Salí corriendo del baño con sólo una bata de baño puesta. Casi me da un infarto cuando encontré a Baek tirado en el piso y enroscado. Rápidamente fui corriendo a él para revisar si estaba bien.
- Baek, ¿¡qué te pasó?!
- N-nada…
- ¿¡Cómo que nada?! ¿¡Entonces por qué estás tirado?!
- L-lo que pasa es que venía a echarme crema y me golpeé en el dedo meñique del pie con la pata de la cama…
Me indicó su pie y, en efecto, su dedo meñique estaba rojo y una lágrima corría por su ojo derecho. Primero, me pasé una mano por mi cabello mojado y después me solté a reír. Hasta hace rato estaba completamente histérico, pensando en que le pasó lo peor a Baek y me sale con esto…
- ¿De qué te ríes?
- ¿Gritaste por eso?
- Sí, duele mucho.
- Jajaja, mírame Baek. Salí casi desnudo porque creí que te había pasado algo más malo y sólo te pegaste en el dedo.
- ¿¡D-desnudo?!
- Jajaja, ¿sólo escuchaste eso? –se sonrojó –. Me voy, todavía no termino de bañarme.
- D-de acuerdo…
Me metí una vez más al baño y terminé de bañarme adecuadamente. He de decir que todo el tiempo tuve una sonrisa boba en mi rostro y no me la pude quitar en un largo rato. Cuando salí Baek estaba viendo la televisión. No quise distraerlo mucho y sólo acomodé mi cabello, me puse los zapatos y le hablé.
- Listo, ¿nos vamos?
- Sí –dijo sonriendo.
Bajamos al restaurante que tiene el hotel y fuimos a sentarnos con Kris y Lay. Estos estaban muy felices y bromeando de quién sabe qué cosa hasta que nos vieron llegar.
- Oye, tardaron demasiado –dijo Kris.
- No es mi culpa.
- Sí claro. En fin, ¿qué querrás de comer, Baekhyun?
- Eh… no lo sé…
- Aquí está el menú –Lay nos pasó uno a cada uno –. Ustedes pidan, nosotros invitamos.
- ¿En serio? –Baek se mostraba impresionado.
- CORRECCIÓN. Yo invitaré. No dejaré que mi preciado Lay pague por ustedes –aclaró Kris.
- Da igual, mejor para mí –inquirí picándole las costillas a Kris.
Pedimos lo que queríamos comer y no tardaron en traernos los platillos, pero a los pocos minutos de estar comiendo Baek estaba a reventar. Se me olvidó decirle que en este restaurante servían una porción muy grande…
- Channie… me voy a morir de indigestión…
- Jaja, no lo harás. Si ya no quieres comer deja ahí tu plato.
- No…
- ¿Por qué no?
- Porque está delicioso…
- Ay Baek jaja.
- ¿Te la estás pasando bien, Baekhyun? –le preguntó Kris.
- Sí, gracias por invitarme.
- ¡Oh! ya oscureció –dijo Lay.
- Apurémonos para ya irnos a nuestras habitaciones.
Terminamos de comer y cada uno nos fuimos a la habitación que nos correspondía. Cuando entramos, lo primero que hizo Baek fue tumbarse boca abajo en la cama, mientras yo me cambiaba en el baño. Para cuando regresé, Baek ya se encontraba en piyama y estaba acostado en la cama mirando televisión.
- ¿Te gustó venir? –pregunté.
- Sí, pero estoy molido jaja.
- Baek, quisiera preguntarte algo…
- Seguro.
- Tú… ¿tú de verdad no recuerdas nada de lo que ha pasado?
- …
- Dime la verdad.
- … bueno…
- …
- No quiero mentirte Channie… Yo… yo no puedo recordar lo que me ha pasado… –sentí un dolor en el pecho.
- Entiendo…
- Pero…
- ¿Pero?
- Pero realmente he disfrutado todo lo que he pasado últimamente. En especial, hay algo que me ha hecho sentir verdaderamente pleno…
- ¿Qué es?
- … tú…
Baek miró a otro lado en lo que bajaba la mirada, en cambio yo me encontraba en un trance. Fueron demasiadas las emociones del día y ésta terminó por darme un ataque al corazón. ¿Acaso estará bien arriesgarme como lo hice la ocasión en que vinimos aquí?
- Channie… ¿ahora yo te puedo preguntar algo?
- Eh… sí, claro.
- A ti… ¿a ti te gusta alguien?
Lo admito, no me esperaba esa pregunta, y menos en este momento de vital confusión para mí, pero Baek se veía realmente interesado en decirle la verdad, y yo no le mentiría…
- Sí, me gusta alguien –respondí.
- ¿En serio? Y… ¿te corresponde?
- No lo sé.
- ¿Por qué no lo sabes?
- Porque no sé lo que piensa. No puedo descifrar sus sentimientos porque parece ser que no me hace caso…
- ¿Es buena persona?
- Mucho, aunque no lo sepa.
- Ya veo…
- ¿Por qué la pregunta?
- Yo… te escuché hablar con una chica en el evento de tu hermana…
- Ah…
- Lo lamento…
- No te disculpes… Si quieres, mejor durmamos.
- Me parece.
Ambos nos metimos a nuestras respectivas camas y ya no hablamos más del tema… A decir verdad, me sorprendí en gran medida las preguntas que me hizo Baek, pero no quise darle más vueltas al asunto. No quería hacer que mi cerebro se carcomiera en gran medida en esta noche.
Pasaron algunas horas y yo no podía dormir. Quise olvidar el tema del que estábamos hablando pero mi mente no me dejó en paz. Comencé a desesperarme y revolverme en mi cama a causa del insomnio. De pronto, recordé que traía el diario de Baek, así que lo saqué del buró y comencé a leerlo.
Día 6544
… yo creo que si me vieras dirías que soy un completo lunático, pero no me puedo quitar la sonrisa de tonto que tengo en este instante.
¿Por qué? te explico.
Ayer que nos confesamos mutuamente nuestros sentimientos, Chanyeol y yo, decidimos dormir, no sin antes darnos unos cuantos besos… Pero a pesar de que ya estaba claro que nos amamos nos daba vergüenza dormir en la misma cama…
Infortunadamente, yo soy muy friolento en la noche, y esa no fue la excepción. Tenía demasiado frío que ni siquiera las distintas mantas de la cama pudieron aliviar mi temperatura. De repente, sentí que alguien alzó las cobijas, se puso detrás de mí y me abrazó por la cintura. Volteé como pude y vi que era Chanyeol. Mi corazón casi se derrite al presenciar ese acto de él…
Creo que me he sacado la lotería con Chanyeol… Él… él es todo lo que he deseado en este mundo.
Cerré el diario y lo coloqué nuevamente en el buró. De cierta forma mis ojos se cansaron de leer. Miré a mi derecha y Baek estaba durmiendo de lado, pero pude darme cuenta de algo más importante: estaba temblando.
A pasos lentos me acerqué a su cama y rectifiqué lo que había deducido hace unos momentos. Baek estaba temblando. Toqué su frente y estaba fría, pero no sudaba. Cuidadosamente me metí en la cama, arropándome con su misma cobija, abrazándolo por la espalda y pegando mi pecho a esta. Inmediatamente que hice esto, Baek dejó de tener ligeros espasmos y comenzó a tranquilizarse.
No miento cuando digo que quería quedarme así, para toda la vida. Aunque Baek no conozca mis sentimientos, pero que se quedara así sería sumamente perfecto… A penas quise cerrar los ojos cuando sentí que Baek se movía y decía algunos murmullos.
- Shh… shh… duerme, Baek.
- Mmm… Chanyeol…
- Shh…
- No me odies, Chanyeol…
- ¿Por qué te odiaría?
- Por no decirte la verdad…
- Vamos Baek, eso no es lo importante…
- Sí lo es… tú has sido honesto conmigo y yo no…
Dolor. Dolor fue lo que sentí al escuchar la palabra “honesto” y que ésta me apuñalara con todas sus fuerzas. Apreté más el cuerpo de Baek al mío y guardé silencio un momento. Después de un momento retomé el habla.
- Baek, no es necesario que te sientas mal… Vinimos aquí para disfrutar, no para ponernos melancólicos.
- Tienes razón…
- ¿Lo ves? No es difícil…
- Gracias, Chanyeol…
- ¿Por qué?
- Por todo… Por estar conmigo, por haberme invitado aquí. Por haberte cruzado en mi camino.
- Mmm… –me comencé a sentir adormilado.
- Te agradezco todo lo que has hecho por mí… pero me siento mal…
- … ¿por qué…?
- Porque… porque no puedo recordar nada… –se enroscó.
- Ya te dije que no te preocupes… –mis ojos ya se estaban cerrando.
- No puedo evitarlo… me siento culpable por lo que pasa…
- … –mi agarre se había vuelto más flojo.
- Lamento no ser como era antes, lamento no poder hablar sobre temas de los que conversábamos antes…
- …
- Lamento no poder regresar a como era, lamento que tengas que estar pasando por esto… y sobre todo…
- …
- Lamento no poder decir la verdad…
Mi mente ya no estaba en este mundo. El sueño estaba por vencerme y mi cuerpo sólo se entregó a él. Lo único que pude escuchar fueron palabras al viento de Baek. Algo como: “lamento… gustarme… lo siento… verdad…”. ¿Habré escuchado mal?