Era un día bastante normal como todos. Me encontraba hechado en mi cama al lado derecho de mi guitarra, escuchando música desde mi iPod. Era un día bastante hermoso.
Los pájaros cantaban como las melodiosas voces de los ángeles. Se sentía un aroma de flores silvestres por la suave y fresca brisa en el aire. En el cielo tan azul como el agua cristalina, habían algunas nubes blancas y esponjosas como algodón, y a su lado, se encontraba el sol, la enorme bola de fuego de resplandecía dulceemente con sus rayos de luz iluminándo todo a su paso. Era el día perfecto para salir y caminar con amigos, pero para mí, Tom Kaulitz, no lo era.
Hace una semana que había empesado las vacaciones de verano. Debería estar de viaje con mi familia, o tal vez de campamento con mis pocos amigos que tengo aprovechando este hermoso día, o tal vez debería estar en fiestas nocturnas con millones de chicas, ebrio, con una botella de vodka en la mano de medio litro y medio acabada, bailando como un idiota erótico y traerme algunas chicas a casa, tal vez cinco, y follar hasta que me aburra de ellas y votarlas a la calle, para que al día siguiente sufra la resaca más grande en mi vida. Y sí, eso último lo había pensado hace algunos días y lo estoy tomándo mucho en cuenta.
Pero por más flojo que sea, no tengo ni la maldita gana de hacer alguna de esas cosas, solo quiero quedarme en casa escuchando música y disfrutándo de lo último de esta joven vida que tengo.
Justo en ese momento en el que me preguntaba de que forma moriría, entró mi madre a mi habitación sin avisar.
-Hijo, ¿estás bien?- preguntó preocupada.
-Sí mamá, todo está como siempre- respondí, pero me miró extrañada.
-Es que, no has salido de aquí en toda esta semana, siempre te quedaste y no saliste ni siquiera cuando era la hora de almuerzo, deberías salir, el día es hermoso- Suspiré mirando a la ventana.
-No, me quedaré aquí- dije sin siquiera verla.
-Pero, solo por un rato, ve a pasear por los alrededores de este enorme condominio, puedes ir un rato al parque y sentir algo de aire fresco, y tal vez, tal vez conosas a alguien que te agrade-
-¡¡¡Mamá!!!- chillé como un niño. Empezó a reir por lo graciosa y aguda que sonó mi voz.
Ella sabía que no me gustaba hablar de eso. Porque antes tenía una novia, pero me engaño, ¡y con una chica! maldita perra, me sentía bastante mal por eso, que estaba bastante lastimado por eso que no quería tener ninguna relación.
-Vamos, sé que no te gusta que hable de eso y estás bastante mal como para otra novia, pero tal vez conoscas a alguien mejor y que te ame, puede convertirse en tu alma gemela, y te aseguro que esa persona te hará feliz para toda la eternidad- Al decir eso, los ojos de mi mamá tenían un brillo bastante adorable, y se notaba que hablaba completamante enserio.
En ese momento, volví a mirar hacia el hermoso paisaje que se encontraba al otro de la ventana, un rayo de luz se adentro y atravesó con una acojedora luz anaranjada amarillenta todo la habitación. Cubrió toda la habitación, era un momento bastante mágico. Miré mi iPod, se estaba reproduciéndo la canción Love Somebody de Marron 5, que eso signifíca: Amar a Alguien. Lo pensé un poco, miré nueavamente a mi mamá, y abrí los labios lentamente.
-Lo haré-