Desperté en la mañana con unas ojeras tremendas y ganas de querer hibernar por siempre. Me di la vuelta y tanteé a mi lado, pero estaba completamente vacío. Abrí uno de mis ojos y vi que Baek me observaba, sentado enfrente de la cama.
- Buenos días –sonrió.
- Buenos días… –froté mi ojo–. ¿Qué hora es?
- 9:30am
- ¿De verdad? Ah… tengo mucho sueño…
- Se te nota.
- ¿A qué hora te levantaste?
- A las 8:00
- Qué temprano…
- Gracias.
- ¿Eh?
- Te doy las gracias porque por ti pude dormir bien.
- Me alegro –sonreí cansadamente.
- ¿Quieres que pida el desayuno?
- No, en unos momentos bajamos a desayunar. Sólo… dame cinco minutos más…
- Jaja, como quieras.
Volví a cerrar mis ojos pero ya no pude volver a dormir. ¿La causa? Baek se fue a bañar, y yo maldecía a mi cuerpo por sus reacciones instantáneas. Yo siempre he respetado a Baek, sobre todas las cosas, pero en muchas ocasiones mi cuerpo me daba malas pasadas y hacía que reaccionara solo. Y eso es precisamente lo que está pasando. Mi mente se activa con el sólo hecho de relacionar palabras: “ducha, Baek, desnudo”.
Quise darme un golpe por lo que estaba pensando en ese instante y no preocuparme por lo que verdaderamente era importante. Intenté liberar mi mente pensando en otra cosa, pero otra cosa me ayudó: mi celular. Lo abrí y contesté.
- ¿Bueno?
- Hijo, soy yo.
- Ah, mamá, ¿qué pasa?
- Lamento interrumpirte, pero necesito tu ayuda.
- ¿Para qué?
- Tu padre necesita viajar mañana a Francia para el arreglo de un contrato para distribuir varios hoteles, pero un empresario muy importante de China sólo puede hablar con él ese mismo día…
- ¿Entonces?
- Necesito que tomes su lugar en Francia…
- ¿QUÉ?
- Por favor hijo, te lo ruego.
- ¿Por qué me avisas un día antes?
- Apenas nos enteramos nosotros también…
- ¿Crees que conseguiré un boleto de avión a Francia en un dos por tres?
- Tu padre tiene el suyo… Te lo puede dar.
- Suena como si lo hubieran planeado todo… –dije bajito.
- Hijo, no te enfades con nosotros.
- ¿Ah no? ¿Entonces con quién?
- Es el último favor que te pedimos, Chanyeol.
- Lo pensaré. Te llamo luego.
Colgué y aventé el celular a la cama contraria, para después pasar mis manos por mi cabello y sacudirlo con cierta frustración. ¿Cómo se les ocurría? No puedo creer que me pidan eso cuando estoy en un momento crucial para seguir ayudando a Baek.
- Chanyeol, ¿qué ocurre?
- ¿Eh?
- Aventaste tu celular…
- Sólo… sólo una llamada fastidiosa.
- Entiendo…
- Iré a bañarme.
Pasé al lado de Baek y fui directamente al baño. No me importó abrir luego, luego la llave del agua fría y dejar que esta me colmara hasta los huesos, pero necesitaba que lo frío me bajara el enojo.
Salí rápidamente del baño para tomar mi ropa y cambiarme. Baek se encontraba jugando un juego de vídeo que había traído, así que no fueron necesarias las palabras. Fue hasta que estuve listo que le dirigí la palabra.
- ¿Bajamos?
- Claro –sonrió.
Todo el camino hasta la cafetería no dijimos ni una palabra, lo cual me incomodaba. Llegamos a la cafetería y había mucha gente. Visualizamos a Kris y a Lay en una mesa y nos fuimos a sentar con ellos.
- ¿Mala noche, Chanyeol? –preguntó Kris.
- Algo así.
- ¿Amaneciste bien, Baekhyun? –preguntó Lay.
- Sí, bastante bien.
- Entonces acompáñame a pedir el desayuno. Tendremos que formarnos.
- E-está bien.
Baek y Lay se fueron a formar en la fila, que por cierto era inmensa, mientras que Kris colocó sus codos en la mesa y su barbilla sobre sus manos unidas. Eso sólo podía significar algo… iba a empezar un interrogatorio…
- ¿Qué te pasa? –preguntó.
- Me conoces tan bien que ya no es necesario el “tú traes algo”…
- Exacto.
- …
- Te escucho.
- Mi mamá llamó…
- ¿Y?
- Quiere que ayude a mi padre…
- ¿Y eso qué tiene?
- Necesita viajar a Francia…
- No me digas que…
- Quieren que vaya yo.
- ¿Cuándo?
- Mañana.
- ¿MAÑANA? ¡Están locos!
- También pensé eso…
- ¿Y qué harás?
- No lo sé…
- No vayas.
- Kris –lo miré.
- Viniste para hacer algo por Baek, ¿no es así?
- Yo…
- ¿Qué?
- Yo… no sé si seguir…
- ¿De qué hablas?
- Ayer… Ayer le pregunté a Baek si podía recordar algo…
- … ¿Y?
- Dijo que no…
- Chanyeol.
- Estoy perdiendo las esperanzas, Kris… –lo miré al borde de las lágrimas.
- Chanyeol, mírame –tomó mis hombros e hizo que lo mirara – no debes de rendirte y menos ahora.
- ¿Qué quieres que haga, Kris?
- Vaya, ¿con quién estoy hablando ahorita?
- …
- Que yo sepa, el Chanyeol que conozco es optimista todo el tiempo. ¿Quién eres y qué hiciste con Chanyeol?
- Tal vez soy el mismo… pero un poco deprimido.
- Pues dile al Chanyeol de adentro que despierte, que no logrará nada si se sienta a llorar en un rincón.
- Chanyeol te lo agradece… jeje…
- Me parece bien.
- Woo, woo, ¿qué ocurre aquí? –preguntó Lay.
- Sólo lecciones jaja.
- ¿De qué?
- De activo a activo jajaja.
- ¡Oye! –le di un codazo en las costillas.
- Jaja, entonces no meto mi cuchara –dijo Lay dándome un café.
- ¿Activo? –preguntó Baek.
- Eres muy pequeño para entender el término jaja –dijo Kris y Baek se sonrojó.
Seguimos desayunando y Kris decía cosas que, a mi parecer, eran bastante descaradas hacia Lay. Tales como “no dijiste lo mismo ayer”, “cuando me domines será el fin del mundo”, “no tomes de esa leche, hay una que es mejor”. A veces me pregunto cómo alguien tan puro e inocente como Lay está con Kris…
- Bueno, ¿qué harán después? –preguntó Kris.
- Ah… no lo sabemos –dijo Baek.
- Bueno, nosotros queremos ir al bar que ofrece el hotel, pero sería hasta la noche, ¿qué dicen?
- Acepto pero sabes que no tomo mucho –dije.
- Lo mismo digo… –dijo Baek, con un poco de miedo.
- Entonces no se diga más. Pónganse sus mejores ropas para esta noche –Kris sonrió maliciosamente.
Baek y yo subimos a nuestra habitación y, otra vez, no dijimos nada, hasta que yo abrí la boca.
- No es necesario que bebas si no quieres.
- No te preocupes. Sé que cuidarás de mí jeje.
Después de esas palabras Baek se la pasó viendo televisión y yo hablaba con mamá por teléfono, tratando de hacer que convenciera al tipo de Francia para alargar la fecha, pero no pudo. Al fin y al cabo me resigné, tenía que ir a Francia y no podía cambiar ese hecho. Sólo me daba tristeza el no estar tanto tiempo con Baek…
Cuando llegó la hora, bajamos al bar y ya estaban Kris y Lay ahí. Lay, a pesar de no aparentarlo, era muy bueno bebiendo, pero nadie le ganaba a Kris. Yo sólo bebí un poco, de un vaso, la música estaba muy alta y aturdía mis oídos, lo único que me tranquilizaba es que Baek lo estaba disfrutando.
Después de eso, no sé cómo pasó, pero Baek ya había bebido demasiado y se le notaba. Traté de alejar los distintos vasos que estaban cerca de él pero era inútil. De una u otra forma él los conseguía, poniéndose más mal cada vez que bebía.
- Baek, deja eso ya –le quité el vaso.
- Ahh~ Channie~ -se comenzó a desabotonar la camisa.
- Chanyeol, mejor llévatelo de aquí –dijo Kris, intentando decir más pero Lay no dejaba de besarlo.
- Eso haré.
Cargué a Baek y lo llevé a nuestra habitación. Lo puse en la cama y, tras varios pataleos, se quedó dormido lo suficientemente rápido. Acaricié su cabeza y le di un beso en la mejilla. En la tarde hablé con mamá y me tendré que quedar varios días en Francia… así que no lo veré por un pequeño tiempo…
- Baek… lamento no poder hacer que duermas bien hoy –le di un beso en la frente – espérame…
Me separé y escribí una nota dejándola en el buró:
“Lo siento Baek, tuve que irme. Puedes quedarte con Kris y Lay hasta que quieran regresar. Cuídate. Chanyeol”