Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tú y yo nada más. por NEY OTAKU

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

El segundo. ;;

Este es el la canción 

http://www.youtube.com/watch?v=5iz1sQwAv_s

La letra dice mucho escuchen la canción :))

Muchas gracias por leer y bueno las cosas para Minho no han sido fáciles, lean.

 

Capítulo 2: No me enseñaste.

No me enseñaste como estar sin ti 
y que le digo yo a este corazón 
si tú te has ido y todo lo perdí 
por dónde empiezo, ¿si todo acabó? 
No me enseñaste como estar sin ti 
como olvidarte si nunca aprendí.

“No me enseñaste”

Thalía.

 

Ya no quiero sentir dolor, ya no quiero seguir luchando por una causa perdida, ya no quiero despertarme en la madrugada pensando en ti, en tu nueva vida, en el desprecio y rechazo que me aventaste a la cara.

¿Por qué fuiste tan cruel?

Tampoco quiero martirizarme reviviendo ese agrió momento en que nos vimos  a los ojos y dijiste que nada sería igual, que o aceptaba dejarte ir o me enfrentaba al infierno de su  indiferencia, ¿qué no de todas formas terminaría destruido?

En el instante en que me cortaste las ilusiones y me hiciste aterrizar de cara al suelo, por un mísero momento, quise creer que lo que escuchaba era una mentira, una táctica sutil de tus encantos para provocarme, para hacer que me aferre a mi amo.

Pero no fue así, fue mucho peor.

Aquel día, el de tu boda, tenías razón, yo no debía asistir, porque fue tan desgarrador verte entregar tu vida a un hombre que sé que te ama, pero nunca como lo haría yo, estando a escasos metros de ti, con una lucha interna para no provocarte un disgusto ni dejarte mal frente a tu familia y la as ganas de caminar hacia ti, tomarte del brazo y besarte en frente de todos para que se den cuenta de una vez, que no había un hombre mejor que yo, para cuidarte.

Para amarte.

Pero no lo hice, todo me temblaba, ante el miedo de perderte más rápido de lo que lo hice.

Ya no quiero imaginarte caminando de la mano junto a él, no quiero creer que eres feliz lejos de mí. Por tu culpa estoy viviendo el peor de los infiernos, tengo insomnio, me va mal en la escuela, estoy siempre deprimido y de mal humor.

Mis amigos preguntan que me pasa, yo solo respondo que estoy pasando por un conflicto muy fuerte, ellos suponen que son problemas familiares porque nunca me han visto devastado por amoríos sin  rumbo.

¿Te das cuenta?

Aun cuando no estas cerca, sigues manejándome a tu merced, jalándome los hilos por dónde quiera que vayas. No me dejas en paz, no me dejas dormir, ni comer, ni respirar, no me dejas pensar. No me dejas ni siquiera sufrir como quiera, no me dejas olvidarte no me dejas mandarte al rincón más oscuro de mi mente, es como si adivinaras el momento en que no quiero extrañarte y de repente, de la nada, te haces presente.

Recuerdos dolorosos me golpean, todo me recuerda a ti, incluso si me veo a mí mismo en el espejo en seguida te veo al lado mío, sonriendo inocentemente, sintiendo sus brazos colgándose de mi cintura, preguntándome como amanecí, si estaría libre esa tarde por que tenías ganas de salir de paseo.

Te siento tan cerca que puedo incluso cerrar los ojos y olerte, dejando que tus dedos tomarán mi rostro hasta acercarme dejar que me beses.

Tenía que aprovechar cada minuto junto a ti porque sabía que ese sueño de colores se terminaría de un momento a otro.  

Sigo siendo el chico débil que necesita de ti para vivir, sigo diciéndome que tengo la culpa por dejar que hicieras lo que se te dé la gana con mis sentimientos, y a la vez me compadezco diciendo que fuiste eres maldito de esta historia.

El vació de tu soledad es frio, hace más de dos meses que te has ido, no sé cómo he podido sobrevivir todo este tiempo. No sé cómo llenar ese hueco en mi corazón, empecé a necesitar, a pensar en otra cosa que no seas tú, hice cosas que no hacía por entretenerte, una de ellas fue retomar la rutina del ejercicio que deje.

Cada mañana me levantaba temprano y hacia mi recorrido, me colocaba los tenis, un pants, una playera –cualquiera estaba bien, solo quería sentirme cómodo –tomaba mi ipod, con la música siempre en mis oídos paseaba por el vecindario, pero de una u otra forma terminaba en dónde no quería.

En tu casa, tu antigua casa.

Muchas veces tu madre se topaba conmigo cuando salía a tirar basura o buscar el correo, nuestros encuentros siempre fueron incómodos, a pesar de todo era amable y me saludaba, supongo que por cortesía, porque aunque no estés, sigo siendo al menos para el resto del mundo, tu mejor amigo.

Ella no lo decía, pero sé que sentía lastima de mí, su aura emitía algún tipo de rencor y eso me preocupo los primeros días, pero al pasar de mi rutina lo fui superando hasta que me dio igual. No sé qué pasa con ella, es como si fuera otra persona, seguía siendo amable, pero su amabilidad se sentía extraña.

A veces platicábamos del clima, de la escuela, incluso de sus gatos, pero evitaba a toda costa hablar de ti, como si fuera un tema prohibido para mí. Trataba desesperadamente que me dijera si estabas bien, si la vida de casado te sentó bien, si estás cómodo en tu nuevo hogar, si no te has enfermado.

Sí no has pensado en mí.

Era un completo desesperado, un adicto en busca de su droga cotidiana y sufriendo la dolorosa desintoxicación. Ambos sabemos que esas preguntas estarían resueltas si al menos me llamaras, pero no lo has hecho y no creo que lo hagas jamás y a raíz de eso, yo no tengo el valor suficiente marcarte porque sé que no me contestarás.

Lu único que sé es que te fuiste a algún rincón de la basta Seúl si no es que has escapado del país.

De mí.

Creo que tu madre ha notado que desesperación, a veces siento que se ríe cuando me despido y sigo corriendo por la acera, porque ha conseguido guardarse sus secretos y la información por la que yo mataría.

¿No estas conforme?

Al final cuando pasaron otro par de meses, un día, una mañana cuando pretendía salir a correr, antes de salir por la puerta, me detuve, no sé porque, algo en mi interior me decía no debía salir, es más, que  a partir de ahí, no volvería a correr por esos barrios.

Nuestros barrios.

Me  senté en las escaleras de la entrada, solo me quede ahí mirando a la gente pasar, no pensaba en nada, me coloque los audífonos y la música comenzó, me sumergí en la melodía, solo me dedique a tararearla, mi pie golpea al compás de la música, me sentí bien, estando sin hacer nada, sin querer nada, no sé cuánto tiempo haya pasado, pero solo porque mi estómago exigió comida es que creí que ya era suficiente, pero no quería salir de mi sorpresiva tranquilidad. Entre a casa, fui al refrigerador y saque un cartón de leche, me serví un vaso y lo bebí en una sola sentada.

Increíblemente la leche me supo a maravilla, como si hubiera pasado días sin beber agua, la sensación de algo nuevo, de sabores y mezclas desconocidas hasta ahora. Mire mi reloj y  me asusté, ya era casi la dos de la tarde, con razón tenía hambre.

¿Por qué el tiempo está pasando tan rápido?

Fui corriendo hasta mi habitación y tome una chaqueta,  no tenía nada que pudiera preparar así que haría una visita rápida al supermercado, antes de salir de casa tome las llaves de mi auto.

Conduje hasta el supermercado de la cuidad, compre lo que  pensé que iba necesitar esta semana,  cuando estaba en la fila para pagar me topé con una chica que conocía de la universidad –habló de ti, yo cambié el tema. Charlamos un rato hasta que fue mi turno en la caja.

Terminadas las compras, llegue a casa, deje las llaves en la mesa de centro, fui a  la cocina para preparar algo de comer, pasee una mirada a la sala y vi mi teléfono, recordé que lo había desconectado y lo volví a enchufar, lo encendí y regrese a la cocina, mientras colocaba todo en la alacena los mensajes se escucharon uno a uno, paso cerca de dos horas para que se terminen, había estado lejos del mundo real mucho tiempo.

Muchos mensajes eran de mis amigos, Jonghyun  y Onew  que me invitaban a tomar un trago a ir a las discotecas, o perdernos por ahí, sonreía porque cada mensaje de ellos tenía su toque de humor, luego escuche algunos de mi madre,  regaños de porque no le había marcado o saludado en tanto tiempo, alguno otros mensajes eran de ofertas de trabajo en las que había apostado hace tanto que no creí que me llamaran jamás.

Cuando los mensajes terminaron prepare al almuerzo, me sentí torpe, ¿desde cuándo no cocinaba? Apenas logre algo comestible utilizando pastas y puré de tomate.

La tarde siguió y la noche oscura llegó, me dio tiempo de limpiar, de acomodar muebles olvidados y de ver una película, cuando mire de nuevo mi reloj de muñeca, eran las 11 de la  noche. Cansado me dije que por hoy me iría a dormir temprano.

Al entrar a mi habitación me tumbe en la cama boca arriba, me quede así mucho tiempo, pensando, en nada, se sentía muy bien, hasta que voltee hasta mi pared al fondo y note que había algo escrito ahí, justo en frente de mí, oculto de tras  de un mueble.

Me levante y me acerque, empuje lo que me impedía ver, había una fecha escrita con marcador rojo.

“18 de Julio”

Y como si hubiera caído del tercer piso de un edificio, así de doloroso recordé la razón y el significado de esa fecha.

Hoy era su cumpleaños, y yo mismo fui quien escribió esa fecha.

Mis dedos tocaron la pared fría.

 

Ese noche Taemin se quedó a dormir, y después de ducharnos juntos, nos pusimos ordenar mi habitación, movimos un mueble viejo y dejamos ese espacio solo por si nos ocurría algo con que adornarlo.

Entonces tuve la genial idea de escribir su fecha de cumpleaños, solo porque quería que al irme a dormir viera esa fecha y recordará que tenía que planear un hermoso regalo para él, uno que mejore al año anterior.

O simplemente quería una razón más para tenerlo más cerca de mí.

-Y ¿para que lo escribes?

Me ve desde la cama, escucho que se baja y sus pasos están cerca.

-Para que no se me olvide.

-¿Cómo podrías olvidarte de mí? –me pega en la espalda con sus puños, estaba haciendo una rabieta.

-¿Crees que no puedo olvidarme de ti? –le regaño con mi vocecita dulce, y el dio un ataque de risa.

-No, no podrás olvidarte de mí –me dice en tono burlón, termino de escribir y me voy sobre él, arrastrándolo hasta la cama.

-Sí quiero lo hago, no me retes.

-jaja señor Choi, aunque quisieras no podrías, soy demasiado genial par que la gente me olvide.

-Pequeño egocéntrico…

Lo llene de besos y de caricias, las suficientes para volver a tener una sesión de sexo.

 

Me derrumbo en el suelo derrotado. Pensando en que él tenía razón, a pesar de que este día lo había pasado tranquilo, de alguna manera pasó y vi personas que me conectan directamente con él, así ha sido por estos meses.

En ese entonces todo parecía un sueño y no creí que las palabras de Taemin se hicieran verdad.

Como una maldición.

Lloro porque es la única forma de aliviar mi dolor, no había llorado desde el día de su partida –me gustaba hacerme el fuerte –ya no quería llorar más por él, así que me levante sintiendo un repentino fuego correr por mi sangre y fui en busca de una lata de pintura que estaba en mi cochera, en cuanto la tuve en mis manos corrí hacia mi habitación, abrí la lata como puede y la derrame sobre la pared, machando todo.

Me volví un desquiciado tirando pintura por doquier.

Mi cama, mi ropa, mi piso a mí mismo.

Y decidí ahí mismo, que ya no serías parte de mi vida, que aprendería a ser fuerte, que ya no permitiría que me dañaras ni jugaras conmigo. Tenía que irme, mudarme y empezar de nuevo, me haces mal.

“Ya basa” me dije.

Ya no puedo más.

~

 

 

Los colores de mi oficina me parecían algo, como decirlo, extravagante, estaba siendo redecorada por tercera vez en este año, todo porque a mi jefa, una chica que apenas en mayor por 2 años y ya es la directora de su propia corporación, cree que todos sus empleados deben tener lugares adecuados para trabajar  y para mí no está mal, solo que en serio lo hace de un mañera extrema.

-Noona creo que esto es demasiado.

Me atreví a decirle mientras observaba a un par de hombres colocando nuevas ventanas con marcos de color azul perlado hacia el interior de la oficina, ella me miro y sonrío como siempre lo hace, se colgó de mi hombro al tiempo que me apretaba una mejilla con sus dedos.

-Eres uno de mis mejores empleados Minho,  agente de ventas  y asesor financiero, por ti es que el trabajo de toda una vida está en lo más alto y ganando lo que nunca soñé.

-No creo ser tanto como eso.

-No te menosprecies, claro que lo eres.

-¿Tanto como para merecer nuevas ventanas? –pregunto con gracia, ella aprieta nuevamente mi mejilla.

-Tanto como traerte hasta las más ridículas peticiones.

La secretaria de mi jefa aparece con su agenda en mano, le dice que ya era hora de que entrara a la sala de juntas, los ejecutivos la esperaban con ansias. Hace un pequeño mojin con sus labios, a pesar de tener ya 30 años seguía haciendo sus rabietas infantiles.

-Aburridoooo –exclama llevándose las manos al rostro, luego regresa su atención a mí – Minhooooo –me llama en tono de angustia.

Y ya sabía lo que quería, lo siempre quiere cuando sabe que tendrá reuniones aburridas que la tendrán al borde del colapso.

-Suny noonaaaa –imito su tono de voz  riéndome en el proceso.

-Solo esta vez, acompáñame estaré rodeada de viejos amantes de juntas interminablemente y aburridas.

-Eso me pediste la última vez y termine dando el discurso que se le olvido.

-Ahsss eres tan malo.

Aporreo su pie contra el suelo y se dio la vuelta haciendo que su falda gire por el aire, la secretaria y yo no paramos de reír, siempre era lo mismo con Sunny, todos aquí ya sabían el poder de sus rabietas y exigencias.

A pesar de ser así de escandalosa, sabe cómo trabajar en un mundo de negocios dominados por los hombres, esa fue la principal razón por la que acepte a trabajar aquí desde hace ya 4 años atrás, en una empresa que comercializa productos de belleza. Muchas otras personas podrían considerar que no es un trabajo que no requiere perfección o que vale poco por tratarse del sueño de una chica loca por el maquillaje, pero yo nunca he sido de esas personas que se deja llevar por los estereotipos y etiquetas de la sociedad.

Ates…antes era muy inmaduro, ahora soy un adulto.

Un adulto de 28 años que esta como dicen las mujeres “disponible”. Soy soltero, tengo- dinero, tengo un buen trabajo, he mantenido a mis mejores amigos desde que estudiábamos en la misma universidad. Me sentía bien, puedo ir y vagar por dónde se me dé la gana.

Mi vida había resultado para bien aunque a veces una extraña nostalgia me invadía, últimamente por las noches, el anhelo de lo perdido, a veces sentía un aroma que hace mucho no olía, de repente un hueco se formaba en mí y no daba razón de porque o como llenarlo.

No había podido adivinar qué era lo que realmente me faltaba.

Me quede en mi oficina mirando cómo se transformaba en un estilo más colorido. Pasaron cerca de dos horas hasta que estos amables hombres habían terminado, los acompañe a salir y le encargue a la secretaria de Sunny que estuviera al pendiente de su pago correspondiente. Ella asiente amablemente y yo me devuelvo a mi lugar de trabajo.

-Minho, tu amigo Jonghyun está aquí –me dice antes de cerrar la puerta.

-Oh, ¿Dónde está?

-Es la recepción.

-Iré por él, gracias.

Meto las manos en mi bolsillo y sigo el largo pasillo hasta la recepción, en cuanto me asomo distingo sus cabellos platinados, estaba tirándole miradas a una de las empleadas. En cuanto me vio se levantó de golpe del sillón donde reposaba, nos saludamos de mano y nos dimos un corto abrazo.

-¡Vaya hombre! Trabajas en el paraíso.

-¿De qué hablas?

-¿Cómo de que de qué? Que estas ciego o que, mira a tu alrededor, estar rodeado de muchas chicas lindas, me asusta que sigan soltero.

-Yo prefiero esperar, no soy un casanova como tú.

-Hey…no me juzgues, no es mi culpa a ver nacido con este rostro.

Se señala a sí mismo, como si fuera la gran novedad, es guapo no lo niego pero hace demasiada bulla por ello.

-Bastardo…-le digo entre risas - ¿A que le debo esta repentina visita?

-Onew y yo iremos a un bar cerca de aquí, vine a invitarte oficialmente.

-Pudiste llamarme.

-Pf! Sí como no, ¿Para que digas que estas ocupad0? No par eso he llegado hasta aquí.

-No lo sé Jong, tengo mucho trabajo, y debo madrugar, mañana hay una junta muy importante y debo estar aquí en buenas condiciones.

La verdad es que al menos por hoy no tenía nada que hacer, pero tampoco quería salir, quería desfrutar de mi tranquilidad en casa.

-Solo hoy, solo unas copas.

Me reí ante sus insistencias. Escuchamos murmullos y vimos salir a varios ejecutivos de la sala de juntas, entendí que Sunny había sobrevivido a su reunión, muchos hombres con cabellos canosos salieron, entre ellos pude distinguir a uno joven muy alto, pero estaba de espaldas y no vi su rostro.

Segundos más tarde Sunny me ve se acerca muy alegre, demasiado para ella.

-¿Qué crees?

-¿Qué cosa?

-He hecho el contrato de tu vida.

-¿Cómo se supone que es eso?

-Hay un de los ejecutivos que está necesitado de una buna mano para guiar sus acciones, dijo que era urgente y yo le dije que tenía en las manos al mejor de todos los ejecutivos –me señalo –si logras que sus acciones aumente conseguiremos una alianza importante entre ambas empresas.

-Noona.

-Yah, no desprecies esta oportunidad.

-Pero aquí…

-Aquí no pasa nada, enserio necesito que me ayudes, esto te beneficiará, créeme. Aquí está su tarjeta, mañana debes verlo en su oficina.

-Pero…

-Por hoy es todo, descansa, mañana tendrás un día ajetreado.

-Mañana es la junta.

-Mañana no hay nada, pospuse esa junta para otro momento.

-¿Por qué?

-Surgieron otros inconvenientes, no te preocupes por nada, vete a casa.

Sunny se va como llego, Jonghyun me da una palmada en el hombro y me sonríe –Cariño ve por tus cosas te esperare.

Me lo dice con un puchero en sus labios, bufo fastidiado, parece que no podré tener una noche tranquila como esperaba, porque es un hecho que este loco me saca de mi departamento sin importar que.

Y así fue, ya resignado fui hasta mi nueva y redecorada oficina y tomo mi maletín, me fui con mi mejor amigo, pase esta noche bebiendo, al menos no tanto para poder manejar. Cuando llegue a mi departamento no quise saber nada del mundo, solo me alcance a quitar los zapatos antes de caer boca abajo sobre mi cama.

Mis ojos pesaban y me dolía el cuerpo, así que me enrolle en mi sábana y que quede con los pies fuera de la cama. No tarde en quedar dormido.

Algo pasó esa noche, tuve un sueño, dónde me volvía a encontrar con él, con el responsable de muchas pesadillas en el pasado, de los miles de traumas que sufrí y del difícil camino que fue recuperarme de su “abandono”.

Lo vi, Taemin con el cabello castaño de siempre y sus ojos claros, sonriéndome desde el otro extremo de un pasillo, al parecer estábamos en la universidad. Yo solo estaba parado, mirándolo como tonto, preguntándome como es que llegamos ahí, trate de hablar pero no pude, eso me asusto, de pronto lo veo caminar hacia mí, lento y angustiante.

Doy un parpadeo y lo tengo a escasos metros de mí, parpadeo de nuevo y ya está frente a mí. Mis cuerdas vocales no pronuncian nada, me miras y de repente mis brazos se  elevan, susurras algo que no  entiendo, mis brazos rodean su cintura y lo pegan a mi cuerpo.

Me siento indefenso, con miedo, Taemin tus ojos me hipnotizan, una fuerza extraña me dice que me acerque pero otra me dice que no debo, entonces cuando miro sobre tu hombro, aparece él, tu… “Esposo”.

Siwon.

Taemin voltea lento y rápidamente des hace el agarre para ir con él, para engancharse a su cuello  y dejarle un deseoso beso en los labios, todo, frente a mis ojos, siento claramente como el pecho me duele, miro hacia mi corazón y puedo ver como una mancha de sangre se va haciendo grande hasta empapar mi camisa.

En ese momento me despierto, agitado y sudoroso, mis manos automáticamente se van sobre mi pecho, palpando para descubrir alguna herida, suspiro aliviado al darme cuenta que no es así. 

Me levanto totalmente mareado, la cabeza me molesta, el reloj de mi muñeca marca la hora, son las 7:30 y voy retrasado, cuando trato de avanzar hacia la puerta tropiezo con mis propios pies, maldigo en un grito, me había lastimado la rodilla.

De nuevo me levanto, casi corro al baño para darme una ducha, y mientras lo hacía sufro otro accidente, estando bajo la regadera resbalo con el jabón que torpemente se escapa de mis manos. Ahora era mi espalda la lastimada.

Y vestirme también fue un reto, no encontraba mis camisas para el trabajo, la gran mayoría estaba en el cesto de la ropa sucia, o arrugadas en una esquina de mi habitación.

Apenas desayune porque el pan tostado que pretendía comer se quemó, y el vaso de jugo que bebía se cayó de mi mesa, me libre de las manchas sobre mi pantalón pero no del golpe que se llevó mi pantorrilla cuando pretendía salir de casa y de un giro choque con el sillón de la sala.

Llegar a mi cita arreglada por Sunny fue un suplicio, había tenido todo tipo de accidentes, incluso mientras manejaba casi choco con un idiota que no respeta las luces rojas.

Era como si quisiera hacerme daño a mí mismo, como si de alguna forma extraña mi cuerpo extrañara el dolor.

Pero en fin, ya estoy parado en la puerta de esta enorme y elegante edificio  “C & L”, me adentro cuidando que mi maletín no chocara con nada, después de tantos incidentes no  quería meterme en problemas.

Entro a ascensor y presiono el botón para el piso 10, acomoda mi corbata roja, por alguna razón me pica la piel del cuello, hace mucho que eso no pasaba. Cuando las puertas se abren salgo a toda prisa, se supone que el presidente me espera para tener nuestra primera reunión de trabajo,  la verdad estaba fastidiado, no era que no lo agradeciera es solo que, no deseaba cargarme de más trabajo.

No por ahora.

Miro de nuevo la tarjeta que noona me dio, “Kang” es el apellido de esta persona. Me detengo al notar las enormes puertas de madera a un costado mío, meto la tarjeta en mi bolsillo del pantalón, entro y la recepcionista me sonríe.

-Hola buenos días, en que puedo ayudarle –su sonrisa es bonita.

-Busco al señor Kang, soy Choi Minho el asesor y agente de ventas de “Cometics Soon”.

-Oh, el señor Kang lo espera, es la primera puerta –señala el lado derecho –puede pasar enseguida la aviso.

-Gracias.

Camine asimilando que sería un día pesado, cuando tuve la puerta enfrente solo suspire y me cerciore que todo estuviera en orden. Toco la puerta y una voz gruesa y profunda me dice que pase.

-Buenos días –le digo al viejo sentado de tras de un escritorio, tenía la cara cansada, muchas arrugas, realmente se ve mayor, sin embargo tiene una mirada temple –Choi Minho, vengo en representación de Lee Soon Kyu.

-Claro…Sunny –me regala una sonrisa y me invita  a tomar asiento – ella me dijo que eres su mejor empleado, alguien digno de confianza, que me serías de mucha utilidad como mi asesor.

-No creo ser el mejor solo hago lo que me gusta.

-Eso es bueno, me agradas muchacho, puedo ver muchas cosas buenas en ti.

-Gracias.

-Bien, primero debes saber que no trabajaras directamente conmigo.

-¿Cómo? Creí que…

-Si le solicite ayuda a Sunny pera mi empresa, pero es con una persona en especial con la que debes trabajar, es la pareja de mi hijo.

-Ahh.

-Quiero que se convierta en un excelente asesor financiero, sé que tal vez te parezca mucho, pero es necesario, él debe convertirse en la mano derecha de hijo cuando tenga el control de mi empresa.

Esto ya no me gusto, una cosa era que trabajara para ayudar a esta señor, pero ser el maestro de algún chiquillo ignorante solo para que ayude  a su marido, no me agradaba para nada.

Lo siento Sunny, pero hay cosas en las que simplemente no puedo estar de acuerdo contigo.

-Es más te lo presentaré ahora mismo, sígueme.

Se levantó de prisa lo cual me sorprendió porque creí que su cuerpo sería más lento a su edad. No me dio tiempo ni de protestar, lo seguí por un largo pasillo, hasta otra puerta grande de madera, toco una vez y entro.

Y me di cuenta de que no debía estar ahí en ese momento.

-Hijo, este joven es el asesor de Cosmetics Soon .

Era él, su cara no había cambiado, estaba a la espera de que me reconozca.

-Choi Siwon un placer conocerte.

-Claro, el placer es mío.

Esto está mal, Siwon estaba justo frente a mí, y si él es el hijo del señor Kang eso quiere decir que, él está aquí.

Tú estás aquí.

La puerta de tras de nosotros se abre, yo tenía el corazón a mil.

-Oh~ Ahí estás, Minho el de quien te hablo.

No quería voltear, de verdad que no quería, pero sentí las manos del señor Kang en mi brazo y tuve que hacerlo, pero grande fue mi sorpresa cuando voltee y vi a esta persona.

No era Taemin.

~

Mientras conduzco de regreso a casa trato de controlar el extraño sentimiento que me oprime el corazón, estoy desesperado, no sé esta mañana ha sido de locos, yo de verdad no me esperaba esto, verlo a ese bastardo que…

¡Alto!, yo no puedo estar pensando de nuevo en él, ya no representa nada en mi vida, no estoy preocupado, solo tengo curiosidad.

¿Verdad?

Trato de entender cómo es que había sucedido tal cosa, era otro chico, Siwon estaba con alguien más que no era Taemin, ¿Entonces que paso con él? ¿No que lo amaba? ¿Qué no estarían juntos por siempre? Lo juraron, frente a su familia, frente a un juez, ¡frente a mí!

 

Después de esa reunión y de que todos fuimos presentados, tenía tantas ganas de preguntar, de exigir saber que le había pasado a Taemin, no era posible que después de tanto alboroto terminara separándose de él.

Tuve una oportunidad cuando Siwon yo nos quedamos a solas en su oficina, lo miro todavía esperando si me reconocería o no, tomo el café que me ofrece y me siento como lo pide, miro mi café, buscando el cómo empezar esta incómoda conversación.

-Choi Minho no has cambiado en nada.

-¿Me reconoces? –no puedo evitar sorprenderme, nosotros nos tratamos muy poco en el pasado, escasamente diría yo.

-Bueno al inicio no, pero entre más te vía mi memoria me trajo algunos vagos recuerdos.

-Ah…-le doy un sorbo a mi bebida, me aclaro la garganta, de verdad que no imagine estar delante de…de este tipo. Todavía tengo resentimiento guardado en mí, creí que ya había  dejado a tras mis malos recuerdos pero ahora, teniéndolo enfrente, todo ha cambiado.

El odio ha emergido, y lo detesto, porque ha sido por una única persona.

-Sé que esta fuera de lugar preguntarlo pero ese chico…

-¿Te preguntas porque no estoy con Taemin?

No supe que contestar, solo asentí algo resentido, lo ha dicho tan… ¿rencoroso?

-Es extraño –se ríe mientras se cruza de piernas sobre su silla –creí que ustedes eran muy buenos amigos, que tal vez él te habría dicho sobre sus hazañas.

-Nosotros…-no puedo creer que está balbuceando –nosotros nos distanciamos una vez que se fue…contigo.

-Oh, era de esperarse de ese pedazo de basura.

-¿Qué dijiste?

No pude evitar sacar mi voz ronca ah lo que ha dicho, como es que se atrevía a decir semejante cosa de Tae. Mis manos aprietan la taza de café hasta que las yemas de mis dedos quedan blancos.

-La verdad, y por tu reacción supongo que tú también fuiste engañado, ese bastardo engaño a todos, incluso a su familia.

-Taemin no era un mentiroso –Lo dije así sin más, fue un impulso, no quería que dijera esas cosas de él, yo…yo sé que él  no lo haría, el no sería capaz –el no sería capaz…

-Pobre Minho, tú también fuiste su víctima, entiendo que quieras defenderlo más cuando ha pasado tanto tiempo, pero haré esto por tu bien, porque has vivido engañado tantos años y mereces saber la verdad.

Había rabia en su voz y su mirada, me recuerda tanto a mí.

Me había paralizado su forma de actuar, su ceño esta fruncido, no comprendo que tan malo haya sido su matrimonio, pero parece que fue devastador, su mirada ha cambiado, tan mal. Puedo sentir su agonía y su dolor y no lo esconde, sus expresiones faciales y su voz lo dicen por sí solo.

Te odia Taemin.

¿Pero te odia como alguna vez lo hice yo? Y me pregunto de nuevo, ¿Era odio lo que sentía? Se supone que te borre de mis memorias.

¿Taemin ese es el efecto que tienes sobre los hombres que te aman?

-Explícate –Exijo.

-Taemin fue tan egoísta, me duele decirlo, me duele como hombre, porque me engaño, el maldito me engaño, yo sabía que no me amaba plenamente como yo lo hacía, pero siempre tuve la esperanza de que con el tiempo me amaría. Pero no fue nada parecido a lo que esperaba…

-Siwon, ¿Qué pasó? No comprendo.

-Me  engaño –su mirada me taladra la cara –me engaño, a los dos meses que nos casamos, huyo de mi lado, se largó con su amante, ¿lo puedes creer? Le ofrecí todo, le di casa, salve a su familia de la quiebra, le di mi corazón en bandeja de plata y lo destrozo en mil pedazos.

Me recargo hacia tras, Siwon le había dado un golpe a su escritorio con los puños.

 Y yo simplemente no quería escuchar más.

-Tal vez solo fue un error.

-¡No! Ese maldito se fue, y todavía me deja una nota diciendo que no podía estar cerca de mí, que tenía a alguien más esperándolo que era con quien realmente quería estar.

Tengo nauseas, no quiero escucharlo, no es verdad lo que me dice, es una mentira, UNA MENTIRA.

-Taemin es una farsa.

 

Llego al edificio y corro hacia el ascensor, presiono los botones desesperado, apenas se abre me meto, choco con uno de mis vecinos y me disculpo.

 

-Te repito que debe ser un error.

-No, no seas ciego Minho, sé que fuiste su amigo pero seguro te manipulo para conseguir algo de ti, así como lo hizo con todos.

-No me hizo nada.

“Mentiroso”

-Nunca me uso.

“Mentiroso”

Me levanto dispuesto a irme, si seguía aquí sería capaz de golpearlo por lo que está diciendo. No me importa ser descortés, solo hago que mis pies se muevan hacia la puerta, necesitaba aire, no podía respirar bien.

Pero, el Minho masoquista y preocupado de que el amor se le acabe aparece, no debería quedarme un segundo más aquí, pero mi necesidad de él, es más grande, no lo he visto en tantos años y mi cuerpo lo extraña.

-Siwon –le digo de espaldas -¿Sabes con quien y adonde se fue?

 

Cuando el elevador se detiene salgo corriendo, incluso tengo las llaves de mi departamento en la mano, y apenas estoy en la puerta meto las llaves, entro y voy directo a mi habitación, busco debajo de mi cama una pequeña caja con fotos viejas, una en especial.

 

-No sé porque quieres saber eso.

-Solo es curiosidad.

-Realmente no lo sé,  se esfumo como el aire, pero Taemin solía hablar de un amigo…un chico que conoce desde la escuela primaria.

-¿Kibum?

-Sí, supongo que él debe saber, porque hasta dónde yo sé rompió lazos con sus padres,  pero…piénsalo, si tú eras uno de sus mejores amigos y no te dijo nada, no creo que ese Kibum sepa algo.

 

Vació el contenido de la caja en el piso, lo revuelvo todo hasta que doy con una foto de Jonghyun y un chico rubio, un amigo suyo, el mismo Kibum, el mismo amigo que no conocí como debía, pero del que Taemin considera casi su familia, el amigo que vivía lejos y que pocas veces visitaba.

¿Debería llamarle?

¿Y que conseguiría con eso?

Solo dolor, solo dolor.

Había llegado a casa corriendo solo para verificar que la persona de la que hablaba Siwon sea la misma. Y así fue, quiero llamarle, quiero, preguntarle, quiero saber que fue  de ti Taemin.

Mi lucha interna comienza de nuevo.

Se supone que no debo pensar en ti, tú me lastimaste, me botaste y me engañaste, mil veces peor de que lo le pudiste hacer a tu ex esposo, jugaste conmigo más de lo que habíamos acordado, no me dejaste nada,  lo único que mereces es que odie.

Me siento en mi cama, mirando la fotografía, este chico sería mi única conexión contigo.

¿Qué maldita sea debo hacer?

Mi corazón está abriendo las heridas del pasado y con eso el amor que viví junto a ti. En el pasado aprendí como soportar tu ausencia, aprendí a vivir con mi dolencia, a respirar sin tu aroma, ah dejar de depender de tus caricias y tu presencia.

Me enseñaste tantas cosas y me quitaste más de lo que tenía.

Saco de mi bolsillo mi celular, busco entre mis contactos y le marco a Jonghyun, después de miles de preguntas del porque necesitaba hablar con su amigo accede a darme su número.

Ven que mi cuerpo la pasa extrañándote 
que mis sentidos se encuentran fuera de control 
es demasiado aburrido no estar a tu lado.

 

¿Y qué pasará cuando de verdad te encuentre?

No sé si estoy listo para saber de ti, pero no estoy pensando, solo actuando.

Hago la llamada, la línea suena, estoy nervioso, mis manos tiemblan.

¿Por qué te busco?

 

 -Hola…

¡Es tu voz!

 

No puedo decir nada, la respiración se me corta. ¿Por dónde empiezo si se supone que todo había acabado?

 

-Hola…

Te enterré en mi pasado y haz vuelto.

-¿Hola…?

 

Siempre hiciste conmigo lo que quisiste, mi hiciste llorar hasta tu sombra, me enseñaste lo que significaba el dolor y la traición, quiero decirte que te odio, que por tu culpa me transforme en algo que no quería ser.

Y que por más que trate de arrancarte de mí, no lo pude hacer. Pero eso no fue lo peor, porque ahora sé que no solo te conformaste con destruirme en ese entonces, aun en el presente, sé que estas con otra persona, con la que de verdad querías estar.

Yo quiero saber…

 

-Taemin ¿Por qué? –lloro, he caído de nuevo.

 

¿Por qué te enamoraste de alguien más que no sea yo?

 

 

No me enseñaste como estar sin ti, 
como olvidarte si nunca aprendí.

Notas finales:

Pues que más puedo decir OAO en el próximo sabrab que paso con Taemin y el Porque de tanto drama y relajo.

Gracias de nuevo por darle una oportunidad a este fic, se que muchos quieren que Taemin sufra por lo que le hizo a Minho y ahora hasta le jugo mal a Siwom e.e

Dejenme pensar en su castigo(?) algo así.

Nos queda un capítulo nada más? bueno eso parece (?)

Denme amor lo necesito. :))) 

Saludos gente bonita °3°


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).