Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Yaoi no Basket por CielRivaille

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Aquí otro cap! ¡Quiero dar gracias a todas las personas bonitas que comentaron en el cap pasado! 

Capítulo II: Cercanía.

El brillante plan de Akashi para dominar el mundo.

Que no soy nada sin ti.

Todo el mundo tenía su vista posada sobre el pelirrojo heterocromo. Que había entrado con aire triunfal hasta pararse al lado de los que alguna vez fueron sus compañeros, todos y cada uno de los presentes le miraba sin entender nada de lo que estaba ocurriendo.

—      Seguramente ya sabrán porque los he reunido. — comentó el ex –Capitán de la Generación de los Milagros.

—     No. — masculló Aomine.

—     ¿Ah, no? Ash — farfulló frustrado, ligeramente molesto.

Con la impertinente actitud del pelirrojo más bajo, Riko se molestaba más y más, ¿Que hacía ese enano –Porque para ella era un victoria llamarlo enano, después de todo, era más bajo que la mayoría de los chicos de su equipo- allí? Se cruzó de brazos expectantes.

—     Además, nosotros estamos aquí porque esta es nuestra cancha — masculló Hyuuga.

—     Por eso mismo no les avise nada, sería un desperdicio de tiempo y crédito avisarles tanto a ustedes como a Tetsuya, el idiota que tiene por sombra y Takao-kun. —

—     ¿He? ¿Por qué yo? — preguntó el último aludido. Por otra parte, Kuroko le había dado un toque a Kagami para que no se abalanzara sobre el pelirrojo más bajo —

—     Era obvio que vendrías con Shintarou — aclaró el heterocromo.

—     Oh. — mascullaron los aludidos ligeramente incómodos y tensos.

—     Bueno — sentenció la entrenadora — ¿Para qué están aquí? —

—     Para conquistar el jodido mundo — afirmó Akashi.

—     ¿Heee? — dijeron todos sorprendidos, excepto Murasakibara, que seguía entretenido con sus gomitas.

—     Por supuesto, según las reglas. Nosotros — señaló puntualmente a los miembros de la Generación de los Milagros — No podemos entrar a la competencia nacional que se organizará este año porque vendríamos a ser una ‘juntada’ y no un ‘club’ propiamente dicho. —

—     Eso explica todo — respondió Midorima acomodándose los lentes. — Comprendo, pero ni Takao, ni el equipo de Seirin fueron cortados por la misma raya que nosotros — añadió.

—     Cierto, cierto. — dijo pensativo Kise, sentándose al lado de Aomine.

—     Pero Seirin es muy fuerte, además de proactiva. — defendió Kuroko a su equipo.

—     Eso lo sé. — aseguró Seijuurou. — ¿Por qué demonios crees que estoy aquí? —

Riko y Hyuuga no sabían si sentirse alagados o insultados, pero se quedaron con la inquietante sensación de que, en algún aspecto,  la Generación de los Milagros los respetaba como oponentes.

—     Aunque claro, si estuviéramos juntos le daríamos un guantazo de primera — bufó Aomine riendo para sí mismo, chocando manos con Kise.

—     Entonces. ¿Eso es una propuesta para crear un club independiente de baloncesto? — preguntó Riko, meditando.

—     Exacto. Quiero ganar esa competencia, pero necesito un equipo competente —

—     Oh, me siento alagado~ — comentó Shinji.

—     ¿Por qué creen que aceptaríamos? — preguntó Hyuuga, molesto.

—     Yo juego — dijo Kuroko tranquilamente.

—     P-pero ¿N-no era que no querías jugar de la manera que ellos jugaban? — preguntó Kagami, sorprendido.

—     Pero Akashi-kun no nos dirigirá de esa manera, ¿Verdad? — aseguró el fantasma mirando a su anterior capitán.

—     Oh, claro. Como supuse que me pedirías eso, estuve preparando un cambio para el equipo —

El peli celeste asintió y tanto su luz como su equipo seguían sorprendidos.

—     ¡Woah~! ¡Kuroko-chi! ¿Podré ser tu luz esta vez? — preguntó emocionado Kise, casi tirándose a abrazarlo.

Aomine lo detuvo sujetándole por el cogote como si fuera un gato.

—     Hey, alto ahí. — sentenció Daiki. —Te quedas tranquilito, copiador — masculló lentamente.

—     ¡Buaa! ¡Qué cruel eres conmigo, Aomine-chi~! ¡Yo también quiero jugar con Kuroko-chi! — exclamó el rubio sollozando un poco.

—     Confórmate con un 1 x 1 conmigo — sentenció secamente.

—     ¡Qué bien~! ¡Podré jugar contra Aomine-chi! —

—     Idiota — masculló para sí mismo.

—     Me encanta la idea — dijo al final Riko. — Espero que los chicos estén de acuerdo. — finalizó la chica. — ¡Ahora, se ponen a practicar! —

—     ¿Con ellos aquí? — preguntó Izuki.

—     ¿Por qué no?

El de ojos de águila miro el aura demoniaca que rondaba a todo el equipo que los miraba con cara de ‘No encestan una canasta y nos reiremos de ustedes para toda la eternidad’

—     Riko-chi — llamó el modelo a la entrenadora.

—     ¿Mande? —

Ryota tiró la mano de Aomine, haciendo que a este le recorriera un escalofrío, no entendía bien porque, ya debía estar acostumbrado a los arranques de cariño del rubio. ‘Debe ser porque hace mucho no jugamos juntos’ se dijo así mismo. Aunque sabía que se estaba mintiendo y –le dio una mirada al rubio- parecía que su compañero no sabía el significado de fealdad y ser ‘opaco’

—     Claro, ¿Por qué no? — la castaña se encogió de hombros.

—     ¡Qué bien~! ¡Vamos, Aomine-chi! — exclamó el rubio arrastrándolo a los vestidores.

Kuroko y Kagami ya estaban en la cancha, pero el pelirrojo no parecía demasiado entusiasmado, estaba más concentrado en analizar al pelirrojo y a su perro, err, quiso decir, compañero de cabello lila. Kuroko le tiró un pelotazo, que hizo que el resto de sus compañeros intentara contener una risa. Taiga se frotó el lugar donde la pelota le había golpeado, pero no se concentró demasiado en la práctica, solo escuchaba los gritos de Riko de fondo. Akashi, decidió ignorarlo, para dedicarse a rastrear mejor las habilidades del equipo, estaba sentado al lado de Atsushi comiendo de vez en cuando, alguna de las gomitas que su amigo le convidaba. Este se acostó sobre su regazo, sacando su mente del juego para que sus ojos se posaran en él, sorprendido.

—     Estoy cansado, Aka-chin~ — comentó el pelilila pesadamente, mientras se llevaba una gomita a la boca.  

—     Aja, pero no comas acostado, te podrías atragantar. —

—     Está bien, Aka-chin~ — prefería tener las piernas de su ex –capitán  como almohada que comer dulces, al menos por un ratito. 

La mente del pelirrojo volvió a concentrarse en la práctica, vio divertido como Aomine era arrastrado por el rubio y se perdían en lo que debían ser los vestidores. El moreno no puso mayor resistencia, pero no hizo nada para soltarse del agarre del modelo que iba felizmente medio metro delante de él. Solamente le soltó cuando ya estuvieron dentro y Ryota revisó su bolso en busca de su uniforme de básquet, Aomine dejó con pesadez su mochila y se sacó la remera con tranquilidad. El rubio le miró intranquilo.

—     ¿Qué? — masculló Daiki.

—     Voltéate, por favor, Aomine-chi —

—     ¿He? Pareces una chica — bufó el moreno.

—     ¡Solo hazlo, por favor! — exclamó el modelo.

Con pesadez y lentamente se volteó, rodando los ojos y cruzándose de brazos. Cuando creyó que había pasado el tiempo justo se cambió el también, deslizando intencionalmente su vista por el  blondo cuerpo, haciendo que el chico jugara con sus dedos, balanceándose ligeramente, esperando a su compañero. De abajo hacia arriba, los ojos azul petróleo recorrieron milímetro a milímetro a su antiguo compañero, hasta que en su cuello, sobre el bordecillo de la musculosa, vio una marca rojiza. Se acercó al Kise quien iba retrocediendo por el semblante del moreno, de pronto, chocó contra una pared y tanteó un poco, no había escapatoria, de un lado tenía los casilleros y del otro, bancas, Aomine estaba parado en frente suyo, demasiado cerca como para ser su amigo,  con un dedo, corrió un poco la tira, quemando la piel que tocaba, hasta toparse con lo que quería, la marca de una mordedura desesperada. El rubio no comprendía para nada la situación pero temblaba ligeramente por el miedo.

—     ¿Qué es esto? — preguntó más molesto de lo que pretendía. 

Notas finales:

¿Que les pareció? En el proximo cap, habrá más yaoi e interacción entre las parejas~ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).