Sehun observo a Luhan dormir plácidamente en la cama. ¿Qué había sido todo eso? ¿Por qué rayos Luhan se había dicho a si mismo monstruo? Nada tenía sentido. Solo había sido una heridita, aunque estuvo molesto unos segundos, sabía que no era intención de Luhan hacerle daño.
Otro punto, que lo había molestado, fue que llamase a Kris. ¿Qué tenía que ver ese idiota basquetbolista aquí? De su pecho salió un bajo gruñido. No le gustaba nada que Luhan se refugiase en Kris.
Un poco de bulla fuera del cuarto, le indico que el resto de los chicos, ya debería haber llegado. Si no estuviese esposado al bello durmiente, iría con ellos.
Una sonrisa traviesa asomo en sus labios. Saco su teléfono, le quito el sonido a la cámara, y tomo una fotografía de Luhan dormido y abrazado al peluche de ciervo. Guardo la imagen en la más profundo de su celular. El no necesitaba que Jiyeon le hiciese un escándalo.
Soltó un suspiro de frustración al pensar en ella. Jiyeon revisaba su teléfono, sus cuentas y su kakao. Al principio o le importo, pero ahora eso era una verdadera molestia. Jiyeon se estaba convirtiendo en una verdadera molestia. Cuando la conoció, ella era dulce, amable, se llevaba bien con los chicos, y pasaban largas horas teniendo momentos agradables. Sin embargo, aquello solo les duro un par de meses. Luego ella comenzó una actitud celosa y manipuladora. Chanyeol ya le había advertido, Suho ya le había advertido, Kyungsoo ya le había advertido, Xiumin ya le había advertido, y hasta el despistado de Tao ya le había advertido. La ligera amistad que Jiyeon hizo con ellos fue terminando hasta que sus amigos no la soportaban de ninguna forma.
Sehun froto el puente de su nariz cuando recordó el momento en el que la presento con sus padres. Su madre no estaba feliz. Lo conocía perfectamente como para decir que su sonrisa era fingida. Su padre le dio un indiferente hola, y desapareció por su estudio por el resto del día.
Pero él no quería dejar a Jiyeon, él tenía la esperanza dentro de sí de que las cosas volverían a ser como antes. Ya no sabía que pensar, había escuchado tantas cosas de ella que su cabeza estaba revuelta. Jiyeon solo llenaba sus ojos con lágrimas cada vez que el preguntaba, al final de la discusión el terminaba disculpándose por su desconfianza y llevándola a cualquier sitio que quisiese.
Y allí había otro tema. A Jiyeon, le gustaba gastar, en grande. Una salida con la chica le costaba a su tarjeta unos quinientos o seiscientos dólares. Porque Jiyeon siempre tenía que comprar algo. Un abrigo porque tenía frio, o unos zapatos porque los que tenía puesto no combinaba. El solo quería una cita normal, ir a alguna tienda de comida rápida, al cine, a jugar algo. Quería sentirse como cualquier chico de su edad en una salida con su novia. Pero Jiyeon siempre decía: ´´Esos lugares no están a nuestro nivel, Sehun. De ninguna forma nos mezclaremos con esa gente´´
Molesto, se tumbó junto a Luhan y pensó en que harían Luhan y Kris en sus citas. Por lo visto, Kris le daba todo lo que Luhan quería. ¡Con un demonio! ¡Le había dado su tarjeta dorada de crédito! O estaba mal de la cabeza o estaba realmente enamorado. Ni siquiera el, había hecho eso con Jiyeon
´´Y no pienso hacerlo´´ pensó para sí, imaginando las grandes cuentas que tendría que cancelar.
Luhan no parecía ser como Jiyeon, porque Sehun no tenía ninguna duda de que Jiyeon habría aceptado su tarjeta negra, a diferencia de Luhan, que había rechazado la de Kris. El rubio parecía un niño cuando le contaba las cosas lindas que le daban Kris y sus padres. Era claro que Luhan no había tenido nada de eso hasta tener a Kris a cerca. Y Kris debía ser muy consciente de ello, al llenarlo de regalos.
Unos golpes en su puerta lo sacaron de su trance. Él no podía ir a abrir, las esposas lo tenían allí. Se enderezo en la cama y pidió que pasaran.
El rubio de capitán de basquetbol estaba allí seguido de Tao. La sorpresa estaba pintada en la cara de Kris.
-¿Se ha dormido? Es un milagro. Me asuste cuando no lo vi en la biblioteca. Supuse que tu no habías querido ir, y que lo encontraría aquí. Luhan suele estudiar hasta altas horas de la noche. Soy siempre yo el que lo obliga a meterse en la cama.
-¿Qué te paso en la frente Sehunie?- pregunta Tao al notar la gasa.
-Ahhh… Xiao me tiro un libro. Dijo que no lo dejaba estudiar y se molestó- Sehun se encogió de hombros.
Con cuidado de no despertarlo, Kris se acercó al bello durmiente y le acaricio el cabello y las mejillas. Su rostro se endureció al ver las lágrimas secas. No era necesario preguntar, él ya sabía lo que había sucedido. Su corazón se encogió dolorosamente al pensar en el mal rato que había pasado. Beso su frente y se volteo a hablar con Sehun.
-Si despierta dile que mañana en la mañana nos iremos a Canadá. Sooman nos liberara temprano.
Sehun asiente, él no está de ánimo para discutir.
Al llegar a su habitación, Kris tira su bolsa de basquetbol y jala una pequeña maleta de mano para alistarse para el viaje de mañana.
-¿Volverás en una semana?- pregunta Tao viéndolo empacar un par de camisetas.
-Sí, solo arreglare el asunto de Luhan y volveré. Me gustaría quedarme un semana más, pero sé que ese rubiecito se va a poner histérico si retrasa en clases.
Tao se ríe ligeramente.
-¿Porque Luhan se toma tan enserio todo? Por muy becado que sea, el debería salir un poco más.
Kris suspira.
-¿Crees que no se lo he dicho? Es un testarudo.
Tao asiente. Kris lo había llevado a la biblioteca, diciendo que tenía que sacar a Luhan de ahí antes de que le saliera raíces, y fuera imposible regresarlo a la suite. Luego de su extraña conversación, tocaron temas diferentes, y ninguno quiso volver a darle vuelta al asunto. Él estaba bien con eso. Le gustaba Kris, mucho. Quería sentir sus brazos alrededor de su cuerpo pero Kris ya había dejado claro que no estaba listo para ello todavía. Había pedido tiempo. Y eso era lo que Tao le daría. Solo esperaba no morir de sufrimiento en ese tiempo, pues a pesar de todo, el rubio capitán, no había dicho nada sobre terminar su relación con Luhan. Y él no era ningún segundo plato. Por mucho que le doliera renunciar a Kris, si tenía que hacerlo, Tao lo haría.
Kris mordió el interior de su mejilla cuando noto que Tao se había hundido en sus pensamientos. Era consciente que estaba metiéndose en un gran embrollo. Debía ´´terminar´´ con Luhan. Pero aún era pronto. El primero debía de conocer al chico en cuestión y analizar si era merecedor del amor de su Lulu. Por otra parte, ir a Canadá le ayudaría a refrescar su mente y poner en orden sus sentimientos con respecto a Tao. Tao era lindo, era hermoso, y él tenía una gran tentación de atraparlo y jamás dejarlo ir. Pero las cosas no eran tan sencillas. Si el chico no valía la pena, él iba a tener que empujar sus sentimientos por el panda, fuera de su corazón.
Un agudo dolor en su pecho, le indico que eso no era lo que el quería. Pero ¿Qué otra cosa podía hacer?. Las lágrimas secas en las mejillas de Luhan le habían indicado que el menor todavía no estaba totalmente preparado para hacer frente a sus problemas por sí solo. Tomo una bocanada de aire, y se maldijo por lo que iba a decir
-No puedo darte nada por seguro, Tao.
A Tao se le rompió el corazón.
-¿Qué… que quieres decir?- pregunto intentando controlarse.
Kris se pasó una mano por el cabello, nervioso y frustrado.
-Quiero decir, que a pesar de que te he pedido tiempo, para aclarar mi situación con Luhan, no sé cómo vaya a terminar. Lo único que si puedo asegurar, es que no dejare a Luhan solo.
Tao inspiro.
-Creo que eso es algo que siempre me dejas bien en claro.
-También quiero que sepas…- Kris se acero a Tao hasta tenerlo entre sus brazos- que me gustas. Y que quiero tener algo contigo, quiero tenerte así como ahora, todo el tiempo, quiero… que seas mi novio.
Al panda se le iluminaron los ojos.
-¿Quieres que yo… sea tu novio?
-Sí, pero eso aun… está por verse. Yo todavía tengo un novio que me necesita, y por eso te pido que seas paciente. Luhan no es como cualquier persona, el… es un poco especial.
-Entiendo eso, supongo.
-Cuando regrese de Canadá, las cosas serán distintas- Kris le pasa los nudillos por debajo de la barbilla para levantarle el rostro. Con delicadeza, le da un beso en la comisura de los labios y le sonríe, transmitiéndole confianza.
-¿Lo prometes?
Kris agacha la cabeza.
-Está bien, no puedes prometerme eso… pero ¿me prometes que harás todo lo posible para que las cosas salgan bien?
Kris asintió fervientemente.
-Te lo prometo.
Tao se ríe, feliz con esa respuesta. Se hunde en el pecho de Kris y deja que este le triture los huesos en un abrazo demoledor.
-Pequeño panda…- al mencionado se le acelera el corazón el nuevo apodo, el ya no va ser llamado panda de mierda otra vez- te quiero…
-Yo también…
Chanyeol intento proteger su vida, escondiéndose tras Baekhyun, mientras que Chen descargaba su ira en gritos.
-¡¿Por qué rayos lo llamaste Baek?!
Xiumin rodo los ojos ante la escena, Jongdae estaba actuado como un maldito padre celoso.
-Ya basta Chen, no tiene nada de malo que ellos se lleven bien- bueno, pase lo que pasase, no permitiría que Chen le sacara la cabeza a Chanyeol.
-Chanyeol y yo hemos decidido ser amigos.
-¡Pero él te toco!- protesta el trol todavía enojado.
-Si pero él ya se disculpó, y no lo volverá a hacer ¿verdad, Chanyeol?
-¡Claro que no!- exclama Chanyeol, en su vida iba a reconocer que hace unos minutos, estuvo a punto de lanzarse sobre Baekhyun.
Chen gruñe, pero termina enfurruñándose en el sofá.
Minseok niega, divertido.
-Ven, vamos a darnos un baño. Hemos cantado como locos, apestamos a sudor.
El castaño se deja arrastrar y sigue al baozi.
-Me debes una- dice Baekhyun con una sonrisa divertida en su rostro, una vez que él y Chanyeol se quedaron solos. El gigante le da una gran sonrisa.
-¿Qué es lo que quieres como recompensa?
Baekhyun lo piensa. Sus labios se curvan, maliciosamente.
-Quiero que bailes Gee.
Mientras Kai y Yixing conversan, Suho y Kyungsoo van un paso atrás. Ambos molestos.
Cuando llegan a la suite, el pequeño desorden de la sala, les indica que los demás ya están ahí.
-Iré por un refresco- dice Kyungsoo, jalando a Jongin a la cocina.
-Yo me tirare a dormir- dice Lay, encogiéndose los hombros.
En la cocina, Kyungsoo rebusca en la refrigeradora y seca un jugo de naranja. Pone hielos en un vaso y sirve el jugo.
Por su lado, Jongin se prepara un sándwich.
-¿No vas a hablar?- pregunta Jongin viéndolo fijamente a los ojos.
-No tengo porque.
-Hiciste un berrinche en la practica, no has hablado desde entonces.
Kyungsoo presiona más el vaso entre sus manos.
-Ya te dije que no tengo por qué.
Pero Jongin no se va a dar por vencido. Con un movimiento rápido, acorrala a Kyungsoo contra el refrigerador. El mayor jadea.
-¿Qué pasa Kyungsoo? ¿Por qué estas así de hostil conmigo?
El castaño gruño.
-¡No te importa! Si quieres que sean amables contigo entonces busca a esa chica.
Jongin parpadeo unos segundos, antes de entender porque el otro estaba tan molesto.
-Estas celoso- esa, definitivamente, no era una pregunta- Estas celoso, estas celoso, estas, celoso- canturreo Kai, dejándolo ir.
-Vete a la mierda- gruño Kyungsoo, intentando salir de la cocina. Pero el olvidaba un detalle. Las esposas. Jongin lo jalo adentro otra vez y lo subió a la barra de la cocina para que este estuviera a su altura.
-No tienes por qué estar celoso, Kyungsoo.
-No estoy celoso- contradijo testarudamente, haciendo un puchero que a Jongin se le antojo besarle.
-Si lo estás, y no tienes porque, te dije que iba a demostrarte que no era como los demás ¿Cómo voy a hacer eso si me involucro con la primera chica que veo? No quiero nada con Victoria, simplemente la halague, porque conozco el sentimiento de ser nuevo, en una clase donde todos son buenos y talentosos. Es difícil aunque no lo creas. Ella tiene potencial, y como líder debo ayudarla a que lo desarrolle.
Kyungsoo miro sorprendido a Jongin, eso había sonado increíblemente maduro, para alguien de la edad de Jongin.
-Kyungsoo, ¿tienes alguna idea de porque siempre te he tratado mal?
El mencionado abrió los ojos sorprendido, el no espera que Jongin hablase de eso.
-Ehhh… no, pero siempre eh tenido curiosidad por saberlo.
Jongin le sonríe.
-Hace muchos años, cuando estudiaba danzas, hubo un niño que se rio de mí, yo era el nuevo, y no sabía nada, en cambio ese niño, ya tenía un tiempo practicando. El me hizo sentir muy mal ¿sabes?. Cuando hubo una presentación, yo hice un número de ballet, y tropecé por error. Los invitados me alentaron y termine el número. Pero ese niño, jamás dejo de burlarse, hasta que no lo soporte, me cambie de academia y me jure que el día que viera a ese niño, sería mejor que él. Pero cuando volví a la academia, el ya no estaba.
Los ojos de Kyungsoo tenían lágrimas. Eso… no podía ser. El niño del que él se había burlado, hacia muchísimos años, el niño con el que siempre se quiso disculpar, el niño con el que se había comportado como un idiota, era él.
Era Jongin.