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Placer Carnal por ByouBunJikan

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Notas del fanfic:

Pues ésto es de la serie 100 Maneras de Amarte

Espero que les guste como a mi n.n

gracias!

Notas del capitulo:

Kaito es Alex= Kaito Alexey Hinamori Sunstone

Ese día, Alex estaba despertando de un agradable descanso en la biblioteca de la escuela, éste dejó de serlo cuando su reloj marcaba la hora exacta para presentar su examen de cálculo diferencial. 
 
Salió como rayo de la biblioteca con libros y mochila colgando de sí, llegó a su salón y gracias a su suerte el profesor aún no llegaba, se iba y buscaba un lugar cerca de la salida, se acomodaba en su lugar y guardaba todos sus libros en la mochila, trataba de relajarse y no olvidar todo lo que había estudiado hace apenas unas horas.
 
-Alex, ¿hiciste el reporte de práctica?-
 
-¿Era para hoy?- Preguntó muy asustado
 
-Sí- ese grupo de chicos se acercó y comenzó a ayudarlo a hacerlo de manera manual
 
El profesor cruzaba la puerta y con su bastón golpeaba el escritorio -Muy bien bola de mocosos, siéntense y dejen sobre la mesa borrados y lápiz-
 
Alex estaba haciendo lo pedido por el profesor y vio repentinamente a su lado, un lindo chico que no alcanzaba su lápiz, él lo tomó y se lo entregó
 
-Gracias Alex- dijo sonriente
 
Para Alex ese chico no era nadie nuevo, de hecho
 
-No te preocupes Yun- era alguien muy apegado a él
 
Después de terminar el examen, Alex salió del salón y empezó a hacer el reporte de investigación, cuando por fin terminó respiró hondo -Detesto los fines de cursos, siempre dejan trabajos a última hora y los termino por olvidar- pensaba mientras guardaba todo en la mochila. 
 
El timbre sonó y se dirigió al laboratorio de química, entregó su reporte de investigación y respiró hondo nuevamente 
 
-Bien hecho joven Sunstone, puede retirarse-
 
-Gracias profesora, felices vacaciones de invierno-
 
Después de eso recibió una llamada de Yun
 
-¿Alex? ¿Sigues en la escuela? ¿Podrías esperarme en la entrada? No quiero irme solo-
 
-Claro, no te preocupes, nos vemos ahí- 
 
Fue camino a la entrada y se sentó en la banca que estaba fuera de la escuela, esperaría ahí hasta que Yun saliera por ese portón negro
 
-¡Waaa! ¡Perdón por tardar tanto!- dijo mientras se acercaba algo agitado y jadeaba por haber corrido
 
-No te preocupes tanto- se levantó y se arregló los lentes, colgándose la mochila en un hombro -Vamos, ya es algo tarde y tienes que llegar a casa antes de que anochezca-
 
-Siempre cuidándome- dijo Yun
 
-Es lo menos que puedo hacer por la persona que amo- pensó mientras su amigo se aferraba a su brazo y sonreía -No sé cómo es que puedes tratarme con tanto cariño si solo solos amigos-
 
-Eres el mejor amigo que nunca antes he tenido- dijo sin dejar de tomarlo por el brazo.
 
Lo cierto en estos dos muchachos, es que se conocen desde que tienen 10 años, y ahora tenían 18, estaban terminando el bachillerato y posiblemente no se volverían a ver tan seguido como lo hacían normalmente
 
-No quiero que termine la preparatoria- pensaron los os sin alejarse el uno del otro
 
Otra cosa que también era muy cierta es que Kaito se había enamorado de Yun desde que tenían doce años, y Yun estaba dándose cuenta de que estaba enamorado de él desde hace ya un par de meses. Pero ninguno se animaba a declararse, y eso los estaba poniendo un tanto desesperados.
 
-Hoy un chico se me declaró- dijo Yun mientras caminaba con Alex a tomar el metro, afortunadamente había asientos libres
 
-¿Y qué tal? ¿Era el chico que te gusta?- dijo mientras se sentaba, sentía celos con solo escuchar eso
 
-No- sonrió divertido al ver la reacción de su amado secreto -Le dije que no le correspondía-
 
Pasaron todo el camino platicando, diciendo que Alex por ser tan atractivo atraía a todas las chicas del plantel, que por estar en varios clubes lo conocían en todos lados y que por eso era tan popular. Mientras que Alex decía que Yun era también muy conocido por ser dulce y buena persona con los demás que le rodeaban. Al bajar del tren, Yun no se separaba ni un segundo de Alex, hasta que llegaron a casa de éste
 
-Bueno, tu llegas hasta aquí- dijo mientras le despeinaba el castaño cabello -Nos vemos mañana-
 
-Espera Alex, quiero ver si hay alguien en casa primero- el castaño de ojos miel entró a la casa y vio una nota en el refrigerador
 
''Iré a dormir a casa de Sasaki, mejor vete con Alex, no quiero que incendies nada''
 
-Moo, no tenías que decir lo último nee-chan- pensó mientras iba a su habitación y tomaba su pijama más ligera y unos libros de texto de matemáticas y literatura -Nee Alex, ¿puedo quedarme a dormir en tu casa?-
 
-¿Hmm? ¿No hay nadie en casa?-
 
-No, y mi hermana dijo que lo mejor sería irme a dormir a tu casa- dijo mientras cerraba la puerta y lo veía
 
-Bueno de paso te ayudaré con tu examen de mañana de matemáticas-
 
Después de haber caminado solo unas cuadras más, llegaron a casa de Alex, era amplia y tenía mucha vida por fuera, y un poco por dentro, ya que solo se usaban la cocina, el baño común, una habitación, la sala y nada más
 
-Ya llegamos- dijo al abrirle la puerta para que pudiera pasar
 
Ambos dejaron sus cosas en cama de Alex y se dirigieron a la cocina, lugar donde el dueño de a casa sacó lo necesario para preparar pasta en salsa roja y ensalada verde. Al terminar de comer se pusieron a jugar videojuegos por un rato antes de ponerse a estudiar.
 
-Nee Alex... ¿a ti te gusta alguien?-
 
Eso había distraído a Alex del juego y había perdido la partida -Si... pero creo que no tengo oportunidad con esa persona, porque esa persona ya está enamorada de alguien más-
 
-Heee, quién diría que tuvieras la misma situación que yo- le sonrió y siguieron jugando
 
Cuando fue la hora de estudiar fueron a la habitación de Alex y se acostaron en la cama, Yun empezó por preguntar sus dudas más grandes y Alex le ayudó, tanto en matemáticas como en literatura, había ya pasado muchas horas de estudio eran casi las diez de la noche y ellos seguían estudiando, bueno, solo Alex
 
-Entonces para terminar la frase debo colocar un deje de dramatis...mo...- miró a su amado castaño dormido entre los libros
 
-Zzzz...-
 
-Eres increíble Yun- quitó todos los libros de la cama y luego despertó al chico -Yun... Yun- su dulce voz, que aunque Yun no lo percatara con calidez escuchaba -Yun... ya es hora de dormir, pero debes colocarte la pijama-
 
El castaño despertó de su sueño y asintió -Haaai- se levantó y buscó en su mochila su pijama, un short blanco que apenas cubría sus glúteos y solo eso, cuando éste estuvo listo se metió a la cama y se durmió, como si hubiera olvidado que estaba en casa de Alex
 
El pelinegro por su parte, buscó su pantalón de dormir y una camisa. Empezó por apagar las luces, después de tener todo listo y en orden, fue a acostarse.
 
No habían pasado cinco segundos después de que Alex se había acostado para que Yun se le acurrucara, él por su parte le dio pie a que la posición fuese más cómoda: Yun terminó por estar encima de él, y éste por abrazar su cintura tan pronunciada y desnuda
 
Al amanecer, Yun despertó y lo primero que vio fue... el admirable y bien formado abdomen de su amado secreto. Esa piel bronceada y tan bien esculpida por el deporte lo habían hecho ver más atractivo de lo que ya era cada que despertaba y veía su cara, siempre plácido por dormir cada minuto que pudiera
 
-¿Quién te manda a ser tan guapo Alex?- pensó mientras tocaba su abdomen sin descaro alguno -Un día serás mío- se había puesto esa meta, pero no tenía consciencia de cuándo podría ser ese día
Al despertar, Alex sentía ese peso encima suyo, le hizo sonreír enormemente dentro de su cabeza 
-Si me viera sonreír pensaría que sueño con alguna chica- pensaba para luego sostenerlo de la cintura, abrazarlo fuerte y ponerlo contra el colchón
 
-¿Pero qué ra...?- pensó mientras se sujetaba fuerte de él y luego lo veía, ya había despertado
 
Lo puso contra el colchón y besó su mejilla 
-Buenos días Yun- se levantó del colchón y fue a darse una ducha
 
Era una acción muy común en  Alex cuando despertaba, y a Yun no se le hacía raro, pero nunca lo había presenciado teniendo ese tipo de pensamientos en su cabeza
 
-Quizás es porque ésta es la primera noche que duermo sabiendo que me gusta- pensó mientras se levantaba y se estiraba tranquilamente
 
Era muy común para ellos despertar en la misma habitación. Yun se levantó de la cama y fue a la cocina a ver qué podía desayunar: cereal no era tan mala idea, así que preparó dos
 
-uno con más cereal que leche y el otro primero leche y luego cereal- pensaba tranquilamente mientras servía leche en el segundo plato
 
-¿Qué desayunaremos hoy?- preguntó Alex, apareciendo con una toalla sosteniéndose de su cintura, colocando una de sus manos en la cintura del castaño, cosa muy común, el trato físico era muy estrecho y muy a menudo se abrazaban como Alex lo hacía ahora
 
-Ce-cereal- dijo muy sorprendido
 
¿Cómo nunca antes se había dado cuenta de tan cercanos gestos físicos entre ellos?
 
-El mío fue más cereal que leche verdad- su mano seguía ahí y su cabeza se apoyaba en el hombro derecho del castaño
 
-Sí, es este- le dijo señalando el plato
 
-Gracias- dijo para tomar el plato e irse al comedor dejando a un Yun sin dejar de suspirar
 
-¿Cómo es que nunca antes lo noté? Eres tan afectivo conmigo y yo lo veía como algo normal... Ahora no puedo parar de ponerme nervioso al sentirte tan cerca de mí- pensaba mientras guardaba todo, sacando fresas del refrigerador y se dirigía al comedor, lugar donde estaba el ojiverde ansioso por tomar fresas
 
-¡Dame!- dijo tomando el recipiente con fresas y comiendo de ellas de manera un tanto provocativa: ya que escogía una y primero la lamía, luego la mordía con suma lentitud y después la deleitaba en toda su boca para después tragarla
 
-Es increíble lo sexy que te ves con solo comer fresas- pensaba Yun, tratando de concentrarse en su cereal, cosa un tanto complicada al tener a Alex semi-desnudo a su lado, comiendo fresas de manera extraña
 
-Iré a darme una ducha y nos vamos- dijo Yun, levantándose camino a darse una ducha -Necesito refrescar mi mente- pensó mientras estaba en el chorro de agua
 
Alex por su parte se comenzó a vestir, para cuando Yun salió del baño ya vestido, Alex estaba colocándose la colonia y luego colgarse la corbata floja
 
-Déjame arreglar eso, te ves terrible cuando la traes desarreglada- le dijo Yun, acicalando al moreno -Aunque aumenta tu sensualidad el estar desarreglado pero pulcro- pensó fugazmente
 
Al estar ya listos, tomaron sus cosas y se fueron directo a la escuela. Al llegar ahí, se despidieron
 
Yun sonriendo, Alex alborotándole el cabello y sonriendo, al darse la vuelta muchas chicas se le acercaban, pero él las saludaba y seguía su camino, sonreía de lado, y trataba de no ser muy afectivo
 
-Al menos no es igual con todos... eso me hace sentir especial- pensaba, caminando a su salón
 
Al terminar el primer periodo, llegó la hora del descanso, Alex estaba en las canchas de baloncesto, Yun estaba en camino para allá y al estar sentado en las bancas, veía cómo el ojiverde jugaba con sus compañeros en aquel pequeño juego
 
-Siempre tan atlético y atractivo, las chicas de los lugares del otro lado de la cancha lo ven mucho...- pensaba mientras comía su sándwich -Él es mío chicas, MÍO- pensó dedicándoles una sonrisa pícara, esperando ansioso a que el juego tuviera un espacio para relajarse, ya que estaban entrenando para el siguiente juego
 
-Yun- dijo cierto chico saludando muy sonriente al castaño -¿Cuánto tiempo tienes ahí?- subió hasta estar a su  lado y robarle del agua que traía, devolviéndole la botella 
 
-Bueno, no llevo mucho tiempo, pero las chicas de allá en frente te han estado viendo mucho- dijo con un deje de inconformidad, cosa notable para Alex
 
-¿Celos?- sonrío divertido, al ver cómo su amigo se sonrojaba y dejaba en el aire su mano con el sándwich en ella, le tomó de la muñeca y mordió su sándwich haciéndolo reaccionar, volviendo a tomar la botella de agua
 
-¡Claro que no! Es solo que me molesta cómo te ven- dijo mientras volvía a morder su sándwich 
 
Al estar los dos ahí, las chicas observaban cómo Alex hacía sonrojar a Yun, haciéndolas sentir que tenían competencia
 
-Como pueden ver... Él es mío- pensó mientras tomaba una servilleta y limpiaba un poco del aderezo en la comisura de la boca de Alex -Come bien- le regañó
 
-Haaai...- volvieron al juego y Yun se quedó ahí sentado viéndole jugar, como hacían todos los martes.
 
-Feliz martes Yun- dijo Alex en compañía del castaño ya después de clases en camino a su trabajo
 
-Feliz martes Alex- sonrío, y es que eran felices porque Yun lo acompañaba al trabajo, y Alex trabaja -¿Hoy me enseñarás a usa una bola de boliche verdad Alex?- en un Boliche
 
-Claro que si- le sonreía y le acariciaba el cabello, parte de su mejilla y luego seguían su camino, dejando al castaño un tanto ido en sus caricias
 
-Siempre tan afectivo... me estoy desesperando- Pensó mientras seguían su camino
 
Todos los martes era día de boliche, Alex trabajaba y Yun se quedaba con él hasta que su turno acabara, ya que se iban a casa del castaño a dormir, debido a que el trabajo de Alex queda más cerca de casa de Yun que del ojiverde. Tantas veces se había quedado a dormir en su casa en martes que era más que un hábito ir a casa de de Yun los martes a dormir.
 
Al llegar al trabajo, Alex fue cambiarse, solo se quitó la camisa de la escuela y se colocó la del trabajo, una camiseta negra con un bordado del lugar de color verde, le quedaba muy bien. seguía con su pantalón negro de la escuela y se puso sus tenis de bolos, los usaba siempre en el trabajo porque habáa ocasiones en que llegaban personas nuevas y necesitaban ayuda para aprender, Yun era uno de ellos todo el tiempo.
 
-¿Tienes hambre?- preguntó mientras iba y dejaba su mochila a lado de la del castaño
 
-Un poco si, jejeje- rió un poco torpe, no quería interrumpirlo en el trabajo, pero en parte era para tratar de verse lindo para Alex
 
-Entonces iré por algo de comer, ¿lo de siempre?- preguntó mientras sacaba su cartera del bolsillo de su pantalón
 
-¡Ah! Yo quiero comprar lo que vaya a comer, no te preocupes, hoy tengo algo de dinero conmigo- se levantó y le seguía los pasas camino al mostrador donde podían conseguir algo de comer
 
-Cada que venimos, es lo mismo Yun- le sonrió y le acarició su cabello -¿Quieres pizza o queires tratar con otra cosa?- sonreía con calidez, con ganas de mirarle para siempre
 
-Ah, etto...- su mirada se fijó en él por un momento y luego se fue al menú que estaba en la pizarra -Creo... que quiero..- se le miraba indeciso
 
-Quieres pizza estilo italiano sin pimientos ni aderezo... eso es lo que quieres- susurró a su oído después de haber levantado la mano para que la chica les atendiera
 
-¡A-Alex!- dijo muy exaltado, sonrojándose a la mayor provocación que el tono de voz de Alex hacía resonar en su oído 
 
-¿Sí? ¿Qué van a pedir?-
 
-Lo de siempre Yuichi-chan- dijo mientras se divertía mirando aquel rubor, y también del regaño que su amigo/enamorado le estaba dando -Con una jarra de agua de limón por favor-
 
-Claro Alex, ¿en la mesa 8 verdad?-
 
-¡Mooo eres horrible Alex!- le decía el castaño, golpeando su pecho, sonrojado a lo máximo y tratando de molestarlo, cosa que sólo hacía reír un poco al ojiverde
 
-Si Yuichi, gracias- miró a Yun y sonrió picarón
 
-¿Qué vas hacer?- se quedó helado al ver la sonrisa, era que usaba cuando tenía un plan que seguro lo iba a apenar más
 
-Aquí vamos, como sé que seguirás apenado, lo haré mayor- pensó mientras se agachaba un poco y luego colocaba el delgado cuerpo de su amigo en uno de sus hombros -¡Mesa ocho Yuichi!- repitió después de dejar el dinero en el mostrador y llevarse a un enfadoso muchacho a la mesa ocho
 
-¡Alex, bájame, bájame!- decía sin parar -Esto es realmente vergonzoso- pensó de repente se detenía en su berrinche y se aferraba a él
 
Alex no tardó en notar el cambio y en llegar a la mesa -¿Estás bien Yun?- preguntó mientras lo tomaba de la cintura y estaba por bajarlo de sí
 
-Só-sólo déjame abrazarte un poco más...- sus brazos se aferraron a su cuello y su mejilla chocaba con la del ojiverde, aún volaba en el aire, sus pies no alcanzaban el suelo, así que se trepó cual Kohala a su Eucalipto
 
-Esta bien- abrazó con protección su cintura y sentía ese calor tan agradable, se sentía tan bien -El tiempo que necesites- susurró a su oído
 
Yun estaba tan tranquilo que quiso nunca separarse -Pero seré muy evidente, no quiero que piense eso, es muy posible que ya no me quiera hablar, no quiero eso- pensó para luego quitar sus piernas de la cintura del ojiverde -Ya estoy mejor, gracias- sonrió sin dejar de abrazarle, mirándole mucho más relajado, pero apenado por dentro al sentir esa tremenda cercanía
 
-De acuerdo- le sonrió amablemente y dejó que bajara de vuelta al suelo, le despeinó en cabello y en cuestión de nada había llegado la comida -Me gustaría saber el porqué su tan extraño carácter... se ve muy pensativo y me intriga mucho- pensó
 
Habían comido tranquilos y platicando sobre cualquier cosa, la pasaban muy bien, hasta que llegó la hora en que Alex empezaba a trabajar 
 
-Volveré más tarde, ¿vale?- decía mientras se levantaba después de haber comido una rebanada de pizza, dejándolo con salsa en la comisura -Andaré dando vueltas para que no te sientas solo, ¿de acuerdo?- estaba por comenzar a caminar al mostrador
 
-¡Espera Alex!- se levantó tomando una servilleta en la mano, haciendo que a menos de dos pasos el ojiverde se quedara quieto -Tienes salsa... en la comisura de tus labios- dijo mientras se ponía de puntitas, colocando la servilleta en su comisura y limpiaba
 
Alex le miraba fijamente, observando cada reacción, inclinándose -Dime que me incline y lo haré, pero no estés de puntitas, luego te caerás- pero cuando se iba inclinando el castaño ya estaba perdiendo el equilibrio, haciendo que el pelinegro lo tomara por la cintura, evitando que se cayera el suelo -Te lo dije- sonrió y besó su frente -gracias por lo de la salsa- dejó al castaño ahí parado y siguió su camino al trabajo -Eso fue... realmente raro...- pensó mientras iba hacia el mostrador y empezaba a atender a gente que iba llegando
 
-Eso fue tan... extraño... pero me gusta tenerlo cerca- pensó mientras regresaba a la mesa y empezaba a hacer su tarea
 
Habían pasado quizás dos horas cuando Alex se acercó a la mesa del castaño y se sentó -Estoy en mi descanso, ¿quieres jugar un poco? así podrás liberar un poco tu mente- le decía mientras le miraba fijamente a los ojos
 
-¿Eh? Ah bueno... es que yo sigo sin saber cómo jugar boliche- decía muy apenado
 
-Sabes que te puedo enseñar cuantas veces sea necesario Yun- sonrió y se levantó -Anda, te volveré a enseñar-
 
El castaño se levantó y fue con el pelinegro, caminó hacia donde debía ir la bola y esperó a que se acercara su amigo con la bola. Estuvieron ahí, estando tan cerca, respirando el mismo aire, hablando con suma intimidad y paciencia. Había un lapso de tremendo cariño mutuo que ambos disfrutaban, pero ninguno podía notar que sentía lo mismo
 
Cuando Yun lo intentó solo por primera vez, tuvo la fortuna de dar un chuza, bricó y celebró a lo grande, sonrió y corrió al pelinegro, éste sonreía y reía con él, cosa que casi nunca hacía. Yun fue y se le abalanzó a Alex, abrazándolo, sintiendo una tremenda felicidad, se miraron a los ojos por unos segundos y luego se soltaron, Alex le despeinó y tuvo que volver al trabajo, la faltaba solo una hroa y ya podían irse a casa de Yun para poder descansar.
 
Después de la espera, Yun fue ala mesa y arregló sus cosas -Hoy dormiré con él... me estoy poniendo muy nervioso- pensaba mientras sentía un rubor en las mejillas y trataba de relajarse
 
-¿Qué estás pensando?- dijo un pelinegro detrás suyo, asustándolo de manera que al darse vuelta el rubor seguía en su cara -¿Tienes fiebre?- tocó su frente debajo de sus cabellos, viendo cómo Yun seguía sonrojado -No tienes calentura... quizás es por el calor que hace aquí, vámonos, ya están por cerrar el lugar- dijo mientras tomaba su mochila y tomaba la mano del castaño
 
-Ah, s-sí, va-vamos- decía mientras le seguía los pasos sin soltarle la mano -Estoy poniéndome más nervioso conforme nos acercamos a mi casa- pensaba mientras lograba estar ya al lado del pelinegro
 
Al llegar, Yun abrió la puerta y se acercó al refrigerador, había una nota -Pídele a Alex que se quede a dormir contigo, me preocupa que dejes a casa sola-
 
-Ran-chan... eres terrible- pensó un tanto deprimido 
 
-¿Qué dice?- se acercó y vio la nota -Lo de siempre...- tras decir lo último el castaño le miró con desprecio -Hehehe, lo siento- le acarició la mejilla -Pero así es tu hermana- decía mientras abría el refrigerador y tomaba el galón de leche y luego sacaba de la vitrina dos vasos, vertía leche en ambos y se acercaba al castaño -Tengo algo de sueño ¿te molesta si vamos a dormir ya?- preguntó después de haber bebido la leche
 
-Claro, vamos a dormir yo también estoy algo cansado- dijo después de haber bebido de su leche y impiarse la cara, cosa que luego notó en Alex, quien tenía un bigote de leche -Siempre tan despistado y distraído- sonrió amablemente y con sus dedos limpió aquel bigote -Mucho mejor- dijo sonriente
 
-Gracias- ese ligero rubor se hizo notar y volteó a otro lado, tratando de evitar verse vulnerable
 
En ese momento, Yun notó aquella reacción, le había llamado la atención aquello, así que se propuso a hacer algo -Hoy voy a provocarlo... incluso si él no siente absolutamente nada por mi, lo voy a provocar- sonrió dentro de sí y luego le miró a los ojos -Vamos, me está dando mucho sueño-
 
Caminaron por el pasillo en dirección a su habitación y Yun entró después del chico, cerró la puerta y comenzó por acercarse a Alex y quitarle la corbata -Sé que no te la sabes poner ni quitar, así que lo haré por ti- dijo sin esperar respuesta
 
-Gracias Yun- dijo sonriéndole tranquilamente -Estoy... sintiendo algo... de intimidad más allá de la que siempre tenemos...- pensó mientras sentía los dedos de su amigo maniobrar para quitarle la corbata
 
-Listo, yo iré a ponerme mi pijama- fue a su cajón y se comenzó a desvestir dándole la espalda al pelinegro, quien en ese momento tragó saliva con dificultad
 
Yun vestía un short corto de color negro, una camiseta de tirantes azul cielo y se había quitado los calcetines, se veía muy bien ese esbelto cuerpo
 
-Pero no puedo doblegarme, sería muy incómodo para él, puesto que ya está enamorado de alguien... - pensaba al darse la vuelta y comenzar a desvestirse
 
Ahora era Yun quien se sonrojaba y veía cada movimiento del pelibegro, dejando ver su morena y tonificada piel, su espalda ancha con esas líneas que detonaban sus músculos y el pantalón que descendía por sus piernas dejándolo en ropa interior
 
-Se supone que yo era el que lo iba a provocar ¿Cómo es que puede verse tan sexy de manera tan despistada?- pensaba mientras acomodaba la cama
 
Kaito se dio la vuelta y  miraba al castaño -Me siento... muy extraño... tengo la rara idea de que hoy no podré dormir- pensaba al acercarse y acostarse en la cama.
 
Ambos se acostaron, pero Yun se levantó de nuevo para apagar la luz, pero al quedar en tremenda oscuridad no supo hacia qué lado de la cama ir -O quizás si...- pensó mientras tomaba un poco de conciencia y se iba del lado de Alex -Ah, lo-lo siento, creí que este era mi lado- rió muy torpe de regreso al otro lado de la cama
 
-No- le tomó de la mano y levantó las cobijas -E-está bien, acuésta aquí- se movió un poco y dejó espacio para que Yun se acostara, luego lo volvió a arropar y se dio la vuleta, no sabía por qué rayos había hecho eso
 
-Buenas noches Alex- dijo en un tono soñoliento
 
-Buenas... noches- trató de relajarse y en menos de lo contemplado se había quedado dormido, el castaño le siguió los pasos y al poco tiempo quedaron totalmente dormidos
 
Al amanecer, Yun dormía plácido, y Alex ni se diga, éste último abrazándolo por detrás, inhalando y exhalando profundamente, el castaño cómodo como siempre disfrutando del sopor que emanaba su pelinegro favorito
 
El primero en despertar fue Yun, era un poco extraño que fuer al primero, siempre era él a quien tenían que llevar a rastras a la escuela 
 
Se estiró un poco y sintió un peso en su abdomen, éstas eran las manos de Alex abrazándole con un deje de posesividad pero mucho cariño. Yun no tardó en sonrojarse
 
-¿Siempre pasa ésto cuando dormimos juntos? ¿Terminamos en una posición comprometedora e íntima cada noche?- pensaba al sentir su corazón a mil
 
-Mmmm- alcanzó a decir Alex, acomodando sus brazos mejor para que su cuerpo quedara de forma que el castaño se sintiera muchísimo más cómodo, dejando su  naríz a la altura de su cuello, haciéndole cosquillas al castaño cada que exhalaba
 
-Hehehehe, Alex no hagas eso- rió ligeramente al sentir el aire -Hahaha- reía ligeramente y tenía la idea de que Alex ya había despertado y por eso se había movido, pero al darse la vuelta para decirle que dejara de hacerle cosquillas, se encontró con que seguía muy dormido, y que de hecho se veía muy lindo
 
Alex estaba en ropa interior, y Yun vestía una provocativa ropa de pijama, pero Alex no podía apreciar aquello, ya que solo dormía, junto con ese dulce aroma cerca suyo, aroma que lo arruyaba y lo hacía sentir tranquilo a tal extremo que caer en un profundo descanso.
 
Yun veía cada centímetro de su rostro, tan sereno y relajado, con sus dedos tocaba cada parte: cejas, pómulos, sien, naríz, frente, mejillas, con delicadeza sentía sus pestañas y al final, pero no por eso menos importante, sus labios: carnosos y delineados, rosa pálido un poco fuerte
 
Se había sonrojado de sólo pensar cómo sería ser besado por esos labios, cerró los ojos tratando de relajarse y cuando lo hizo Alex abrió los ojos, observando aquel rubor, para luego escuchar esa dulce voz decir
 
-¿Cómo puedes ser tan lindo incluso sin hacer nada? Rayos Alex- Yun seguía aun sin mirarle, tocando los labios del Alex, éste por su parte se sorprendió y no dejaba de mirarle, pero por si la dudas volvió a cerrar los ojos, y luego a hacer que se despertaba
 
Yun notó que Alex estaba por despertar, así que quitó sus manos del pelinegro y se quedó como si estuviera dormido, al poco tiempo sintió cómo su amor secreto lo apegaba más a él y le susurraba al oído, haciendo que se sonrojara más
 
-Yun... Yun...- sus brazos agarraban su cintura con cariño y su voz resonaba en sus orejas
 
Se movió ligeramente, actuando estar apenas despertando -Mmmm... ¿qué sucede?- sus manos habían detenido el apego total entre ambos cuerpos, colocándose sobre su pecho; fornido y tonificado
 
-Es hora de levantarse- seguía hablándole al oído, y seguía muy apegado a él -Debemos ir a la escuela-
 
-Mmm... un ratito más- decía moviéndose ligeramente
 
-No Yun... hay que levantarnos ya- seguía susurrándole al oído
 
-Vale... pero no susurres a mi oído así- el rubor en sus mejillas no bajaba por nada, y hablando de bajar, allá en su entrepierna algo comenzaba a sentir incomodidad
 
Y es que uno de los puntos débiles de Yun era el oído...
 
-¿Por qué no?- dijo sin dejar de hablarle al oído con ese tono tan suave que solía utilizar por las mañanas con Yun
 
-A-Alex- se retorcía un poco, la cercanía lo tenía muy apenado ¿qué podría pasar? -Só-sólo no lo hagas- sus manos se movían con la intensión de hacerlo detenerse, parando en sus hombros, haciéndole creer justo lo que no quería: incitarlo a continuar
 
-Si no me dices la razón no me detendré- le decía sin dejar de sostenerlo por la cintura
 
(Nota: recuerden que Yun vestía ropa de pijama muy apegada a su cuerpo y que Alex solo trae boxers)
 
-A-Alex- susurró en un tono un tanto extraño, como si alguien lo doblegara
 
Intentaba safarce, se trataba de alejar para que Alex no notara que estaba excitándose, pero ese rubor no lo dejaba en paz, y su corazón no dejaba de latir a gran velocidad
 
-Dime y te dejaré de hablar al oído- sus brazos lo único que hacían era ponerse rígidos y cerrar más el abrazo, hasta cierto punto le gustaba tenerlo así -Es lo más cerca que te he tenido estando ambos conscientes de ello- pensó
 
-Alex yo- justo cuando estaba de nuevo por luchar a safarce, su cadera chocó con las del ojiverde, y en efecto, sus entrepiernas también
 
Se sonrojó hasta las orejas, lo único que sus ojos podían mirar eran los pectorales de Alex así que sólo cerró los ojos y se dio vuelta en el abrazo
 
Alex se sorprendió al sentir aquello, a tal punto que la rigidez de sus brazos cesó -Eso... se excita si hago eso- pensó
 
-Y-yo... iré al baño- se sentó en la cama y quitaba las cobijas de la cama con mucha pena, las manos le temblaban
 
Cuando estuvo con los pies en el suelo aún sentado en la cama, miró un poco al suelo, y en el momento menos esperado, miró cómo otro par de pies se colocaban a los costados de los suyos, teniendo a Alex detrás suyo tomándolo de la cintura, besando su mejilla, susurrando de nueva cuenta a su oído
 
-Déjame hacerlo... yo te puedo ayudar a hacerlo...-
 
-¿Eh? A-Alex- sentía cómo el tono de voz era diferente, más profundo, seductor, cautivante
 
-Déjame remediar lo que provoqué en tu cuerpo por no haberme detenido cuando me lo pediste- insistía, sus manos acariciaban su silueta, susurraba con un suspiro de un delirante deseo por ayudarlo
 
-P-pero si te lo hubiera dicho te habría detenido...- su voz comenzaba a fallarle, quería suspirar de esas caricias que las manos de Alex hacían en su cintura, quería seguir escuchando esa voz hablarle con tanta sensualidad
 
-¿Qué te hace pensar que me habría detenido?- pensó mientras sus manos pasaban a recorrer sobre la camisa el abdomen del castaño -Pero no me dijsite nada Yun... ahora debemos relajar tu cuerpo... de no hacerlo estarás muy incómodo durante un buen rato- susurraba y se atrevió a besar su oreja
 
Yun se sonrojaba en cantidades inimaginables y su entrepierna pedía atención, comenzaba a sentir incomodidad. Soltó un suspiro cuando Alex tocaba su abdomen por encima de la ropa, ésta era delgada, así que prácticamente podía sentir sus manos, tibias y grandes, tocarlo sin pena alguna
 
-Alex...- suspiró su nombre, recargándose un poco en el moreno, sus manos se encontraron con las ajenas y susurró de nueva cuenta su nombre
 
-Yun...- besó desde su oreja, hasta su hombro con firme lentitud y lujuria, primero lamía una porción de piel que después se disponía a besar con suma delicadeza. Estaba tratando de demostrarle, que aunque lo único que tenía que hacer era masturbarlo, podía hacerlo de una forma mucho más íntima, dulce, duradera y placentera
 
-Mmmm..- sus manos estaban sobre las del pelinegro, cuyas paseaban con calma sobre la ropa. Yun dejó caer sus manos en las piernas del moreno, moviéndolas de en frente hacia atrás como si quisiera también aportar algo al momento, pero suspirar era ya algo que para Alex le venía muy bien
 
-¿Se siente bien?- hablaba en un bajo tono de voz, aún de forma seductora y provocativa.
 
Sus manos pasearon desde sus hombros hasta sus piernas, volviendo hasta sus hombros para destaparlos lentamente, en cada uno dejó una marca, un lugar un tanto raro, pero fácil de cubrir para los demás
 
-Mmmm- gimió sin reparo, eso se sentía muy bien -Me estoy excitando más con solo caricias...- pensó vagamente
 
-Yun... ¿Cómo se siente?- susurraba con cariño, sus manos tocaban sobre la ropa, hasta que se deshizo de su camiseta, con sus manos empezó a hacer círculos en sus tetillas, besando y lamiendo su cuello, oreja y hombro
 
-Mmm A-Alex Ngh... Aaah- esos roces, lamidas, besos, todo junto lo hacía vibrar estaba realmente ansioso por sentir más
 
-Supongo que eso es un sí- le dijo para luego dejar de tocarlo, eso hizo que el castaño volteara a uno de sus costados y levantara la mirada, observando a Alex
 
-¿P-por qué te de-detie-nes...?- estaba realmente excitado, y que Alex se detuviera le estaba causando espasmos
 
En ese momento, en el que Yun le veía a los ojos, éstos se abrieron por completo, sintiendo una oleada de calor intenso. ¿Por qué ésto?. Sencillo: Aex lo estaba masturbando por encima de la ropa.
 
-Aaaah nnngh- cerró los ojos lleno de placer y gozo. Se sentía tremendamente bien -A-Alex...- jadeaba y movía lentamente la cadera
 
Para ese momento, Alex se dedicó a lamer su lóbulo derecho y luego a deslizar ambas manos debajo de su ropa, empezando a masturbarlo directamente, lenta y pausadamente. Estaba tremendamente extasiado mirando a su amor prohibido reaccionar de manera realmente provcativa
 
-Yun... sé que no es momento más indicado para decirte ésto... Pero yo te amo- sus manos habían comenzado a tomar velocidad y el castaño no dejaba de gemir, fue ahí cuando tomó con sus manos las muñecas del pelinegro y trató de que Alex fuera más rápido
 
-Y-yo... ta-también te amo.. aaah!- gemía realmente excitado -Des-desde hace unos meses.... me aaah mmmm, me di cu-cuenta- 
 
-Yun...- aceleró en sobremanera sus manos, quería verlo correrse, o mejor dicho, quería excitarlo más, lo iba a hacer suyo en ese momento
 
-Ha-házme tuyo Alex...- le miró y con una de sus manos lo atrajó y le besó a como pudo

No pudo más, Alex se hizo un poco hacia atrás y se quitó el boxer, luego se volvió a apegar al cuerpo de Yun, haciéndolo sentir su enorme erección. El menor por su parte no dejaba de gemir y jadear, se quitaba con torpeza la ropa que cargaba consigo. 
 
En ese momento Alex hizo que se pusiera de pie, y luego lo sentó, pero ésta vez Yun se sentó sobre la erección del ojiverde, es decir; si volteaba a ver su propio miembro, podía ver con claridad cómo otro miembro le alcanzaba en longitud, y es que Alex tenía un miembro realmente grande.
 
Yun tragó saliva, ya que volteó a ver y observó aquella erección ajena a la suya, se sonrojó mucho más de lo que creía poder estarlo. Y es que para él era como un sueño el hecho de que Alex lo fuera a hacer suyo en ese momento.
 
Alex por su parte no dejaba de excitarlo con caricias, mientras lo masturbaba con una mano, le pedía que lamiera los dedos de su otra mano, el castaño acatando su petición, lamió sus dedos como si de paletas de caramelo se trataran. Ambos estaban llegando en un estado de trance donde lo único que predominaba era el mero placer carnal
 
De un momento a otro, se hizo haca atrás, logrando así que Yun pudiera colocar sus piernas abiertas a los lados y sus pies en la orilla de la cama. 
 
En ese momento empezó a colocar sus tres dedos en la entrada de Yun, quien gemía y jadeaba increíblemente alto, durante la preparación no dejaba de besarle y en ocasiones callaba sus jadeos y gemidos con su boca, llenándose de saliva las cavidades, prolongando el placer. 
 
En cuanto sintió que estaba lo suficiente dilatado, hizo que se levantara un poco, entonces insertó su miembro en la entrada del castaño de un solo movimiento, haciendo que éste soltara un grito de placer.
 
Empezó a moverse con calma -Eres mío ahora- susurró a su oído mientras le lamía el lóbulo. 
 
Estaban en un momento de plena excitación y locura, estaban tan necesitados el uno del otro que cada que podían se comían a besos.
 
Cuando ambos se corrieron, Alex salió de Yun y se acostó, atrayendo al castaño consigo, le abrazó con cariño y empezó a besarle. Lentamente y con dedicación.
 
Después de una larga sesión de besos, ambos se quedaron dormidos, habían acabado realmente agotados. Al despertar...
 
-Yun... Yun- decía cierto pelinegro jugando con el cabello del castaño
 
-Mmm.. ¿qué pasa?- decía mientras abría los ojos y veía a Alex
 
-Te amo- sonrió y le besó en los labios dulcemente
 
-Yo también te amo- le dijo, colocando sus manos en el cuello del pelinegro, sonriendo enormemente, lleno de felicidad.
 
Fue así, como Yun y Kaito se declararon amor...

 
Notas finales:

Dejen sus reviews! me ayudarán mucho n.n

Recuerden que los personajes son originales de Tsuki-Chan y míos, gracias!

 

De la Serie 100 Maneras de Amarte


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