Se acercó al azabache y cargo el cuerpo de la muchacha.

-Es muy difícil, ¿no? –Takahiro sonrió. –A pesar del tiempo que ha transcurrido, ella sigue siendo tan ingenua y frágil. Sin evitar ver horrores.

Ookawa no dijo nada.

-Deja de ser tan lacónico, pequeño lobo. Bueno, ahora es hora de exterminar demonios y cobrarme por la tortura. Ya veremos más adelante a que se refiere la “sacerdotisa”.

-Espero, que después de esta batalla no te vayas a ir otra vez.

-Creo que te prefiero callado, pequeño lobo.

 

 

Los soldados de cabellera plateada estaban lista. Kaguya daba un discurso desde la plaza principal. Ella también estaba con su armadura de guerra. A su lado ya no estaba Khaled, sino su hermana Katsura. El consejero estaba formando filas entre los soldados.

-Nosotros iremos a la guerra. Mi hermana me ha dado aviso de que Fuyuhiko está cerca a nuestras tierras. Sabemos muy bien que nosotros estamos rodeados de montañas para proteger nuestro reino de enemigos humanos, pero esta vez no son otros humanos nuestros enemigos. Se tratan de demonios. Si ellos aniquilan al pueblo que esta colindante al reino, nosotros estaremos en problemas. Será mejor encargarnos de ellos, antes de que ellos logren entrar aquí. Es momento de la batalla. Recuerden solo atacar a los demonios, cuando termine la batalla solo se retiraran cuando yo lo ordene. ¡Ahora, vamos!

Los soldados daban hurras a la reina. El coraje se sentía en el aire. Montaron sus caballos blancos. Ellos llegarían en menos de una hora al lugar de la batalla.

 

 

Las ninfas continuaban incansables en su lucha. No se detendrían. Pero el ánimo no bastaba. La mayoría de los humanos estaban en su límite. Ya no se les podía pedir que lucharan más. Las ninfas ya no atacaban, solo se defendían. Lair se mantenía firme, pero su cuerpo ya denotaba cansancio.

-Lair-sama, nosotras ya no podemos… ya no más…

-¡¿Se están rindiendo?! ¡No podemos permitir que estos asquerosos demonios entren en nuestro mundo así como así! ¡Debemos continuar peleando!

De repente, se escuchó un gran temblor. Todos tambalearon. Lair volvió a hacer una barrera. Entre la polvareda, apareció un Fuyuhiko sonriente.

-¡Fuyuhiko! –Lair lo miro fijamente. -¡Te arrepentirás de haber osado pisar nuestro mundo!

Notas finales:

¿Qué les pareció el capítulo?

Siento que fue muy atropellado u.u … aunque como escribí muchísimo tuve que cortarlo en dos partes. Ettooo… además estamos cada vez más cerca del final u.u Espero leerlos nuevamente en los reviews n.n y saber qué es lo que opinan sobre el capítulo.

Por cierto, ¿ya vieron la 2da ova de Hybrid Child? Aunque falta subtitular comprendí algo gracias a mi japonés básico. Estaba tan hermoso *-*, ahora solo queda esperar por la 3ra y estoy segura de que esas ovas restantes llorare como María Magdalena… ¬u¬ si ya el manga me hizo llorar, más que todo con la historia de Kuroda y Tsukishima… snif…snif… solo ver la ova… TT^TT mis lágrimas no se detendrán.

También ya quiero que salga la canción Syncretism completa. La canción es preciosa y transmite muchos sentimientos… Y entre nos, yo creo que a Sebas le encanta >_< porque aunque no lo admita, cuando tarareo esa canción mientras lo escucho en mi cel, él me quita un auricular y escucha conmigo.

Cuídense muchísimo. Nos leemos pronto n.n/


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