En aquel lugar donde los recuerdos permanecen, hasta el calor que se quedó en la punta de mis dedos, allí estás tú, tu aroma, tu rostro
A pesar de que he intentado de todo para poder olvidarte, no puedo. Cada lugar me recuerda a ti, es más, me aterra la idea de regresar todos los días a casa, porque cada uno de mis recuerdos, golpean fuertemente mi mente, incluso tu olor, quedó impregnado en mi almohada; por más que haya hecho limpieza, una y otra vez, sigues estando ahí, torturándome.
La única razón por la que salgo de casa, es porque aún tengo la esperanza de que cuando me veas, vuelvas a sonreír de aquella manera que tanto me gustaba. Tu hermosa y perfecta sonrisa, es única en el mundo, incluso tengo celos de la nueva persona que está contigo, porque tiene la fortuna de verte sonreír a cada momento del día.
Entré a la cafetería que solíamos frecuentar cada viernes; aunque parezca algo loco o masoquista, sigo yendo para poder recordarte una vez más. Sin falta, cada viernes asistía a aquel lugar, no importando si aquí, fue el último día que estuvimos juntos, porque sí, este sitio presenció nuestra dolorosa ruptura. Pidiendo lo mismo de siempre, un café y un pastel de queso con zarzamora, disfrute de mis alimentos mientras recordaba cada una de las risas que compartíamos en el lugar y los incontables besos que nos dimos. Concentrado en mis propios pensamientos, una figura alta y delgada, iba entrando al lugar, enfocando mi vista en aquella persona, no podía creer lo que veía, eras tú, mi gigante, mi Channie. Creí que era una broma de mi mente, pero conforme te ibas adentrando al lugar, no dude ni un momento que eras tú.
Mírame por favor, mírame, te siento, traté de aferrarme a tus palabras, a tu sonrisa, traté de aferrarme a ti.
Sin poderlo evitar, te seguí con la mirada, intentando que la sintieras, voltearas y me sonrieras diciéndome “Hola Baekhyunnie, ¿cómo estás? Tanto tiempo sin verte”, pero solo me ignoraste, compraste lo que necesitabas y te fuiste sin siquiera notarme. Pero cómo lo ibas a hacer, si venías muy bien acompañado de ese tal Kyung Soo. No sabes cuánto odio a ese ojón por haberte arrebatado de mi vida. Si pudiera regresar el tiempo, me hubiera negado a que asistieras a aquel paseo de la universidad, pero claro, quien iba a saber que en esa semana te enamorarías tan rápido de ese chico, olvidando todo lo bueno que pasamos juntos.
En aquel lugar donde estábamos juntos, en aquellos momentos que comencé a parecerme a ti, yo era tan feliz sólo por caminar bajo la lluvia contigo, pero tú no estás aquí.
Tristemente salí de aquel lugar y me dispuse a volver a casa. Sin darme cuenta, pequeñas gotas de lluvia comenzaban a caer sobre mi rostro. Levante mi mirada hacia el cielo y para mi mala suerte empezaba a llover. Parecía como si estuviera en esas típicas películas de amor, en donde cada que la pareja principal se pelea y la chica o el chico lloran, siempre hay lluvia. Como un tonto comencé a reírme a mitad de la calle, para después comenzar a sollozar, porque la lluvia también me recordaba a ti. En nuestra primera cita, casualmente llovió y a pesar de que no quería mojarme y salir enfermo después, me hiciste cambiar de opinión cuando tomaste mi mano, te arrodillaste frente a mí y me pediste ser tu novio, sin dudarlo acepte y fue cuando me besaste; fue un hermoso beso bajo la lluvia que jamás olvidaré.
Cómo podré borrarte y vivir en aquellos momentos donde una vez caminamos juntos, en aquellos lugares donde los recuerdos, cariño y apego brotaron. Aquí estoy de pie y te extraño tanto.
Seguí llorando bajo la torrencial lluvia que caía sobre la ciudad, importándome poco el frío que comenzaba a sentir al tener mi ropa mojada. Caminé y caminé, sin fijarme por dónde iba. Cuando miré a mí alrededor, debido al grito de una persona diciendo ¡CUIDADO!, levanté mi vista y observe a un carro a toda velocidad, dirigiéndose hacia mí. Ya era tarde, no iba a alcanzar a moverme, por lo que solo cerré mis ojos y esperé el impacto sobre mi cuerpo, susurrando las últimas palabras “Chanyeol, te amo”. Después de aquellas palabras sentí el impacto del automóvil sobre mi cadera, lanzándome lejos, sintiendo el terrible dolor recorriendo todo mi ser. Pero no pude sentirme más aliviado, ese dolor me hizo darme cuenta de que solo la muerte, podría hacerme olvidarte.
Grito tras grito, se podían escuchar en aquella avenida. Mi cuerpo seguía sin reaccionar y comenzaba a desesperarme. Minutos más tarde escuche la sirena de una ambulancia, acercándose en donde me encontraba. Dentro de mi momento de estar entre consciente e inconsciente, a lo lejos, pude escuchar una voz bastante familiar, pero lo único que pude reconocer de esa voz, fue mi nombre.
-Baek…Baekhyun…Baekhyunnie-en ese momento sentí como alguien tomo de mi mano y beso mi frente.
Fue lo último que recuerdo de aquella vez, después todo se volvió negro.
¿Cómo podré vivir y borrarte? te extraño tanto. No puedo borrar aquel nombre que apenas me permitiste pronunciar, mi nombre que solo tú lo llamabas, está durmiendo aquí.
Desperté en una cama de hospital con varios aparatos conectados a mi cuerpo. No recordaba nada de lo que había pasado. Mi cabeza dolía horrores. Me fui incorporando sobre la cama y pude notar a una persona a mi lado, durmiendo plácidamente, por lo que la removí un poco para despertarla, ya que no conocía a aquella persona.
-Señor despierte-acerque una de mis manos al hombro del desconocido, moviéndolo un poco para poder despertarlo-señor…-lentamente la persona fue despertando y me miro a los ojos con una enorme sonrisa, pronunciando mi nombre-
-Baekhyun…que bueno que has despertado, comenzaba a preocuparme-mencionó el extraño
-Disculpe… ¿lo conozco de algún lado?-pregunté un tanto confundido, cómo era que aquel chico conocía mi nombre-
-Baek… ¿t-tu no me…recuerdas? Soy yo Chanyeol, Park Chanyeol…tú…exnovio-inmediatamente su sonrisa se borró de su rostro.
-Lo siento chico pero debiste de haberme confundido con alguien más, yo no recuerdo haber salido con un tal Chanyeol. Pero…ya que dices que me conoces, ¿qué hago aquí?
-B-bueno tú...fuiste atropellado por un automóvil hace dos semanas
-¡¿QUÉ?! ¿Cómo sucedió? Lo único que recuerdo era que estaba comiendo en una cafetería llamada “Memories”, ¿cómo es que terminé siendo arrullado por un auto?
-No…no lo sé-observé el rostro del tal Chanyeol a mi lado y pude notar que pequeñas lágrimas comenzaban a humedecer un poco sus mejillas-
-Hey chico… ¿por qué lloras?-rápidamente limpió sus lágrimas y me volvió a sonreír, pero esta vez se notaba una sonrisa de tristeza y decepción.
-No es nada…llamaré al doctor para que venga a revisarte-salió de la habitación y minutos más tarde llegó el doctor para checar mis signos vitales.
-Joven Byun, ¿cómo se siente hoy?-preguntó el doctor
-Me duele mucho la cabeza
-Es normal, después de haber recibido aquel golpe de su cabeza sobre el asfalto, pero ¿usted puede recordar algo de lo que sucedió?
-Realmente lo último que recuerdo es que estaba comiendo en una cafetería, es todo, lo demás no.
-Ya veo, bueno lo dejo descansar-luego de aquel pequeño interrogatorio, salió del cuarto dejándome solo.
Antes de que pudiera volver a dormir un poco, escuche que el doctor y aquel chico llamado Chanyeol platicaban fuera del cuarto. Lo único que pude escuchar fue “lo más seguro es que la ruptura que hubo entre ustedes dos, lo haya afectado en demasía, puesto que aquel golpe que sufrió en la cabeza al momento de caer sobre el suelo, le haya provocado borrar aquellos momentos dolorosos que tuvo durante este tiempo, por lo que siendo usted el culpable de su sufrimiento, su mente lo borró por completo”.
Bien dicen que hay que tener cuidado con lo que uno desea. Yo desee olvidar a Chanyeol y se cumplió.