Capítulo 37
“Todo parece estar en su contra”
La sensación de tranquilidad rodeó toda su extensión. Tao había esperado por mucho tiempo esas palabras, esas indiscutibles dos palabras que podían solucionar su situación o al menos tranquilizarla. Durante varios días cursó malos momentos e incluso decidió echarlo todo por la ventana. Se había tomado en serio las cosas y pensó en acabarlo todo. Estaba en la puerta, la cual era su salida y después de tantos deseos no cumplidos, Kris logró detenerlo por unos momentos. Era tanta la dicha de Tao, que sonrió en grande, ocultó su rostro agachando la cabeza, y al despegar la frente de la puerta, se dio la media vuelta, obligando a su acompañante a que se apartara de su nuca.
—No te vayas —siguió repitiendo, pero esta vez, mirándolo a los ojos.
Tranquilo, Tao dejó la maleta a su lado y llevó las manos hasta el pecho de Kris, deslizándolas hacia arriba para amarrarse a su cuello, juntar ambos cuerpos y abrazarlo. Los brazos de Kris no reaccionaron al abrazo, sólo se quedaron quietos, sintiendo la sensación de ese cálido agarre. Por un instante, supuso que ZiTao lo había perdonado, pero cuando el abrazo se hizo cada vez más fuerte, supo que era de despedida. Buscando decir algo, Kris simplemente lo tocó con las puntas de los dedos, siendo incapaz de reaccionar de una mejor manera. Al separarse, Tao lo tomó del rostro, se acercó y dejó un dulce beso en su mejilla, pactando el final, a lo que Kris no reaccionó. Éste sólo se había quedado congelado, viendo y sintiendo cada último toque, hasta darse cuenta que Tao cruzó la puerta sin mirar atrás.
Segundos después de estar a solas, Kris levantó las manos, se vio la capa interna y se enojó consigo mismo por no haberlo abrazado totalmente, quizás si lo hubiera hecho Tao no estuviera marchándose. Lo único que sabía, era que no le había pedido semejante cosa por su abuela, sino por él mismo. Kris se sintió vacío inmediatamente después de perder a Huang Zi Tao.
*
Esa noche, Tao tomó el vuelo a China. La escuela a la cual llegó era enorme y estaba seguro que disfrutaría bastante tener a nuevos amigos. No consideraba quedarse por mucho tiempo, de hecho sólo hasta que su semestre terminara, ya después volvería. Su familia fue con él, quedándose en casa de un familiar. Fuera de eso, Tao estaba tranquilo. El pelinegro le había contado a sus amigos que se iría y que regresaría después de los estudios, que por supuesto, los acreditaría antes de lo necesario, pues su nivel académico era excelente. Y con respecto a la escuela, los directivos no querían dar el pase para que Tao se fuera a China, y tardaron varios días en aceptar que se iba, pero lograron acceder, preocupados. Ellos sabían que perder a un gran estudiante era demasiado triste, y más considerando que tenía puntaje perfecto.
Cuando apenas llegó, Tao alcanzó varias clases, pues eran de tarde. No había considerable diferencia de horario y los maestros parecían buenos, pues lo recibieron perfectamente bien, encontrándose con varios compañeros inteligentes también, pero no tanto como lo era él. Su primer día fue bueno. Tao lo describía así; había mucha gente humilde y no era como cuando estaba con Kris, ya que ahí no había Cuartetos ni nada parecido. Ahí todos hablaban con todos y se pedían ayuda. No había Bullyng y académicamente hablando, todos estaban lo suficientemente nutridos de información.
Por otro lado…
Hablar con la abuela de Kris no era fácil, éste lo sabía, pero todavía así, habló con ella, avisándole que Tao no iría a la escuela y que no lo volvería a ver por una cantidad de tiempo estimada, no sabía por cuánto y deseaba que no fuera demasiado. La abuela Mei se enfadó con él, dejó de hablarle e incluso se puso a llorar frente a él, sin saber aún que aquellos dos tenían un contrato. La abuela estaba inconforme y haría lo posible para que Tao volviera y de nuevo estuviera con Kris; ella sabía que entre ambos había algo muy fuerte y no dejaría que Tao se buscara a otra persona. Sonaba egoísta, pero Tao sólo era de Kris y éste de Tao. No quería que fuera diferente y si Tao realmente ya no quería nada con Kris, entonces ella le pediría una explicación. Pero antes lo haría volver, a como diera lugar.
*¨¨*¨¨*
Y así pasaron los días.
El traslado de Tao fue la comidilla de la escuela al día siguiente de haberse ido. Todos hablaban de la relación que tenía con Kris, pues al parecer, también lograron enterarse de que habían roto su noviazgo. Sehun, Chen, Lay, Baek, y KyungSoo sentían la lejanía de su mejor amigo, pero sabían que Tao no podía seguir estando en la misma escuela que Kris, así que lo asimilaron rápido, aunque a cada minuto lo recordaban y más cuando escuchaban hablar a los otros estudiantes.
El Cuarteto no podía creérselo. Kris no les contó nada, ni siquiera tocó el tema. Yeol, Suho y Kai se enteraron por las habladurías y porque vieron a dos gentes de servicio apartando la foto de Tao, aquella que reinaba con primer lugar. Eliminaron toda su información y automáticamente subieron al primer puesto a Sehun. En el muro estudiantil ya no estaban sus datos y era demasiado malvado apartarlo cuando por mucho tiempo había estado ahí. Y todo fue muy incómodo cuando en la asamblea del mes, acomodaron a Sehun como primer lugar, pasándolo al principio frente a todos. La ausencia de Tao se notaba desde el primer día y era cruel que lo sustituyeran inmediatamente, pero los directivos estaban molestos y se sentían traicionados.
Sehun se sintió más que incómodo al recibir un reconocimiento que seguía perteneciéndole a su amigo, pero cuando habló por micrófono, dijo que el puesto no le pertenecía, que era de Tao y que estaría cuidando su lugar, lo que a muchos tranquilizó, pero que a otros asqueó. Kris asistió a esa asamblea para corroborar los cambios, sin importar que a un lado de él estuvieran señalándolo, sólo fue para hacerse a la idea de que Tao ya no estaba ahí. Se le hacía difícil no verlo diariamente después de tenerlo siempre junto a él.
Al siguiente día sin Tao, Kris ya había comenzado a desesperarse. Era inconsciente y por todo se molestaba. Había tenido trastorno de sueño y las ojeras aparecieron muy rápido en su cutis limpio, haciéndolo ver viejo.
Al tercer día sin Tao, Kris había buscado mujeres para follar, incuso buscó hombres, pero cuando estaba a punto de meter la polla, su erección bajaba inmediatamente, lo cual hacía que se portara como un arrogante para irse de los hoteles sin sentirse avergonzado. En su casa no lograba masturbarse por falta de deseo y aquello lo hacía frustrarse por tener estancada su vida sexual.
Al cuarto día sin Tao, Kris bebió alcohol justificando que estaba en una fiesta con sus amigos del Cuarteto. En el festejo mensual estaban los amigos de Tao, sus amigos, Luhan y Xiumin, y poca cantidad de gente desconocida, pero que llenaba el lugar. Estaban en casa de Kai, y después de varias horas bebiendo, Kris alcanzó a embriagarse lo suficiente como para preocupar a todos. El gran Kris no hacía tonterías cuando estaba ebrio, su actitud era realmente diferente. Cuando Kris estaba muy ebrio, su comportamiento se hacía sucio y eso no le impidió llevarse a la cama a dos mujeres esa noche. Su erección no bajó y lo supo después de darse cuenta que había estado pensando en Tao. Para su sorpresa, las damas le habían puesto un condón rápidamente, y si eso no hubiera pasado, Kris las hubiera follado a pura carne, como lo hacía con Tao. Y lo que más lo impresionó, fue que se sentía insatisfecho y arrepentido por haber follado. Jamás se arrepentía de una follada, pero esa vez sí lo hizo, llevándolo también a sentirse inseguro con su hombría.
Al quinto día sin Tao, Kris no fue a la escuela, haciendo saber que había enfermado. El padre de Kai lo atendió aquella vez:
—Tu cuerpo es bastante resistente y sólo vas al médico una vez cada dos o tres años, ¿hay algo que te haga sentir insatisfecho? —Le preguntó el doctor, amigo de la familia y conocedor. El padre de Kai sabía que era muy extraño que Kris enfermara y de acuerdo con sus chequeos, no había nada grave, era más que nada “pocos ánimos”. La gente podía enfermarse de tristeza y Kris lo padecía aunque no quisiera aceptarlo. Nadie tenía que saber que se sentía completamente solo. No le diría que ahora ya no tenía al empalagoso de Tao para que le jodiera todo el maldito día. No le contaría que su vida sexual era un asco y que su abuela seguía enojada con él. Tampoco discutiría el punto de su íntima preocupación por Tao. Porque… ¿Estaría bien? ¿Comía bien? ¿Dormía bien? ¿Ya tenía novio? ¿Novia tal vez? ¿Nuevos amigos? ¿Lo extrañaba? Y nunca lo aceptaría. Jamás diría que todas esas y muchas más preguntas rondaban por su terca cabeza de mierda. Porque era líder y los líderes no se andaban con mierdas. Sin embargo, era su sumiso, su pasivo, y le había pertenecido de una manera íntima, tanto, que se había adueñado y acostumbrado a compartir la cama con él, cosa que no hacía con nadie.
—Estoy perfectamente bien —detonó serio, mirando al médico directamente a los ojos. Esa era la habilidad de Kris: mentir y poder mirar a los ojos.
—¿Es por tu novio? —Lo pregunto simple y directo.
Kris sonrió de lado, ocultando su gesto incómodo.
—Yo no tengo pareja —respondió—. Las parejas no son lo mío —concluyó, esquivando con habilidad su confundida mirada del padre de Kai.
No era mentira. Kris no aguantaba estar en pareja y nunca tomó a Tao como una. Sólo que ahora sentía que antes se encontraban demasiado comprometidos como toda pareja hacía, en aquel tiempo cuando Tao estaba y le aguantaba todos sus desplantes.
—¿Y Tao? ¿Él no es lo tuyo? —Declaró más serio que antes. El padre de Kai sabía sobre el asunto de Kris porque su hijo se lo había contado todo, incluso Kai le presentó a KyungSoo y no era difícil tratar ese tipo de asuntos hoy en día.
—Él definitivamente no es lo mío —sentenció con la ceja alzada, recargado en las almohadas de la cama.
Creía que no lo era, pero lo que pasaba actualmente con él decía lo contrario. Por supuesto que Tao era lo suyo. Tao era lo que lo mantenía estable y descolocado al mismo tiempo. Ahora lo sabía. Ahora después de tanto tiempo.
—Entonces si no lo extrañas, recupérate, porque prácticamente no tienes nada —espetó, anotando en una hoja lo que Kris padecía.
El mayor se retiró, pero antes extendió el papel y se lo entregó. Kris fijó su vista al papel, que decía:
Padeces de falta de ánimo. Tu cuerpo está estable.
*
Al sexto día sin Tao, Kris fue al gimnasio. No hacía falta ejercitarse, pero fue con la explicación de que debía tener el cuerpo más marcado.
Al séptimo día sin Tao, Kris lo llamó con la única excusa de escuchar su voz, pero éste no contestó. Ese mismo día, pero más tarde, volvió a llamarlo, pero tampoco contestó. Antes de irse a dormir le mandó un mensaje, pero tampoco le contestó.
Al octavo día sin Tao, Kris lo aceptó por fin como amigo de Facebook, pero Tao lo borró inmediatamente.
Al noveno día sin Tao, Kris fue a la escuela y procuró buscarse una nueva presa sexual, sin embargo, la noticia de que Tao estaría de vuelta el siguiente Lunes, lo asfixió. Toda la preparatoria divulgaba la buena nueva: Huang Zi Tao estaba de vuelta porque la preparatoria encontró que la papelería de Tao no había sido aceptada en la otra escuela, pues el proceso tardaría una semana para poderlo dar de alta en el otro instituto, pero al no darse de alta, Tao debía regresar inmediatamente; necesitaba manipular más papelería personalmente para cambiarse a otro instituto si es que deseaba seguir estudiando en China. Kris de inmediato se dio cuenta que la que hizo que no aceptaran a Tao en la otra escuela había sido su abuela. La abuela Mei había dicho que traería de vuelta a Tao y esta vez lo logró.
—De hecho están volviendo a poner su foto en el muro —avisó uno de tantos estudiantes que iban caminando por ahí.
Para evidenciar lo dicho, Kris fue hasta el muro y vio que justo apenas la foto de Tao volvía a su lugar de siempre: el primer lugar. El cuerpo de Kris se relajó por completo. No encontraba la verdadera razón que dio inicio a que su ánimo se elevara, pero no quiso confundirse más de lo que ya estaba. Por tal motivo, decidió esperar. Nunca en su vida se había sentido tan nervioso y aunque lo ocultaba bien, no podía esperar hasta el lunes.
*¨¨*¨¨*¨¨*
Tomando la hora del almuerzo para planear:
—Tao viene, pero estoy seguro que no querrá ver a Kris —Baek habló, dejando que Yeol le amansara la cabeza mientras pronunciaba palabra.
Kai entornó los ojos, asintiendo con la cabeza.
—Si a mí me hicieran todo lo que le hizo Kris a él, entonces yo tampoco lo vería —justificó KyungSoo, percibiendo como Kai lo miraba con atención. Kai sabía que si le hacía una babosada a Soo, éste no se lo perdonaría nunca.
—Pienso lo mismo, Kris se ha portado como un verdadero maldito —Lay se unió, sin percatarse de la fría mirada de Suho.
—En estos días, Kris la ha pasado mal —Suho opinó, limpiando un poco el nombre de su amigo.
—Pues se merece más por maldito —alegó el de hoyuelos, alejándose de Suho. No siempre coincidían y mucho menos lo harían ahora.
Sin pensárselo dos veces, Suho fue hasta Lay, volviéndose a poner a su lado.
Luhan se burló de la conversación. Él más que nadie había visto a Kris triste en los últimos días.
—Es obvio que Kris siente algo por él, entonces sólo tenemos que darle un empujón —musitó, brincando en su lugar. Xiumin estuvo de acuerdo y se puso a brincar también, demostrando que la idea era maravillosa.
Si entre todos hacían complot, entonces lograrían que aquellos dos se reconciliaran y que Kris por fin dijera sus verdaderos sentimientos, porque aunque negaba quererlo, en estos últimos días claramente pudo verse vacío y sin el mismo poder de siempre. Incluso cuando Kris dijo no quererlo aquella vez, fue sincero, pero ahora estaba en guerra con sus sentimientos. Era cierta la frase de: Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Luhan más que nadie podía sentirlo, ya que él fue perseguido por el líder por mucho tiempo y jamás lo había visto tan jodido como ahora.
—Pero Tao es nuestro amigo y no permitiremos arriesgarlo a lo mismo —adujo Chen, cruzándose de brazos y deteniendo los brincos estúpidos que Xiumin daba junto a Luhan —. Nadie hiere el corazón de Kris, pero el de Tao es muy blando y no permitiré que lo arriesguen de esa manera. Si Tao decidió ya no darle una oportunidad, respetemos lo que él quiere. No quiero que vuelva a pasar por lo mismo que antes.
—Kris realmente no está bien —esta vez, Yeol se entrometió—. Kris jamás se había puesto como ahora, sólo tienes que verlo. Además Kai le preguntó si extrañaba a Tao y él no se negó —añadió.
—Pero tampoco dijo que sí —Kai le recordó.
—Ese canalla no sabe lo que siente y yo no voy a poner en riesgo a Tao —siguió Chen, negándose con la cabeza.
Xiumin se cruzó de brazos, molesto. Era poco divertido si no hacían complot.
—Pero quizá si no hacemos nada, ellos no harán las paces y todo terminará mal. Quiero que al menos ellos terminen bien, como conocidos, novios o lo que sea, pero tampoco quiero arriesgar a Tao —Sehun asumió, pensando bien las cosas.
—Es lo que les digo —Luhan defendió su punto—. Sólo haremos presión social con ellos y ya si ellos quieren hablarse o hacer algo, pues que lo hagan.
Yeol asintió. Sí, hacer presión social era lo mejor de lo mejor. Sólo tendrían que asegurarse de que Tao y kris siempre estuvieran solos y en una misma habitación para obligarlos a entablar una conversación. ¿No era tan malo o sí? Igual Tao no estaba chiquito para dejarse envolver tan fácil. Además nadie aseguraba que Tao vendría igual de inocente que antes. A lo mejor venía cambiado y evitaría a Kris en todo momento. Eso lo tenían que ver mañana.
*
En la mañana del lunes, Kris tardó mucho tiempo en buscar ropa. No quería verse muy arreglado, pero tampoco muy desaliñado. Se vistió con unos pantalones negros ceñidos, tenis del mismo color y se complementó con una playera ligera color gris. Llevó consigo una de sus gorras y se fue, buscando llegar temprano, tal y como siempre lo hacía, sólo que ahora muy en el fondo sabía que tenía otro motivo y ese era ver a Tao.
Aparcó y al bajar, encontró a una gran cantidad de personas en sus correspondientes grupitos de amigos. Eran plebeyos, pero habían organizado una bienvenida que no parecía ser hipócrita. Kris no sabía que Tao tenía club de fans y al parecer no era broma. Se cruzó de brazos y decidió ver lo que le habían preparado al pelinegro. Eran unos Pandas de peluche y aunque no eran muy grandes, eran bastantes, aproximadamente quince. En cuestión de segundos, Kris se miró las manos y se sintió extraño al no tener nada para darle a Tao, pero ¿debía llevar algo para él? No eran nada y mucho menos ahora. Frunció el ceño y pasó de largo a esos estudiantes, encontrándose más adelante con sus amigos y con los amigos de Tao.
Desde mucho tiempo, Kris se dio cuenta de que todos ya tenían novios y que sus amigos estaban demasiado interesados como para renunciar a los amigos de su ex novio falso. De igual modo, ese no era asunto de Kris. Ya no importaba con quiénes salieran, sólo deseaba volver a ser el dueño de Zi Tao y volverse a sentir como el dueño que era, pues los dueños en cualquier momento eran libres de iniciar sentimientos por sus compañeros de cama. Kris ya los había desarrollado y aunque no pensaba confesarlo, pretendía volverse a apropiar de Tao.
Escuchó a Kai reír. Vio a Yeol abrazar a Baek. Detectó a Suho cuidar de Lay.
Estaba seguro que jamás haría eso junto a Tao, y le daba envidia. Él quería tenerlo a su lado, para volver a sentirse bien. Kris no era el tipo de hombre que regalara flores, tampoco que abrazara a la gente, ni mucho menos cursi y amoroso, pero se conformaba con tener a Tao a un lado suyo. Lo que también sabía era que Tao era el tipo de persona que deseaba escuchar cursilerías todo el tiempo, justo lo contrario a él. ¿Qué estaba dispuesto a ofrecerle? ¿Cómo lo haría regresar sin cambiar su personalidad? ¿O es que debía sacrificar y cambiar por Tao? No quería ser otra persona, sólo quería ser él mismo y obtener cariño, pero no expresarlo ¿Se podía? Kris no estaba listo para abrirse por completo de esa forma.
Y justo a tiempo, diez minutos antes de que comenzara la primera clase, Kris lo vio llegar. Tao llevaba ropas cómodas y con estilo, lentes de armazón grueso color negro y se veía diferente. Su cabello estaba teñido de rojo y acomodado perfectamente sobre su frente. Se miraba muy sexy y mucho más al mostrarse cargando dos Pandas de peluche, que supuso los recogió de la entrada principal. Se miraba muy cambiado y perfectamente pulido. Pero Tao por primera vez después de tanto tiempo, lo ignoró, saludando a todos y pasándolo de largo a él.