-Hazte hombre de una jodida vez -me gruñó Kyungsoo mientras tomaba un bolso que parecía contener ropa.
-Pero, ¿por qué? Hoy no tengo el valor de ir y decirlo -le dije. Realmente se lo había querido decir hace mucho pero no podía.
-¡Rayos! Tan solo ve y dile si quiere tocar tus manos. Chanyeol las ama -dijo pausando mientras entraba Jongin. –Luego vas, le dices y punto final a tu humor -me dijo ya harto.
-Pero… -balbuceé un poco sonrojado.
-Baekhyun-hyung todos nos vamos a ir y volveremos mañana por ustedes -dijo Kai riéndose mientras tomaba el bolso de Kyungsoo y se lo colgaba él. –Aparte, tus manos de verdad son un vicio para Chanyeol -dijo haciéndome sonrojar aún más.
Kyungsoo junto a Jongin salieron del departamento, sonrientes con sus manos entrelazadas, luego se fue Kris, Lay y Tao mientras iban peleando por alguna cosa, seguramente inútil como es de costumbre.
No se demoró mucho y Suho iba saliendo al lado de Xiumin y Chen los cuales me vieron y comenzaron a molestar.
-Quiero la casa limpia de cualquier cosa extraña cuando vuelva -dijo Suho riéndose.
-Háganlo en la cama tuya o la de él. Pobre de ustedes si se meten en mi habitación -dijo Xiumin serio pero con una clara señal de que sólo lo hacía para molestar, pero el punto era que lo estaba consiguiendo.
-Yo te diré -dijo Chen mientras me tomaba del hombro. –Espero que aproveches de atardecer hasta amanecer -dijo mientras levantaba sus cejas sugestivamente.
-Ya, cállense –les regañé poniéndome rojo como un tomate.
Luego de que se fueran el trio de pesados, además de la parejita de Sehun y Luhan que tan sólo se fueron luego de decirme un sugerente “En la mesita de noche hay si necesitas”. Entendí claramente de que hablaba Sehun. Me preguntaba por qué se empecinaron en hacer este plan que jamás quise que fuera.
Un par de meses antes, Kyungsoo y Jongin me habían interrogado de una forma que no pude negarme a responder. Directamente me preguntaron: “¿Te gusta el estúpido de Chanyeol?”. Iba a negarme, pero Kyungsoo ya estaba sonriendo y diciéndole a Jongin que lo sabía y que sus suposiciones estaban en lo correcto.
Desde ese entonces Kyungsoo se empeñó en que me ayudaría a confesarme a como diera lugar, lo que me alegraba, pero de alguna forma también me aterraba saber cuál eran sus planes para ayudarme. Y comencé a sentir más terror desde aquel día hace unas semanas atrás.
-Baekkie, dame un masaje -me pidió Chanyeol acostándose en mi cama y yo con mi rostro acalorado asentí y comencé a masajear su espalda. Su espalda es grande y ancha, lo que me encanta. Tan sexy. Mis pensamientos pasaban a mil por hora hasta que vi como Kyungsoo me veía desde el umbral de la puerta riéndose y haciéndome sonrojar.
Luego aquel mismo día, Chanyeol llego al salón y tomó mi mano.
-Hazme cariño en el cabello –pidió de nuevo, y sin poder negarme lo hice… y aunque hubiera podido disfrutarlo el maldito enano de Kyungsoo seguía apareciéndose haciéndome sentir, por lo menos, extraño.
Seguimos así quizás un tiempo, Chanyeol siempre pedía que tocara, acariciara o masajeara alguna parte de su cuerpo, y rayos ahora que lo pienso eso se escucha realmente sucio.
-Chanyeol ama tus manos. -Ese día Kyungsoo llegó y lo soltó como si nada, y luego, sin explicaciones, se fue de mi habitación riéndose. ¿En serio, qué pasa con él?
Con el paso de los días comencé a darme cuenta que el resto del grupo me comenzaba a mirar de una forma muy comprometedora cuando me encontraba al lado de Chanyeol y de inmediato mi mente pensó en Kyungsoo o en Jongin. Ese par le había contado a todos lo que sentía. ¿Cómo se atrevieron?
Pero hoy en la mañana cuando Kyungsoo se acercó y me dijo relajadamente:
-Nos vamos a ir todos, quédate con Chanyeol y dale un beso rápido -quedé completamente noqueado, no sabía qué decir ya que no podría decir: “Kyungsoo eres un pervertido y para ti es fácil” por qué le costó bastante también a él hacerlo con Jongin, por lo que él me contó, aunque lo de ellos fue más bien discreto, lo supimos solamente cuando se dignaron a contarnos que eran novios.
La situación me estaba estresando ya, el departamento se encontraba en silencio Chanyeol estaba acostado escuchando música y durmiendo, al parecer, desde antes que se fueran todos. ¿Qué iba a decirle cuando despertara? ¿Todos se fueron porque quieren que nos hagamos pareja? Claro que no, ni loco le diría que tan solo se fueron sin decir nada, si eso es lo mejor que puedo hacer en este momento.
*
Alrededor de una hora acostado en el sofá mirando sin prestar atención a lo que supuestamente debía, escuche unos pasos y mi corazón se paró en un segundo, mi rostro se acaloró con tan solo pensar quien era el que creaba ese sonido que rebotaba en el pasillo silencioso.
-Ngh… -gimoteó suave Chanyeol desde atrás del sofá. –Bakkie, hazme cariño en el cuello -dijo mientras se acostaba a mi lado en el sofá.
Mi corazón comenzó a latir de nuevo a mil por hora, esta vez como si se hubiera descompuesto.
-Salte -le dije empujándolo un poco. –Estamos apretados –me quejé, incómodo por su cercanía.
-¡Ya! ¿Por qué eres tan malo? Abrázame y acaríciame el cuello -me dijo sonriente con los ojos entrecerrados. Me quedé quieto, mi corazón estaba vuelto loco en ese momento. -¡Hey, ya! Hazme cariño -me dijo acercándome más a mí ya que no reaccione.
Estaba pegado a su torso, su barbilla se apoyó en mi cabeza y pasó una de sus manos sobre mis caderas.
-Chan…- dije en voz baja
-Mmm…- me respondió con un sonido sencillo
-¿Por qué debo ser yo quien… bueno, quien te acaricia? -pregunté mientras se me acaloraba el rostro y mi respiración se detuvo.
Los segundos pasaron y no hubo respuesta. Mi corazón estaba rompiéndose de a poco.
¿Tal vez no le gusto? En realidad tal vez piensa que mis manos son como las de una chica por eso le gustan o no lo sé pero, ¿por qué no decía nada? Levanté mi rostro de su torso para poder mirarlo y allí estaba mirándome fijamente.
-Baekkie -me dijo mientras se alejaba un poco. -¿Quieres que yo te acaricie? -me dijo con voz suave sonriente, como puede estar sonriendo cuando dice cosas que se pueden pensar tan mal como lo que acaba de decir
-Yo… no dije eso -dije apoyándome en su pecho para que no me mirara
-¿Sabes por qué amo tus caricias? –me preguntó mientras me abrazaba y una de sus manos tomó una de las mías haciéndome sobresaltar para verlo. Nuestros ojos se encontraron.
-¿Por qué? –devolví la pregunta mientras inconscientemente miraba sus labios que formaban una leve sonrisa coqueta.
-Es porque amo que tú me toques -me dijo bajando su rostro para acercarse más al mío. –Amo tus manos suaves -me dijo acercándose hasta que comenzó a rozar mi cuello con su nariz. Su respiración chocaba caliente contra mi frio cuello causándome corrientes eléctricas por mi cuerpo.
Su nariz subió hasta mi oído.
-Pero… quiero que me toques de una forma más apasionante -susurró dejando un beso y luego mordió mi lóbulo.
-Ngh -salió de mi boca un leve gemido. Sus labios bajaron rozando por mi cuello hasta mis labios, rozándolos para luego decir:
-Aunque sería mejor que tocaras otras cosas, con esas manitos tan lindas- me dijo mientras tomaba mi mano y la llevaba a su ingle sin tocar su miembro. –No te vayas a enojar luego -me dijo en una anticipación al beso que siguió.
Sus labios se movían desesperadamente sobre los míos, succionando y mordiendo mientras su cuerpo se comenzaba a ubicar sobre mí. Este estudio me tenía completamente alucinando. Sus manos subieron a mi cuello y lo acariciaron, bajando hasta llegar a mis clavículas descubiertas por la camisa a la que anteriormente le había dejado desabotonados los primeros botones.
Sus manos era casi expertas y sus labios no me daban descanso alguno, esto era completamente genial.
El calor comenzaba a subir lentamente, mi oxigeno se terminó y al parecer el de Chan también. Nos separamos y comenzó rápidamente a desabotonar mi camisa, para luego sacármela de un solo tirón.
-Oh, sí -dijo con un rostro lleno de lujuria acercando su rostro hasta mi estómago el cual lamió.
-Ngh -dejé salir otro gemido leve, casi inaudible. Su boca subió, lenta y segura, dejando marcas con sus dientes y labios hasta llegar hasta mis tetillas, presionándolas sin miramiento alguno con su boca. –Ah… Chan -gemí más fuerte, mi mente ya estaba nublada.
-Así quería que me tocaras -dijo Chanyeol una vez dejo mis tetillas rojas y levantadas. Me sonrojé ante su comentario. Antes de poder decir algo me encontraba viendo cómo bajaba mis pantalones, sacando lo demás de mi ropa y dejando todo en el suelo. Acabando con mi vestimenta, se sacó su playera negra, dejándome ver ese cuerpo que siempre veía con deseo, oculto, cada vez que salía de las duchas.
Levantó una de mis piernas y la coloco sobre su hombro.
-Chan… yo -quería reclamarle porque estaba completamente avergonzado.
-No hables –me ordenó mientras comenzaba a besar el interior de mi muslo y comenzaba a subir quedando peligrosamente cerca de mi ingle, se separó subiendo la otra pierna y haciéndome lo mismo. Maldita sea, ya estaba completamente excitado, pensaba con el poco raciocinio que me quedaba que si pensaba hacer algo más que caricias debería hacerlo en ese exacto momento.
Llegó hasta mi ingle nuevamente, y esa vez no solo fueron besos los que dejó. Succionaba, mordía y lamía mientras me miraba.
-Ah… Chan yo… -Estaba llegando a mi limite, mi mente ya se había desconectado y mis manos se encontraban inconscientemente aferradas a su cabello.
Sus labios me comieron mi boca nuevamente introduciendo esta vez su lengua, la que fácilmente dominó dentro de mi cavidad. Me encontraba tan lleno de lujuria en ese momento que nuestro beso era húmedo, saliva corría por mis comisuras.
-Bakkie porque eres tan sexy -siseó separándose.
-Chan… no digas… eso -dije mientras desviaba mi vista. Sus labios se acercaron a mi oído.
-Tu mano debe de tocar lo que siempre he querido -me dijo con esa voz ronca que lo caracteriza, pero esta vez era rasposa, llena de deseo. Levanté la vista y vi cómo tomaba mi mano y la colocaba en el gran bulto que tenía entre sus piernas.
Me sonrojé aún más pero aun así me gire con ayuda de Chanyeol quedando yo arriba, pasé mis manos por su torso desnudo, delineando sus clavículas, tetillas y ombligo.
-Mierda Baek, con tan solo tu tacto podría correrme -dijo con una voz cada vez más gruesa y excitante.
Bajé mis manos hasta el elástico del pantalón gris y holgado, pensaba bajarlo pero mi mente comenzó a funcionar de una forma pervertida, acerque mi rostro hasta aquel bulto y con la punta de mi nariz me acerque para acariciarlo y luego lamerlo suavemente una vez.
-Mierda Baek -dijo un desesperado Chanyeol, no quise hacerle sufrir más y yo tampoco podría aguantar mucho más. Con mis manos baje su pantalón en conjunto a su ropa interior.
Acerqué lentamente una de mis manos y la coloqué aprisionando su miembro.
-Baek deja de ser-ah… tan lento -me dijo suplicante.
Decidí oírlo. Yo tampoco podría aguantar más.
Metí lentamente su punta gruesa en mi boca dejando salir pequeños gemidos, lamí, succioné y soplé una vez que lo saqué.
-Baek, eres jodidamente perfecto -me dijo mientras sin darme cuenta una de sus manos iba sacando mi ropa interior.
-Impaciente -le dije para sacármelo yo y poder seguir en mi labor.
Un par de gemidos y las manos de Chanyeol ya me apartaban para dejarme de nuevo debajo de él, mientras se apoyaba contra mi cuerpo y se restregaba descaradamente haciendo una fricción deliciosa entre nuestros miembros.
-Ah… Channie -dije mientras pasaba mis manos por su cuello. –Estoy… ah… impaciente -solté entre gemidos y suspiros de placer.
Sus largos dedos de acercaron a mi boca y de inmediato los acerqué aún más lamiéndolos, estaba impaciente quería liberarme luego de esta cárcel de placer.
Los dedos ya lubricados con saliva se acercaron a mi entrada tanteando, cuando estaba a punto de entrar acercó su erecto miembro y lo rozó contra mi entrada. Dios, este hombre me volvería loco. Luego de un poco más metió uno de sus dedos, fue un poco molesto pero nada terrible, el segundo era molesto y un poco doloroso pero el tercero fue el peor.
-Channie… duele -dije enterrando mis uñas en su espalda mientras lágrimas salía de mis ojos.
-Relájate -me dijo besándome el cuello y los labios. –Si no lo hago dolerá más -Tenía razón pero de verdad dolía un montón.
Luego de unos minutos me sentía preparado y Chanyeol se dio cuenta, sacó sus dedos y coló su miembro en la entrada, comenzando a entrar de a poco.
-Ngh… Bakkie, eres demasiado… ah -me decía entre gemidos.
Una vez dentro comenzó a moverse de a poco, lento y preciso, sus labios me susurraban cosas sucias a los oídos. “No sabes cuánto soñé con este día” o “Quiero que grites mi nombre”, y eso sin duda lo estaba haciendo de a poco.
-Chan… - gemí cuando sentí que sus estocadas se volvían fuera de control.
-Gime mi nombre -me dijo en un gruñido ronco, mientras aceleraba el compás saliendo por completo de mí y entrando para encontrarse con mi próstata.
-Chanyeol~ -gemí fuerte una y otra vez mientras arañaba la espalda del alto.
Sentía como el final se encontraba cerca, sin haberme ni siquiera masturbado, un par de estocadas más y Chanyeol gruñó.
-Baekhyun -lo dijo con una voz oh-rayos-tan-profunda que fue lo único que necesité para poder correrme en ese momento junto a Chanyeol.
Dejó caer su peso sobre mí y luego antes de salir me dejó sobre de él, para entonces salir.
-Qué bueno que todos salieron -dijo sonriente
-Sí, no sé dónde fueron… -dije mientras dejaba descansar mi rostro en su pecho acelerado aún.
-Seguramente están enojados por tener que irse para que esto pudiera pasar -comenzó a reir… en tanto yo comencé a preguntarme como es que lo sabía. –Oh, Baek, Kyungsoo fue corriendo a contarme que yo te gustaba hace meses -me contó haciéndome sonrojar. Maldito –Pero me lo dijo porque yo le había dicho tiempo atrás que también me gustabas -prosiguió mientras me abrazaba y tomaba la manta que siempre se encontraba en el respaldo del sofá para taparnos.
-Yo… yo no sabía eso -aclaré y besó mi frente.
-Te amo Baek -me dijo para sonreírme como siempre.
*
-¡Ah, cochinos! -Escuché la voz de Lay mientras corría. Rayos, nos habíamos quedado dormidos en el salón.
Decidí que lo mejor era no darle la mirada a ninguno.
-Lay, espera -le gritó Kris, mientras que al parecer salió detrás de él.
-¿Por qué le tomas atención? -Oí la voz de Tao, al parecer molesto.
-Par de indecentes –nos acusó Xiumin.
-Por lo menos la pasaron bien -dijo burlón Chen.
-Cállate -le dijo Xiumin.
-Ves Jongin, era obvio -espetó Kyungsoo. –Ya, vamos a la habitación, yo igual quiero -dijo mientras me pude imaginar el sonrojo del menor
-Ustedes me van a desinfectar ese sofá, ¿entendieron? –nos advirtió Suho. -Y ustedes dos, ¡no quiero dormir nunca más con ustedes! -le dijo con tono de asco y levanté la vista para encontrarme con Luhan y Sehun riéndose.