- No llegues tarde, por favor.
- Ya sé que a mi gigantón no le gusta que llegue tarde, jajaja. Nos vemos.
- Te amo, Baek.
- Yo también.
Esas fueron las últimas palabras que escuché de él en este día… Esas fueron las últimas palabras que escuché antes de saber del accidente… Esas fueron las últimas palabras que escuché antes de estar aquí sentado en la sala de espera del hospital… con unas ganas inmensas de entrar a la sala de urgencias y verificar que Baek esté bien…
- ¿Es usted el señor Park?
- Sí, ¿qué pasa doctor? ¿Qué tiene? ¿Es grave?
- Temo decirle que el señor Byun… ha perdido la memoria…
- … ¿qué? pero… ¿pero cómo pasó? … No… ¡No! Dígame por favor que no es cierto, dígamelo por favor… -mi voz se cerraba y yo estaba explotando en lágrimas-
- Lo lamento, pero es verdad.
- ¡NO! ¿¡Por qué?! –me desplomé al suelo y Yuura me sostuvo – ¡Baek! ¡Baek dime que estás bien! ¡BAEK!
- Chanyeol, por favor levántate, Yeol por favor…
- ¡No! ¡No pienso moverme hasta que sepa que a Baek no le está pasando esto! –gritaba con todo el dolor del mundo –
- Por favor Yeol, no hagas esto…
- ¡Baek! ¡Baek por favor! Baek… -mi hermana me acariciaba la cabeza y yo seguía gritando –
Así permanecí no sé cuánto tiempo más, hasta que se me cerró la garganta tal vez, pero es que todo parecía un sueño… no… más bien una pesadilla. Baek… él es una persona maravillosa… ¿por qué habría de sucederle esto? ¿Por qué no a alguien más? Preguntas como esas abundaban en mi mente y no me dejaban levantarme, de lo que creo, es mi cama. ¿En qué momento llegué aquí?
- Oh, estás despierto –Yuura entró – te traje el desayuno.
- No tengo hambre –respondí sin ganas –
- Vamos Yeol, si sigues sin comer tu salud empeorará. Si comes estarás mejor.
- Baek es lo único que necesito para estar mejor.
- Chanyeol, debes de aceptar la realidad…
- ¿Y cómo quieres que lo haga? Yuura, el amor de mi vida perdió la memoria… ¿cómo se supone que debo hacer frente a eso? Cuando entre a su habitación ni siquiera me va a reconocer.
- ¿Y tú crees que eres el único que sufre? ¿Acaso te has puesto a pensar en el dolor que tiene su familia o sus amigos? Chanyeol, con ese tipo de pensamientos lo único que demuestras es que eres un egoísta –habló con firmeza –
- Lo sé… ¿pero qué puedo hacer? –volví a llorar – Esto es muy duro Yuura… mucho…
- Ven acá –me abrazó – Imagino cómo te sientes Yeol… pero sé fuerte…
Todo el día me la pasé en cama, y no porque estuviera enfermo, sólo fue por el cansancio que tenía y la falta de ganas. Estando en mi cama me puse a escuchar música, y a pesar de que no me gusta repetir lo que hacen otras personas, sólo estaba escuchando música melancólica. Curioso, ¿no? Jamás comprendí por qué el ser humano cuando está triste le gusta escuchar música de este tipo para hundirse más en sus pensamientos en lugar de escuchar algo que te reanime y te de energía, aunque no era mi objetivo llegar a una conclusión en ese momento.
- Hijo –habló mi mamá del otro lado de la puerta – ¿Puedo pasar?
- Claro –mamá entró y yo me volteé para verla –
- Hijo yo… sabes que yo nunca he podido dar buenos consejos… pero en este momento quiero decirte que tienes nuestro apoyo.
- Gracias mamá –me limpié las lágrimas que tenía –
- Hijo, ¿te sientes preparado para visitar a Baek?
- No lo sé mamá… creo que mi corazón no podría soportar el hecho de que Baek no sepa quién soy…
- ¿Sabes? Hay algunas personas que logran recuperar la memoria.
- ¿Quién dice que este es el caso? –dije deprimido –
- Vamos hijo, no quiero que te vuelvas pesimista en momentos como este que se necesita ser fuerte.
- Trato de serlo mamá, créeme.
- Comprendo, pero piénsalo hijo, debe de haber una forma en la que podamos ayudar a Baekhyun.
- Mamá…
- ¿Sí?
- Quiero estar solo…
- De acuerdo… -me dio un beso en la mejilla y salió-
A decir verdad, mi mamá tenía razón. Había visto varias noticias en el periódico de personas que recuperaban la memoria después de un tiempo, aunque nunca leí los artículos completos. Por ello, me levanté un poco para agarrar mi laptop y ponerme a investigar todo acerca de ese tema. Si era cierto que tras varios métodos podrías recuperar la memoria, no me cansaría de intentar todos.
“Pérdida de la memoria” –tecleé en el buscador –
“Una persona con pérdida de la memoria necesita mucho apoyo. Ayuda el hecho de mostrarles objetos, música o fotos familiares.”
- ¿Enseñarles cosas? Sí, eso podría servir.
Pasé mitad de la noche escribiendo en una pequeña libreta los distintos objetos que podrían ayudar a Baek para que recordara, pero el cansancio crecía y terminé durmiéndome. Mientras estaba durmiendo, vagas imágenes pasaron frente a mis ojos cerrados, moldeando el escenario de la parte trasera de la escuela… sí, estaba recreando una escena en mi sueño.
- Toma Baek, feliz cumpleaños –le extendí una caja –
- Muchas gracias Yeol –la agarró y la comenzó a abrir – ¿Es un diario?
- Sí, me dijiste que te gusta escribir tus anécdotas diarias pero no tienes dónde ¿no? Bueno, pensé que un diario te podría ayudar jeje.
- Waa!! Muchas gracias Yeol –me abrazó – ah, pero que esto quede entre tú y yo ¿sí? Si los demás saben que tengo uno me comenzarán a molestar…
- Jajaja por supuesto que sí, será nuestro secreto. ¿Hecho? –le di la mano –
- Hecho.
Desperté pesadamente al siguiente día, mis ojos no se podían abrir y luchaba contra mi propio cuerpo para levantarme. Cuando me di cuenta, estaba abrazando mi libreta de notas y fue ahí cuando me llegó la idea perfecta a la mente; rápidamente la escribí y abracé con fuerza mi libreta.
- ¡El diario! –exclamé –
Pronto, fui a darme un baño rápido y cambiarme de la misma forma. Bajé a desayunar un poco de leche con un pan tostado, saludando naturalmente a mi familia para pasarla de largo y dirigirme a la salida. Las miradas de mi familia estaban clavadas en mi espalda, así que volteé y les sonreí para no preocuparlos, e inmediatamente me fui de casa.
Cuando llegué a la de Baekhyun, toqué el timbre y tardaron un poco en abrirme, pero finalmente lo hizo su mamá. Me dejó pasar y yo agradecí que lo haya hecho. Ya estando adentro, quise decirle todo el plan que tenía, pero me di cuenta que estaba muy deprimida, así que no la quise abrumar.
- Gracias por haber venido… -me dijo-
- Yo me disculpo por no haber venido antes.
- Nada de eso, agradezco tu compañía, pero dime, ¿hay otra razón por la que hayas venido?
- Primeramente, déjeme decirle que tiene todo mi apoyo. Hace pocos días me encontraba decaído y me di cuenta que debo ser fuerte; por usted, por Baek, por mí, así que necesité de tiempo para llegar a una solución.
- ¿Y cuál es?
- Yo… quiero pedirle al médico de Baek… que me deje ayudarlo a recuperar su memoria.
- ¿Qué…? ¿Cómo quieres lograr eso? –se escuchaba sorprendida –
- Ayer estuve investigando, podemos hacer que Baek interactúe con nosotros, enseñarle fotos u objetos.
- ¿Quieres hacer todo eso?
- Sí, pero necesito su autorización señora.
- Sabes que es una idea muy riesgosa, ¿verdad?
- Absolutamente, pero no me debo rendir, señora. Quiero intentarlo…
- Veo que estás decidido… y te lo agradezco mucho. Sé que esta noticia ha conmocionado a muchos…
- Entiendo cómo se siente señora, pero por favor –me recargué en mis rodillas – déjeme hacerlo…
- … de acuerdo… Hoy mismo le hablaré al médico sobre esto.
- Muchas gracias –hice una reverencia –
- Llévate todo lo que necesites.
- En realidad, sólo es uno.
- ¿Qué?
- Su diario…