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Lover's Spit (EXO: TaoRis) por Monnyca16

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Notas del capitulo:

Este capítulo se lo dedico a todas las personas que comentaron el cap anterior. Gracias por seguir leyendo. Este cap es algo largo, más largo de lo común, creo que son 5 mil palabras... hice como 10 hojas de lemon y lo demás lo ocupé en un suceso interesante...

Un hombre me comentó en el cap anterior, UN APLAUSO PARA : Uzumaki Leandro 

 

Capítulo 30

“Hicimos el amor”

 

La piel de Tao se enchinó ante el amenazante movimiento de Kris. El rubio le traía ganas y el Panda lo sabía, lo olía. No se habían tocado desde aquella vez del secuestro y durante los días posteriores solamente se tentaban, comenzando pero nunca terminando. Pero esta vez Tao no escaparía y aunque tratara de hacerlo, Kris no lo dejaría si quiera intentarlo.

Era abrumador.

Tan tentador era tenerlo ahí, erecto y acorralándolo. Tao no se movió aunque en el fondo estuviera temblando. Porque cuando Kris decía que era hora, entonces era cierto. No mentía. Tao también deseaba hacer el amor esa noche, y no sabía cómo amansar al rubio. El pelinegro estaba totalmente seguro que Kris sería descontrolado, brutal y pensaría más por su polla que por el sentimiento que el coito debía poseer.

Kris nunca hacía el amor, pero Tao siempre estaría para hacerlo cambiar. Aunque le costara trabajo manejar la situación, lo haría. Intentaría aunque Kris pusiera resistencia y aunque en esos momentos lo apretara de la cintura con una fortaleza inquebrantable. Kris mandaba y la sensación parecía incluso más placentera cuando Tao se encogía entre sus brazos. Y mientras Kris lo rodeaba, lo llevaba hasta la pared, la cual era su aliada, su maldita amiga a la hora del sexo violento. 

 

La helada sensación de la pared se coló hasta los pezones de Tao, marcándolos y haciéndolos notar exorbitantes bajo la delgada tela que cubría su cuerpo. Las enormes manos de Kris se posaron en la pared, abiertas y como barrotes, puestas en los costados de la cabeza de ZiTao. Éste se sonrojó hasta las puntas de las orejas, haciendo sonreír a Kris por la escena.

 

Y sin pensarlo esa vez, Kris apresó sus labios, besándolo sin pudor. Le abrió la boca, abismado por la suavidad y el aroma a mentol. La lamió el labio superior, separándose para verlo. Lo detectó con los ojos cerrados, esperando por más, nervioso y temblando. La cara de Kris se contrajo en una brillante sonrisa maligna. Tao era tan sumiso para él, que inclusive estaba pensando en ser cuidadoso esa noche. Pero ese pensamiento estúpido se le medio borró cuando la polla le latió, avisando que si esperaba por más tiempo, entonces le dolería el doble.  Con todavía la sonrisa en su rostro, sacó la lengua  y con la puntita le lamió los labios, logrando así que Tao apretara mucho más fuerte los ojos. Entonces la polla de Kris volvió a latir, avisando que el líquido pre seminal bañaba la punta.

Viró hacia abajo, notando que los botones de Tao se pusieron más duros. Necesitaban atención y si lo pedían a gritos, entonces Kris los atendería, porque simplemente lamer pezones era una de sus pasiones. Apartó las manos de la pared y las situó arduamente sobre la camiseta de Tao, rompiéndola con un ligero estiramiento. Tao abrió los ojos y cuando estos se rindieron ante Kris, el mencionado lo agarró de las nalgas, apretándolas, para alzarlo. Entendiendo,  Tao amarró las piernas en su cadera, apretándolas fuerte para sostenerse. Kris sonrió ante la respuesta y su falo también lo hizo al  sentir cómo aquel  movimiento acarició su dureza.  

En un movimiento rápido le agarró las muñecas y las elevó, llevándolas hasta la pared, abriéndolo sólo para él. Lo acorraló hasta apretarlo contra el muro y se hundió en uno de los pezones, acariciándolo con la punta de la lengua y lamiéndolo  como si de una paleta de tratase, hasta tenerlo entre los labios y aplanarlo con éstos. Tao apretó el amarre con sus piernas, sintiendo cómo su pene se ponía duro mientras que respiraba acelerado y meneaba la  pelvis ante lo húmeda que era la lengua de Kris. 

Kris le mordió el pezón, lamiéndolo de vuelta, compensando el dolor. Luego se separó, viendo el otro. Soltó una muñeca de Tao para situar el dedo índice y el pulgar sobre el pezón solitario, aprovechando que Tao se sostenía fuerte  de su cadera. Lamió el rabillo de tal botón y luego ocupó los dos dedos para acariciarlo, moviéndolos de un lado a otro, mientras que seguía en labor con el pezón que antes acariciaba con la lengua.

La mano libre de Tao tembló ante la presión que sus dos tetillas sentían, así que la situó en el cuero cabelludo de Kris, obligando a éste a seguir. Movió la cadera, estremeciéndose, y cuando Kris cerró los labios alrededor del pezón, apretando  el otro con sus dedos, jadeó, cerrando su mano sobre los cabellos rubios de su acompañante, tirando de él para que pusiera más fuerza en su boca.

Kris lo complació, terminando por morder el lugar y luego repasarlo con la lengua. Tao se estremeció en demasía, derramando esperma dentro de su bóxer.

 El pelinegro  se relajó, abrazando la cabeza de Kris con su mano, y cuando creyó que la función de los pezones se había terminado, se equivocó. Kris volvió a lamer de nuevo el pezón, dejando chocar su aliento caliente sobre este y estirándolo con los dientes, hasta soltarlo lentamente. Como respuesta, Tao se arqueó, jadeando en el trascurso, hasta sentir que Kris liberaba  su otra muñeca y lo sujetaba ahora de la cintura para esta vez besarle el cuello posesivamente.

El vigor de Kris sobrepasó las fronteras del acto. Tao lo sabía. Ambos lo sabían, así que lo disfrutarían.

Lentamente, Tao aguadó el lazó que sus piernas hacían con las caderas de Kris, hasta bajar una pierna, luego bajó la otra, cuidando de no caerse por lo débil que se sentía. Bajó también las manos hasta situarlas en el marcado abdomen de su acompañante, ocasionando que éste dejara de besarle el cuello. 

Kris se separó un poco, quitándose el bóxer por su cuenta, Tao quiso hacer lo mismo, pero le daba vergüenza, así que esperó a que Kris le ayudara a quitárselo, pero fue mala idea. Kris y su mirada prepotente le avisaron que debía desvestirse solo. Pero Tao no obedeció, dándole a entender y domesticándolo para que Kris se diera cuenta que esa noche debían hacer el amor y no sólo follar. Al menos debía de ser cariñoso cuando lo tocara…y besarlo cuando lo penetrara. 

Se quedaron así, mirándose, preguntándose si se estaban entendiendo con la mirada, hasta que Kris habló.

—Quítatelo.

Tao se relamió los labios y negó con la cabeza.

—Quítamelo tú.

La  propuesta de Tao era tentadora, sin embargo Kris no hacía ese tipo de cosas. Desvestir a la gente antes de follar le parecía ridículo y no pensaba ser blando esa vez. Kris quizá fue bueno con él en su primera vez, pero se trataba por lo mismo. Tao era virgen y eso era de alabar, pero ahora no lo era y eso significaba que no tendría ningún acto bueno con él.

Fue entonces cuando ambos se quedaron estáticos, hasta que Tao tentó la situación, llevando sus manos hasta su bóxer, repasando el elástico con dos de sus dedos y tardando varios segundos para colar varios dentro. Cuando apenas metió dos y dejó expuesta un poco de su carne, se detuvo. Kris se acercó más, enfrentando la tontería que Tao estaba haciendo. Si Kris le decía que tenía que ser rápido, entonces lo hacía, pero estaba caliente, y no pudo rezongar cuando Tao le agarró una mano y la situó en  su espalda baja para después lanzarse a sus  brazos y besarlo en los labios, abrazándolo por el cuello.

En un principio, Kris no correspondió el beso; era robado y eso era extraño. Pero accedió porque su polla y la vena de ésta, latieron por milésima vez.

 

La mano de Kris estaba caliente y sobre la  piel de Tao ardía, tanto que se hacía tortuoso para ambos. Kris movió la mano que seguía cerca del bóxer y de las nalgas de Tao, hasta meterla dentro de la tela y apretarle con fuerzas el trasero. Luego llevó la otra para introducirla también. Lo apretó con más fuerzas, sacando las manos un poco, tratando de quitarle la molesta prenda. Pero se detuvo cuando se encontraba a punto de deslizarla lentamente.

Tao sintió que paró y se puso nervioso. Era peligroso transformar a Kris en un sexy y romántico hombre y en esos momentos pensó que Kris le pegaría un puñetazo. Pero, aunque le daba miedo que esa gran oportunidad se perdiera por lo que estaba tramando, siguió besándolo, aprovechando que Kris seguía correspondiéndole el beso. 

Kris no lo entendía. Se suponía que no debería  estarlo besando ni tratándolo como una princesa, pero lo hacía y eso molestaba. Quería entender todo, y  apartó todos sus descontrolados pensamientos cuando su verga liberó más esperma, cubriendo su glande y haciéndolo brillar. Estaba demasiado caliente como para echarse para atrás.

No era justo para su polla ni para él mismo. Tampoco para Tao. No era justo ni siquiera para la abuelita Mei que buscaba una ardiente reconciliación, así que  volvió a meter las manos en el bóxer y lentamente los comenzó a bajar. Apretó el falo de Tao con una mano y lo masturbó dos veces. Tao hizo lo mismo con el pene de Kris, pero lo masajeó por más tiempo. 

Al romper el beso, el  rubio tomó del brazo a su acompañante para que parara la masturbación. Llevó  dos de sus dedos a la boca del crío y los metió a ella. Tao chupó los largos dedos, ensalivándolos. Sabía a dónde pararían, así que chupó todo lo que pudo, sin apartar la mirada de Kris, que ciertamente también lo observaba.

Después de sentirlos bien húmedos, Kris los sacó de su boca, dándole la media vuelta a Tao. El rostro de éste se quedó sobre la pared, pegado, sintiendo como los dedos antes ensalivados tocaban su agujero. Al primer toque se entumió, pero luego se relajó, dejando que Kris se lo incrustara. Le dolía mucho, y sintió que faltaba lubricante, pero Kris no daba señal de detenerse. Luego de sentirse avaricioso, incrustó otro dedo, sintiendo las pulidas y apretadas paredes.

Tao ahogó un grito, pero Kris no se detuvo, aumentó la velocidad de sus dedos hasta que Tao gimió en alto, moviéndose para clavarlos más. Sin desgana, Tao abrió las piernas al sentir que aquellos dedos le abandonaban la entrada. Sabía bien lo que venía después. Se sujetó bien de la pared y pegó su mejilla a ésta al momento que Kris se pegó a su cuerpo, rosando su enorme y regordeta erección por entre las nalgas, tanteando el terreno.

Kris viró desde arriba, dejó caer  un hilillo de saliva y cuando aquella llegó a su pene, se lo acarició, lubricándola un poco más de ese modo. Aunque a decir verdad su polla no necesitaba de lubricante, ya bastante era el que tenía en la punta. Así que lo utilizó. Deslizó dos de sus dedos en el glande, acariciándolo circularmente, cerrando los ojos por la sensación, luego los pasó hasta la tierna entrada de Tao, metiendo un dedo para verificar que resbalara a la perfección.

Sacó el dedo que utilizó como dildo y guío el falo hasta el interior de Tao, hasta deslizar el glande dentro. Tao se apretó, pero antes de que el esfínter empujara la punta de su polla hacia fuera, Kris embistió duro, penetrándolo hasta el fondo. Tao apretó los labios y pareció derrumbarse, pero antes de que cayera al suelo, Kris lo agarró de la cadera, manteniéndolo estable. 

El codiciado interior de Tao se hallaba realmente estrecho, inclusive más apretado que la primera vez y Kris lo agradecía. Amaba que su polla disfrutara en lugares encogidos.  Sin delicadeza, se empujó una vez más, penetrándolo brutalmente, logrando solamente que éste jadeara de dolor y que apartara una de sus manos –que se encontraba en la pared- para ponerla en  el acto, pidiendo de esa manera que no se moviera.

 

Le dolía demasiado.

 

Kris observó que la mano de Tao pedía esperar, pero no lo hizo. Deslizó su pene hacia fuera para meterlo de vuelta, con fuerza y sin delicadeza. El cuerpo de ZiTao tembló en un escalofrío que Kris notó a la perfección. No sabía si se vengaba por acceder a los caprichos de Tao, pero no podía evitar no darle su merecido. Pero cuando notó que la mejilla de Tao estaba mojada, supuso que éste se encontraba llorando. ¿De verdad le dolía demasiado? A Kris no le dolía para nada, pero también estaba seguro que un buen sexo no se disfrutaba si alguien lloraba en el trascurso, así que apretó las caderas de Tao y se quedó quieto, esperando a que el recto se acostumbrara al grosor de su erección.

Tao apartó la mano y la devolvió a la pared, evitando ver el rostro de Kris. Se sentía demasiado avergonzado y además había llorado, eso sí que era muy patético y no dejaría que Kris lo viera así.

En la espera, Kris llevó una de sus manos hasta el pecho de Tao, buscando un pezón, cuando lo encontró, lo acarició con los dedos, apretando el índice y pulgar alrededor del botón endurecido. Tao gimió ante el toque. Le gustaba cuando Kris jugaba con sus tetillas y más cuando las lamía. Luego con calma llevó la otra mano al pezón contrario, manteniendo de esa manera sus dos manos ocupadas en el correspondiente pezón. De esa forma le besó la nuca, y ocasionando que Tao moviera la pelvis y por ende, se auto penetrara.  

Tao estaba listo, tanto que él mismo se movió, acariciando el falo de Kris con sus paredes anales. Pero antes de que pudiera bailar y rodear la polla, Kris lo penetró, sacándole un gruñido de entre los labios y secándoselos.

Kris sonrió. Sacó lentamente el pene y lo metió nuevamente, hasta el fondo y tocándole la próstata. De nuevo el pequeño se debilitó a causa de la sensación, por lo cual volvió a situar ambas palmas en la escultural cadera del pelinegro y también observando desde su lugar cómo su pene entraba y salía de la estrecha cavidad, recordando que no se había puesto condón.

No podía comprender por qué siempre se le olvidaba con Tao, o era que quizá no tenía miedo a contagiarse de algo porque confiaba que el único que le partía el culo era él y nadie más que él. Así que embistió con más fuerza por no restarle importancia y sentir confianza. 

Tao jadeó más alto, ocultando sus escandalosos sonidos con el antebrazo. Disfrutaba en un tono erótico muy prominente y no quería que nadie aparte de Kris lo escuchara. Kris empujó su pene con más dureza, entrando con constancia una y otra vez, elevando la velocidad de las estocadas y logrando que Tao se excitara de una manera perversa.

Para demostrarle que deseaba que su pedazo de carne entrara hasta lo más hondo, más fuerte y rápido, Tao despegó una mano de la pared y la llevó  ansiosa hasta una de sus nalgas, separándola de la otra para que Kris aprovechara y se la enterrara hasta acariciar su punto endeble.

Así lo hizo Kris, hasta lograr que sus testículos golpearan fuertemente las cachas y que la enorme vena de su polla martillara su endurecida extensión con latidos incontrolables y feroces. Subió una mano hasta la cintura de Tao y la acarició lentamente, pegándose de esa manera a su espalda y directamente al oído derecho de su acompañante —. En la cama —alcanzó a murmurar, sofocante.

Kris lo quería seguir haciendo en la cama. Iba a correrse en cualquier instante y quería aprovechar el momento, así que sacó la polla, la observó y se perdió en lo brillante y roja que se miraba. Estaba más dura que una piedra y el esperma seguía bañando la cabeza, hasta deslizarse por el tallo. Luego observó las nalgas de Tao y las halló rojas por las marcas de las manos de su acompañante y las de él, y su entrada podía notarse preparada para otra ronda; se abría y cerraba, escurriendo por la presión una pequeña cantidad de líquido seminal.

Rápido, agarró el brazo de Tao y lo llevó hasta la cama, dejando a éste por delante de él. Cuando Tao se sentó en ella y abrió las piernas, Kris entró entre ellas. Se posicionó sobre el crío y de una sola estocada lo penetró, encajándose perfectamente en su interior. Los ojos de Tao se cerraron, quedando una imagen demasiado apetitosa para Kris, quien lo miraba con los labios entre abiertos.

Los jadeos aumentaron y se convirtieron en gritos de placer cuando Kris aumentó la velocidad y luego la redujo, evitando no correrse tan rápido. En protesta, Tao abrió los ojos. Kris lo estaba torturando y si seguía haciéndolo, entonces tendría que moverse desde abajo y podía verse demasiado vergonzoso.

Quiso hablar y pedirle que se moviera rápido, que lo martirizaba con sus movimientos lentos y profundos, pero prefirió verlo a los ojos. La conexión visual ayudaba mucho y si Kris se lo hacía lento, entonces lo acompañaría con un beso húmedo y apasionado. En todo caso, no tenía nada que perder, así que se animó.

Se incorporó un poco, levantó un brazo y rodeó con éste el cuello del rubio. Kris se quedó callado, sin detenerse todavía. Eso para Tao podía ser algo bueno, de tal modo que lo empleó. Lo atrajo con la poca fuerza que tenía, abrazó la cintura de Kris con sus piernas y lo terminó por abrazar poco después de subir su otro brazo para rodearle por completo el cuello.

Se reflejó en las pupilas de Kris, y abrió la boca, sacando la puntita de la lengua para acariciarle de esa forma el labio inferior y capturarlo. Kris apretó los labios para ajustarlos a la caricia, y dominó el beso, metiendo la lengua en la boca de Tao. Éste jadeó, chupando la lengua de Kris.

Ambos se envolvieron, hasta apresurar el movimiento anal. Kris incrementó la celeridad y continuó el salvaje beso, en el cual los labios de Tao temblaban por el trabajo que  recibía en su abertura. Cuando el contacto oral concluyó, Tao se encargó de dar suaves y cortos besos en la comisura de los labios de su acompañante, hasta alcanzar a besuquear su mejilla, como si lo estuviese premiando. 

El de polla activa apartó el rostro varias veces, pero cuando se rindió supo que si no hubiera dejado que ese chiquillo lo acariciara de esa forma, entonces se enojaría. Así que prefirió divertirse y usarlo a su beneficio, manteniéndose en concentración para así perderse en la riquísima sensación del orgasmo.  Bajó una mano para estrujar el patente pene de su pareja e inmediatamente Tao se vino primero. Contrajo sus setos anales, apretando brutalmente el pedazo de carne endurecida que seguía saliendo y entrado en su interior, hasta embolsar el orgasmo de Kris. Éste se estremeció en deliciosos espasmos y terminó por eyacular en la hendidura, regalando en Tao una sensación de calor y satisfacción. 

Tao sonrió y se zarandeó en la cama, manteniendo los ojos cerrados. Estaba exhausto y podía imaginar que Kris estaría el triple de cansado que él, ya que éste respiraba ruidosamente. Además no sólo Kris estaba, también individualmente su falo, ya que éste palpitaba aceleradamente en su tibio interior.

Tardaron varios minutos para separarse y cuando eso sucedió, Kris arrastró su polla hacia fuera, teniéndola todavía dura y exaltada. Se dejó caer a un lado de él y cerró los ojos, quedándose dormido.

 

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La mañana llegó después de una noche alocada. Tao abrió los ojos y se los talló con el puño cerrado. Observó a su alrededor y con lo primero que se encontró fue con Kris acostado a un lado suyo, desnudo y abrazándolo por la espalda. Con lentitud, apartó el brazo de Kris y se sentó en la cama, alcanzó el bóxer con su pie y lo arrastró para poder agacharse y recogerlo. No podía levantarse y cuando se agachó -estando todavía sentado-, lo corroboró. La cadera le dolía, al igual que la espalda y su entrada no se quedaba atrás. Le dolía como nunca antes le dolió, le llegaba hasta los huesos y no pudo aguantarse la pésima sensación. Ha como pudo se puso el bóxer y se quedó sentado, irguiendo la espalda para tronarla. Y tronó. Un ruido extraño  salió de sus músculos, dejándolo más débil.  Miró el reloj y detectó que eran las 5:50 am, y eso significaba escuela. Tenía que ir a la escuela y despertar a Kris para que se bañara y cambiara lo más rápido posible.

Se puso de pie y se estiró, levantando los brazos y extendiendo las piernas, buscando que la sensación de estar entumido se fuera, luego se volvió,  se dio la media vuelta para mirar a Kris, pero esta vez él no estaba dormido, sino que  ya estaba despierto y viéndolo fijamente. Los ojos de Tao se paralizaron, pero lograron sobrevivir al escándalo. 

—Me bañaré primero —dijo, yéndose con lentitud hasta su ropa limpia. Sacó unos bóxer blancos, se llevó consigo una toalla y fue directamente al cuarto de baño.   

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Específicamente a las 6:20 se sentaron en la mesa. Tao eligió para ese día unos pantalones en forma de tubo grises, botines negros y una playera negra en cuello V. Se había puesto maquillaje para cubrir sus ojeras, peinó sus cejas y puso un poco de lápiz negro en sus ojos, pero por la parte de arriba, perdiendo el tono en sus pestañas. Se peinó con un flequillo rebelde y se perfumó. Iba guapo y hasta Krystel le dijo que se había lucido, que estaba muy sexy y adorable…

Kris no dijo nada, sólo sabía que estaba bien su apariencia…aunque los pantalones estaban demasiado ceñidos.  Demasiado apretados para que fuera a estudiar con ellos.

Y mientras Tao desayunaba un plato enorme de frutas, y un sándwich, por petición de Kris obviamente, éste otro se mantenía viéndolo, preguntándose qué era lo que esta vez tramaba Tao. Porque lo sabía. Se daba cuenta que Tao tramaba algo…

 

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Durante el camino no se dijeron nada. Quizá no sabían qué decir, o mejor aún, no tenían nada para entablar una conversación.  Y al llegar, fue trabajoso dar el espectáculo. Kris frenó, apagó el motor y salió primero que su pareja, esperándolo después para que pudieran dar paso y abrirse ante el público.  Tao salió poco después, arreglándose la playera y cargando su mochila. Kris le ayudó a cerrar la puerta, le estiró el brazo y tomándolo de la cintura, lo empujó para que se adelantara. Tao obedeció y comenzó a caminar, soportando todavía el dolor de su culo. Le dolía demasiado y estaba seguro que sufriría en sus clases de literatura, ya que ese día le tocaban dos horas seguidas.

Y caminaron, había mucha gente, hablando y otra haciendo ruidos chistosos, celebrando la reconciliación. Otros no dudaron en poner cara de póquer e ignorar después. Tao sólo se sonrojó, caminando lentamente hasta la entrada principal de la élite. Después de dar unos cuantos pasos, Kris lo alcanzó,  tocando su cintura y poniéndose después a su lado, tomando a la vez  su mano derecha para evidenciar su relación. El cuerpo de Tao se estremeció ante el toque, pero en el fondo se sintió feliz, aunque ese sentimiento le duró poco, ya que sus felinos ojos divisaron a los dos deportistas que antes lo habían atacado. Aquellos iban vestidos con ropa usual, sin embargo sus rostros se encontraba pálidos y llenos de marcas. Alguien los había golpeado y quizá no sólo golpeado, porque en sus miradas se notaban perdidos, como si algo les hubiera traumado de por vida.

—¿Ellos son, no? —Kris le preguntó, mirando a los dos cretinos.  Tao abrió la boca para hablar… pero Kris volvió a tomar la palabra —. ¿Ellos son los que querían tocarte, no?

Tao asintió, sintiéndose mierda. No le gustaba la venganza y aunque parecía ser Kris su defensor, éste no tenía por qué lastimar a esos tipos de esa forma tan cruel.

—Pero… ¿qué les pasó? ¿Qué les hiciste?

—Yo nada —dijo socarrón —. Sólo les dieron una advertencia —musitó conforme.

—¿Qué les hiciste? —Murmuró, deteniéndose y logrando que Kris pusiera alto a sus pasos.

—Yo no me manché las manos, princesa —le aseguró con su fría mirada—. Sólo les pasó lo mismo que querían hacer contigo.

Tao se mordió el labio, temblando. Su rostro se aguadó al recordar aquella vez que fue atacado por ellos. Esos tipos querían abusar sexualmente de él…querían tocarlo y hacerlo llorar. Humillarlo y destruir su reputación. ¿Kris había mandado a unos hombres para que ellos abusaran  sexualmente de los dos deportistas? ¿Kris había hecho eso? Parecía que sí.

—¿Cómo pudiste hacerlo?  —Tao insistió.

—Tal y como ellos pudieron tramar follarte —contestó con irritación —. Nadie debe tocarte, porque tú eres mío, Tao. Y nadie toma lo que me pertenece.

—Eres demasiado cruel —susurró el pelinegro, soltándose de Kris —. Eres muy malo…

Y luego de acusar a Kris con el dedo, se fue de ahí.

Kris se lo imaginaba. Tao era tan tonto al grado de preocuparse primero por los demás. ZiTao siempre se quedaba hasta el final, después de pensar y cuidar de todos los seres humanos que estuvieran a su alrededor.  Más sin embargo, Kris se las arreglaría para que Tao dejara de estar molesto con él.

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Aquella tarde, Soo salió corriendo del hotel nanosegundos después de que Kai respondiera negativamente a la pregunta que antes  le hizo.

—¿Qué pasará ahora, Kai?

Kai sonrió.

—Nada.

Y esa corta conversación martilló su corazón toda la noche. KyungSoo no pudo dormir y todo había sido culpa de Kai, y bueno, también de él mismo. Esa vez corrió hasta su casa, sin detenerse y Kai no lo siguió. Eso le reafirmó que Kai jamás se interesaría formalmente en él. 

Ahora estaba a varios pasos de él y tenía que pasar por su lado porque el pasillo estaba lleno y además no existía un atajo para evitarlo. Se armó de valor y caminó con la mochila colgada en su espalda, sin mirar a nadie, sólo al frente, pero sus planes no funcionaron cuando un alumno rubio le metió el pie. Y no pudo ser más humillante porque no se podía. Soo cayó al suelo de boca.

—¿Qué te crees que haces, imbécil?

Una voz reconocida gritó, formando eco en el pasillo, haciendo que todos los estudiantes que aglutinaban el espacio se tensaran, incluyendo el rostro del rubiecillo atrevido que había molestado a KyungSoo.

Era Kris.

Éste fue hasta Soo y lo ayudó a ponerse de pie, limpiándole las rodillas y arreglándole la camiseta. Kai abrió los ojos como platos. Kris estaba limpiando a su presa y eso… eso ya no era agradable. Porque Kris tenía a Tao y Soo no debía ser tratado de esa manera por el líder.

—¿Y tú qué se supone que estás haciendo parado ahí, Kai? —Esta vez lo reprendió a él.

Kai se cruzó de brazos, inquieto.

¿Kris le estaba jodiendo? De ninguna manera ayudaría a Soo después de tan patética que fue su caída.

—¿No debería preguntarte lo mismo? ¿Por qué defiendes a una puta?

Soo se encogió de hombros. ¿Kai le había dicho puta? KyungSoo no era ninguna puta… no lo era… 

Kris sonrió, apartando a Soo del camino. Se paró frente a Kai y lo observó desde arriba, ya que la altura era demasiado evidente y no podía perderse.

—¿Por qué? —Torció la boca—. ¿No puedo defenderlo, o acaso es tuyo?

—Me pertenece —alardeó—. ¿Por qué no me dejas de joder? Cuida lo que es tuyo y yo cuidaré lo que es mío. ¿Tanto te cuesta comprenderlo?

—Yo trataría mejor a tu puta —rodó los ojos para ver a Soo.

¿Qué había dicho Kris? ¿Él podía tratar mejor a Soo? Y aunque a Kris no le interesara, debía defender a KyungSoo, porque lo respetaba. Soo tenía el mejor sazón del mundo y cocinaba para sus amigos, y también horneaba galletas para él, así que debía cuidar de él, porque nadie trataba mal a personas que cocinaban con el corazón.

Y no sólo porque Soo era amigo de Tao, tampoco porque cocinara bien, Kris lo defendía porque le había caído bien y eso pasaba 1 vez cada 3 o 4 años. O podía ser disparejo, pero sólo pocas personas se ganaban la aprobación de Kris y cuando eso sucedía, entonces aquellas personas eran cuidadas por él.

—¿Por qué no te encargas de tu puta? —Kai contraatacó.

Kris dibujó una sonrisa coqueta y retadora. ¿Kai estaba retándolo? Si de eso se trataba, entonces saldría perdiendo, porque Kris jamás estaría para soportarlo ni mucho menos para pedir disculpas.

—¿Estás llamándolo puta?  —Kris respondió, refiriéndose a Tao.

Kai había llamado puta a Tao y ese había sido el peor error de su vida. El peor de su puta existencia.

Tao tampoco era una puta, pero si Kai deseaba hablar de putas, entonces su verga saldría perdiendo.

—¿Te la chupa, no? —Kai siguió atacándolo.

Y Tao sólo se la había chupado una vez… pero eso no debía ser escuchado por todos. Kai sabía que Kris odiaba estar en boca de todos y más si hablaban mal de Tao; no le agradaba que lo tacharan de chupapollas.

—¿Y a ti qué jodidos te importa? —Se mofó—. ¿Ardido porque todavía no se la metes? —Esta vez, Kris se refirió a Soo. Y  por supuesto que era verdad. Kai se encontraba enfadado por no poder tomar como suyo al ojón, y aunque Kris dio en el blanco, no le siguió el juego.

—¿A tu puta? —Se rió, devolviendo la pelota y cambiando  la persona  a la que se referían —. Es fácil, a ella sólo la amansas y le abres las piernas. Se nota que tu puta es una perra en celo.

 

Y era suficiente. Kai no debía hablar de Tao. No lo conocía y no le importaba. Pero cuando Kris apretó la mano, formando un peligroso puño, Yeol apareció, interviniendo.

Ningún integrante del Cuarteto debía pelear y menos frente a la gente. El líder y su mano derecha no podían destruir su amistad ni mucho menos hacer que el Cuarteto se separara. 

Soo quiso hablar, pero ya era demasiado tarde, Suho también se acercó a los otros. Y mientras Yeol cuidaba los pasos de Kris,  Suho lo hacía con Kai. 

—Joder ¿Podrían dejar de decir estupideces? —Yeol les propuso, pero Kris se dio la media vuelta, agarró a Soo y se fue con él, alejándose de sus amigos.

 

KyungSoo no sabía si el Cuarteto seguiría vivo después de la pelea anterior.

Notas finales:

Y bien. Una pelea entre el Cuarteto ¿Qué jodidos hice? xDDD Naaa.. será demasiado graciosa la forma en la que busquen reconciliación (Spoiler) xDD No se la pierdan, sólo quice que vieran cómo discutían xD. ¿Pensaban que nunca peleaban? Pues nooooo :P 

Faltan las otras parejas y tengo algo bueno... sólo diré que tranquilos.  

Saludos y bueno, mis pasatiempos son leer, escribir, editar, reír y bueno... reír sin parar ¿Les había dicho que me da mucha risa a menudo? xDD Me dan ataques de risa :P incluso lloro de felicidad. 

¿Qué va a pasar? Recuerden que los otros caps estarán altos en contenido sexual, y que bueno... he planeado algo muy KAWAI :) Yo siempre les traigo sorpresas y esta vez les tengo una muy bonita y les gustará, yo lo sé. 

Les pido por favor que comenten. Hay más de dos mil lecturas en cada cap y sólo comentan 30 0 35... Y bueno, los comentarios... eso me anima a seguir. ¡Aunque no lo crean! Así que dejen un comentario incluso si no les gusta... si me odian, manden view.. xDD  

Hace varios caps atrás casi alcanzamos los 50 comentarios en un cap... espero que este tenga más de 50? Ya veremos si logramos juntar esa cantidad de comentarios :P 

 

¿Tienen novio/a? ¿Tienen mascotas? Si es así ¿Cómo se llaman? Yo no tengo novio u_uxD Y sí tengo mascotas, tengo 3 Tengo un pez que se llama florencio (mi madre le dice floripondio) y dos perros schnauzer, una hembra que se llama perlita y un cabrón que se llama Spark (yo le digo sparkolas) :P antes tenía dos gallos, bueno 3... pero uno lo regalé y se lo comieron y los otros dos... creo que también se los comieron :c .__. 


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