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La sombra que cubre tu oscuridad. por namaru-kun

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Notas del capitulo:

Primeramente, una disculpa por subirlo hasta ahora :B la universidad ha estado muy intensa asi que no he tenido tiempo de hacer nada que no tenga nada que ver con tareas :c

Disfruten el cap.

Un oscuro caballero paseaba por las calles con la esperanza de encontrar algo. Mientras caminaba escuchaba rumorear a la gente que pasaba a su lado lo mucho que esperaban el día siguiente. Esas personas tenían planes: caminar del brazo de su amado, ir a importantes reuniones de trabajo, pasear con amigos, etcétera. Todo aquello sonaba bien, contenía promesas que deseaban y debían cumplir. Hubo entonces una pequeña que dijo algo interesante: ¡Quiero que mañana sea un día soleado para poder ir al río a pescar con papá!

“Soleado”.

Siguió su camino y se detuvo en un estrecho callejón para desaparecer. Aquella palabra le causaba curiosidad. Regresó a su tenebrosa morada y se dedicó a investigar noches enteras la definición de aquella palabra: algo radiante que daba luz y calor a todo un sistema solar de millones de años luz de distancia. Él jamás había visto el Sol y esa noche surgió el deseo de contemplarlo.

Comenzó a vagar por el pueblo todas las noches con la esperanza de ver al astro que iluminaba el mundo pero todo fue en vano. Con el paso del tiempo creyó que lo había conseguido pero las bombillas eléctricas, los faros de los automóviles, ninguna de esas cosas artificiales parecían ser aquello que buscaba. Hubo un día en el que el joven sintió anochecer más temprano, ese día,  a punto de darse por vencido observó un amarillo que lo deslumbró, aquel fino hilo se encontraba esparcido por el suelo y nacía en una cabeza con un rostro que nunca había visto. Aquel hombre abrió los ojos al sentir una mirada encima de él.

-¿Vienes a ver el eclipse?

Al terminar de formular la pregunta sintió un escalofrió que los hizo voltear al Cielo donde observó el Sol, era débil debido a la fusión con la luna pero lo suficiente deslumbrante para querer verlo por toda la eternidad. Comenzó a sentir un picor en la piel, y sintió la sangre bullirse lentamente. Con paso veloz regresó a su morada dejando al joven rubio con muchas preguntas en su cabeza.

Volvió luego a la noche siguiente pero todo había regresado a la “normalidad”

Vio entonces a aquel joven de larga cabellera rubia quien lo identificó. Los ojos rojos del caballero oscuro se fusionaron con los del chico que podía caminar en el día. Aquella luz era su sol a media noche, se aferraría a esa chispa aunque pidiera destruirle. Nada importaba, aquel ser cayó en un hechizo hipnotizante, como una polilla atraída por la flama de un cerillo.

 

Ese era un fragmento que había quedado grabado en la memoria de Sasuke. Esa historia, más que una narración ficticia del anhelo de los que no pueden caminar en el Sol, era lo que le había dado una razón de vivir. Aquella anécdota le recordaba a los días en los que jugaba con su pequeña chispa de esperanza. Deseaba con todas sus fuerzas que los dos años restantes pasaran volando de manera que los 18 años de Naruto se cumplieran y él pudiera ser libre. No obstante el plan inicial era el que hubiera deseado que se cumpliera: los dos esperaría, juntos, a cumplir la mayoría de edad y, en ese momento, firmarían la alianza para que el Estado se unificara y se volviera más fuerte. Pero no.

Diez años pasaron desde que aquella traición se había llevado a cabo en el castillo. Uchiha Sasuke, niño en ese tiempo, fue testigo de la masacre que lo obligó a separase de todo cuanto amaba. Él era la esperanza, había confesado su padre, que lograría unificar el reino de su nueva familia, quién debía proteger al heredero y hacerlo feliz. Desde que el pequeño de cabello negro abrió los ojos al oscuro mundo, sus padres le educaron para el fin por el que había sido procreado.

Con aquel eclipse se fusionarían sus almas, volviéndose uno solo. Un solo corazón la tiendo al mismo tiempo, uniéndolos.

 

 

 

La campanilla sonó con gran estruendo anunciando el fin de las clases y el inicio de las tres horas libres que tenían al día. Gaara se había ausentado debido a una ligera gripe que lo dejó en cama toda la mañana por lo que Naruto estaba preocupado y no había hecho nada más que pensar en ir a verle cuando aquel sonido decidiera hacerse presente. Corrió por los pasillos ganándose el insulto de algunos compañeros que eran empujados por la prisa del rubio hasta que llegó a donde se encontraba aquel en quien no podía dejar de pensar.

 

-Te he dicho que no te preocupes por mí. Regresa.- el chico de ojos color menta hizo una señal de desaire con la mano.

 

-Por supuesto que no y deja de mover esa mano.- tomó la muñeca del pelirrojo y la obligó a detenerse.- Me sentí muy solo sin ti, deberías ser más considerado.

 

-Eres tú el que debería serlo. Cuando te vayas de aquí yo permaneceré en este lugar, debo arreglármelas solo. No siempre voy a depender de ti. Necesito acostumbrarme a la tranquilidad de estar, solo sin sucias molestias ruidosas.- volteo a verlo, sonriendo. La sonrisa de Gaara era pura, no solía mostrarla en muchas ocasiones, pero cuando lo hacía ameritaba ser enmarcada para preservarla por muchos años; no se sabía cuándo podía volver a presentarse, no se sabía cuánto tardaría en romperse.

 

-¿Te sientes mejor?

 

-Sí.- La sonrisa del rubio se hizo presente ante la respuesta-. No sonrías, es asqueroso.

 

-Eres tan grosero- “pero aun así te amo”, pensó.

 

Caminaron juntos hacia la sombra de un antiguo roble donde pasaron las tres horas sin hablar, contemplando el cielo, tramando futuros inciertos.

Mientras dormía, Gaara escuchó una voz familiar que le susurraba débilmente “Mátalo”.

 

 

 

-¿Qué pasa?

 

-El señor del lado del desierto ha mandado un comunicado, dice que si no entregamos al príncipe atacaran sin misericordia nuestra región.

 

-Así que ya ha regresado… No te preocupes, manda a todos los soldados a que estén en guardia. Somos más fuertes ahora pero no debemos bajar la guardia. Recuerda cuál es nuestra principal prioridad.

 

-¿Qué planeas hacer?

 

-Adelantar la ceremonia.

 

Notas finales:

Muchas Gracias c:


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