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I LOVE YOU por yane

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaaaaaa

 

bueno se que este fic lo tenia demasiado abandonado..U.U  que digo abandonado.... olvidado.  y hay otros en los cuales estoy mas al dia,,,

 

pero teng una excusa,,,

este se me hace mas dificil ,luego les cuento 

 

bueno a leer

 

 " Un error lleba a un lamento, No puedo creer que nos separaramos tan facilmente."

 

Cuando llego a casa encaró a su madre, Key se preguntó cómo era posible sentir tal odio hacia aquella mujer que consideraba su madre. Uno de los muchos lazos entre él y Jonghyun era el hecho de que ninguno de ellos había conocido cómo era el amor de un padre ni una madre. Para ambos, si no hubiera sido por Gibwon, ninguno hubiera tenido ningún concepto de amor maternal.

- ¿Estarás feliz, al fin cumplí con tu maldita orden?-murmuró en voz alta.

La luz de la lámpara acuchillaba sombras a través del rostro de  Eun Ji cuando se dirigió a el fríamente:

- En este momento – remarcó- estoy más segura, que ese bueno para nada, debe estar odiandote.

Key dejó inexpresivo su rostro, aunque se vio forzado a hacer una breve inspiración cuando sus pulmones se contrajeron.

-Key cariño- continuó EunJi- No sé qué hice para tener un hijastro como tú, por lo menos tengo a tu hermano que si es un hombre…”

- Parece que finalmente ha sobresalido la sangre de tu madre. Ella tenía un gusto similar por los de clase baja… aunque incluso ella tiene el sentido común de divertirse con hombres con dinero, mientras que tú pareces haber reducido tu interés a nada mejor que a la servidumbre.

Esas palabras llenaron a Key de un odio casi letal por su intensidad. Quería golpear el rostro burlón de aquella mujer, herirla en lo más profundo de su alma… si tenía una. Eunji avanzó y le agarró la mandíbula con una mano.  La presión de sus dedos mordió cruelmente los pequeños músculos de su rostro.

- ¿Dime?- ladró ella. Ya te habías revolcado con él. Ya fuiste su puta.

Key la miró directamente a los ojos.

–No.

Vio que no la creía. Le agarra hiriente sobre su rostro se tensó.

- Y si yo llamo a médico para examinarte, ¿confirmará él eso?.

Key no parpadeó, sólo la miró sin expresión, retándole silenciosamente.

- Sí.- La palabra salió como un siseo.- Pero si hubiera sido por mí, mi virginidad se habría ido hace tiempo. Se la ofrecí libremente a Jonghyun, sólo desearía que él la hubiera aceptado.

 Eun Ji lo soltó con un sonido enfurecido y lo abofeteó rápidamente, su palma estrellándose contra su mejilla. La fuerza de la bofetada le entumeció el rostro y le giró la cabeza a un lado. Aturdido, Key sostuvo la palma de su mano contra su mejilla inflamada, y la miró con ojos abiertos.

Su dolor pareció calmar de algún modo aquella mujer que consideraba hasta ahora su madre. Dejando escapar una profunda inspiración, fue a su silla y se sentó con gracia arrogante. Su brillante mirada oscura se encontró con la de él.

- Tienes que estar feliz, cariño. Lo salvaste de que yo hiciera su vida un infierno. Dijo en son de burla. Key la miro y dijo:

- ¿ No sabes cuánto te odio?. Eres el ser más vil que he conocido, no sé cómo mi padre se pudo fijar en ti. Qué bueno que murió así no se dio cuenta con qué clase de mujer se caso, dijo antes de salir del despacho.

 

Gibwon la nana de Key, llegó a la puerta de su habitación, Key se acurrucó en la esquina de un sillón que había contra la ventana, con la mirada fija en la nada. El estrecho umbral por debajo de los cristales de la ventana estaba alineado con pequeños objetos... un diminuto caballito de cristal.. Unos cachorritos de porcelana. Y un pañuelo de seda. Todos eran regalos que en el pasado  Jonghyun le había dado. Sus dedos estaban enrollados alrededor del dorso de un pequeño oso de peluche.

 

Frunciendo el ceño, Gibwon colocó una bandeja con sopa al frente de Key. "Es hora de que comas algo" dijo, acentuando su preocupación con una voz severa.

En el mes en que Jonghyun había partido, Key no había podido comer o dormir. Débil y desanimado, pasaba la mayor parte de su tiempo a solas. En la empresa siempre estaba encerrado en su oficina, no salía a menos que fuera a una reunión. A la hora de la cena se sentaba sin tocar su comida y permanecía anormalmente silencioso. Kris  consideraba el rechazo de Key como un capricho infantil. Sin embargo, Gibwon no compartía esa opinión, preguntándose cómo podían desestimar tan fácilmente el profundo afecto que existía entre Key y Jonghyun.

La nana sabia de su depresión, recordándose a sí misma que Jong y Key se querían, y como tales, eran criaturas muy animosas. Aun así... perder a Jongnhyun parecía desquiciar a Key.

 

"Yo también lo extraño," dijo ella, con un nudo en la garganta y dolor compartido. "Pero debes pensar en lo que es mejor para Jonghyun, no para ti. No querrías que él permaneciera aquí y estuviera sufriendo por todo lo que esa bruja, pudiera hacerle. Y no le sirve a nadie dejarte convertir en pedazos de esta manera. Estás pálido y delgada, y tu cabello está tan áspero como la cola de un caballo. ¿Qué pensaría Jonghyun si te viese ahora?"

Key elevó una lánguida mirada hacia la de ella. "Él pensaría que es lo que merezco por ser tan cruel."

"Él entenderá algún día. Reflexionará sobre ello y se dará cuenta de que tú sólo podías haberlo hecho por su propio bien."

"¿Tú piensas eso?" Preguntó Key sin aparente interés.

"Por supuesto",  asintió vehemente Gibwon.

"Yo no" Key recogió el caballito de cristal de la ventana y lo observó sin emoción. "Pienso que Jonghyun me odiará por el resto de su vida."

La nana meditó en las palabras, convenciéndose cada vez más de que si algo no se hacía pronto para sacudir al joven de su tristeza, se podría provocar un daño permanente en su salud.

"Quizá debería decirte que... he recibido una carta de él," dijo ella, aunque había tenido la intención de guardar esa información para ella misma. No se podía predecir cómo reaccionaría Key ante las noticias. Y si la Señora se enterara de que su nana había permitido a Key ver aquella carta, habría aún otro puesto libre en la casa... el de ella.

Los ojos felinos del joven revivieron de repente, cargados de un brillo frenético. "¿Cuándo?"

"Esta misma mañana"

"¿Qué escribió? ¿Cómo está?"

"Aún no he leído la carta,  tú sabes cómo son mis ojos. Necesito la luz apropiada... y he extraviado mis lentes..."

Key empujó la bandeja a un lado y salió con esfuerzo del sillón "¿Dónde está? Déjame verla de una vez... oh, porqué esperaste tanto para decírmelo?"

Inquieto por el color febril que se había apoderado del rostro del joven, Gibwoon trató de calmarlo. "La carta está en mi habitación, y no la tendrás hasta que termines cada bocado de esa bandeja." Dijo con firmeza. "A mi entender, nada a pasado a través de tus labios desde ayer… Te desmayarás antes de alcanzar las escaleras."

"Por todos los cielos, ¿cómo puedes hablar de comida?" Preguntó salvajemente Key.

Gibwon lo retuvo en su posición, sosteniendo la mirada desafiante de Key sin parpadear, hasta que el  joven liberó sus manos con un sonido iracundo. Recogiendo el plato, agarró un trozo de pan y lo desgarró furiosamente con sus dientes.

La nana lo observó con satisfacción. "De acuerdo, ven a buscarme cuando hallas terminado…. estaré en la cocina. Y luego iremos a mi cuarto por la carta."

Key comió tan rápido que casi se atragantó con el pan. Pasó un poquito mejor la sopa,  con la cuchara temblando de una manera tan violenta que repartió poco más que algunas gotas a su boca. Parecía no poder concentrarse en un pensamiento, su mente estaba revuelta y girando. Sabía que no habría palabras de perdón o comprensión en la carta de Jonghyun…… no haría ninguna mención con respecto a él. Eso no importaba. Todo lo que él quería era alguna seguridad de que él estaba vivo y bien. Oh Dios, estaba hambriento de noticias de él.

Tanteando con la cuchara, la arrojó con impaciencia en la esquina, y calzó sus pies en sus zapatos. Key se apresuró a salir de la habitación.  Cuando llegó a la cocina, su aparición atrajo algunas miradas extrañas por parte de la servidumbre, y se dio cuenta que su rostro debía de estar muy rojo. La excitación ardía en él, haciendo difícil permanecer en calma mientras rodeaba la enorme mesa hacia el lado en donde permanecía su nana. El aire estaba cargado con el olor del pescado friéndose, el rico y graso aroma parecía cuajar el contenido del estómago de Key. Luchando contra una oleada de náuseas, tragó repetidamente y se dirigió hacia su nana, que estaba haciendo una lista junto con la cocinera.

"La carta" murmuró Key a su oído, y Gibwoon sonrió.

"Sí. Sólo un momento más."

Key asintió con un suspiro impaciente. Se dio vuelta de frente al horno, donde una de las cocineras procuraba voltear el pescado. Elevando sus cejas, Key dio un codazo al cuerpo de su nana. "Nana…."

"Sí, ya casi terminamos." Murmuró ella.

"Lo sé, pero el horno….."

"Una palabra más con la cocinera, mi niño."

"Nana, no creo que la cocinera no debiera…."

Key fue interrumpido por una sorpresiva ráfaga de aire caliente acompañada por un explosivo rugido mientras que la canasta empapada de aceite se prendía fuego. Las llamas alcanzaron el techo y se esparcieron hasta el horno con el pescado, transformando la cocina en un infierno. Aturdido, Key sintió que la cocinera tropezó con él, y el aire escapó de sus pulmones mientras su espalda chocaba con el borde de la mesa dura.

Hipando por un poco de aire, Key estaba débilmente consiente de los gritos de temor de la sirvienta, opacados por los agudos alaridos de su nana para que alguien trajera un extintor, para sofocar las llamas.

Key dio la vuelta para escapar del calor y del humo, pero parecía que estaba rodeado por él. De repente su cuerpo estaba abarcado por el dolor más sofocante de lo que hubiera imaginado posible. Entrando en pánico ante la comprensión de que sus ropas se pudieran prender con  fuego, corrió instintivamente, pero no podía escapar de las llamas que lo devoraban vivo si no salía de la casa. Tuvo la empañada visión del rostro horrorizado de su nana, y luego alguien lo arrojó violentamente contra el suelo... la voz de un hombre maldiciendo. Había punitivas quemaduras en sus piernas y en su cuerpo mientras él sacudía sus ropas  incendiadas. Key lloró y luchó contra él, pero no pudo respirar más, o pensar o ver mientras se sumergía en la oscuridad.

 

" Haga lo que haga, esas  heridas no sanaran. Se termino creo que se acabo."

Notas finales:

Lees gusto..

Dioss!!! Q ue le pasara a Key,,,,,, 

 

Yo solo dire q este fic,, tendra demasiado drama,,,  tragedia digamos un poko no tanto.....

 

pero es hermoso....

 

dependiendo de las Rw,,, actualizare...

 

nos leemos 

 

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