Capítulo 1
“La persona equivocada”
El viernes en la cafetería de la escuela…
—Deberías agudizar tu práctica de artes marciales, así podrás olvidarte de la mierda —dando un elevado respingo, Chen espetó, dirigiendo su muy notoria mirada exhausta hacia Huang Zi Tao.
Tao cerró los ojos y dejó caer la cabeza en la mesa, golpeándose una y otra vez o hasta que dejara de pensar en cosas estúpidas. Chen quizá tenía razón, a lo mejor era necesario reforzar sus prácticas para olvidarse del rostro de Kris. Ya llevaba desde el primer semestre de preparatoria enamorado de aquel pijo, y seguía sin confesársele. Sehun lo animó a que lo hiciera, pero cuando estuvo a punto de dejarle una carta en su casillero, se arrepintió; tenía miedo a ser rechazado de inmediato. Tao estaba seguro de que a Kris no le gustaban las personas como él.
A Kris no le atraía la gente con ojeras, ni mucho menos feas y con piel tostada como la de Huang Zi Tao, incluso Sehun siempre le reiteraba su fealdad cuando le sacaba una fotografía.
—Olvida a ese bueno para nada, Tao. Hay muchos muy buenos —BaekHyun musitó con un tono burlón. Su sarcasmo llegó a la cima de la mesa, en realidad era imposible decir aquello puesto que todos estaban enamorados de hombres buenos para nada.
Lay suspiró.
—Él y sus amigos no saben de nuestra existencia.
Al escuchar la voz de Lay todos sintieron escalofríos. Él casi no hablaba y esta era la primera vez en la semana que lo hacía. Lo más probable era que por la noche lloviera…
—Esto me huele a Suho —KyungSoo terció, sacando una risilla cruel. De nuevo ese chico con ojos de huevo estrellado la había cagado.
La mandíbula de Chen casi cayó hasta el suelo. Estaba muy sorprendido por lo que para él, eso era un nuevo chisme.
—Lay ¿Te gusta Suho? —Sehun le preguntó lo más obvio que pudo haber interrogado en toda su extravagante vida.
El pequeño asintió, confirmando sus sentimientos, que al igual como le pasaba a Tao, no eran correspondidos todavía.
—Y a KyungSoo le gusta Kai —sin quedarse atrás, el pequeño Lay también abrió la bocota.
Todas las confesiones estaban propiciándose…Total, ya era hora de que supieran la verdad.
—Y a Baek le gusta Chanyeol. —KyungSoo remató con la última declaración del día.
—Somos tan gays. —Baek, el más marica de todos, se quejó.
—¿Cómo pueden fijarse en esos canallas? —Chen y Sehun comentaron al mismo tiempo, en unísono.
Tao levantó el cuello, luego se burló de sí mismo. Los sobrantes se negaron al igual que él. No sabían, sólo se sentían realmente atraídos por aquellos niños populares.
Esos seis chicos se llevaban bien, inclusive teniendo personalidades y gustos diferentes. Mientras que Tao, KyungSoo, BaekHyun y Lay eran fans número uno del cuarteto más popular de la preparatoria, Sehun y Chen buscaban algo diferente…Algo realmente diferente.
¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸
La mayoría de la población de la preparatoria eran hombres, tal vez y eso logró que Kris se interesara en Luhan (El chico más bonito del lugar), y que Kai babeara por Xiumin (El segundo más hermoso de la escuela).
Ellos no sabían sobre el amor, no obstante, sí del gusto sexual, además de que pretendían ligarse al dúo hermoso, porque así encajaba su posición con éstos.
En esta ocasión estaban cursando el último día de su primera semana de clases. Era viernes y todavía faltaba una materia y, ciertamente un maestro en presentarse. Lo más intimidante para la mayoría de los que estarían en esa clase, era que aquella espectacular materia se llamaba matemáticas, inclusive se veía más aterrorizante cuando el horario marcaba 4 horas seguidas para estudiarla. Mierda, casi todos odiaban las matemáticas…
Aclarándose la garganta, Kai entró al aula que marcaba su horario, seguido entró Kris; por suerte tenían esa clase juntos. En ese maldito viernes, lo más recomendable era divertirse, sin embargo, esas 4 horas seguidas de matemáticas estaban guiando a Kai a la destrucción total. Kris tampoco era la excepción, él también se asqueaba con la jodida materia.
En los pupitres había varios sentados. Kai agarró el penúltimo banco de la última fila -de izquierda a derecha- que por cierto estaba totalmente rayado por él mismo, ya que días atrás también visitó el salón, pero con una materia diferente. Kris lo siguió, a sabiendas de que podía parecer una mascota.
Kris no era animal de nadie, quizá era uno de los menores de los 4 más populares del instituto, pero siempre se encargaba de mandar. Su horóscopo lo decía: Kris era un líder, una poderosa criatura con estupendas habilidades sexuales, y claro, con rostro bonito.
Como tal, formaba un cuarteto, en el cual como se podía ver, ninguna otra persona podía incluirse. Sólo eran 4 y eso era suficiente.
Kris…
Kai…
Suho…
ChanYeol…
Solamente ellos.
Sin querer posicionarlos, se notaba una jerarquía entre ellos. De hecho se seguía notando en el actual cuarto semestre de preparatoria. No importaba la edad, Kris siempre sería considerado el mayor. Seguido de él se encontraba Kai, luego como el tercero Suho, y por último estaba ChanYeol. Éste final aunque era el mayor –con 18 años de edad, casi 19-, se hallaba en ese puesto porque todavía le faltaba aprender más de Kris y Kai. No obstante, Suho se esforzaba para adentrarse al segundo puesto, pues la persona que estuviera en el segundo lugar, se catalogaba como la mano derecha de Kris.
El cuarteto de varones más popular del liceo, se llevaba bien después de todo. Gracias a su jerarquía, Suho y ChanYeol se hablaban más, pero siempre caminaban casi en la misma línea que los otros dos. Todos los días se juntaban en la cafetería, hacían fiestas en sus casas… llevaban sus coches…y otras pocas veces sus choferes los llevaban a la escuela.
La maestra de matemáticas llegó. Todos se pusieron alertas a las indicaciones, pero alguien interrumpió la clase. Tao había llegado tarde.
Como perro con el rabo entre las patas, se adentró al salón. Se sentó en uno de los asientos de atrás, y sacó una pequeña libreta de apuntes. Era momento de escribir la forma de evaluación de la querida profesora, pero no fue tan sencillo como pensó…
Algo lo hizo colapsar. El corazón se le detuvo, ocasionando que un paro cardiorrespiratorio lo consumiera en ese jodido momento. Kris estaba allí, en su clase… en su clase preferida.
No podía ser posible, el señor de los cielos se había apiadado de él en esa clase tan especial. Era la primera vez que compartía materia con la persona que le gustaba y no simplemente eso, también era la primera vez que se sentaba a un lado de aquel estudiante mal geniudo. Mierda… compartiría 4 horas seguidas cada viernes de su putísima vida mediocre junto al hermoso Kris.
Era un milagro…
Durante unos minutos se le quedó viendo, luego se sintió un acosador y trató de ignorar su cautivadora presencia, pero no pudo. Con el rabillo del ojo le echaba un vistazo cada vez que la maestra se volteaba para escribir en la pizarra. Estaba volviéndose loco.
Por ser el primer día, la maestra terminó temprano la bienvenida. Hizo presentarse a cada uno, por un instante Tao creyó tartamudear, pero por suerte no lo hizo. Se presentó correctamente y casi estuvo a punto de grabar la presentación oral de Kris, pero todos se darían cuenta, así que prefirió no hacerlo. Ya después tendría un video y una foto de él, una foto nueva y tomada por él mismo, ya que en algunas ocasiones se robaba las imágenes que Kris publicaba en su Facebook personal. Tao no lo tenía como amigo, pero Kris no tenía bloqueadas sus fotos, así que en ocasiones pasadas sólo tomó prestadas algunas y las guardó en su celular.
Se sentía el acosador número uno de Kris, pero ya no le importaba mucho como para lamentarse…
Al finalizar las clases, Huang Zi Tao se fue corriendo como alma que llevaba el diablo; sus amigos tenían que saber, y claro, KyungSoo tenía que enterarse que Kai también estaba en su clase de matemáticas.
¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸
A los pocos minutos de correr, Tao fue atrapado. Le hundieron un paño repleto de cloroformo en las napias y se desmayó inmediatamente. Lo habían secuestrado, estaba seguro de aquello cuando abrió los ojos y se encontró amarrado completamente. Tenía las muñecas sujetas con unas esposas en la cabecera de una enorme cama.
Se encontraba solamente cubierto por su bóxer, estaba descalzo, y lo único que tenía en libertad eran las piernas. Las movió para intentar descubrir si en verdad era un sueño, si se encontraba vivo, o tal vez muerto, pero no intentó mucho ya que alguien abrió la puerta de aquella habitación grande y solitaria.
Kris se recargó en el marco de la puerta, levantó la ceja derecha y chasqueó los labios; sus trabajadores raptaron a la persona equivocada…