Me dirigí a la habitación de Baek no sin antes haberle dado un abrazo a su mamá y agradecerle. Cuando llegué me paré justo enfrente de su puerta, abriéndola sigilosamente como para evitar que se dañara. Todo estaba en perfecto estado, igual que cuando la última vez que entré. Una repisa con varios libros, su cama, varios baúles para sus zapatos, un escritorio y arriba de él muchas fotos de nosotros pegadas con tachuelas a un cuadro de madera.
Fui dando varios pasos hasta llegar al escritorio. En mi rostro apareció una sonrisa por recordar la primera vez que vine a su casa, le dije que su habitación parecía de niña por el exceso de adornos que había en ella, pero conforme pasaban los días me fui acostumbrando, y ahora que todo esto pasa, quiero verificar cada detalle de su habitación, como si fuera el primer día que viniera aquí.
Cuando llegué a su escritorio empecé a revisar los distintos cajones que tenía, para ver si estaba ahí lo que deseo encontrar, pero no encontré nada, más que puros papeles de la universidad, recortes de algunas revistas entre otras cosas, por lo que dejé todo como estaba y me dirigí a su buró. Lo abrí, y hasta debajo de lo que en su mayoría eran delineadores, encontré la pequeña libreta, que tenía sujeta una pluma.
- Bingo –dije –
Me senté en la cama y comencé a leer, aunque se sentía extraño el estar viendo algo que es especial para Baek y, sobre todo, privado. Pero no había de otra, tenía que hacerlo para ayudarlo, o al menos intentarlo. Llevé mis dedos a las primeras páginas, para así darme una idea mucho más concreta de lo que podría hacer.
Hola ^^ Sé que puede parecer cursi, pero a mí me encanta escribir lo que hago, y gracias a Yeol lo voy a hacer más periódicamente ya que te tengo en mis manos jeje. ¿Quién es Yeol? Es un amigo muy querido, somos amigos desde la preparatoria y ahora estamos juntos en la universidad.
Me alegro mucho que estemos juntos, ya que no he encontrado a alguien más que sea un mejor amigo para mí que él. Bueno, eso es todo, nos vemos ;D
Pasé a la siguiente página y estaba más llena de letras que la anterior:
Día 6513
¿Por qué pongo un número de días? Jeje, me llamó más la atención poner el número de días que he vivido, más que poner la fecha del día de hoy. Suena original ¿no? Así soy yo.
Quisiera que guardaras un secreto… ¿puedes? Yo… hasta hace poco tiempo me he dado cuenta que me siento diferente al estar con Yeol… No es porque nos hayamos peleado ni mucho menos, sino que… no sé cómo explicarlo. Antes era divertido pasar los días en su casa o en la mía viendo películas o jugando vídeo juegos, pero ahora siento la necesidad… de estar más con él, ¿me entiendes?
Sinceramente, no sé qué ha pasado que he tenido ganas de ser aún más cercanos. Siento que quiero ser más que un amigo, o mejor amigo de él, pero la verdad… es que también me da miedo el sentir esto. Tengo miedo de lo que estoy pensando…
Ya veo, así que en su diario comenzó a escribir acerca de lo que comenzaba a sentir por mí. Sin embargo, no quiero decirle directamente a Baek que tenemos ese tipo de relación. Supongo que el doctor ya le ha de haber mencionado que perdió la memoria, y eso ha de haber sido un gran shock para él, pero no quiero abrumarlo llegando un día a su habitación y decirle que nosotros somos novios. Si hago eso, puede que me tome de a loco y no quiera verme más…
Seguí leyendo lo que sería la siguiente página, en la que sí encontré un elemento que podría ayudar a Baek:
Día 6515
Hoy me sentí muy feliz ^^ jamás creí que Yeol me fuera a regalar una playera por cumplir hoy ya 3 años de nuestra amistad. A decir verdad, no creí que fuera a recordar esta fecha. Lo primero que hicimos fue ir al cine, en el cual vimos una película de terror, aun cuando le había dicho a Yeol que no soporto ese tipo de películas lo hizo… Pero no me quejo, porque de inmediato Yeol me estaba haciendo reír. Después fuimos al café de su papá, para beber un poco en lo que comíamos pay de queso. Finalmente, Yeol me vino a dejar a mi casa.
No sé cómo pasó, pero cuando Yeol se estaba despidiendo de mí no quise dejarlo ir y lo atraje hacia mí, por temor a que se fuera y no regresara o algo así… ¡Agh! ¿En qué estoy pensando? ¡Basta Baekhyun! ¡Tú no eres así! Debes… debes de actuar normal… Sí, de esa forma Chanyeol no se dará cuenta de cómo te sientes… Aunque la verdad… ni yo mismo lo sé…
Eso es, en esta página Baek describió lo que hicimos, así que para ayudarlo tengo que volver a repetir todo. Pero… lo principal que tengo que hacer es ir a ver a Baek… ¿Y ahora qué hago? ¿Cómo me presento ante él? ¿Tengo que decir que soy su amigo? ¿Un conocido? ¿Su novio? No lo sé… además, ¿qué haré con tan sólo verlo? Debo mantener la calma y abstenerme de correr y abrazarlo con todas mis fuerzas…
Aun pensado en eso, salí de la habitación con el diario en mis manos. La mamá de Baek no estaba en su recámara, por lo que seguí mi camino hacia la salida. Cuando estaba a punto de irme, ella me llamó desde la cocina, haciéndome sobresaltar un poco.
- Lo siento, no quise asustarte.
- No se preocupe, yo me disculpo por haberme quedado tanto tiempo.
- Esta es tu casa y lo sabes. ¿Encontraste lo que buscabas?
- Sí, lo hice. Gracias por permitirme llevármelo.
- Chanyeol…
- ¿Sí?
- Hablé con el doctor de Baek y me dijo que las visitas se podrán hacer dentro de una semana.
- Oh… ya veo. ¿Sucedió algo más?
- Al parecer, los doctores estuvieron hablando con Baek y tienen buenas señales sobre su comportamiento. No está en shock por haberse enterado de su problema, aunque no debemos descartar la idea de que no conoce nada a su alrededor.
- ¿No recuerda absolutamente nada?
- Sólo su nombre y su edad. Me causó un poco de gracia lo que me dijo el doctor.
- ¿Qué fue?
- Le preguntaron si podía recordar algo y él respondió “Mi nombre… es Baekhyun, y tengo 22 años… aunque me veo de menos, ¿cierto?”
- Al parecer no ha abandonado su personalidad… -sonreí un poco-
- Eso me alegra bastante –se veía un poco de esperanza en sus ojos –
- A mí también. Bueno, me retiro. Gracias por todo –tomé sus manos y las presioné –
- Ve con cuidado. Ah, Chanyeol.
- ¿Sí?
- Confío en ti, y sé que darás todo de ti con esto, pero no quiero que te dañes.
- No lo haré, gracias por creer en mí. Me voy.
Salí de su casa y me dirigí a la mía, dispuesto a seguir leyendo su diario y anotar en mi libreta algunos puntos que podría reforzar para poder ayudar a Baek. Cuando entré, mi familia estaba en la sala, pero cuando me vieron corrieron hacia mí, todos preguntando cosas que no podía y no quería entender. De una forma increíble sólo dije “más tarde” y salí disparado para mi habitación, cerrándola con llave, ya mañana le contaría todo a mi familia.
No me di cuenta cómo, pero la semana se pasó muy rápido y llegó el día en que iba a visitar a Baek. Debo admitirlo, los nervios me comían vivo porque no sabía cómo reaccionaría Baek al verme, y menos cómo lo haría yo al verlo. Desperté en la mañana y seguí mi vida normal, tomando un baño, cambiándome, tomando todo lo necesario e irme inmediatamente al hospital.
Cuando llegué, lo primero que hice fue contactar al doctor de Baek para que me dijera su situación.
- Señor Park, me da gusto que esté aquí.
- Gracias. ¿Cómo se encuentra?
- En realidad, sería mejor que usted lo viera con sus propios ojos.
- Ah… ¿y dónde está?
- En la parte de atrás, junto al roble grande.
- Gracias.
Fui al lugar indicado, y cuando llegué ahí estaba… recargado en el árbol con su mirada perdida en el cielo. Mi corazón dio un brinco indicándome que tenía que hacer algo. Opté por caminar hacia él, y llegando hasta donde estaba fue cuando me atreví a hablar, cuando lo que quería era estrujarlo en mis brazos como nunca antes.
- Hola –dije –
- Hola –me sonrió –
- Yo… vine a verte.
- Lo sé.
- ¿Lo sabes?
- Sí.
- Entonces… -estaba confundido-
- Eres Chanyeol, ¿cierto?