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El sirviente del mal. por Bishoujo

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Notas del capitulo:

Bien es una historia algo tragica, inspirada en un tema de Len Kagamine.

Hace mucho tiempo existía un reino al otro lado del mar, llamado Stealmon la tierra del viento era maravilloso rodeado de riquezas y mucha belleza todos los habitantes del pueblo eran felices gracias a sus gobernantes, el rey Minato Uzumaki valiente generoso y gentil, sus ojos de un hermoso celeste cual cielo de primavera sus cabellos dorados cual rayos del sol, y su hermosa esposa la reina Kushina, ojos azules cual mar profundo, piel blanca cual copos de nieve y un precioso cabello carmesí. 

 


Era una tarde de otoño, cuando las campanas de la iglesia sonaron anunciando que el heredero hijo de los reyes había nacido, el pueblo festejaba la llegada del príncipe con una gran fiesta, el castillo estaba repleto de duques y reyes vecinos que trajeron regalos por el nacimiento del príncipe.

 


Pero no todo era alegría ese día, al otro lado del castillo una sirvienta corría por los pasillos con un bulto entre los brazos cubierto con una manta ocultándolo de todas las miradas, salio por un pasadillo secreto para no ser descubierta. Esa tarde de otoño no solo nació el joven príncipe Naruto, sino también su gemelo Menma. La joven reina lloraba sabia que solo se podía quedar con uno de sus hijos, esa era la ley al nacer gemelos de reyes uno deberá ser ejecutado para evitar que la profecía maldita sea cumplida.

 


Pero eso no sucedería, Minato y Kushina no podrían matar a uno de sus hijos los amaban demasiado, entonces decidieron ocultar al joven Menma. Y se le ordeno a una de las Sirvientas mas confiables Tsunade que cuidara de su preciado hijo, que lo criara y educara como un joven digno de servir al príncipe Naruto pero sobre todo jamas debería de enterarse que era su Gemelo, tenían que llevarse ese secreto hasta el final de sus días. 

 


Diez años había pasado de ese suceso y un niño de cautivante belleza se encontraba adentro de una de las habitaciones del castillo, Menma siempre había llevado un tul tapándole el rostro y Tsunade le había dicho que suceda lo que suceda jamas debería dejar que alguien viera su rostro ni tampoco debía dejar la habitación a menos que se lo hayan ordenado. El era feliz tenia todo lo que quisiera, también debía estudiar mucho tenia varios profesores que venían a su habitación a darle clases. 
En su tiempo libre el se asomaba a una de las ventanas que daba al jardín de castillo siempre veía al mismo niño jugando solo, rodeado de sirvientas y juguetes, ese niño le llamaba demasiado la atención nunca se cansaba de observarlo era como un ángel, hermoso bello era Etéreo, Menma lo sabia y también sentía un extraño sentimiento cálido dentro de si que día a día crecía.

 


Tsunade-san, ¿Quien es ese niño que día a día veo atravez de mi ventana? -Preguntaba Menma a la sirvienta que se encontraba sirviendole la merienda de media tarde- 

 


Menma vio como el pánico se reflejaba en el rostro de la mujer, ¿Acaso había dicho algo indebido?.

 


Joven Menma-Sama, ese niño es el Príncipe Naruto es a el a quien Usted en el futuro debe de cuidar y servir con su vida. -Respondía la mujer con algo de nerviosismo-

 


Oh que feliz me hace escuchar eso. -sonría Menma, la felicidad que sentía en ese momento era mucha, serviría a su ángel a ese niño que lo cautivaba con solo su presencia, daría su vida por el sin dudarlo-

 


Tsunade-san, ¿Sera que hoy podre salir de mi habitación aunque sea un momento? Deseo respirar aire fresco. -Demandaba el niño, si bien casi nunca pedía nada, el deseaba salir al jardín con la esperanza de encontrarse con el Príncipe Naruto-

 


Joven Menma-Sama, sabe que no puede salir de la habitación a menos que la reina y el rey así lo pidan, usted es alguien que esta siento cuidado para servir al Príncipe Naruto en el futuro, usted es alguien muy importante por ello su seguridad es prioritaria.-Decía la sirvienta, repitiendo las palabras que tiempo atrás le habían dicho los reyes-

 


Lo se, pero aveces solo me gustaría tener un poco de libertad..-susurraba el joven algo desanimado-

 


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Meses después un fuerte invierno azoto el reino de Stealmon, y la amada reina callo enferma en su lecho, el rey Minato sabia que no podía descuidar al pueblo y mas en esa época donde no se podía cultivar nada por el frió que congelaba el suelo, se les hacia imposible a los habitantes sembrar algo. El Rey decreto que todas las reservas que se hallaban en el castillo fueran repartidas a los habitantes del pueblo para saciar el hambre que tenían. Minato sabia que Kushina esta muy débil, no había medico ni remedio que pudiera mejorar la salud de su reina, el la amaba demasiado y sabia que si su reina moría el no podría seguir adelante.

 


Una carta había llegado al castillo, su origen era desconocido tan rápido como llego fue entregada a manos el Rey, que miro extrañado el papel y comenzó a leerlo. "La profecía se cumplió su pueblo padecerá, su esposa sufrirá y usted cargara con toda la culpa por desobedecer el mandato, la semilla del mal despertara tras su muerte". Minato furioso destrozo el papel que tenia entre sus manos y mando a llamar a la única que sabia del secreto, la sirvienta Tsuande.

 


Tsunade, mujer infeliz como puede ser que me allá traicionado por su culpa mi amada esposa morirá y mi preciado pueblo sufrirá. Lárguese de mi vista ya eh decidido su futuro. -Decía el Rey con odio cargado en la voz, mando a llamar a los guardias y ordeno cortar la lengua de la sirvienta y luego quemadla en la hoguera-

 


¡Rey minato piedad¡, ¡No le eh falto ni a usted ni a su palabra, de mi boca no ah salido nada¡ ¡Por favor mi Rey pido misericordia¡ -Gritaba la mujer a viva voz mientras era arrastrada por los guardias- 

 


¡Silencio¡ Ya eh hablado, mis ordenes se han de cumplir al pie de la letra, no puedo confiar en nadie. -Hablo el Rey encerrándose en su habitación, agarro una pluma y papel y comenzó a escribir su deseo, antes de partir con su amada esposa quería asegurarse de que sus dos preciados hijos estuvieran a salvo-

 


Naruto se encontraba alado de su madre tomándole la mano, pálida y ya sin vida Kushina moría, el había notado extraño a su padre desde que su madre callo enferma, si bien siempre fueron cariñosos con el y le dieron todo lo que pedía aveces el sentía que algo le faltaba, sentía tristeza sin razón y enojo que desahogaba con los sirvientes. Tanto fue su mal comportamiento que un día sin querer escucho como una de las sirvientas le había apodado "La semilla del Mal", días después esa sirvienta fue mandada a ejecutar por orden del Rey.

 


El invierno se había marchado y con el había llevado las vidas de sus padres, la reina murió por pulmonía, y el rey murió de tristeza, todo el pueblo se hallaba triste nadie reía y toda la alegría que había existido tiempo atrás solo era un recuerdo.

 


Cinco años mas tarde, todo el castillo se encontraba ajetreado por los preparativos del cumpleaños de Joven Príncipe Naruto, desde la muerte de sus padres, el príncipe había cambiado ya no sonreía ni hablaba demasiado, si lo hacia solo era para ordenar mandatos crueles, los sirvientes le temían el pueblo también, Era la semilla del mal encarnada, era el príncipe indeseado.

 


En una habitación apartada, se encontraba Menma preparándose para el cumpleaños del Joven Príncipe Naruto su amado príncipe, por fin lo vería por fin podría estar a su lado, estaba nervioso extraños rumores había escuchado de las sirvientas que venían a cuidar de el ya que Tsunade había desaparecido un día de invierno no había vuelvo a saber mas de ella.

 


Ya era hora, el momento había llegado ese día en el que se entregaría en cuerpo y alma a servir y proteger a tu amado Príncipe Naruto, se encontraba detrás de una enorme puerta que por primera vez había visto, nunca antes había recorrido esos lugares del castillo para el era todo nuevo, estaba emocionado acomodo los guantes blancos de sus manos, se aseguro de que el velo cubriera perfectamente su rostro y las grandes puertas se abrían delante de el dejando ver un salón lleno de gente damas con vestidos bellos caballeros con trajes elegantes, pero el solo tenia la mirada fija en el trono donde se encontraba su amado, radiante cual día de verano, llevaba un traje anaranjado que hacia resaltar mas su persona era como un sueño.

 


Camino a paso firme por la larga alfombra de color carmín, escuchaba como la muchedumbre comenzaba a murmurar cada vez que avanzaba mas, llego a los pies del trono y hizo una reverencia que hace años venia practicando.

 


Naruto lo observo por unos minutos, y hablo. 
Ah ya veo, usted es el regalo que mis padres venían guardando desde ya hace tiempo para mi. -Decía Naruto con un tono monótono mientras lo observaba fijamente-

 


Mi Preciado Príncipe, permitame servirle de ahora en mas en todo lo que necesite. -Menma tenia la cabeza gacha manteniendo la reverencia que minutos atrás había echo-

 


Tu nombre. -Exigió Naruto, la persona que tenia en frente le llamaba la atención, ¿Porque llevaba un velo? ¿Acaso tenia un rostro horrendo que no se podía ver?, No imposible sus padres jamas le darían algo que no fuera hermoso-

 


Menma, Joven Príncipe. Mi nombre es Menma. -Respondía con un tono de nerviosismo, pues había estado esperando este momento hace tiempo-

 


Te ordeno que dejes ver tu rostro, Menma. -Naruto se sentía intrigado deseaba saber el enigmático ser que se ocultaba detrás de esa tela- 

 


Joven Príncipe el deseo de los difuntos reyes es que solo usted viera mi rostro, me temo que no puedo quitarme el velo delante de tanta gente. -Respondía Menma a la petición, sintiéndose algo grosero al rechazar la petición del príncipe, pero el sabia que no podía sacarse el velo desde muy pequeño es algo que le inculcaron y no podría desobedecer- 

 


-Naruto arqueo una ceja aun mas intrigado por la respuesta que había dado Menma, el no podría esperar mas quería verlo inmediatamente- En ese caso, doy por terminada la celebración de mi cumpleaños. -dicho eso se levanto del trono, y ordeno a Menma que lo siguiera a su habitación- 

 


Menma caminaba detrás del Príncipe, y observaba todo a su paso tanto tiempo había vivido confiscado en su habitación que todo lo que sus ojos veían lo dejaban maravillado.

 


Ya en su habitación Naruto se encontraba sentado en uno de las sillas cercanas a la chimenea, no sin antes ordenar que nadie se atreviera a molestarlo esa noche.

 


Bien Menma, ahora quítate esa tela que cubre tu rostro. -Naruto miraba impaciente a Menma, si no fuera por su educación hace rato le abría arrancado el mismo la tela que tanto estorbaba-

 

-Menma asintió, quito el velo de su rostro dejando caer de paso su largo cabello rubio, que nunca había sido cortado, se podría decir que todo en el era inmaculado-

 


Naruto se quedo sin habla, la persona que estaba enfrente de si era su mismo reflejo. ¿Como podría ser que el individuo no se diera cuenta de su semejanza con el mismo? ¿Es que acaso nunca había reflejado su rostro en el agua o algún espejo? 

 


Ya veo, vuelve a ponerte tu velo. -ordeno Naruto y se quedo pensativo mirando el fuego que ardía en la chimenea- Quiero mi cena.
En seguida se la traeré mi Príncipe. -Menma se coloco nuevamente su velo e hizo una reverencia saliendo de la habitación-

 


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Menma se encontraba, ayudando a vestir a su Príncipe, tareas como encargarse de su desayuno merienda y cena y había vuelvo cotidianas, despertarlo vestirlo arroparlo, era algo que el disfrutaba, pero el sabia que su amado Príncipe era cruel, el sabia que tanto sus sirvientes como su pueblo habían albergado gran odio hacia su príncipe, pero el lo protegería con su propia vida, Menma amaba su sonrisa amaba con demasía todo lo referente a Naruto, aunque le ordenara hacer cosas crueles, a Menma no le importaba mancharse las manos con sangre por su el, no le importaba quedar como el Tirano. Mientras su Príncipe estuviera bien, para el seria suficiente. 

 


El príncipe Naruto se había enamorado, de un Joven de cabellera azabache y ojos tan oscuros como la misma noche, era el príncipe de la tierra del fuego al otro lado del mar, pero ese príncipe estaba cautivado por un joven de cabellos rojos y mirada aguamarina que vivía en las Tierras de las Arenas. Naruto sabia que su amor no seria correspondido, por lo que decidió hacer desaparecer las Tierras de las Arenas y que el Joven de cabellos rojos tenga una muerte trágica. 

 


Esa misma orden le fue dada a Menma, ese mismo día Menma partió hacia las Tierras de las Arenas con un ejercito y se encargo de hacer cumplir la orden de su amado príncipe, el se tenia que encargar del joven de cabellos rojos, con una daga le proporciono varias puñaladas en el cuerpo y se aseguro de que no respirara mas. Horas mas tarde Menma veía a lo lejos como la tierra de las arenas era consumida por el fuego, escuchaba los gritos de las personas pidiendo ayuda y el llanto de los niños. Menma lloraba, pero todo lo hacia por la tranquilidad de su amado príncipe.

 


Naruto se encontraba sentando tomando su merienda en el balcón de su habitación, se sentía tranquilo, porque sus ordenes fueron cumplidas inmediatamente, nadie lo rechazaba si el no tenia lo que quería alguien tenia que pagarlo. Menma quien estaba a su lado observaba como Naruto sonreía con total serenidad. Para el era suficiente, esa sonrisa borraba toda la culpabilidad que momentos antes sentía por lo que hizo.

 


El pueblo no soportaba mas la Tiranía del Príncipe Naruto, tantos castigos tanta hambre tantas muertes sin sentido era suficiente, un joven espadachín de nombre Kiba, se levanto con armas y ejercito que estaba conformado por la misma gente del pueblo, decidieron poner fin al gobierno de la Semilla del Mal, ese día iban a capturar al Príncipe.

 


El ejercito del Joven Príncipe Naruto se encontraba luchando con el pueblo para defender el Castillo pero no era suficiente, las personas le ganaban en numero al ejercito del príncipe. Menma se apresuro a hacer los preparativos para la seguridad de su amado Príncipe el sabia que este día llegaría, el tenia que proteger a Naruto pase lo que pase. Corto su cabello, se quito su velo y cambio sus ropas, era el príncipe en persona, corrió hacia donde se encontraba Naruto.

 


Mi amado príncipe, el pueblo esta en guerra, no falta mucho para que tomen total control del castillo y capturen a su majestad, Por favor huya, yo tomare su lugar. -Dicho esto Menma le entrego un pergamino a Naruto y le ayudo a vestirse como el-

 


Me niego, este es mi Reino, yo soy el príncipe, solo es una revuelta, manda a los ejercito que repriman al pueblo. -Decía Naruto con enojo en su voz-

 


Menma se quedo mirando a Naruto con un semblante triste, y le dijo. -Mi príncipe esto no es un revuelo, esto es una revolución no queda nada que hacer el ejercito esta acabado no hay tiempo huya, lejos muy lejos y no vuelva mas-

 


Naruto apretó el pergamino que Menma le había dado y lo miro con preocupación. -Pero Menma, ¿Y tu?, me niego a abandonar que lo único que me dejaron mis padres se me sea arrebatado. 

 


Mi preciado príncipe, yo estaré bien no se preocupe ahora por favor huya. -Menma guió a Naruto, por un pasadizo secreto que llevaba hacia fuera del castillo y se aseguro de que saliera a salvo, le dio una ultima mirada a su amado antes de regresar nuevamente y enfrentar lo que vendría-

 


Naruto corrió y corrió, se refugio en una casa abandonada y al recuperar el aliento se dejo caer en el suelo, todo parecía tan irreal no podía estar pasando el un príncipe de sangre noble ahora se encontraba vestido como un plebeyo y ocultándose del pueblo que una vez gobernó.

 


Príncipe Naruto, el pueblo se rebela ante usted, su tiranía llego a su fin sera ejecutado esta misma tarde. -hablaba el espadachín que regia el ejercito del pueblo mientras tiraba del brazo de Menma-

 


Asumiré la responsabilidad puede hacer de mi lo que deseen para calmar su furia. -Hablaba Menma quien se encontraba tranquilo de que Naruto estuviera a salvo,  agradecía en esos momentos tener la misma apariencia que su amado, para eso había sido criado, protegería a Naruto tomando su lugar, sacrificaría su vida no importaba-

 


Naruto, abrió el pergamino que Menma le había dado antes de ayudarlo a huir y comenzó a leerlo. "Hijo, seguramente cuando leas esto algo muy malo abra sucedido, cuando tu madre te dio a luz nunca nos hubiésemos esperado que no solo nacieras tu, sino también tu hermano gemelo Menma, como sabrás no podíamos quedarnos con ambos, Kushina y yo nos opusimos a ejecutar a Menma. ¿Como podríamos? Es nuestro hijo, a ambos los amamos con nuestra vida. Decidimos que la mejor opción era mantener a Menma oculto, para que nadie supiera de su existencia ni siquiera tu Naruto, espero puedas perdonarnos pero era nuestra única opción. Menma fue educado para servirte y no dudes en contar con el Naruto. Los Amamos a ambos nuestros preciados hijos, apoyence mutuamente ahora que saben la verdad, ambos han sacado los ojos de su Madre, me hizo tan feliz su nacimiento que no puedo explicarlo. Pero soy un cobarde no puedo seguir adelante sin su madre. Confió en que ustedes sabrán que hacer cuando llegue el momento... Siempre suyo su Padre Minato."

 


Naruto, no podía pensar bien en ese momento sintió como se agolpaban las lagrimas en sus azules ojos, ¿Menma su gemelo?. Ahora mismo el tomo su lugar, ¡¿Porque lo hiciste idiota?¡ No debías.. de verdad no debías, -se lamentaba Naruto amargamente- 

 


En la plaza central del pueblo se encontraba reunida una muchedumbre de personas, exigiendo la ejecución del tirano príncipe Naruto, unos guardias escoltaban a Menma quien estaba vestido como Naruto para ocupar su lugar, sonreía porque sabia que su preciado y amado príncipe estaba a salvo, no le importaba perder su vida, no le importaba ser ejecutado en lugar de su ángel, el estaba feliz de haber servido a su príncipe hasta el final, lagrimas recorrían sus mejillas al saber que no lo podría ver mas, pero felicidad lo embriagaba al saber que su sacrificio no seria en vano.

 


Naruto corría atravez de esa muchedumbre de gente, cuidando que la capa que cubría su rostro no se deslizara, al llegar al centro de esa plaza se derrumbo en el suelo viendo la imagen de como su querido hermano y única persona que le queda en este mundo seria ejecutado, lloraba se sentía débil se sentía impotente al saber que nada podía hacer, quería gritar y decir que no lo hicieran pero su voz no salia estaba en completo shock, Menma vio a su príncipe en medio de la gente y sonrió le dedico una bella y sincera sonrisa que reflejaba todo el amor que le tenia a su príncipe, siento como era obligado a ponerse de rodillas ante la cuchilla que momento después separaría su cabeza de su cuerpo, cerro sus ojos y visualizo la imagen de Naruto sonriendole con esa calidez que solo el podía entregarle..

 


Naruto estiro su mano hacia donde estaba Menma, como queriendo sacarlo de ahí queriendo salvarlo y tenerlo entre sus brazos decirle que era un idiota por hacer todo eso por el, todo por el un tirano que solo le ordenaba hacer cosas crueles para su propio beneficio, un egoísta que muchas veces lo trato indiferente y que aun así Menma siempre lo servia con toda dedicación y con esa sonrisa que jamas olvidaría.

 


Un sonido sordo atravezo sus oídos, la imagen que no quería ver se presento ante sus ojos, su querido hermano.. la vida de Menma había terminado y aun así con la cabeza separada del cuerpo su sonrisa seguía intacta una ultima lagrima cayo de sus preciosos ojos zafiros.. Y la ultima imagen que Naruto vio de su querido Menma fue el "Te Amo" que pronunciaron sus labios en silencio antes de soltar su ultimo aliento.

Notas finales:

Si se que a muchos no les agrada los finales tristes y eso, por ende ya vere si sigo con un segundo capitulo algo mas animado con final feliz.

Claro todo depende de ustedes, y sus RW.

 

Espero allan disfrutado de la historia. ._./ Sayo. 


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