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Mi eternidad eres tú por Sapphire69

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Hola a todos n.n/

Aquí está el último capítulo de mi fic. Gracias por leer esta historia y gracias también por sus reviews. Tengo sentimientos encontrados; mis lágrimas quieren salir, más un sentimiento de felicidad me embarga. Solo espero que este capítulo les guste.

Muchisisisisimas gracias a:

Oz Twining, XinislovemeXD, Kathy, Vapei, Hitomi-chan, Zafiro Kamiya, Nyachan, Bettychan, Mishirobuc, Misaki chan 22, Pjwm, AliceDesiry2, Rin Kagamine 83, Alexandra29, Luli sam, Sailor cosmos, Marcysagenychan, Shiki 1221, MayCat94, Emi, Conejo_san, Pochan, NanaRose, Bel_bluemoon22, Stuki-chan, Usami Tenshi, Ciel, Hiyori 12, Una más del montón, Fan-anime_7, Azaleas, Diana M, Sayuri_forever, Ilse Phantomhive, Tomoyoka, Gabriel, Chica literaria, Rosirosi, Mestefaniab y Megumi san.

Sus reviews fueron esenciales para continuar escribiendo. Y también agradezco a todos los lectores que leyeron este fic. Sin duda, mi fic no hubiera sido nada si no tuviera lectores.

Sebas: ¿Y dónde quedo yo?

-Sebas, sabes desde antes cuan agradecida estoy contigo…

Sebas:….

-Está bien, lo diré. Muchas gracias por tu ayuda, mi gran amigo Sebas.

No los distraigo más. Por favor, lean el capítulo n.n/

Levanto su ballesta y apunto a la pareja. Desde esa distancia no sabrían ver al culpable. Además tendría tiempo suficiente para huir, en caso de que lo persiguieran. Alisto la flecha. Solo tenía que disparar y su sufrimiento se terminaría.

-Muere, Akihiko. –Ijuuin susurro.

Antes de que el pudiese disparar, Misaki se puso delante del peli plata. Él se colgaba del cuello de Akihiko. Se veía tan feliz. Y no parecía que iba a moverse pronto.

-Mizuki… ¿Por qué tú…?

Ver la silueta delgada de Misaki trajo consigo los recuerdos de una vida pasada. Mizuki también se comportó de la misma manera con este mismo demonio hace más de un siglo. Si Mizuki no hubiese ocultado la verdad a Ijuuin, él no estaría en esta situación desde un principio. Sí. Él había asesinado a Mizuki. Pero no era porque la odiara o planeara hacerlo. Simplemente fue una casualidad. Aquella vez la flecha no estaba dirigida a ella.

Miro otra vez. Ellos seguían felices, ignorando su sufrimiento. El hijo de Fuyuhiko se saldría con la suya: se apoderaría nuevamente de su amor.

-Esta vez no errare al blanco. –apunto con cuidado a la cabeza de Akihiko.

Pasaban los segundos y no disparaba. El sudor bajaba discreta y fugaz por sus sienes. Sus dientes rechinaban por la fuerza en la que estaban siendo apretados.

-¡No! ¡Maldita sea! –Ijuuin tiro de su cabello. –No puedo…

Ijuuin suspiro pesadamente y bajo la ballesta. Dio una última mirada a Misaki.

-No puedo reclamarte nada… ya no puedo pedir que cumplas tu promesa.

Ijuuin se alejó. Su figura se perdió entre el bosque frondoso y las montañas, solitaria y errante. Él simplemente se resignó.

Mientras Ijuuin se alejaba para no ser visto más, Misaki sintió un pequeño dolor en su pecho y recordó la canción que tarareaba. Miro al horizonte. El sol se estaba poniendo. Sus ojos se pusieron acuosos e inevitablemente una lágrima se deslizo sobre su mejilla.

 

Kannipyaluyma gipxaletlu wa samenchi (El susurro del viento)

Ruknokantlu giyanpotuko watye chigi (que acompaña a las almas, abandona rápidamente este mundo.)

¿Psatokanu? ¿Netanutnakyi xani wanepnute? (¿Volverás? ¿Te veré otra vez?)

Katatone ksaginne galnamtatka (Las mariposas negras emprenden el vuelo.)

 

-¿Misaki?

-¿Eh?

 

Ratskota wannayma samenchine wa gipnachine (Elevan consigo las almas de los muertos.)

¿Gina kany? ¿Nchiya gatanutnaka? (¿Dónde estás? ¿Lloraré otra vez?)

Gapallu psoxotagi psoxotagi ramgakakananumtlu (La soledad poco o poco hace desaparecer a la esperanza.)

 

-¿Aun continuas llorando?

-Etto… no. No lo sé… simplemente no lo sé… te tengo aquí a mi lado, pero no sé porque…

 

Kachino tsepotlu nogaji gi wa (El dolor y la incertidumbre llenan mi corazón.)

Pamtakannu wa pchinyano (No te olvides de la última promesa.)

 

-Shhhh…

Akihiko lo abrazo con ternura. Permaneció en silencio. Algo dentro de él le daba más o menos una pista de lo que podría estar pasando. Aunque no iba a decir nada sobre ello. Estrecho con más fuerza a Misaki y cerró los ojos, dejando escapar un suspiro.

-No te dejare solo nunca más…

 

 

El pueblo estaba eufórico. Después de la ardua batalla, los gitanos organizaron una fiesta. Celebrarían muchas cosas: la victoria, la unión de reinos y el reencuentro de madre e hija. En un dos por tres se olvidaron de los problemas dejándose llevar por la alegría del momento. Todo bajo la luz de la luna y las estrellas.

En la plaza, una gran fogata alumbraba a la gente. Aikawa estaba feliz de ver tantos niños. Suzuki-san jugaba con ellos al igual que Rei y Mei, quienes no tenían ningún problema en sociabilizar con los demás niños. Nowaki animaba a Hiroki para que se acercara a la fogata. Hiroki se mostraba reacio a participar. Se había acostumbrado a estar alejado de la gente que se sentía incómodo estar en público.

En otro lugar, Takahiro y Manami sostenían a su pequeño retoño. Habían llamado al niño Mahiro. Sin duda alguna, los padres primerizos mostraban al público a su hijo. Se veían tan felices juntos.

Por otra parte, la reina Kaguya no se apartaba de su hija Kaoruko; quizás en afán de recuperar el tiempo perdido. Iban de un lado a otro, siempre acompañadas de Khaled. Ahora que la fiesta se celebraba, ellas también participaban.

 

Akihiko y Misaki estaban sentados, mirando como los demás se divertían. Parecía nostálgicos por alguna razón. Misaki se apoyó en el hombro del mayor. Se acomodó entre el cuello y la barbilla de Akihiko. Se miraron fijamente.

-Me alegro de haberte conocido, Akihiko-san. Estoy muy feliz de que estés aquí conmigo.

Misaki decía esas palaras de una manera tan calmada. Akihiko lo miro, su castaño lo veía fijamente como si esperara una respuesta. Akihiko sonrió con dulzura. No hacían falta las palabras ahora. Estaba seguro de que su mirada en ese mismo momento lo decía todo.

Sus rostros se acercaban lentamente. El espacio se hacía cada vez más estrecho. Antes de que pudieran besarse, Kaoruko los interrumpió. Cogió la mano de Misaki y lo jalo. Sí que tenía mucha fuerza la joven.

-¡Misaki-kun, tenemos que celebrar! ¡Ven a bailar conmigo!

-¿Eh? Pero… Akihiko-san

-Akihiko también vendrá. ¿No es así?

-De acuerdo. Te acompañare, Misaki.

Akihiko se levantó y los siguió. Ya no quería pasar más tiempo separado de su niño. Ya no permitiría que lo tomaran y lo alejaran de él. Camino detrás de ellos y se acoplo al grupo de gitanos que bailaba. A pesar de no gustarle estar en medio de la gente, disfrutaría del ambiente solo con ver la sonrisa de Misaki por ahora. Esperaba ansioso estar a solas con el menor.  

 

 

Las calles estaban en silencio. Una tranquilidad se percibía desde la plaza de la aldea. Solo quedo en la plaza los restos de papeles de colores y los pequeños envoltorios de fuegos artificiales. Los gitanos se retiraron a sus aposentos una vez acabada la gran fogata.

La luna lo alumbraba todo. La luz se colaba por las rendijas de la ventana. En el cuarto se escuchaban gemidos y uno que otro sonido húmedo.

-Ah… Ahhhh… Aki..hi…ko-sa..n…

Misaki se movía deliciosa y sensualmente ante el toque de Akihiko. Sus ojos estaban oscuros por la excitación. Las gotitas de sudor cubrían su frente. Trato de reprimir un gemido más alto, mas no pudo.

-No… no lamas ahí… Akihi…ko-san….

-Pero, si te gusta…

-¡Ahhh!

Akihiko lamiaba el botón rosa de su castaño. Lo lamia y lo mordía con suavidad. Con su mano libre, retorcía el otro botón rosa. Poco a poco fue quitándose la ropa y también la del castaño. Tenía que revisar minuciosamente el cuerpo de Misaki. Había pasado mucho tiempo en que no miraba el cuerpo de Misaki. Una parte de él le decía que lo tocara salvajemente.

La sensación de la lengua recorriendo su pecho era muy agradable, aunque le avergonzara admitirlo no quería que terminara esa sensación. Su corazón palpitaba muy fuerte, tanto que parecía que iba a explotar. Y sus latidos aumentaron más aun cuando sintió la mano del mayor acariciar su vientre.

Deslizo su mano izquierda sobre el vientre de Misaki. La piel era sedosa al tacto. Miro a Misaki. Verlo con su cara empapada en sudor y con la mirada perdida en el éxtasis del placer lo encendió. Miro sus labios y se lanzó a ellos.

-Mmph… mmpfh

Al besarse, sonidos húmedos se escuchaban. Sus lenguas se entrelazaban ansiosas. Akihiko exploro aquella cálida cavidad. Se besaban con pasión, pero tuvieron que romper el beso debido a la falta de aire.

Recorrió con su lengua el delgado vientre y su atención se posó en el miembro despierto de Misaki. Sonrió maliciosamente mientras cogía el miembro del menor.

-¡Ahhh!

-Parece que alguien está muy emocionado.

-¡Anh! ¡Akihiko-san!

Akihiko empezó a masajear el miembro del castaño para después meterlo sin ningún pudor a la boca. Lamia todo el largo del miembro. También lo succionaba con fuerza. Lamia de arriba a abajo tratando de no dejar una sola parte sin saborear. Mientras hacía esto, su mano masajeo sus caderas. Misaki no pudo evitar arquearse por el placer. A cada momento que pasaba sentía próximo el orgasmo. Akihiko apretó el miembro del castaño impidiéndole venirse.  

-¡Ah! Quiero correrme…

-Aun no, Misaki.

Akihiko movió sus dedos casi cerca de la entrada del castaño mientras continuaba lamiendo su miembro. Se dio el lujo de acariciar cada pedazo de piel. Repartió besitos por todo el lugar y luego dio un mordisco a la suave piel.

-Misaki, abre tus piernas.

-….

Misaki permaneció en silencio. Pero al ver la mirada intensa del peli plata, se estremeció. Se cubrió el rostro con su brazo mientras abría lentamente sus piernas. Akihiko sonrió más esta vez. Misaki con una gran fuerza de voluntad agarro sus piernas y las extendió lo más que pudo.  

-Aun sigues sintiendo vergüenza…

Esta frase no era una pregunta, sino una afirmación. Para Misaki no importaba las veces que expuso su cuerpo ante el peli plata, el nunca lograría acostumbrarse a mostrarse desnudo.

-Misaki, todo está bien.

-Akihiko-san… me da vergüenza… ¡Ah!

Lentamente Akihiko inserto un dedo en la estrecha entrada. Pudo sentir una pequeña sacudida por parte de Misaki. Sabía que se sentiría extraño, pero él se encargaría de hacerle olvidar y entregarle solo placer. Hizo movimientos circulares en el interior de Misaki.

-¡Nngh!

Cuando sintió que esa parte se relajaba, inserto otro dedo. Esta vez embestía el cuerpo del castaño con los dedos. Sacaba los dedos y luego los introducía con rapidez. Misaki cada vez se retorcía y envolvía alrededor de esos dedos. Hasta que por ultimo inserto el tercer dedo. No se detuvo de embestir el cuerpo del castaño con sus dedos.

-Estas casi listo.

Palpó en su interior, encontró el dulce punto de Misaki. Masajeo esa zona. Los gemidos de Misaki se convirtieron en gritos de placer. Akihiko lo beso para de alguna manera silenciar los gritos. No quería que los demás escucharan lo que estaban haciendo.

-Me vengo…

-Entonces hazlo, Misaki. –Susurró con voz ronca.

-¡Ah! Nngh… Aki…hiko… san ¡Ngh!

Misaki se dejó llevar por la ola del placer. Libero su pasión en la mano de Akihiko y se desplomó en la cama, con la respiración agitada. Su mente estaba en blanco. Cuando se recuperó, noto que Akihiko se contenía. Lo sabía porque fruncía el ceño y jadeaba débilmente. Parecía doloroso.

-Akihiko-san… tú –Misaki fue interrumpido. El mayor volvió a coger su miembro. –N-no… ¡Ah! Eso…no… Akihi…ko-sa... ¡Ah!

Misaki sentía como si su cabeza fuera a estallar por tanto placer. A pesar de haberse corrido, su miembro despertó otra vez. Aunque esta ahora, Akihiko penetró la entrada de Misaki.

-¡Ah! Unh… ungh…

Misaki pudo sentir toda la extensión del peli plata. Se sentía tan lleno y cálido. Akihiko comenzó las embestidas lentamente. Se introducía completamente dentro del castaño y con lentitud salía hasta que solo quedaba una parte de su miembro para luego arremeter. El castaño solo podía gemir por el encanto de sentirlo dentro de él. Inevitablemente recordó cuando fue atacado por Haruhiko. Apretó sus ojos. No iba a recordar eso ahora. Él estaba ahora con Akihiko. El pasado ya no importaba. Sintió una gran necesidad de abrazar al peli plata.

-Akihiko-san… –Misaki se levantó sin dejar salir a este. Se sentó en las piernas del peli plata y envolvió sus brazos alrededor de su cuello. –Akihiko-san…

Estaba sorprendido por la reacción del castaño. Esa necesidad de sentirse el uno al otro, sentir que se tenían y estaban ahí; Akihiko se alegró de no ser el único que pensaba de esa manera. Correspondió el abrazo y empezó a embestirlo hacia arriba. El sonido de chapoteo y el golpe de caderas parecía más erótico que antes. Akihiko aumento la velocidad de las embestidas.  

-¡Ah! ¡¡Aaahh!! Akihi…ko-san… ¡me vengo! ¡Nngh!

-Todavía no, Misaki. –Akihiko apretó el miembro rígido del castaño. –Espera un poco más. Quiero que nos corramos juntos.

-¡Aah! ¡Aanh! ¡Aaahh!

Akihiko podía sentir cercano su orgasmo, por lo que aumento las embestidas haciéndolas más profundas. Dicho sea de paso, también con cada embestida rozaba el punto dulce de Misaki. Este lo apretaba con tanta fuerza que era difícil moverse.

-Misaki… no aprietes tanto…

-¡A… kihiko… san…!

Misaki fue el primero en correrse. Su pasión se desparramo entres sus cuerpos. Su fuerza disminuyo y se dejó caer en brazos de Akihiko. Después de un momento, este también llego al clímax. Gruño antes de inundar el interior del castaño. Embistió su cuerpo durante un rato más y luego salió de él.

Se sentía completo otra vez. Ya nadie los separaría. O eso es lo que esperaba esta vez. Acomodo a Misaki y se acurruco junto a él. No importaba que estaban sudados, solo quería permanecer al lado de Misaki. Ya en la mañana se encargarían de limpiarse.

-Akihiko-san…

-¿Mmm? ¿Aún no duermes?

-Te quiero, Akihiko-san.

-….

Esta frase fue inesperada para el peli plata. Y no solo eso, sino que esa frase era capaz de hacerlo feliz. Sonrió y abrazo a Misaki.

-Yo también te quiero, Misaki.

 

 

Aun siendo un demonio que había vivido mucho tiempo, no lograba entender a los seres humanos. Los seres humanos reían y lloraban por simples cosas. Para el, los sentimientos eran más que una carga, no contribuían en algo. Pero el conocer a Misaki, lo cambio todo.

Antes de conocerlo, él no se hubiera dignado a ayudar a alguien. Aun estando con Takahiro, él no lo hubiese hecho por voluntad propia. Takahiro hubiese insistido para que ayudara a alguien. Tampoco habría defendido su amor ante los demás o ayudado a sus amigos. En cambio, con Misaki era todo distinto. Si bien al principio, se mostró reacio a ayudar a alguien; estar con Misaki le hizo darse cuenta que no todos los seres humanos traicionaban o eran malos. Por primera vez en toda su vida creyó en las promesas y en la buena voluntad de los demás. El amor ya no era una falacia.

Miro a Misaki. Este dormía plácidamente en sus brazos como si nada malo hubiese pasado. Se preguntó qué pensaría su castaño de hacer un contrato con él. Si ellos tenían un contrato, no se separarían nunca más. No, no importaba un contrato. Ellos ya desde antes sabían que los contratos no importaban. Eso quedó demostrado al volverlo encontrar en la nueva vida del castaño.

Además si hacia un contrato con Misaki, cuando este muriera no reencarnaría más como humano. Lo haría como un demonio. Y él no quería cambiar la esencia del castaño. Aparte de eso, sabía que si Misaki se quedaba como humano, volvería a encontrarlo nuevamente. El futuro quizás era incierto, pero asumiría la responsabilidad. Era como una apuesta. Estaba seguro de que el ganaría.

Suspiro. Por ahora eso no importaba. Solo quería vivir al lado de Misaki hasta donde pudiera. Miro nuevamente al castaño. Arreglo sus cabellos desordenados y le dio un beso en la frente.

-Aunque transcurra toda una eternidad, y tengas el aspecto que tengas, encontrare tu alma. Tú eres mi razón para vivir. Mi eternidad eres tú.

 

Notas finales:

No quería poner a Kyo-san como un malo de la película. Cambie de opinión al ver el act 38 de Junjou. No cabe duda de que Kyo-san es un gran hombre y no puedo odiarlo. Solo espero que no les haya desagradado la idea u-u

Fue un gran recorrido el que hicimos mis amados lectores. Muchas cosas han sucedido y me alegra el haber tenido esta experiencia muy hermosa. He aprendido muchas cosas gracias a ustedes. Solo puedo agradecer nuevamente por leer el fic.

Sebas me dijo que podría hacer un epílogo y creo que lo haré… no estoy muy segura, pero la idea me atrae n.n

Sobre las preguntas, solo he recibido unas cuantas, por lo que no estoy segura de escribir el atogaki… Esperare unos cuantos días y dependiendo de lo que suceda, veré si escribo la entrevista.

Cuídense muchísimo.

Con cariño.

Sapphire.

PD 1: Espero encontrarlos en mi otra historia si es que se animan a leerla (“Buscando una salida”).

PD 2: Estoy trabajando en una nueva historia >w0b, ¡así que espérenlo!


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