Capítulo 11
“Papishingo: TaoRis, HunHan, ChenMin”
En un arranque de enojo, Kris apretó el brazo de Tao, dejándole una leve marca. Estaba cabreadísimo por la pendejada que estaba pegada por todo el plantel. Miles de hojas con la nueva noticia y la foto de Kris y Tao cubrían los espejos de los baños; el muro estudiantil estaba repleto; y por todos los salones se encontraban pegados; en cada banco; en el escritorio; en las malditas computadoras. Joder, todo el mundo estaba enterado de una noticia falsa. Tao nunca sería novio de Kris simplemente porque Kris nunca pretendió tener novio.
Un niñato como Tao no podía ser su novio… No podía. No podían ser novios porque Kris era cool y Tao era sencillo y poco atractivo para él.
A pasos agigantados, Kris se dirigió a la sala de música, cuando entró se encontró con varios alumnos, pero los corrió alzando las manos y dañándolos con su mirada prepotente, logrando que todos los ahí presentes le hicieran caso y se largaran.
—¿Qué coño has hecho? —Gritoneó el rubio cuando por fin estuvieron solos en la sala de música.
—Yo…yo no hice nada. —Se defendió el pequeño.
Kris levantó la ceja y comenzó a caminar en círculos para poder tranquilizarse.
—¿Quién es tu novio? ¿Yo? —Se burló—. Quiero que apartes todos los papeles de la preparatoria y que los rompas en mil pedazos —espetó insatisfecho de su mandato—. Que te follen, maldito marica —murmuró a lo bajo.
Al escuchar la ofensa, Tao decidió defenderse. No pretendía dejar que ese maldito follador le jodiera la existencia.
—Deja de joderme. No los quitaré y si quieres que nadie los vea, entonces quítalos tú y trágatelos. —Lo empujó y prefirió marcharse, pero Kris se lo impidió, poniéndose frente a él con una sonrisa maldita.
—¿Qué buscas con todo esto? ¿Qué te vuelva a follar?
—Ni que la primera vez lo hubieras hecho tan bien como para pedir segundo plato —musitó el pelinegro, sonriendo con más malicia que Kris—. Y no busco nada, yo no me encargué de divulgar esa porquería de mentira.
—¿Entonces quién fue? —Inquirió. Tao se encogió de hombros, tramaba decirle que Luhan lo había hecho, pero de nada serviría decirle eso al gran Kris, ya que éste estaba totalmente embobado con Luhan—. Ni siquiera puedes aceptar que fuiste tú.
—Piensa lo que quieras…
—No, no pensaré lo que quiera, porque por esos malditos anuncios de coña estoy en boca de todos. ¿Sabes lo bajo que he caído por tu culpa? Eres un bueno para nada, una persona que nadie desea, eres de lo peor y aun así estás tranquilo… Estoy en el fondo del pozo por tu culpa, por tu maldita culpa.
—Deberías estar agradecido que una persona como yo esté en tu vida —contraatacó el pequeño, luego sonrió de lado—. Ninguna persona con mi nivel te echaría el ojo, Kris. Eres un mediocre que mete la verga en cualquier lugar.
Los ojos de Kris brillaron de asombro. ¿Su fan-acosador le había dicho mediocre? Nadie le decía mediocre a Kris, absolutamente nadie, ni él mismo se atrevía a insultarse de esa manera tan cruel.
—¿Qué acabas de decir?
—Eres un mediocre bueno para nada, burro, e insignificante para mí. No tienes mi nivel, yo lo sé y todos también lo saben, así que no me jodas con la supuesta “reputación perdida”, porque el único que acaba de perder su reputación soy yo.
El labio inferior del rubio comenzó a temblar, ¿ese era Tao? En verdad ¿era Tao? Era increíble, el Panda no podía ser de esa manera, días antes había sido sumiso, amigable, sensible…y ahora. Ahora todo era diferente, ahora Tao era una persona bastante inalcanzable para Kris, una persona mayormente superior a todos por su increíble mirada…
—El que gemía en silencio aquella vez no pensaba como ahora lo hace —añadió Kris, luego caminó para inclinarse frente a él—. Al parecer no eres tan estúpido como pensé, Tao.
El planeta entero se le vino a la cabeza al Panda. Su corazón se alarmó al presenciar que el grandioso Kris le había llamado por su nombre. Nunca antes le habló así y sonaba tan bien… tan jodidamente bien.
—Yo antes no te creía estúpido, pero ahora eres el más pendejo de todos.
—Si te preguntan sobre nuestra supuesta “relación”, no contestes. Yo también ignoraré lo que acaba de pasar. Y cuando el chisme termine, entonces desaparecerás de mi medio, porque no me gusta detenerme cuando camino.
—Yo tampoco quiero encontrar un estorbo, así que no te entrometas en mis líneas —dijo, asegurándose de mirarlo a los ojos para que su detonación fuera lo más profunda posible.
Con las palabras en toda la sala de música, Tao se guardó las manos en los bolsillos y le echó otra sonrisa desafiante. Al recibirla, Kris se enojó más. No le agradaba que se comportaran así con él, no le gustaba que se burlaran de sus palabras y que le llamaran mediocre, ni mucho menos estorbo, así que decidió besar los labios de Tao para recordarle que no debía estar con el cuello en alto, sino lamiéndole la polla en esos instantes.
Ante el beso, Tao se encogió. Recibió el beso y cuando escuchó el sonido de una cámara digital, se apartó. Alguien les había tomado una foto y ahora estaban más perdidos que nunca. Kris volteó hacia la puerta y al detectar a una de las más bellas porristas, se volvió loco.
—Ahora no hay más dudas. Felicitaciones, Kris —alcanzó a articular ella con las lágrimas cayendo por la felicitad y la tristeza.
Las miradas de Kris y Tao se cruzaron para matarse lentamente, pero los dos prefirieron salir inmediatamente de aquel lugar; necesitaban pensar en lo que dirían después.
¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.
Baek inhaló el delicioso perfume de Yeol. Deseaba abrazarlo por más tiempo, pero no pudo; su chico cool le apartó las manos y se dio la media vuelta, enfrentándolo. ¿Qué se creía ese enano para interrumpir sus llamadas telefónicas? Yeol colgó la llamada y se enfocó en ver a ese niñato. El mayor se dio cuenta que se trataba de ese enano que antes le entregó la carta…
—No me gusta que me abracen, así que no lo vuelvas a hacer. Ahora largo —lo corrió a como pudo, sujetando con mucha fuerza su aparato celular.
Baek se negó en silencio, después sonrió.
—Quiero una cita —dijo—. Tengamos una cita, Chanyeol.
La propuesta sonó extraña. Baek nunca antes había pedido una cita, tampoco había tenido una, pero haría todo lo posible por tener a Yeol siempre con él. Deseaba hacerlo saber que valía mucho y también deseaba hacerlo arrepentir de haberlo rechazado antes. Si ChanYeol aceptaba su cita, entonces pretendía enamorarlo.
—Yo no quiero. —El gigante se negó.
Baek se enfureció, ¿por qué él si se negaba y Kai no?
—Bien —terció el pequeñito y miró a su alrededor para no sentirse más tonto.
No le rogaría, claro que no lo haría…prefería estar muerto antes de hacer eso.
—¡Me negué! —Espetó el otro, obligándolo a detenerse.
—Sí. —Baek asintió con la cabeza —.Eso era todo, Yeol.
—¿No piensas preguntarme por qué? —Siguió interrogándolo.
Le parecía increíble que ese joven que antes se había confesado con una carta, estuviera ahora resignado con un “no” Nadie podía resignarse cuando se trataba de Yeol.
—No quiero saberlo.
—Bien, entonces tengamos una cita. Te la mereces después de no haberme rogado, eres la primera persona que no me ruega, así que acepto. Tengamos una cita, pequeño. —Se acomodó la gorra y le dio dos palmaditas a la cabeza de Baekhyun —.Te espero esta tarde aquí mismo.
Y después de decir eso, se fue. El enano no podía creérselo, Chanyeol lo había llamado “pequeño” y eso sonaba tan sensual… tampoco podía creer que aceptara su cita por el simple hecho de no rogar, Chanyeol sí que era cool, joder, era más cool de lo que pensaba…
¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.
Eran aproximadamente las doce del mediodía, y ese día marcaba que la hora de los reconocimientos y asuntos escolares en conjunto, se llevarían a cabo. El director habló por los altavoces, avisando que quería a todos los alumnos del último año en la sala de usos múltiples. Todos fueron ante el llamado y fue así que la sala se llenó por completo. Llevaron el muro a rueda y situaron el tablero de puntajes obtenidos en medio del foro. En ese tablero podía verse los puntajes más altos, los más bajos y los normales. El director deseaba decir “felicidades” a los alumnos estrellas y un “Échenle ganas” a los alumnos con bajo rendimiento.
Cuando el pequeño discurso del directivo comenzó, se habló del conocimiento y se dijeron los primeros seis lugares escolares, ya que el séptimo y los siguientes tenían un promedio de 8 y no llegaban al nueve. Por el micrófono se escucharon los nombres, en un orden que ya casi todos conocían:
Primer lugar, Tao. Segundo lugar, Sehun. Tercer lugar, Chen. Cuarto lugar, KyungSoo. Quinto lugar, Lay. Sexto lugar, BaekHyun.
Los primeros seis lugares pasaron a la vez que sus nombres eran pronunciados y se situaron en línea. La mitad del público se miraba feliz, el 50% de la segunda mitad no ponía atención, y la multitud restante de todo el 100% estaba cabreada.
Al ver a Tao ahí parado, Kris abrió los ojos como platos. Nunca había asistido a las reuniones escolares y tampoco estaba enterado que su ahora “novio” tenía un promedio alto. Demasiado asombrado por lo que estaba viendo, su corazón reaccionó, se encogió al recordar las palabras que antes Tao le espetó. Tao tenía razón, kris no tenía el nivel de Tao… todo parecía ser verdad. Le enojó darse cuenta que el Panda tenía razón…
Por otro lado, Tao se sonrojó al detectar que Kris lo estaba observando. Joder, ahora no podría quitárselo de encima. No quería que Kris lo siguiera viendo de esa manera, no deseaba que todos lo miraran raro y hablaran de él por culpa de su promedio y del nuevo chisme sobre su noviazgo.
A un lado de Tao se encontraba Sehun. Éste enarcó la ceja derecha al escuchar algunas protestas por parte del alumnado, pero su vista se fijó en Luhan. El rubio coqueto tenía un cartel color blanco en las manos y sobre ese cartel estaba escrito el nombre de Sehun acompañado de un corazón. Joder, y en una esquina decía “Papishingo”…
Sehun se sintió morir, ¿Qué se creía Luhan con ese cartel en las manos? Y eso no era todo, a un lado de Luhan se encontraba Xiumin. Éste también tenía un cartel en las manos, pero su papel decía Chen en letras grandes y dos corazones.
Cuando Sehun le dio un codazo a Chen para hacerlo voltear –aprovechando que estaban cerca por la diferencia de lugares académicos-, Chen pudo notar que Xiumin sonreía como un tarado.
Esos dos hijos de puta habían ido a apoyarlos y aunque Chen y Sehun se sentían acosados, lo disfrutaron. Nadie les había hecho carteles y se sintieron estimados por ese humilde y bello presente.
—Ahora pido que le den un fuerte aplauso para todos los estudiantes que diariamente se esfuerzan, a los de bajo promedio que luchan por ser de mejor puntaje, y a los de mejor puntaje de desean quedarse en su lugar. Felicitaciones y bienvenidos a su último semestre de preparatoria.
Y después de escuchar eso por parte del director, todos aplaudieron, pero entre los aplausos se mezclaron algunas porras y confesiones no pertinentes.
—¡Ese es mi Papishingo! ¡Destruye a todos, Sehun!
Sí, era Luhan el que despertó la curiosidad de todos y el que hizo sonrojar por primera vez a Oh Sehun.