Eran simples niños, SeHun se encontraba en sus recientes 8 años cumplidos, LuHan en sus 12 años. Aquel último chico nombrado era su ''Hyung'' pero no cualquiera, él era especial. Nunca se separaban, a pesar de la diferencia de edad, ellos se querían y disfrutaban de su compañía, en su mundo aquella gran diferencia de edad para ellos no existía. LuHan siempre cuidó del pequeño SeHun, o como él le decía ''Sehunnie''. Su pequeño Sehunnie era su mundo, era como su pequeño hermano y juró que nunca nada le pasara.
–Hyung–. susurró el pequeño SeHun al oído de LuHan mientras que este estaba recostado en el césped del patio trasero de la casa de SeHun disfrutando del día que aquella tarde de verano podría apreciarse. Al escuchar el susurro del menor; LuHan abrió los ojos rápidamente dirigiendo su vista al menor que se encontraba sentado de rodillas a su lado con una gran y muy bonita sonrisa adornando sus labiales. LuHan pestañeó varias veces ya que el sol molestaba sobre sus orbes color miel. Se apoyó en sus propios codos parando cierta parte de su torso viendo mejor al pequeño. Al ver esa sonrisa sobre sus labios no evitó sonreír también, amaba ver a su pequeño sonreír.
–¿Qué pasa Sehunnie?.-Cuestionó el mayor mientras no despegaba su vista del menor sonriendo, podría verlo así por horas y él sería completamente feliz, Sehun era un pilar muy importante en su vida, su pequeño, no serían hermanos de sangre pero él sentía que era su hermano completamente.
–Quiero un Bubble Tea y,y,y sé que sólo tú puedes llevarme a comprar uno. Ven. .Vamos. –SeHun abultó su labio inferior formando un pequeño puchero sobre sus rojizos belfos sabiendo que eso convencería a su hyung. Llevó su mano izquierda a la camiseta que vestía LuHan tomando un poco de esta en un puño moviéndola un poco para que así el mayor le hiciera más caso.
–Ah. .Sehunnie, no hagas eso. –Soltó un pequeño suspiro por sus labiales cerrando de apoco sus parpados para así no mirar al pequeño y pensar la respuesta, le diría que sí, pero quería ver las actitudes del menor.–No sé. . Se está haciendo tarde y no lo sé. . –Siguió con los ojos cerrados abultando un poco sus labios para que así una pequeña risita saliera de estos. SeHun frunció el entrecejo y movió de una forma insistente la camiseta del mayor.
–¡Hyung! ¡Yah! quiero mi Bubble Tea, no seas así. –Hizo sonidos como si fuera un pequeño cachorrito con frío a lo que LuHan soltó una pequeña risa asintiendo con levedad mientras abría de apoco sus ojos encontrándose con SeHun; quien aún tenía aquel puchero sobre sus labiales. Apenas escuchó la risa del mayor sabía que había planeado eso con total de ver reacciones en si mismo por lo que soltó un pequeño gruñido levantándose del piso. Ya levantado se cruzó de brazos, inflando sus mejillas sin abandonar el puchero sobre sus pequeños y rosados labios–. LuHan se incorporó sobre sus largas piernas e sonrió de lado al ver la actitud del menor al levantarse del césped y mirarle con ternura. Depositó un pequeño beso en una de sus mejillas infladas con cierta ternura, eran casi del mismo tamaño. SeHun para su edad era bastante alto por lo que no debió inclinarse mucho. El menor luego de aquel beso sus mejillas, estas tornaron a un pequeño color carmesí abriendo sus ojos más de lo normal, luego de que el mayor le dijera que irían y comenzará a caminar fuera de ahí, llevó su diestra a la mejilla que había besado el infantil con una pequeña sonrisa sobre sus labios. Al darse cuenta que LuHan ya no estaba a su vista corrió tras él para ir a comprar el Bubble Tea que tanto deseaba.