Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi eternidad eres tú por Sapphire69

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos los lectores.

Por el momento,Sapphire me ha encargado publicar el nuevo capítulo. Ella está un poco mal de salud. El clima era caluroso durante el día y de golpe se comió 5 paletas de hielo. Además de que no se abrigo durante la noche sabiendo que el clima cambia constantemente… así que cogió un resfriado. En fin, no iba a permitir que ella usara su enfermedad como excusa para no escribir.

También me pidió que agradeciera por sus reviews a: nyachan y MayCat94.

Sin más distracciones, lean el capítulo.

Hay veces en las que nos damos cuenta que el mundo es muy pequeño. Pareciera que las personas estuviéramos conectados por hilos invisibles, predispuestos a conocernos. Cualquier paso nos conduce a muchos caminos, a distintas personas y nuevas emociones… simplemente es increíble.

 

Misaki no pudo evitar sentirse maravillado por la mansión en frente. Quizá la mansión era un poco más pequeña en comparación con la mansión de Akihiko pero se veía igual de lujosa. Cuando se abrió el portón, apareció un castaño de mediana estatura. A simple vista parecía alguien común y corriente. Aikawa le comento que cuando lo viera no se dejara engañar por su apariencia. El amigo de akihiko era nada más y nada menos “el temible demonio Kamijou”. Misaki recordó haber escuchado rumores sobre él.

-Sí que se tomaron su tiempo para venir. Aunque, ¿no ibas a venir tu solo, Akihiko?

-Muchas cosas pasaron…

-¡Hmp! Me lo puedo imaginar al ver a tus acompañantes. Pasen. –Hiroki se adelantó a pasar en la casa.

Adentro de la mansión, dos pequeños elfos corrían jugando entre ellos. El niño chocó contra Misaki y la niña, contra Suzuki-san. A Aikawa le pareció tierna la escena.

-No sabía que criaras niños, Hiroki. –dijo Akihiko con algo de sarcasmo. –Antes apenas podías con tu genio y ahora eres niñera… ¿Quién lo diría?

-Cállate, Akihiko. Tú no eres tan diferente, no puedes decirme eso viendo a tus acompañantes. –un aura negra parecía salir de él. –Por cierto, tengo la información que me pediste antes de la noche de Walpurgis. Ven a mi oficina.

Los dos hombres se retiraron. Dejando en la sala a la ninfa y a Misaki. Misaki recordó esa noche cuando ataco Sumi. Antes de eso había escuchado la conversación de Akihiko y Aikawa.

“¿Noche de Walpurgis?” “¿Así que Akihiko-san iba a venir a este lugar y no a buscar a ese tal Takahiro?”

Mientras pensaba, el niño tironeo del pantalón del castaño. No le hablaba. Solo lo miraba fijamente.

-¿Qué sucede?

-Rei quiere que lo cargues. –se escuchó una voz amable y varonil. Voltearon para ver de dónde provenía esa voz. Un joven de cabellos azabaches, alto y de ojos azules se acercaba a ellos.

Misaki cogió al niño en brazos y sonrió. Rei sonrió también, alegre. Esta vez la niña se acercó junto con Suzuki-san. Le acaricio la cabeza.

-De acuerdo, los cargare a los dos.

El joven se quedóatónito mirando al castaño. Aikawa se notó esta actitud, iba a decir algo pero no tuvo oportunidad. El chico avanzo rápidamente hacia Misaki. Le cogió de la barbilla y le miro atentamente la cara.

-¿Misaki? ¿Eres Misaki? –el azabache se veía emocionado.

-¿…? –Misaki lo miro perplejo. –Sí, mi nombre es Misaki…

Lo estrecharon fuertemente. No entendía nada. Trato de separarse. Era incomodo que un extraño vinera y te abrazara como si nada.

-¿No me recuerdas? ¡Soy Nowaki! ¡Te busqué por tanto tiempo! ¡Ahora por fin te encuentro! ¡Sabía que estabas vivo!

-¿Eh? –fue la única respuesta tonta que pudo decir.

 

Hiroki colocaba libros y papeles en la mesa, frente a Akihiko. Apilo unas cuantas más antes de sentarse. Tosió antes de hablar y con una mirada seria hablo:

-Takahiro es un nigromante, ¿no?

-¡…! –Akihiko le miro atónito- ¿Nigromante?

-Nigromante es aquella persona que hace contratos con…

-Lo sé, Hiroki. No hace falta que me lo expliques.

-Recolectando información descubrí que el formaba parte del ShyoKlatatu. Estuvo en la gran masacre a los gitanos de las tierras de Farynor es increíble que no lo sepas. Realmente me dejas anonadado. Yo pensé que Akihiko Usami había vivido mucho tiempo y sabía todo sobre el mundo…

-¿Yqué pasa sobre ese suceso con los gitanos?

-Él venía de ese pueblo y el causante de esa tragedia es Kaguya Usami.

-¿Qué? ¿Kaguya? Pero ella… hace tanto tiempo que no se sobre esa familia. Pero no tiene sentido que ella atacara. Siempre rehusó tener contacto con los humanos. Pero con todo lo que me has dicho, ¿Qué tiene que ver con Takahiro sea un nigromante?

-Bueno, veras…

 

-Parece que no te acuerdas de nada sobre ese día o sobre tu infancia… –suspiro Nowaki un tanto desanimado. –Aunque no te culpo…

-¿De qué me estoy perdiendo? –Aikawa no podía con la intriga. -¿Qué paso? ¿Pueden contarme?

-Esta bien. Primero tengo que dejar a los niños en otro lugar.

Nowaki cargo a Rei y Suzuki-san se fue a su lado cargando también a la pequeña Mei. Se veía que al osito le gustaban los niños. Sería una gran ayuda para vigilar a los pequeños. Dio algunas indicaciones a los niños y regreso.

-Ahora podremos hablar con tranquilidad. –Nowaki se sentó. –Nosotros provenimos de las tierras de Farynor. Vivíamos allí desde tiempos remotos. Nuestras costumbres apenas cambiaron. Difícilmente salíamos del pueblo o permitíamos extraños en nuestra aldea. Aunque teníamos conocimientos sobre las demás tierras, su gente y costumbres. Había reinos extensos pero de alguna manera nosotros estábamos aislados. Sin embargo una noche, atacaron a la aldea.

-¿Sabes quiénes fueron?

-Sin duda alguna venían del reino de los cabellos plata. No nos dijeron sus motivos, no hubo diálogo. Simplemente atacaron. Quemaron la aldea, asesinaron a los adultos y maldijeron la tierra. Yo en ese entonces tenía unos 14 años. Me encargue de proteger a los niños. Recuerdo que mientras la aldea se consumía por el fuego, yo los reuní en un lugar seguro cerca al bosque. Solo faltaban algunos niños: Shinobu, Kaoruko, Mitsuko y tú, Misaki.

-… solo recuerdo el fuego y los gritos… no puedo recordar más…

-Ya te dije que estaba bien, tú apenas tenías ocho años. –Nowaki le acaricio sus cabellos y continúo narrando. –Shinobu venía cargando a Mitsuko y lograron esconderse junto con los demás niños. Te encontré cerca de tu casa y te lleve… no, te dije que corrieras mientras ayudaba a Kaoruko a correr porque ella se había torcido el pie. Cuando por fin logramos estar juntos, aparecieron unos hombres. Nos iban a descubrir. Así que decidí ser un señuelo y distraerlos, pero tú me seguiste.

-Nowaki-san…

-Allí es cuando realmente inicio nuestra batalla para sobrevivir, porque nos persiguieron sin descanso alguno.

 

Sus lágrimas brotaban inevitablemente. ¿Sería por el miedo a morir? ¿O era tal vez por el humo del incendio? Quería gritar, pero estaba prohibido. Levanto su cabeza lentamente. Unos hombres se aproximaban. Llevaban antorchas. Conto y eran tres. Se escondió nuevamente. Su respiración otra vez estaba alterada.

-¡Busquen, algunos malditos se han escapado!

Los hombres se acercaban poco a poco. Ahora los demás niños corrían un peligro mortal. ¿Debería arriesgarse? Todo sea por los demás niños que no tenían culpa alguna.

Salió disparado entre los matorrales. Tenía que distraerlos. Tenía que protegerlos. Solo correría un poco hasta perderlos en el bosque.

-¡Allí va uno!

-Pero, señor, es solo un niño.

-Cállate. Eso no importa. Todos los de su clase son iguales. Cuando crezca se convertirá en una amenaza, además sufrirá si sobrevive. Es mejor ahorrarle ese sufrimiento y matarlo a ahora.

-P-pero-

-¡¿Acaso quieres ocupar su lugar, Wilhe?!

-N-no, señor…

Corrió hasta un claro, un hombre lo siguió. Como si fuera un gato, se escondió audazmente entre las hierbas. Espero a que el grupo se reuniera. Pero no contaba con que un pequeño castaño fuera hasta ese lugar. El hombre lo vio y lo correteo.

“Tsk, Misaki, ¿Por qué no te quedaste con los demás? ¡Cerca de aquí hay un abismo!”

Los siguió. Mientras corría tras ellos, cogió un tronco grueso. Llegó cuando Misaki estaba al borde del abismo. El hombre se acercaba lentamente. Con todas sus fuerzas golpeo en la nuca al señor con el tronco, dejándolo inconsciente. Además si mirabas bien, de su cráneo brotaba sangre.

-Misaki, ¡vámonos!            

Se sujetaron de las manos. Iban a correr pero un golpe directo a la sien, derribo a Nowaki, dejándolo aturdido. Escucho que Misaki gritaba. Se sentía mareado y con pocas fuerzas. Se apoyó en el suelo. El hombre que llevaba una lanza, la soltó para coger del brazo a Misaki.

-Por fin lo atrapamos. –sonrió el tipo que llevaba la antorcha.

-Oye, si lo miras bien, tiene una expresión hermosa… ¿No lo crees, Ryuzo?-se lamió los labios mientras sonreía de manera morbosa.

-Vaya, vaya. No pensé que tendrías esas preferencias, Jeal. Haz lo que quieras con él, pero no te olvides de matarlo después.

-¡¡¡Misaki!!!

Nowaki se levantó pero Ryuzo lo golpeo nuevamente. Cayó al suelo con fuerza. El tipo le piso la espalda y le dio unas cuantas patadas a los costados. Contemplo con rabia. Misaki forcejeaba. El hombre llamado Jeal, lo sujeto de las muñecas. Le lamio la cara y parte del cuello. Poco a poco, le rompió el suéter que traía puesto. Quedo expuesta su piel blanca.Cuando el hombre trataba de besarlo, Misaki ladeaba su carita. Esto enfureció al hombre, quien le mordió en el pecho. El niño grito por aquel acto. Pero eso no fue todo: el hombre lo levanto del suelo y arrastrándolo, lo empujo al abismo.

Nowaki quedo en shock. Vio en cámara lenta como el pequeño caía. Estiro su brazo como si tratara de cogerlo. Fue en vano.

No, no, no. ¡No! ¡Esto no estaba pasando!

-Vaya, no pensé que harías eso… ¡Que sádico!

-Ese niño me aburrió… no era nada sumiso y esas son las consecuencias.

-Bueno, ya terminamos con la pequeña basura, ahora sigue este mocoso.

Nowaki aún estaba en shock. Pero una corriente eléctrica recorrió su cuerpo. Una idea asesina surgió. Vio cómo se acercaban los dos hombres. Miro a un lado: la lanza seguía allí. En un impulso, se levantó y tomo el arma. Sin decir algo ataco Jeal. Con precisión le cortó el pecho y el cuello. La sangre brotaba a grandes chorros. Se volteó y con una fuerza bruta, que desconocía que la tuviera, atravesó a Ryuzo.

La sangre se mezclaba con la tierra. Cayó de rodillas con la lanza en sus manos. Si tan solo hubiese actuado así antes…

Miro en el borde del abismo. Estaba oscuro. Sus lágrimas caían, calientes. Golpeo el suelo con impotencia y rabia. Recordó a los demás niños. Tenía que ir por ellos…

Allí estaban ellos, acurrucados. Los niños tapaban las bocas de los más pequeños para que no se escucharan sus llantos. Se abrazaban. A lo lejos ya no se escuchaban gritos. Los niños al ver a Nowaki con restos de sangre, se asustaron.

-Está bien, ya todo pasó… –Nowaki trato de calmarlos. –Shhh… Ahora en silencio nos tenemos que ir de aquí.

 

Aikawa no pudo evitar llorar por el relato de Nowaki. Se secó las lágrimas. No podía imaginar todo el dolor que tuvieron que pasar ellos por ese suceso. Misaki, por su parte, trataba de recordar y ordenar sus pensamientos.

-Yo solo recuerdo a los señores que me criaron. Ellos una vez me relataron que me encontraron en las aguas de un rio. Tuvieron que reanimarme porque ya no respiraba. Hablaban en otro idioma. En el corto tiempo que estuve con ellos, me enseñaron varias cosas. Pero al morir ellos, otra vez fue un constante peligro. Si no hubiera conocido a Akihiko-san, yo… yo no estaría aquí.

-Ya veo… entonces Shinobu tenía razón.

-¿Mmm?

-Él dijo que todos nosotros somos fuertes. No importara que, el siempre mantuvo la esperanza de encontrarte con vida.

-Vaya, me gustaría verlo. ¿Dónde está él ahora? –Misaki se veía emocionado, pero la mirada de Nowaki se oscureció en un instante.

-Él es un nigromante.

-¿Qué? ¿Un nigromante?

-No puede ser… –susurró Aikawa. –Nowaki-san, ¿Por qué no lo detuvo?

Misaki no entendía sobre nigromantes, pero dedujo que no se trataba de algo bueno.

-A decir verdad, yo no tenía derecho de detenerlo. Porque yo también fui un nigromante…

-¡¿Qué?!

-Nowaki-san, usted sabe lo hacen ellos, ¿no?

-Lo sé y me arrepiento. Al principio quería cobrar venganza y pensaba que estaba dispuesto a dejarlo todo por lograrlo. Tuve que presenciar aquellos actos repugnantesy no hacer nada.Pero luego me arrepentí. Sabía que todo eso no lograría revivir a los muertos. Aun si revivieran sus cuerpos, sus almas no volverían. Solo tenía que preocuparme por los que estaban vivos. Lo entendí… se lo dije a Shinobu pero el continuo terco con la idea de venganza.

-¿Y dónde están los demás? –pregunto bajito el castaño.

-Ellos están a salvo. Han logrado construir una nueva aldea. Por ahora viven tranquilos. Kaoruko es una excelente lideresa. Mientras que Mitsuko es una experta sacerdotisa. Los demás aldeanos que lograron sobrevivir se sienten seguros ahora.–sonrió el azabache. –Ellas son sorprendentes.

 

Akihiko salió de la oficina de Hiroki. No podía creer lo que su amigo le conto sobre Takahiro. Todo ese tiempo que estuvo con él, nunca se enteró de nada. Sin embargo, comprendía al fin su manera de actuar. Entendió porque cada vez que había luna llena desaparecía. O cuando Aikawa encontraba restos de plumas de alguna ave negra.

-Desea venganza… y ¿qué hace en las tierras de Edlgourd?

“Quizá siga recolectando información con ayuda de esa ninfa. Además es posible que ya no esté allí, ha pasado mucho tiempo. Lo más seguro es que ha cambiado de lugar.”

 

Encontró a los demás habitantes de la casa conversando como si fueran amigos de toda la vida. No le agrado ver que el chico azabache agarrara el pelo de su niño. Quería apartarlo de un manotazo pero tenía que guardar la compostura.

-¿Qué hacen?

-¡Ah! Akihiko-san, este es Nowaki. Él conoce parte de mi pasado.

-Vaya, eso es bueno, Misaki. –sonrió con elegancia. Y le acaricio esta vez su cabello.

-Mucho gusto, Akihiko-san. Hiro-san me conto mucho sobre usted. Gracias por cuidar de Misaki todo este tiempo. –hizo una reverencia. –Por ahora me retiro.

 

Hiroki acomodaba los libros y papeles. De seguro, Nowaki ya habría conocido a un heredero de la familia Usami. Quizá las cosas estarían revueltas cuando fuera a la sala. Mientras pensaba de qué manera calmaría a Nowaki, tocaron la puerta. Ni siquiera espero una respuesta para entrar. Nowaki entro a la oficina.

-Nowaki… así que ya lo has visto.

-Si. Ya lo conozco y no pensé encontrar con él, a alguien que pensé que nunca volvería a ver.

-¿Qué piensas hacer? ¿Le contaras todo sobre Akihiko y su familia?

-Él cuido a uno de mis seres queridos, no podría estar más agradecido con él. No creo que Misaki sea capaz de odiarlo por los hechos del pasado. Pero por el momento no le diré nada. Ya veré el momento adecuado para decírselo. La venganza no traerá a la vida a los muertos, eso lo sabemos. –esto último parecía una frase más para sí mismo.

-Mmm… suena muy conmovedor. ¿No lo dices para convencerte?

-¿Por quién me tomas, Hiro-san? Por supuesto que lo digo enserio. Además solo quiero vivir para estar a tu lado.

-¡…! –Hiroki no pudo evitar sonrojarse. Nowaki sonrió y le beso con vehemencia.

 

Esa noche, Misaki se aferró con fuerza a Akihiko. Necesitaba consuelo por su pasado del que no podía recordar con claridad. El mayor correspondió a su necesidad. Le beso en la frente y luego tiernamente en su boca. Lo abrazo con dulzura y posesión, serenando al muchacho. No se dijeron nada. Permanecieron en silencio, escuchándose solo las respiraciones de ambos. Cada uno tenía sus propios problemas y dolores pero aún no tenían la suficiente confianza como para contárselo el uno al otro.

Notas finales:

Aprovecho este lugar para dar ánimos a nuestros hermanos chilenos. Sabemos que no lo están pasando bien por el momento, pero estamos seguros de que saldrán adelante como lo hicieron anteriormente en el 2010.

No se olviden de escribir reviews. Espero que alguien escriba. Aunque no los culpo si no lo hacen. Adiós. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).