Día 6543
… … … no sé qué decir…
Bueno, es que…¡¡¡ WAAAAAAA!!! ¡¡CASI MUERO DE UN INFARTO!!
Hoy Chanyeol me enseñó a nadar. A decir verdad, no creí que fuera tan fácil. Yo creí que iba a morir dentro del agua o me iba a ahogar, pero no pasó. Al contrario, fue muy sencillo flotar y moverse de un lado a otro en el agua.
Lo que sí casi me da un infarto es que muchas malditas le estuvieron coqueteando, pidiéndole descaradamente que les frotara bloqueador en sus cuerpos. ¡AH! No puedo creer que haya mujeres así de atrevidas… Aunque… gracias a eso me volví más atrevido…
Aún no puedo creer que llamé la atención de Chanyeol simulando ahogarme… por lo que Chanyeol vino corriendo hacia mí para cargarme, dejarme en la arena y… y… darme respiración boca a boca…
¡POR DIOS! Casi me muero cuando sentí sus labios sobre los míos... Eran sumamente suaves y algo húmedos por el reciente contacto con el agua. Al poco rato reaccioné precipitadamente por la sensación y permanecí nervioso, por lo que Chanyeol ya no quiso que entráramos al agua, por hoy.
¿Ahora qué hago? Siento una terrible necesidad de sentir de nuevo los labios de Chanyeol…
- ¡NO, NO, NO, NO!
- Vamos Baek, el mar no te va a morder.
- ¡Pero sí me puede llevar!
- Baek, deja de hacer berrinches y entra –lo jalé del brazo.
- ¡Pero Chanyeol!
- ¡Pero nada! –lo cargué de la cintura –. Anda, el mar te espera.
- ¿Y si me hundo?
- No te vas a hundir.
- ¿Y si me ahogo?
- No te vas a ahogar.
- ¿Y si piso un erizo o me muerde un tiburón?
- Por aquí no hay tiburones.
- ¿Y si..? ¿Y si…?
- ¿Quieres dejar de cuestionarte tanto? ¿No te das cuenta que ya estás en el agua?
Baek volteó hacia abajo y empezó a agitar sus brazos desenfrenadamente. Yo, tranquilamente, lo agarré de la cintura con mis dos manos y lo saqué para que pudiera respirar. El mismo nerviosismo de antes…
- Baek, Baek.
- ¡Waa! ¡Chanyeol, sálvame!
- Cálmate, Baek –lo zangoloteé –. Necesito que te calmes y que cooperes con esto.
- Pero, Chanyeol…
- ¿Quieres que te enseñe a nadar?
- S-sí…
- Entonces confía en mí. No te pasará nada porque estoy contigo, ¿sí?
- D-de acuerdo –se ruborizó un poco.
- Bien. En este momento te voy a soltar y empezarás a hacer movimientos ondulados con tus brazos y tus piernas las tendrás que mover hacia enfrente y hacia atrás lentamente, así –le mostré – ¿entendido?
- S-sí.
- Bien. Una… dos… tres.
Solté lentamente a Baek e hizo lo que le dije. En los primeros intentos le ganaba el nerviosismo y se alteraba; por supuesto que yo estaba ahí para auxiliarlo todo el tiempo.
- Muy bien Baek, ya lo estás haciendo mejor.
- ¿Tú crees?
- Absolutamente –sonreí –. ¿Listo para nadar en serio?
- No…
- Jajaja vamos, Baek; si ya hiciste esto no dudo que logres aprender a nadar.
- Pero…
- Baek –volteó a verme – ¿puedo confiar en ti?
- Por supuesto.
- Entonces esforcémonos.
- ¡Sí! –sonrió.
Estuve enseñándole a Baek cómo mover sus brazos y piernas adecuadamente para que pudiera avanzar. Primero le enseñé cómo nadar teniendo la cabeza afuera del agua, porque ese es más sencillo de llevar a cabo y Baek lo aprendió demasiado rápido.
- Muy bien, Baek. Trata de venir nadando hacia acá.
- ¡Allá voy!
Baek vino nadando hacia a mí y cuando llegó me abrazó fuertemente, casi hasta llegar a voltearme en el agua.
- Jaja ¿ahora ves que no fue difícil?
- ¡Sí! Muchas gracias Channie –sonrió muy alegremente.
- Me alegro mucho.
- ¡Chanyeol! –gritó Lay.
- ¡Vamos a comer! ¡Me muero de hambre! –ese fue Kris.
- ¿Nos vamos? –pregunté.
- Sí.
Salimos del agua y Lay nos dio toallas. Inmediatamente juntamos nuestras cosas y nos pusimos en marcha para ir a nuestra habitación. Lo malo de todo esto fueron las miradas dirigidas a nosotros… específicamente a Kris y a mí…
- Kris, haz algo.
- ¿Qué quieres que haga? Soy completamente irresistible.
- Ja-ja, ¿estás seguro que Lay tampoco lo es?
- ¿De qué hablas, Chanyeol? –preguntó el mencionado –. A mí no me miran para nada.
- ¿Cómo no? Yo las y los vi –comentó Kris, algo encelado.
- Jajaja ya dejen en paz eso y vamos a cambiarnos –dijo Baek.
Nos dirigimos a nuestras respectivas habitaciones para bañarnos y bajar a comer. A decir verdad, realmente me estaba muriendo de hambre…
- Tú báñate primero, Baek.
- De acuerdo.
En lo que fue a bañarse yo le di una leída rápida a la siguiente página del diario de Baek, aunque pertenecía al mismo día, pero no me sentía lo suficientemente confiado para realizar lo que en esa ocasión hicimos…
Después de huir me desaparecí un momento. No quería ver a Chanyeol teniendo yo la cara toda sonrojada. Cuando me tranquilicé, fui a mi habitación para bañarme y cambiarme, pero no me esperaba que él estuviera ahí.
Me pidió que me sentara en la cama, al lado de él, agarró mis mano,s y DIOS casi me muero porque Chanyeol comenzó a titubear y al final me dijo “Te amo”, y yo no sabía qué responder… Me hizo mirarlo y me susurró varias cosas que yo no quise oír. En ese momento lo único que me importaba era comprobar que de verdad me correspondía…
Lo callé… Lo callé con un beso en los labios…
Cerré el diario y no pude evitar que mis mejillas se ruborizaran. Aún recuerdo ese momento como si hubiese sido ayer. En ese entonces me estaba muriendo de nervios porque no sabía si Baek me iba a corresponder o no, pero me arriesgué a decirle mis sentimientos…
- Baek yo…
- Sí Chanyeol –me acarició la cara – yo también te amo…
- ¿Chanyeol?
- ¿Eh?
- Ya terminé, si quieres puedes ir a bañarte.
- Ah, sí –guardé el diario en el buró – ahorita regreso.
- De acuerdo. Te espero.
Agarré mi ropa y me metí al baño. Inmediatamente dejé caer agua fría en mi cuerpo. En ningún momento abrí la llave caliente.
¿De verdad me arriesgaría a decirle la verdad en este momento?
¿De verdad tenía el valor para hacerlo?
No lo sabía, sin embargo, tenía miedo. Miedo de que fuera a rechazarme porque todo mi trabajo que he hecho hasta ahora no ha servido. Miedo de no saber cómo actuar si me llegara a rechazar.
Entre mis distintos pensamientos, escuché a Baek gritar, lo cual me sacó de mi infinita duda.