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Dulce olvido (Taoris) por KaisooShipperXo

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Kris...

 

Una vez más, mis pasos eran ligeros y casi saltaba mientras llevaba a mi elska al piso de abajo para presentarlo con mis hermanos. Había conocido a Jongin, pero a ninguno de los otros. Como Drakon, nosotros buscábamos a nuestros Sjol Kyphers por lo que sabía que mis hermanos iban a compartir mi alegría tanto como yo compartiría la suya. Ellos necesitaban ver que la búsqueda de su propio Sjol Kypher era posible.

 

Tao era la prueba viviendo y respirando.

 

-¿Todos tus hermanos viven aquí?

 

-Sí, elska, todos lo hacen. Cada uno tenemos nuestra propia área, pero compartimos el resto de la casa.

 

Tao frunció el ceño, cuando el ruido de la sala llenó el aire. -Entonces, ¿cuántos hermanos tienes?

 

Sonreí. Mis hermanos no eran silenciosos. Ellos eran hombres grandes y bulliciosos que les gustaba jugar mucho cuando no estaban cazando demonios deshonestos. Todos disfrutábamos de nuestro tiempo de inactividad. Me di cuenta por los sonidos que venían de la sala que mis hermanos estaban pasando un gran momento.

 

-Tengo diez hermanos, elska.

 

La mandíbula de Tao se redujo. -Diez.

 

-Si.

 

-¿Y todos viven juntos?

 

-Lo hacemos.

 

-¿Se llevan bien?

 

-Nos llevamos bien la mayor parte del tiempo. Creo que como cualquier persona que vive en lugares cerrados como lo hacemos nosotros, hay desacuerdos. Nosotros no somos diferentes, pero daría mi vida por cualquiera de ellos y ellos lo harían por mí.

 

-¿En serio?- Era veneno puro en la voz de Tao. -No puedo soportar a mis hermanos.

 

Casi tropecé cuando el shock me recorrió. No tenía idea de que mi pequeño y bonito elska pudiera tener tanto odio dentro de él. No parecía de ese tipo.

Me acordé de mi anterior conversación con Sehun acerca de las armas encontradas en el departamento de Tao, me preguntaba si podría estar equivocado.

 

-¿No te agradan tus hermanos, elska?

 

El labio de Tao se curvó en una expresión de repulsión. -No cruzaría la calle a orinar sobre ellos si estuvieran prendidos fuego.

 

-¿Ellos te han hecho daño de alguna manera?- Esa tenía que ser la respuesta.

Tao simplemente no nació para ser rencoroso.

 

-No quiero hablar de eso- dijo Tao girando la cabeza, pero pude ver el dolor y el dolor dentro su cabeza.

 

Empecé a gruñir cuando imagen tras imagen del abuso que Tao había sufrido a manos de sus hermanos llegaban a su mente. No sólo le habían hecho daño a mi elska, habían disfrutado de eso. El abuso físico cuando nadie miraba, los

irritantes comentarios que hacían que Tao pareciera estúpido frente a sus amigos y familiares, e incluso las mentiras y las palabras utilizadas deliberadamente para lastimarlo lo más posible. Pude ver, cada cosa repugnante que le habían hecho a Tao.

 

—Voy a matarlos por ti, elska.

 

La cabeza de Tao giró y se me quedó viendo. Podía oír la silenciosa confusión en su mente. Mi pareja enlazada no podía entender por qué haría algo así. Sentía que apenas nos conocíamos.

 

Y entonces de nuevo se preguntó si estaba loco.

 

Me reí al leer los pensamientos de Tao, un poco de mi ira disminuyó. -No estoy loco, elska- le aseguré a mi pareja enlazada. -Sólo te protejo. Nadie te hará daño, ni siquiera tu familia.

 

Al doblar la esquina a la sala vi a mis hermanos sentados alrededor de la sala viendo la televisión, tuve un nuevo pensamiento que sabía que tenía que compartir con mi Sjol Kypher. Sonreí mientras veía su confundido rostro.

 

-Voy a compartir mi familia contigo.

 

Los ojos de Tao se abrieron más cuando se giró para ver los grandes hombres grandes en la sala. -¿Ellos son tus hermanos?

 

-Lo son.- Incluso yo podía oír el orgullo en mi voz, pero estaba orgulloso.

Cada uno de mis hermanos eran hombres honorables. Fuimos elegidos para trabajar juntos porque cada uno trajo algo a nuestro pequeño grupo de guerreros. Nos complementábamos el uno al otro, y nos hizo una fuerza de combate mejor.

 

-Son enormes- murmuró Tao.

 

Me reí de nuevo, divertido por el asombro en la voz de Tao y el asombro que giraba alrededor de su mente. Hablé realmente en serio cuando le dije a Tao que su mente era un lugar interesante. Lo era. Tao parecía saltar de un pensamiento a otro en un abrir y cerrar de ojos.

 

Él era increíble.

 

Y las cosas que fluían a través de su cabeza me asombraron. ¿Cómo alguien podía ir del asombro al miedo y luego a la intriga en cuestión de unos cuantos pensamientos? Eso me confundía como el infierno. La mente de Tao era un campo minado.

 

Me quedé esperando a que su cabeza explotara.

 

-Permítame presentarte.- Me aclaré la garganta y hasta el último de mis hermanos se giraron hacia mí y Tao. Minseok extendió la mano y silenció la televisión. -Él es mi Kypher od mi sjol, Huang Zitao.

 

Mis hermanos asintieron hacia Tao, pero nadie se movió hasta que les hice una señal. Mis hermanos no se acercarían a Tao o lo tocarían hasta que tuvieran mi permiso. Una vez que asentí, se pusieron de pie y se acercaron a nosotros, uno a la vez.

 

-Él es Kyungsoo- le dije a Tao cuando mi hermano se acercó. -Él es el que donó el chocolate oscuro.- Sonreí cuando las manos de Tao se apretaron alrededor de la caja en sus manos. -Al parecer, él tiene un tesoro secreto y conoce los mejores lugares para ordenarlos.

 

-Amigo- dijo Tao -, nosotros tenemos que hablar.

 

Kyungsoo se echó a reír y asintió. -Puedo conectarte, hermanito.

 

«¿Hermanito?» Podía sentir la confusión de Tao cuando el pensamiento voló a través de su mente, luego, el caliente cosquilleo que recorrió su piel cuando decidió que le gustaba que mi hermano le dijera ‘hermanito’.

 

-Él es Junmyeon- dije, cuando mi hermano se acercó. -Él es el sensato de nuestro grupo, pero también es uno de los más inteligentes. Nos mantiene a todos en control.

 

Junmyeon arqueó una ceja hacia mí mientras estrechaba la mano de Tao. Se me quedó viendo un momento y luego volvió a ver a Tao. -A pesar de lo que dice Kris, la mayoría de nosotros somos bastante sensatos. Sólo tengo que darles una patada de vez en cuando para que regresen al juego.

 

Mi sonrisa se amplió cuando Tao se rio. Esperaba que eso significara que no les tenía miedo a mis hermanos, con lo grandes que eran. No todo el mundo estaba a gusto con nosotros, eso lo aprendí desde el principio de la vida. Si no era nuestro tamaño lo que ponía nervioso a la gente, era el peligro que parecía acechar alrededor de nosotros. No muchos se sentían cómodos en nuestra compañía.

 

No quería que eso le pasara a Tao.

 

-Él es Yixing. Él es...uh...- Rápidamente vi a Junmyeon para que me diera una definición para Yixing. No estaba seguro de tener las palabras para describir al hombre. Era extraño, simplemente extraño.

 

 -Es un gran creyente del cosmos, el yin y el yang, el karma, y cosas por el estilo. Si alguna vez tienes que meditar, es al que debes de ver.- dijo Junmyeon haciéndose a un lado y permitiéndole a Yixing acercarse.

 

Yixing juntó las manos y se inclinó sobre ellas. -Ser uno con el universo trae paz a nuestras almas.

 

«¿Eh?» Mi pensamiento se hizo eco con el de Tao. Incluso ni yo entendía lo que Yixing dijo. Por lo general no lo entendía. El hombre era demasiado zen para mí. Demasiado confuso como para tratar de entender a Yixing, algo que no había hecho en los cientos de años que lo conocía, dirigí mi atención a los próximos hombres en acercarse.

 

-Él es Chanyeol.

 

-¿En qué está él?- Tao me susurró al oído.

 

Sonreí. -Chanyeol es nuestro residente experto culinario y chef. Puede cocinar casi cualquier cosa, así que si hay algo que te gusta, simplemente díselo. Estoy bastante seguro de que puede hacerlo para ti. De hecho, no puedo pensar en algo que no sepa cocinar.

 

-Ostras- dijo Chanyeol, mientras se estremecía con evidente repugnancia. Era evidente para todos nosotros que conocíamos a Chanyeol que estaba exagerando en beneficio de Tao, aunque él odiaba las ostras. Pero yo era feliz de que Chanyeol estuviera tratando de hacer que Tao se sintiera más cómodo. -No puedo soportar los pequeños bichos babosos.

 

-No ostras, correcto.- Tao se rió. -Voy a tratar de recordarlo.

 

-Baekhyun y Jongdae son nuestros residentes comediantes.

 

-No lo somos- argumentó Baekhyun.

 

-Lo son.

 

-No lo somos.- esta vez argumentó Jongdae.

 

-¡Ja!- Eso es una mentira. Yo sabía a ciencia cierta que Baekhyun, Jongdae o Chanyeol eran siempre los primeros en gastar una broma o de encontrar el humor en cualquier situación. A menudo nos ayudaba a olvidar la larga y dura batalla que luchamos día a día.

 

También era molesto como el infierno.

 

-Él es Sehun. Estoy seguro de que se llevarán bien. Él te cuidará muy bien.- No quise decir que era experto en armas porque no había tenido la oportunidad de hablar con Tao acerca de los elementos que mis hermanos encontraron en su departamento.

Tao asintió y le entregó una sonrisa.

 

Vi los ojos de Tao abrirse más cuando divisó a Jongin. -Nos conocemos- dijo Tao.

 

Hice una mueca al recordar exactamente cómo Tao y Jongin se habían conocido, y el hecho de que Tao había estado desnudo en ese momento. No estaba muy emocionado sabiendo que uno de mis hermanos había visto a mi pareja enlazada desnudo. Simplemente no me caía bien, aunque Jongin no había hecho un solo movimiento hacia Tao, excepto para ofrecerle al hombre su camisa.

 

Aun así no me gustaba.

 

-Sí, lo recuerdo- dije con el ceño fruncido a mi hermano cuando el hombre me sonrió. Jongin parecía como si quisiera decir algo, pero sabiamente mantuvo su comentario para sí mismo. En su lugar, se giró a ver a Tao.

 

Terminé de presentar a mi elska al resto de mis hermanos y todos le sonrieron con dulzura con el objetivo de que Tao no se sintiera intimidado por ninguno de ellos. En respuesta Tao les hizo al resto de ellos una reverencia y les devolvió la sonrisa.

 

Después de que terminara de presentarlos, hubo un silencio entre nosotros. No sabíamos que decir.

 

Diez segundos después deseaba que Sehun hubiera mantenido la boca cerrada.

 

-Háblame de tus armas, Tao.

 

Tao se puso rígido en mis brazos y luego comenzó a luchar hasta que lo dejé en el suelo. Casi al instante, retrocedió con una expresión cautelosa en su rostro.

 

-¿Cómo sabes acerca de mis armas?

 

Oops.

 

Vi a Junmyeon, esperando que pudiera tener una idea de cómo explicarle a mi pareja enlazada. Junmyeon sacudió la cabeza como diciendo que tenía que encontrar mi propio camino para salir del hoyo que habían cavado.

El bastardo.

 

-Elska…

 

-¡Ni siquiera comiences con esa mierda!- Tao replicó, levantando una mano hacia mí advirtiéndome. -Quiero saber cómo sabe acerca de mis armas. Nadie lo sabe.

 

-Cuando empacamos tus pertenencias para traerlas aquí, Sehun las encontró.

 

Las cejas de Tao se elevaron hasta su frente. Su cabeza cayó con expresión de ofendido en su rostro. -¿Cuando mis qué?

 

«Oops».

 

«De nuevo».

 

Maldición, parecería que estaba empecinado en conseguir que mi pareja enlazada se enojara conmigo. -Elska,por tu propia protección, teníamos que empacar tus pertenencias y traerlas aquí a la mansión. Ya no estás a salvo en tu pequeño departamento.

 

Por lo que mis hermanos me habían dicho, ni siquiera estaba seguro de que estuviera a salvo en su pequeño departamento antes de que llegara a la escena. El lugar era prácticamente una destartalada trampa de fuego. Sólo era cuestión de tiempo antes de que el lugar se cayera alrededor de Tao.

 

-¿Quién te dio derecho a empacar mis cosas?- Tao gruñó.

 

Oh, esto no iba a ser bueno. Ya podía ver el color rojo de ira llenando la cara de mi Sjol Kypher. Él estaba enojado, y su ira se dirigía directamente hacia mí.

 

Era de una manera sexy.

 

Los ojos de Tao ardían con un fuego interior mientras me veía. Tenía la piel enrojecida. Su pecho subía y bajaba al respirar con dificultad por la ira. Incluso sus delicadas manitas estaban apretadas en puños por la rabia, las manos que claramente recordé recorrer mi piel mientras me acariciaba solo unas horas antes.

 

¡Dioses y diosas, mi Sjol Kypher era caliente!

 

Estiré la mano hacia Tao. Mis cejas se elevaron cuando le dio un manotazo a mi mano. Un bajo gruñido salió de mi garganta. ¿Estaba mi Sjol Kypher rechazándome? Medio irritado y medio excitado traté de alcanzar de nuevo a Tao.

 

Lo agarré por la muñeca y comencé a jalarlo hacia mí, sentía la necesidad de los labios de Tao en los míos, su cuerpo presionando sobre el mío. Nadie estaba más sorprendido que yo, cuando me encontré de repente estrellado contra el suelo, de espaldas, cuando Tao me torció, dobló y me lanzó por encima del hombro.

 

Un silencio sepulcral llenó la sala mientras veía con incredulidad el techo. ¿Cómo infiernos mi pequeña pareja me había lanzado de espaldas? Yo era mucho más grande que él, tanto en altura como en peso. Simplemente no parecía posible.

 

Y, aun así, ahí estaba sobre mi espalda.

 

Empecé a sonreír mientras doblaba las rodillas y colocaba las manos en el suelo sobre mi cabeza. Arqueé mi cuerpo y salté poniéndome de pie. Tao estaba a un metro de distancia agazapado en una postura de lucha que conocía muy bien.

 

Alguien le había enseñado a mi hermoso elska a defenderse.

 

«Perfecto».

 

Sentí que algo primitivo me recorría mientras caminaba hacia mi pareja enlazada por la gran sala. Pude ver a mis hermanos por el rabillo de mi ojo rápidamente colocarse junto a la pared, dando a Tao y a mi espacio para jugar.

 

Y estábamos jugando, aunque había un ligero rastro de miedo en el rostro de Tao. Nunca lastimaría a mi Sjol Kypher. Preferiría morir de una muerte lenta y dolorosa.

 

Las manos de Tao apretadas en un puño.

 

Las mías seguían abiertas.

 

-Kris.

 

No hice caso a la advertencia en la voz de Tao y lo perseguí por toda la habitación, dándole tiempo suficiente para esquivar los muebles.

 

La caza había comenzado.

 

Los ojos de Tao veían nerviosamente la habitación, y sabía que estaba buscando una vía de escape. Podía oír su desesperación en mi mente. Sabía que tenía que convencer a Tao que nunca le haría daño, pero eso llevará tiempo.

 

Tiempo y confianza.

 

Por ahora, sólo quería atraparlo y besarlo hasta que ambos nos desmayáramos. La adrenalina bombeaba a través de mis venas a una velocidad alarmante. Mi pene estaba tan duro que hacía doloroso el caminar. La necesidad de dominar a Tao y someterlo a mi voluntad me golpeaba duro. No quería una alfombra que pudiera pisar pero tampoco quería una pareja enlazada que creyera que podía caminar sobre mí.

 

Era el momento de enseñarle a mi pequeño elska quién era el líder.

 

Apreté los puños, tensé los músculos de mis brazos lanzando la cabeza hacia atrás y aullando. Mi sonrisa era enorme, mientras veía los ojos de Tao volverse más grandes en un momento, y entonces el hombre se giró y salió de la habitación como si los perros del infierno fueran tras él.

 

Si sólo supiera.

 

Me carcajeé de puro deleite mientras salía a la caza de mi pareja enlazada. Tao fue rápido, por lo que casi había subido todas las escaleras antes de que lo atrapara. Me sentí orgulloso del gruñido que soltó cuando envolví el brazo alrededor de su cintura deteniéndolo y jalé su espalda contra mi cuerpo, curvándome alrededor de él, con una mano aferré su cintura, y tomé en la otra mano un puño de su sedoso cabello rubio.

 

-Eres rápido, elska- le murmuré al oído. -Pero yo soy más rápido.

 

-Kris.- La voz de Tao vaciló mientras hablaba. Podía sentir su miedo, saborearlo en el aire. -Por favor, lo sien…

 

-¡No!- Rápidamente cubrí la boca de Tao con mi mano. Sabía que lo sorprendí cuando se sobresaltó en mis brazos. Esa no era mi intención. -Nunca te disculpes por defenderte, Kypher od mi sjol, ni siquiera de mí.

 

Confusos pensamientos corrieron por la mente de Tao, justo como el caos y la ansiedad en sus ojos mientras inclinaba la cabeza hacia atrás y me miraba.

Liberé la boca de Tao para poder acariciar un lado de su cara, calmándolo.

-Siempre debes protegerte si no te sientes a salvo e incluso si no te sientes seguro- le dije. -Pero debes de saber esto, Tao, nunca te haré daño, ni siquiera cuando esté enojado. Y no estoy enojado.- Dejé que mi alegría por mi nueva pareja enlazada se mostrara a través de la sonrisa en mis labios. -Estoy cautivado.

 

Las cejas de Tao se elevaron. -¿No estás enojado conmigo por tirarte al suelo?

 

-No, en absoluto, y si lo deseas, estaría feliz de mostrarte algunos movimientos defensivos. Cuanto más sepas, mejor serás capaz de defenderte. Incluso podrías ser capaz de lanzar a cualquiera de mis hermanos al suelo si aprendes lo suficiente.

 

El pequeño ceño fruncido de Tao era adorable. -Si no estás enojado conmigo, ¿por qué me persigues?

 

-Te persigo porque esa pequeña muestra de poder fue sexy como el infierno.

Tao se quedó con la boca abierta.

 

Incluso eso era adorable.

 

Estiré la mano y levanté el mentón de Tao hasta que su boca se cerró y su rostro se enrojeció. Sí, mi Sjol Kypher era absolutamente adorable. Nunca me había cautivado nadie tanto en toda mi vida, y eso era decir mucho.

 

Y yo era muy, muy viejo.

 

-Eres el hombre más extraño que he conocido- dijo Tao.

 

-¿Extraño?- No estaba seguro de qué hacer con esa declaración. ¿Debería de ofenderme o no?

 

-Apenas me conoces, y aun así actúas como si nos conociéramos desde casi toda la vida. Para mí, eso es extraño.

 

No pude evitar sonreír al ver la expresión de incredulidad en el rostro de Tao. Extendí la mano y pasé suavemente un dedo por su sien. -Recuerda, yo sé lo que está pasando aquí. Diría que ser capaz de hablar contigo de esta manera me da una visión más clara de tu personalidad que a la mayoría.

 

-Justo eso es de lo que estoy hablando.- Tao señaló con su dedo en mi pecho. -Eso es extraño.

 

¿Huh?

 

-¿Extraño es... malo?

 

Las cejas de Tao se juntaron en un gesto muy intrigante. -No, supongo que no.

 

-¿Te molesta que pueda oír tus pensamientos?

 

-Bueno…- La cara de Tao se tornó en un tono rosa. -No estoy seguro de que quiera que escuches todo lo que pasa por mi cabeza, pero un poco de eso me gusta.

 

Sí.

 

Adorable.

 

Teniendo en cuenta lo embarazoso que era, me decidí a lanzarle a mi Kypher Sjol un hueso. -¿Qué tal si me comprometo a no ahondar demasiado profundamente y solo tomar los pensamientos de tu superficie?

 

-¿Puedes hacer eso?

 

Había una gran cantidad de desesperación en esas palabras, y casi le digo a Tao que no podía. Sé que estaba escondiendo algo y eso lo hacía sentir muy incómodo, y no me gustaba no saber lo que era. ¿Cómo podía proteger a Tao si no me decía todo?

 

Por otro lado, nadie quería tener todos sus pensamientos expuestos. Todo el mundo necesita un poco de intimidad. También quería que Tao se sintiera lo suficientemente cómodo a mi alrededor para confiar en mí con sus más profundos secretos.

 

No importa cuánto me preocupara esperar.

 

-Sí, elska, puedo mantenerme en los pensamientos de tu superficie.- Suspiré profundamente y decidí ser sincero con Tao. -Preferiría que compartas todo conmigo. No puedo arreglar lo que no conozco. Pero voy a respetar tu privacidad hasta el momento en que decidas confiarme tus secretos.

 

Sabía que había tomado la decisión correcta cuando las suaves manos de Tao tomaron mi cara y se inclinó para darme un beso, el primer beso que había iniciado fuera de la follada. Yo estaba aun más cautivado por el hermoso hombre en mis brazos, sólo que esta vez, no fue tanto por el deseo sexual y más por el vínculo entre nosotros.

 

-Gracias, Kris.

 

-Lo que sea para ti, Sjol Kypher- murmuré con voz ronca.

 

-¿Qué significa eso?

 

-¿Sjol Kypher?

 

-Si.

 

-Guardián del alma.- Le sonreí, una vez más, sintiendo la alegría que esas simples palabras me traían. -Recuerda, te lo dije. Ahora eres mi Kypher od mi sjol, el guardián de mi alma. Sjol Kypher es la forma abreviada de ese título.

 

Los ojos de Tao se abrieron más, los ojos marrones se veían cada vez más grandes. -¿Ese es realmente un título?

 

Me reí por la sorpresa que pude escuchar en la voz de Tao. -En cierto modo, sí. No es como decir ‘majestad' o algo así. Se trata más de uno cariñoso, supongo que así se podría decir. Al afirmar que tú eres mi Kypher od mi sjol le digo al mundo lo mucho que significas para mí.

 

-¡Estás loco!


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