¿Por qué Papá Zoro y Papá Sanji?…todos se preguntaron por qué dijo eso en un momento, pero lo olvidaron de inmediato, Chopper entraba y salía con agua caliente, nadie sabía lo que le ocurría a su Nakama; Zoro se encontraba en su mundo, su hija…su bebé, su Sanji, sin lo que amaba de corazón no podría seguir viviendo.
Dos interminables horas, dos horas eternas, ni Trafalgar ni Chopper salían a decir nada y eso solo lograba impacientar a todos, cada uno se distrajo como pudo, pero se encontraban pendientes a la puerta, que se abriera, que dijeran que Sanji y el pequeño estuvieran bien, eso aun no ocurría; media hora más transcurrió, por fin, por fin Chopper se resigno a abrir la puerta, su rostro no fue lo mejor para ver, sus ojos completamente hinchados y lagrimas incesantes caían de ellas, Zoro se arrodillo de inmediato y lo tomo de los hombros, no era necesario preguntar algo tan obvio
El reno solo pudo negar con la cabeza e ir corriendo a los brazos de la arqueóloga, Law salió por detrás quitándose los guantes y luego los arrojo al cesto, suspiro al ver a todos, se notaban que querían una respuesta
-Kuroashi-ya está bien, pero…- miro al espadachín –el bebé no sobrevivió- se quedo allí abatido, su bebé, su niña murió por su descuido, por ser un maldito agresivo, un impulsivo, se puso ágata apretando los puños, se sentía un condenado, Rose ya no estaba con él, ni con Sanji, no podría verla sonreír en un futuro, nada la haría regresar, había muerto sin conocer el mundo
-¡¡¡Maldición!!!-
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Una semana angustiosa para todos, Sanji continuaba sin despertar y su condición física empeoraba, no comía ni podía ingerir nada, era como si estuviera en un sueño profundo, Nami y el resto se permanecían unidos por el rubio, pero habían dos personas que no se sentían en esa unión, Law y Zoro, el primero porque no le agradaba y el segundo era porque jamás abandono la Torre desde la muerte de la niña, la culpa lo empujaba a quedarse ahí, era como si muchas cadenas lo ataran de pies a cabeza, solo bajaba a buscar agua, a Chopper esa situación también lo preocupo, lo había visto beber mucho Sake y no ingerir ningún alimento que le brindara energías
-Rose…-
-Hace una semana también dijiste Rose ¿Quién es?- la entrometida de la navegante se dio la valentía de subir y platicar un poco con el espadachín -¿no responderás?- pregunto al verlo tan callado y penoso
La miro con desgana y volvió a su botella –estas roja ¿hasta cuándo seguirás llorando?- la muchacha se toco las mejillas y frunció sus cejas, era verdad, sentía el calor en su rostro
-Por lo menos yo lloro, tú no has reaccionado, tu hijo murió y te mantienes tan sereno, parece como si no te importara y menos Sanji-kun- la botella se partió al darse contra la pared, la peli naranja aterrada y sorprendida retrocedió al sentir el brusco y rápido roce -¡¿Qué hiciste?!-
-¡No tienes derecho a decir eso! ¡No sabes cómo me siento!- la miro con odio –no lo sabes ¡Lo que quería murió de un día para otro y tu vienes con esa mierda! ¡Vete si no quieres recibir un corte!- desenvaino su espada y la apunto
Sus ojos temblaban, era la primera vez que Zoro la trataba de esa forma tan violenta -¡Solo digo lo que veo! ¡¿Te das cuenta de lo que haces?! ¡Te estás asesinando y Sanji-kun no aceptara eso si llegara a enterarse! ¡Come!- le lanzo un bulto -¡Si quieres morirte hazlo fuera del barco, pero no sin antes terminar con Sanji-kun! ¡Bastardo!- salto fuera de la torre dejando a un impactado peli verde, envaino su espada lentamente y camino hasta lo arrojado, lo apretó con sus manos y se dio cuenta de lo que tenia, desenvolvió el bulto, era un pastel de carne, lo partió y se llevo un pedazo a la boca, recordó la sonrisa de Sanji en aquellos días de tranquilidad, como cocinaba, como peleaban, las lagrimas se acumularon en su ojo y la angustiaba a cada momento le gritaba en la cabeza y en cada rincón de su cuerpo
-Quiero volver el tiempo atrás Sanji- cerro su ojo disfrutando dolorosamente de la comida que le fue entregada.
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Me siento vacio, algo falta en mí, es como si me hubieran arrancado algo, esa pesadilla me caló en lo más profundo de mi, oí murmullos y llantos, comenzaba a darme cuenta de donde me encontraba, estaba en la enfermería, algo frio en mi cabeza me indico que estaban mojando mi frente con paños, por las manos delgadas que sostenían mis manos podría decir que eran mis damas, alguien se sonaba la nariz, ese era Brook, alguien sobaba su liquido nasal, ese era Usopp ¿estaban llorando? ¿Por qué? No estaba muy bien para abrir mis ojos, pero me vi obligado a hacerlo, que sorpresa ver los rostros de mis damiselas rojas, parecía que había llorado mucho
-Sanji-kun- mi Nami-san tenía un tono apagado, aun seguía llorando ¡¿se preocupo por mi?! ¡Qué amable! ¡Incluso Robin-chan también! Los demás me miraron atentos y preocupados, pero no dijeron nada, me siento con hambre y más cansado de lo normal ¿Cuánto tiempo llevare en cama?
Moví mi cabeza, estaban todos…menos Zoro, de seguro se sentía culpable de haberme tirado, en cuanto me pueda levantar le reprochare todo, le diré que no podrá ver a nuestro hijo hasta que tenga tres años, un buen castigo para alguien tan bruto como él, pero tendrá permitido verme a mí, ni de broma, yo sería capaz de encerrarme en la torre con mi bebé, Chopper comenzó a revisarme delicadamente, tocaba con mucho cuidado mi vientre, que amable, apreciaba mucho a mi bebé, Law…¿y Law? Tal vez está en la cubierta, es un lobo solitario, eso todos los sabíamos
Les obsequie una sonrisa tranquilizante y mire a nuestro Capitán que estaba frente a mi –Luffy…¿Qué hora es?- hablaba muy a lo bajo, aun estaba algo adormilado y mi garganta estaba muy seca
-Ya está oscureciendo ¿Cómo te sientes?-
Ese tono fue muy inusual, no muy de Luffy -¿Qué te pasa?- mire a los demás, la enfermería era un lugar muy chico para tantos –me siento bien ¿Cómo esta mi bebé?- en ese momento Nami se tapó la boca y se fue de mi lado ¿Qué le estaba pasando? Luffy se mantuvo ahí, donde estaba con esos ojos llenos de preocupación
-Se siente mal, no te preocupes- me aclaro tranquilamente Robin-chan, ella también tenía sus mejillas algo rojas, admito que hacia algo de calor aquí adentro; no entendí muy bien, pero por alguna razón de a poco cada uno se fue retirando, de seguro que tenían calor, no aguantan mucho –Sanji…¿Cómo decírtelo?- movía sus labios de un lado otro, parecía nerviosa -cuando te recuperes podrás ir a ver a Zoro a la torre, quiere decirte algo muy importante-
-¿Mi Marimo?- sonreí victorioso –de seguro quiere disculparse y reclamarme la paternidad de nuestro bebé, que divertido- ya estaba planeando la escena en mi cabeza –quiero ir ahora ¿me ayudas?- con expresiones que no pude descifrar ella acepto y con cuidado ayudo a que me pusiera de pie, tenia puesto una remera y short de Zoro ¿Por qué? Yo tengo ropa para dormir, salimos por la puerta trasera para no alterar a la tripulación, pero nos topamos con alguien -Law-
-No deberías estar de pie, Kuroashi-ya- él estaba junto a la puerta trasera en la parte de afuera apoyado en la pared
-¿Por qué?- le pregunte algo molesto, no me sentía tan mal, solo estaba algo adormilado, además de que mis piernas flojeaban a veces –me siento mejor- Robin-chan se paro ante mí como un escudo, se veía hermosa
Law la miro detenidamente –no te entrometas en nuestro camino- el solo suspiro ante las palabras de mi dama -es necesario que Sanji vea a Zoro ¿lo entiendes?- la miro como miraba a todos, con esa seriedad, me miro por unos momentos y levanto su mano hacia adelante -¿lo llevaras?-
-Sí, pero solo porque me molesta que se esté moviendo-
-Agradezco eso-
-Room- en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en la Torre, busque a Zoro, estaba en la esquinilla más oscura, con la mirada al suelo y una botella de sake en su mano, desvié mi vista al ver pequeños bultos de papel en el suelo, volví a mirarlo ¿se puso a beber por la culpa? Se lo merece, pero admito que se veía más oscuro de lo normal, Trafalgar se retiro en el momento
-Zoro- lo llame con cuidado y él se percato de inmediato de mi presencia, se paro torpemente y apenas estuve a su alcance me estrecho en sus brazos tan rudos, creo que mejor no ser tan duro con él, se preocupo mucho por mi –ya estoy bien ¿quieres sentarte?- se negó en mi cuello y continuo teniéndome, parecía estar a punto de llorar -¿qué te sucede?- le di unas palmaditas para tranquilizarlo
Al separarse con la ayuda de mis manos me miraba con miedo y preocupación –Sanji, lo lamento tanto, me enfade por una estupidez y tu…- cerro su ojo y frunció el ceño, parecía sufrir de mucha culpa
–Tranquilo, te perdono- acaricie su rostro -y desde ahora podremos mantenernos cerca el uno del otro- esta vez me miro con sorpresa –nuestro bebé estará orgulloso de nosotros, ya quiero llegar a una isla para comprar algunas cosas y realizar su cuarto, sabes…- junte nuestras frentes –me gustaría que sea una niña, seria hermosa ¿heredara tu carácter? Espero que no- comencé a reírme
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Detente…verlo así, tan sonriente y despreocupado, pensando en una niña que jamás tendrá, en un futuro que no habrá para el bebé de su vientre, el bebé que ya no está ¿no es consciente? Ah comenzado a hablar de nuevo, quiere ropas, zapatos y muchas cosas para el niño ¡Ya no hay niño! ¡Ah muerto! Debo decírselo, si me callo solo alargara el sufrimiento y él se encariñaría aun más de alguien quien ya no está, lo tome de los hombros bruscamente
-¡Basta!-
-¿Q-Qué pasa?- todavía mantenía esa maldita sonrisa, me estaba enloqueciendo –¿Zoro?
-Sanji, concéntrate ¿lo sientes?- toque su vientre tratando de darle a entender lo que quería decirle, pero solo miro hacia abajo y acaricio mi mano, volvió a sonreír
-Nuestro bebé, será muy lindo- no lo entendía, no se concentraba ¡Maldición! ¡A cada momento lo hacía más difícil! ¡¿Cómo debo continua esto?! –Cierto que Nami-san y Robin-chan estaban tejiendo ropas para nuestro pequeño o pequeña, más que nada quiero que sea una niña, lo deseo-
Seguía con eso, ya estoy a punto de estrangularlo para callarlo -¡No digas más! ¡Ya no hay bebé!- fui cruel, pero no tenia opción, cada palabra se clavaba en mi corazón como cuchillas -¡Murió esa tarde!- lo dije, dije lo que tanta culpa me invadía
Silencio -Ah…- fue lo único que salió de sus labios y como si el hecho de despertar recién lo enloqueció comenzó a reírse a lo alto, no podía dejar de mirarlo, además de reflejar tranquilidad, reflejaba algo más, estaba en lo más profundo de sus ojos, yo no sé leer las miradas ajenas, pero si podía verle algo ¿Qué me está ocultando?
-No mientas…- dejo su carcajada, volvió a sonreírme y me abrazo ¿Qué le pasa? -¿me ayudas a bajar? Estoy algo débil- no pude continuar gritándole, su cuerpo estaba tan frágil, no puedo creer que le dijera algo así, tan brusco, me calle y solo me anime a ayudarlo en lo que me pidió, al bajar nadie dijo nada, era mejor, estuve cuidándolo durante tres días y al igual que yo ninguno de la tripulación había dicho nada sobre su perdida, todos manteníamos la tragedia, era un secreto, un secreto que nos dolía, incluso ese maldito cirujano guardo silencio, eso por lo menos me tranquilizo esos tres días, pero sabíamos que no sería por siempre, eso lo decidí, mañana se lo diría sin falta alguna, pero debo de admitir que carezco del valor para enfrentarlo de esa manera.
Espero que Rose me perdone algún día, pero aun no logro entender por qué me dio esa extraña medicina que termino asesinándola, yo estaba seguro que esa fue la causa de su muerte, como un mal padre se lo inyecte a Sanji y ahora simplemente no estaba y no lo estaría nunca, la extrañaría, nunca olvidare su rostro, su belleza, siempre seria mi primera hija.
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