SungGyu
Era ese día del mes en el que SungGyu se odiaba aún más, se había quedado sin comida, era el tiempo en que el ordenaria por internet al supermercado más cercano, pero la suerte no estaba de su lado, cuando encendió el televisor para distraer el gruñido de su estomago las noticias avisaban que se encontraban suspendidas cualquier clase de entregas a domicilio y mensajeria debido a el gran grosor de la nieve en los caminos, aunque bajaba el perfil de la nevada anunciando que aún los supermercados y tiendas 24 horas seguían funcionando con normalidad para el público más audaz que necesitase salir a buscar sus alimentos y suplementos básicos, y SungGyu realmente no quería pertenecer a ese grupo de gente, pero no quería morir de hambre, SungGyu no quería morir aún.
Después de quince minutos de decidir que ocupar y que sería lo suficientemente bueno para mantener su cuerpo frágil caliente, tomó su bufanda roja que había hecho en el taller hace 3 años en la facultad, le inspiraba fragancias de mejores tiempos y de algún modo el color lo hacía pensar que todo pudo ser mejor y el pequeño cuadro blanco cocido en esta le recordaba a los buenos momentos que esa clase habia traido.
Encerrarse en su departamento después del accidente hizo a Gyu una persona con ataques de panico cuando se encontraba rodeado de mucha gente, y el contacto fisico era un total no para él y gente que no conocía, por lo que la nevazon ayudaba un poco a su calma ya que no habia mucha gente en las calles, sin muchos conflictos SungGyu se encontró a si mismo dentro de la tienda en menos de lo que pensó posible. No pudo evitar, aun con la cabeza mirando al suelo para evitar contacto con la gente dentro de la tienda, que una pequeña sonrisa de logro invadiera su rostro. Rapidamente cogió vegetales y ramen instantaneo junto con las cosas que necesitaba más urgente, calculando que la nevazon ya no causaría problemas para la siguiente semana llevo lo que creypo necesario para sobrevivir a la semana sin delivery.
Resultó que todo "lo necesario" para una semana eran tres bolsas gigantes de papel que incluso tapaban la visión de Gyu mientras se devolvia a su departamento, comenzó a correr un viento que arrastraba a la nieve hacia SungGyu golpeando su cuerpo, fue un viento tan repentino que cuando su bufanda, que él pensó había atado lo suficientemente bien a su cuello, tomó gran impulso fuera de su cuerpo haciendolo sentir un gran vacío, y sin más su bufanda había sido completamente arrastrada por el viento, de pronto toda la alegría que había significado el ir a la tienda se convirtió en tristeza para el chico mudo de pelo castaño claro, el viento se habia llevado un gran recuerdo de días felices, días que SungGyu quisiera poder revivir una y otra vez, pero con esos recuerdos también vienen os de aquel accidente, y Gyu no pudo evitar sentir su pecho apretarse y su garganta formar un nudo gigante, apresuro el paso a su departamento, sentia como el ataque de panico se apoderaba de él por cada segundo que pasa en el elevador que lo llevaria a su piso, la cabeza la sentia explotar en cualquier momento, las lagrimas bloqueaban un poco su vision, dejo rapidamente la bolsas de las compras en el suelo buscando desesperadamente por las llaves en su bolsillo cuando por fin habia alcanzado la puerta de su habitacion, con manos temblorosas empujo todo adentro y con pasos pesados y mirando hacia todos lados sintiendo como las paredes poco a poco comenzaban a acercarse cada vez mas como si el espacio de su habitación se redujera a cada segundo SungGyu cayó directamente a su cama , tapando su cuerpo completo como si así lograse tapar todos los malditos recuerdos que acosaban salir cada vez que algo salía mal.
Solo deseaba una cosa poder estar rodeado de esa bufanda y el olor y calmante que traia esta para él.