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Lover's Spit (EXO: TaoRis) por Monnyca16

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Notas del capitulo:

Hola. He leído sus comentarios sobre la posibilidad de que Kris tenga un tormentoso pasado, la verdad es que no. Kris es así de nacimiento. Kris no está traumado con nadie, es sólo que nunca se daba oportunidades y le gustaba su espacio. No se confundan, de hecho por eso traté de comentar desde el comienzo cómo se sentía, pero creo que no fui al grano. Revisaré el cap para checar eso aunque tengo entendido que proyecta quizá algo así, pero no tiene nada que ver su pasado con su comportamiento. 

(Ya revisé el cap y creo que ya entré el por qué ustedes creen que Kris pudiera tener un trauma o algo así: En el cap anterior se menciona la fuerza mental y la física. Les voy a explicar un poco eso, la fuerza mental no siempre es para enfrentar algún tema que te ha dejado marcado de por vida, sino para llenar tu cuerpo de buenas vibras y dar un paso hacia adelante. "Es como cuando las personas siempre tienen pensamientos positivos y todo les sale bien" pero no significa que Kris esté luchando contra algo del pasado. Ahora bien. Kris es un inexperto en cosas de amor y de pareja y eso que el cap  decía de "Tener miedo a cómo decír por primera vez lo que sentía" se debe a eso. Una persona que no tiene ni puta idea, que es novato siempre tiene nervios y miedo para no regarla. Kris no sabe nada y con Tao lo está experimentando. Es por eso que lucha contra su fuerza mental y física. Porque juntas lograrán que él aprenda. "Es cuando vamos a la escuela y se tiene que estudiar mucho, pero también se tienen que tener ánimos" Ahora, en el cap pasado también manejé eso de la inseguridad, Kris la poseía porque como les digo, es novato y no sabía cómo, porque además Tao también es novato. En fin, Kris quiere hacer las cosas bien y es por eso que piensa en todo lo que a Tao le molesta o le gusta, por eso se enojó consigo mismo por no ser detallista. Kris es frío porque nunca amó a nadie, porque con su familia no lo es, el asunto es que él es frío con los amores de pareja, no familiares, sólo que es cool y es muy reservado)

Bueno, igual y ustedes pueden imaginar cosas. Pero Kris es como yo, LOL. Yo también soy como él y no pasé por nada que me hiciera así, sólo soy así y todo lo que él piensa es lo que yo pienso también. Recuedo que también leí comentarios acerca de que dije que soy fría pero que de repente se me sale lo cursi? Pues sí. Me gustan las cosas lindas pero no sobrepasadas.

Sin más les dejo este cap que me pareció muy lindo. Los siguientes serán interesantes n___n

A leer.

Capítulo 46

 

“Cosas de la vida”

 

Ese sábado desde las nueve de la mañana, Baek se metió a la casa del gigante. Era el fin de semana pero le gustaba estar puntual para consentir a Yeol y para molestarlo mucho. Últimamente Chanyeol le rogaba por sexo y Baek se negaba, haciendo pucheros y poniéndolo a hacer cualquier actividad que no tuviera nada que ver con el sexo. Además de seguro su novio estaría muy triste por no haber podido ver al señor Bob esponja, fue por eso que después de entrar al cuarto de Yeol, Baek se alistó a acariciarle la cabeza, despertándolo poco a poco.

 

Yeol abrió mucho los ojos, luego los cerró, sonriendo en grande, casi como el primito de dos años de Baek.  Fue por esa grandiosa sonrisa por lo que el enano comenzó a cantar el opening de Bob esponja:

 

—¿Están listos chicos?

 

Sí  capitán estamos listos.

 

¡No los escuuucho!

 

¡Sí capitán estamos listos!

 

Uuh… si tengo una piña debajo del mar…

 

¡Bob es-pon-ja!

 

¿Su cuerpo absorbe y sin estallar…?

 

¡Bob es-pon-ja!

 

¿El mejor amigo que podrías desear…?

 

¡Bob es-pon-ja!

 

¿Y como un pez le es fácil flotar…?

 

¡Bob es-pon-ja!

 

¡Todos!

 

¡Bob es-pon-ja… Bob es-pon-ja… Bob es-pon-ja…! ¡Él es Boob esponjaaa…muahhahaa!

 

Después de que Baek terminara, Chanyeol se paralizó. No se esperaba ser despertado con la canción de Bob esponja, pero al menos había sido una recompensa por haberle descompuesto la televisión a Yeol.

 

—Quiero escuchar la del cacahuate, cacahuate rock —Yeol se sentó en la cama. Amaba esa canción.

 

—¿La de “Soy un cacahuate”?

 

—¿Cuál más?

 

Baek se alzó de hombros

 

—Me sé la que ponen cuando Bob extraña a Gary —propinó.

 

—No, yo quiero escuchar la del cacahuate.

 

Entonces Baek cantó la canción y luego cayó rendido en la cama de Yeol, haciéndose el dormido. Sabía que había hecho el ridículo. Odiaba la canción del cacahuate rock. Bob esponja era su infancia y de pequeño la cantaba a cada rato, pero ahora ya era grande y se había prometido no cantarla de nuevo, pero… pero…

 

—¡Soy! ¡Soy!... ¡Soy un cacahuate! —Cantó de nuevo, viendo que Yeol se reía demasiado al verlo moverse como loco.

 

Luego de terminar de cantar se desplomó en las piernas de Chanyeol, y ahora sí se hizo el dormido. Yeol lo comprendió sin saber que su pequeño novio se sabía toda la película de Bob esponja, todos los diálogos, absolutamente todos al igual que con las películas de Shrek. Esas películas eran especiales porque su mamá lo obligaba a verlas y se había traumado.

 

Pasada una hora de lo sucedido, Yeol estiró la mano, tocando la piel desnuda de Baek. Nuevamente tenía ganas de hacerlo, pero antes de que pudiera tocar más, Baek se levantó, cruzándose de brazos.

 

—¡No!

 

—Cielo…

 

—¡No!

 

—Oh, bueno… está bien. Te amo. —Se resignó Yeol, viendo que su chiquillo acercaba un cepillo y una bolsa pequeña.

 

—Sería bonito si me maquillaras hoy y me peinaras, por eso traje las cosas —musitó, abriendo la bolsita y sacando el maquillaje necesario.

 

Chanyeol tragó saliva, pero accedió a los caprichos del enano. Se pasó más de dos hora tratando de maquillarlo, pero al final había quedado bien.

 

;;;;;  ;;;;  ;;;;

 

 

 

Los gemidos de Key se escuchaban muy altos, para calmarlo Minho le dio una nalgada, seguido se la besó, calmando el ardor que había causado. Ante bastantes gruñidos Key logró correrse, soportando un poco más, sólo unos cuantos segundos para que Minho también eyaculara. Cuando apenas lo hizo se separaron, acostándose totalmente en la cama. Esa era la tercera vez que lo hacían y ya eran las dos de la tarde.

 

Minho se cubrió con el bóxer y comenzó a inspeccionar el cuarto de Key. Había muchas cajas, demasiadas. Parecía el cuarto de una niña pues todo estaba muy limpio y decorado como  princesa. Key era muy extraño, así que prefirió acostarse y dormir por un rato hasta que su cuerpo dejara de tener espasmos.

 

Luego de vestirse se fue inmediatamente, dándole a Key un beso en los labios muy diferente a otros. Algunas veces se besaban muy brusco, pero otras lo hacían muy tierno y no entendían por qué, sólo lo hacían. Esa mañana antes de tener sexo habían platicado bastante, Key le enseñó todas sus cosas, su ropa favorita y se rieron de unos cuantos cuentos que Key comenzaba a explayar para poder tener el ambiente cálido.

 

Pero ahora se estaban despidiendo a pesar de crear esa cercanía y esos pasos tan grandes que habían dado. Era momento de despedirse, así que después de veinte minutos Key estaba arreglándose para estar listo y caerle de sorpresa al entrenamiento de fútbol. Nunca lo había hecho, pero valía la pena porque sentía que Minho estaba comenzando a portarse lindo.

 

Para las cinco de la tarde Key ya estaba de camino a la escuela, faltaba cruzar  tres salones para llegar a las gradas. Se planchó la ropa y caminó muy lentamente. ¿Qué debía decir cuando lo viera? ¿Qué tenía ganas de verlo ¿Qué estaba aburrido? Pensó para inventarse algo, pero en el último minuto quiso decirle la verdad. Había ido ahí para verlo, verlo entrenar y luego lo invitaría a cenar y después quizá podrían tener sexo, o ir de compras. Key se puso a pensar mucho en lo que quizá harían por la noche, pero al final creyó que había pensado demasiado, más de lo esperado, y fue triste. Fue un momento realmente inexplicable cuando al dar un paso más se encontró con una escena que no era lo que esperaba.

 

Luego se recordó que él no tenía nada que ver con Minho. Eran sólo pareja sexual. Sólo se miraban para follar. Sólo para eso y nada más. ¿Entonces por qué quería llorar al ver a Minho besando a otro chico? Tal vez pensó que era el único que podía besar al capitán de fútbol, pero al ver la manera tan delicada que Minho utilizaba para besar al intruso, Key se dio cuenta que estaba ilusionándose.

 

Desde la mañana había compartido momentos con Minho, lo hicieron tres veces y luego al final estaba con otro hombre, un hombre guapo y que parecía más joven que Key.

 

El estúpido de Key por fin lo entendió. Simplemente Minho lo seguía viendo como algo común y corriente, como un buen polvo y nada más. Y se suponía que Key también lo veía así, pero entonces por qué no dejaba de llorar.

 

Sin limpiarse las lágrimas, Key se fue lo antes posible de ahí, cuidando de no ser visto. Ya bastante avergonzado se sentía como para que todavía tuviera que cargar con los comentarios de la gente.

 

Lo primero que hizo al llegar a casa fue sentarse. Cerró los ojos y respiró hondo, soltando una risa irónica. Se alegraba por haberlo visto antes, y no debía llorar porque ellos no eran anda. Minho y Key no eran nada. Nada, y tenía que conformarse con  eso porque ninguno dio esperanzas de algo.

 

Para poder asimilarlo y poder dormir, Key encendió su laptop y vagó por Facebook, necesitando saber quién era ese muchacho que estaba con Minho muy acaramelado. No tenía idea de cómo buscar, pero para ello entró al perfil de Minho, viendo primero las publicaciones y encontrándose una foto etiquetada en la cual salía ese chico y Minho, parecía foto de mejores amigos, con mejillas juntas y nada más, pero al leer los comentarios había felicitaciones por parte de los amigos de Minho. Luego Key leyó un comentario que decía algo bastante comprometedor, seguido vio el nombre y leyó que decía: Taemin. Lee Taemin. Visitó su perfil y evidentemente era el mismo de hace unos minutos.

 

Taemin era muy bonito y por su fecha de cumpleaños parecía joven, tenía como catorce años mientras que Key casi diecisiete. Minho casi era mayor de edad y andaba con un niño de catorce. Luego se puso a ver el muro de Taemin que por cierto lo tenía sin privacidad.

 

En sus estados había muchas cosas ridículas en las cuales agradecía a Dios por haber cruzado a Minho en su camino, que estaba muy emocionado y que después de un año lo había conseguido de nuevo. Key cayó en la conclusión de que Taemin era un ex novio de Minho y que ahora estaban de nuevo juntos.

 

Minho era un pendejo; Taemin era un niño. Key no era muy mayor, pero al menos no tenía catorce, aunque a decir verdad el chiquillo tenía lo suyo. Era perfecto y se miraba muy delicado, además de no tener pómulos enormes como él.

 

Taemin era muy bonito y Key no tenía ninguna esperanza con Minho. Así que fácil apagó la lap y se dispuso a dormir. Sin embargo no pudo, así que guardándose el orgullo le mandó un mensaje al capitán.

 

“Necesito hablar contigo, es muy importante”

 

 

 

Luego de tres minutos obtuvo una respuesta:

 

 

 

 

 

“No vuelvas a comunicarte conmigo”

 

Key la leyó más de diez veces, memorizándola para así admitirlo. Estaba bien. Todo estaba bien. Si Minho no quería saber de él, entonces estaba bien.

 

 

 

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Después de dormir por un buen rato, Xiumin y Chen lo hicieron. Sólo hicieron el amor una vez porque su bebé se había despertado al escuchar los últimos gemidos de su mamá. Chen había sido un experto, pero en los últimos segundos estaba ardiendo y ambos llegaron al orgasmo, Chen sonriendo y Xiumin gimiendo como enfermo. 

 

Por suerte el gatito no se había movido de su camita, cosa  que preocupó a Chen. Su bebé estaba obeso y no quería decirlo abruptamente, pero necesitaba ponerlo a ejercitar. Era un bebé, pero ni siquiera se movía de su camita y Chen necesitaba sacarlo a una caminata o quizá a correr.

 

Después de la ducha rápida de ambos, Chen palmeó el hombro de Xiumin, señalando a su bebé.

 

—¿Qué? —Inquirió —. ¿Verdad que se ve bonito? —Sonrió y fue inmediatamente por el gato, pero Chen evitó que lo cargara.

 

—Tiene que ejercitarse, se ve muy…

 

—¿Le estás diciendo obeso de nuevo? —Achinó los ojos, alejándose de Chen.

 

—¿Qué? ¡No! Yo no dije eso, yo sólo quería decir que ya ni siquiera se para y camina…

 

—Eso es lógico, tiene sueño…

 

—Pero lleva horas sin moverse…

 

—¡Chen!

 

—Tenemos que sacarlo a pasear, ya sabes… para que camine —espetó, cargando a su bebé gordito, pero el gato maulló asustado, logrando que Xiumin regañara a Chen y se hiciera cargo de todo el alboroto.

 

—Pero no sabe andar en la calle, Bolita no tiene amiguitos —dijo, amansando al animalito.

 

Estaba súper chiquito además. Bolita estaba muy chiflado.

 

—Puede conseguir amiguitos, por eso debemos sacarlo.

 

—¿Y si es antisocial?

 

—Vamos a sacarlo primero, luego lo descubrimos. —Ofreció Chen, besando a Xiumin en el cuello.

 

—Está bien —atinó a decir, sacando de su cajón mágico una correa y un collar muy bonito que le había comprado al gato. Chen no sabía que a los gatos se les podía tratar como cachorros, pero dejó todo en manos de Xiumin ya que tenía experiencia. Xiumin era el domador de gatos, joder…

 

Luego de veinte minutos tratando de que el gato caminara en la calle, Chen se dio por vencido. El gato no movía el culo y ya estaba desesperado.

 

—Le hiciste la vida fácil —le recriminó Chen.

 

—Ya verás que da unos pasitos. —Xiumin agitó la correa, arrastrando a Bolita. Iba a pensar en otro nombre, pero Bolita estaba bien, después de todo era una bola y estaba chiquita. Quizá cuando creciera la llamaría Bolota o Bolototota.

 

Bolita comenzó a caminar lentamente, meneándose muy divinamente, casi igual a Xiumin. Luego de varios segundos Xiumin se puso a brincar en su lugar y el gatito lo imitó, brincando también. Parecían chivos locos.

 

En esos momentos Chen podía decir que de tal madre tal hijo. Esta vez había quedado descartado. Por lo menos ya no tenía problemas con el gato.

 

A paso lento llegaron a una placita. Hablaron mucho y el gato estaba feliz también. Chen decidió ir a comprar una botella de agua tranquilamente, dejando todo bajo control. Luego llegó después de cinco minutos, encontrándose con una imagen muy increíble. Bolita y Xiumin no estaban solos. Alguien más estaba y era nada más y nada menos que…

 

—¡Es un cochinito, Chen! —Gritó con todas sus fuerzas Xiumin, cargando con su brazo derecho a Bolita y con el izquierdo a…, a un lechoncito.

 

¿Qué hacía un lechoncito bebé en la plaza? ¿Eso podía ser posible? Sin poderlo creer, Xiumin dio brincos altos, zangoloteando a sus animalitos. Bolita ronroneaba feliz y el lechoncito rosadito sólo gruñía muy contento.

 

—¿Qué haces con un lechoncito? ¿De dónde ha salido?

 

Chen dio un paso hacia atrás.

 

—No lo sé, llegó hasta mí y me pidió que fuera su mami ¿Qué no es hermoso? Bolita ya tiene con quien jugar. —Sonrió coqueto.

 

—¿De dónde demonios lo sacaste, Xiumin? De seguro tiene dueño —protestó asustado.

 

Ya tenían un hijo, ¿para qué otro? Además era un cochinito bebé, ¿quién tenía de mascota a un lechoncito? ¡Nadie! ¡Absolutamente nadie! Quizá de seguro estaba contra la ley. Lo peor de todo era que sólo había dejado a Xiumin solo por cinco minutos y ahora había otro miembro en la familia. ¿De dónde mierda había sacado a un cerdito bebé en 5 minutos?

 

Chen estaba comenzando a creer que Xiumin tenía imán para los animales.

 

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Para el domingo Kris y Tao ya había hecho las paces y ahora se encontraban arreglándose para salir. Mañana irían a clases y aunque no había tarea, Kris necesitaba hacer un ensayo para obtener un punto extra en Literatura. Tao se ofreció a ayudarle y por la noche lo escribirían, pero antes se organizarían para salir a una cita.

 

Tao estuvo de acuerdo con la comida mexicana. Chen le había recomendado los tacos y además Key le había llamado para pedirle hablar seriamente. Kris estuvo de acuerdo con que Key se uniera a la cita al principio, pidiéndole a Tao que le dijera que tenía que irse después de comer. Key no le caía mal, pero era mal tercio y no le gustaba.

 

Ya listos, ambos pasaron a recoger a Key. Una de las causas para poder incluir a Key en la comida era que Kris odiaba que Tao se quedara a solas con la gente. Mil veces prefería estar presente y escuchar todo lo que se dirían.

 

Al cabo de cinco minutos vieron a Key y se dirigieron al restaurant de comida mexicana. Al llegar todos pidieron tacos, tacos que contenían guisados extraños, pero que sabían ricos.

 

—¿Entonces Minho tiene novio? —Tao se cubrió la boca, volteando hasta Kris y luego situando una de sus manos en el cabello de Key para tranquilizarlo.

 

Era verdad que Key se había prometido olvidar a Minho, pero estaba muy deprimido ahora y necesitaba al menos contarle a alguien todo lo que estaba pasando.

 

Kris carraspeó, bebiendo un poco de coca-cola. Tao sonrió, dejando de acariciar a Key. El rubio de  pómulos grandes  se echó a llorar sin importar que Kris estuviera presente.

 

—Y es jodidamente sexy, Tao. Es un niño de catorce años y es jodidamente sexy —agregó, levantando la vista para ver a Kris y luego a Tao —. ¿Qué hago, Kris? —Le pidió un concejo.

 

Ambos pasivos observaron a Kris, esperando un comentario o al menos una idea. ¿Qué haría Kris en situaciones así?

 

—Ponte feliz —respondió con rostro serio —. Minho no es la gran cosa.

 

Tao lo golpeó en el brazo, haciéndolo chillar de dolor. Key se limpió los ojos con una servilleta.

 

—Supongamos que yo tengo algo sexual contigo y luego viene un ex mío y me voy con él ¿qué harías? —Tao insistió.

 

Kris rodó los ojos. 

 

—Tú nunca has tenido novio aparte de mí, lo que me hace dudar que te vayas con un ex —articuló, inclinándose para ver a Tao a los ojos, quitándole con una servilleta algunas manchas de comida que estaban frescas en la comisura de sus labios.

 

—Pero es un supongamos —Tao comenzó a rogar.

 

—No quiero que supongas nada.

 

—Ok —Key habló, asintiendo —. ¿Tú qué dices, Tao?

 

—Yo te recomendaría que…—Kris se le quedó viendo, tratando de leer sus pensamientos —. Que te pongas muy sexy y que le pases al frente, eso sería súper genial, y que cuando te hable o te vea te comportes indiferente.

 

Kris torció la boca.

 

—¿Así como tú le hiciste a Kris cuando regresaste a la escuela? —Los ojos de Key brillaron. Kibum y Tao miraron a Kris, quien los veía extrañado.

 

—Ándale, igualito. —Tao palmeó la mano de Kris y luego se arrimó un poco más para besarle la mejilla —. Aunque Kris fue muy difícil. Al menos Minho es más fácil de manejar. —Kris le dio otro sorbo a su refresco, ignorando todo lo anterior.

 

—¿Cómo te dijo Kris que quería que fueras su novio? —Key acunó su mejilla con su mano derecha, viendo a ambos chicos. Kris alzó una ceja, en cambio Tao se puso a pensar.

 

—Fue…—Hizo un mohín con la nariz, pensando un poco más. Kris lo vio de re ojo, notando que Tao pensaba mucho ¿acaso ya no recordaba? Incluso le había llamado esa misma noche para preguntarle el por qué se lo había pedido de una manera confusa.

 

—¿Por qué no me cuentas tú, Kris? —Key cambió el rumbo de su mirada, apuntando con el dedo meñique a Kris. Éste lo miró con cara estupefacta. Ni muerto le contaría algo así. Para eso estaba Tao, para contar ese tipo de sucesos.

 

—¿Lo olvidaste? —Kris se dirigió a Tao, levantando la mano para quitarle una basurita del cabello.

 

—¿Qué? ¡Claro que no! Es sólo que sería lindo que tú lo platicaras —contestó, besándolo en la mejilla.

 

Kris se quedó quieto, discutiendo internamente si contar o no. Luego habló:

 

—Yo no hice nada fuera de lo común, sólo se lo pedí y ya.

 

—¡No es cierto! —Tao demandó.

 

Key miró al Panda, luego lo escuchó hablar.

 

—Yo le dije a Kris que si quería que tuviéramos una relación, se acercara y se pusiera entre mis piernas.

 

—¿Ah sí? —Key se atragantó.

 

—Sí —Tao chilló—. Estaba sentado en un escritorio y bueno… yo le dije que se pusiera entre mis piernas y luego que me lo pidiera. En ese momento era la única forma para hacerlo acceder.

 

—¿Y cómo te lo preguntó? —Persistió el chico que antes parecía muy deprimido. Kris supuso que esa plática le estaba sirviendo para olvidarse de sus tormentos, así que no discutió nada. 

 

—Puso mis manos alrededor de su cuello y luego me dijo: ¿Regresemos, Mhm? ¿Quieres intentarlo? —Trató de imitar la voz de Kris en aquellos momentos.

 

—Cuéntame más…

 

—Entonces yo le dije que síp y nos besamos. —Sonrió en grande —. Y me cargó como a un niño. —Se rió.

 

Kris volteó hacia otro lado que no fuera Tao y Key. Quería que la tierra se lo tragara.

 

—¿Sólo eso? —Key pareció decepcionado.

 

—Yo tampoco entendía muchas cosas, así que le pedí que me llamara y ya discutimos esos puntos. Kris es así —añadió, notando que esta vez Kris lo estaba mirando —. Es muy frío a veces.

 

—¿Qué es lo que más te gusta de Tao, Kris? —El rubiecillo siguió cuestionando. Parecía que estaban dando una entrevista para el periódico escolar.

 

El líder se recargó en la silla, percibiendo que Tao lo miraba muy entusiasmado. No habían hablado de eso, o más bien, nunca hablaban de eso. Tao sabía algunas cosas por el juego, pero otras no sabía.

 

—¿Físicas o de personalidad? —Dio a escoger.

 

Key abrió mucho los ojos; Kris pensaba contarle y eso al menos era algo bueno.

 

—Las dos.

 

—Bueno…del físico me gustan sus piernas —confirmó, palmeando los muslos de Tao bajo el mantel —, sus hombros, sus labios y sus ojos.

 

—¿Sus nalgas no? —La boca de Key se abrió muy grande.

 

—¿Mis nalgas no? —Tao también protestó.

 

—Y sus nalgas —Kris agregó, viendo de re ojo a Tao.

 

—¿Y de su personalidad?

 

—De su personalidad me gusta su inteligencia, me agradan sus habilidades —contó—. Me agrada que  cuide de mí, me gusta que se hagan cargo de mí y él lo hace —dijo entusiasmado.

 

—Eso parece que te encanta —Key musitó, levantando las cejas, pícaro.

 

—En efecto —contestó como un sí —. Me gusta que sea sensible, pero también hay algunas cosas que me molestan.

 

—¿Qué? Pero si yo soy una muy buena persona. —Los ojos de Tao se achinaron, haciendo puchero.

 

—Se enoja rápido, yo también lo hago, y cuando ambos estamos enojados uno tiene que ceder para que todo se arregle. La situación es que Tao nunca cede. Pero igual me gusta.

 

Después de varios segundos, Key continuó:

 

—¿Y a ti qué te gusta de Kris? —Miró al pelirrojo.

 

—“Todo”, no puedo decir —espetó, riéndose bajito—. Pero me gusta la mayoría. Me gusta su rostro, sus manos…

 

—¿Por qué sus manos?

 

—Porque cuando nos abrazamos son muy calientes y me siento protegido. —Se sonrojó. Kris lo miró sin ningún despiste —. Me gustan mucho sus pies y su espalda. Además siempre huele muy bien. Kris es muy  calientito cuando duerme y por eso me abrazo hasta quedar dormido también.

 

—Creí que abrazabas al gran peluche —Kris habló con tono impactado. Sentía a Tao todas las mañanas junto a él, pero nunca pensó ser mejor que el gran panda de peluche.

 

—Sí, un ratito, luego espero a que te calientes poquito y te abrazo a ti —compensó con un beso en la comisura de sus labios, separándose poco después.

 

—¿Y cuáles son las cosas que no te gustan de Kris?

 

Tao puso ambas manos sobre la mesa.

 

—Odio, odio mucho que ponga cara de muerto cada vez que le hago cariñitos —adujo, estirándole la mejilla con la mano derecha. Kris lo miró y luego le quitó la mano de encima —. ¿Ves? ¿Viste, Key? Siempre hace lo mismo. No le gusta que  le de besos en público y que me ponga todo cursi, pero hoy ha estado muy tranquilo. —Le acarició el cabello, depositándole otro beso en la mejilla.

 

Key se rió.

 

—¿No besarías a Tao delante de mí? —Key quiso ayudar a su amigo Tao. Si los novios se besaban frente a Key eso ya sería un paso positivo.

 

—No me besará. —Tao se alejó un poco, acomodándose el cabello.

 

El rubio mayor se removió un poco y sin pensarlo sujetó la barbilla de Tao hasta extender su enorme mano por la mejilla de éste, besándolo castamente en los labios. Tao sonrió, devolviéndole el beso.

 

Se suponía que Key venía  a pedir consejos, pero incluso estaba ayudándole a Tao a que Kris fuera más suelto.

 

—Te compensaré cuando lleguemos a casa —murmuró el pelirrojo, rosando su nariz con la de Kris.

 

Fue entonces que Kris por fin dio su recomendación a Key:

 

—Si en verdad te gusta ese chico, entonces demuéstrale que no te importa, sé tú mismo y hazle saber quién manda.

 

Key asintió.

 

—Sí, tienes que verte muy bonito cuando te vuelva a ver para que se dé cuenta de lo que ha perdido —opinó Tao, recargándose en el hombro de Kris.

 

—¿Creen que soy lindo? ¿Sexy quizá? ¿Qué se me vería bien?

 

Ante la interrogante de Key, Kris habló:

 

—Tienes bonitas piernas, puedes lucirlas con un buen pantalón, quizá color azul.

 

Tao puso los ojos en blanco. No evitó ponerse un POQUITO celoso. No le gustaba que Kris dijera que otra gente era bonita. Sabía que era egoísta, pero Tao prefería que se quedara callado, sólo que su novio era muy directo y debía hablar con él más tarde. 

 

—Ok, entonces me voy. Voy a comprarme un pantalón color azul. —Brincó Key, despidiéndose con la mano y yéndose rápido. Parecía muy emocionado. Era como si Kris lo hubiese devuelto a la vida con ese comentario, aunque ese era uno de los cometidos del líder.

 

Kris siguió comiendo, pidiendo la cuenta después pues Tao ya no quería nada. La señorita que atendía las mesas rosó la mano de Kris con suavidad, cuando éste le devolvió la carta de paga con el dinero dentro. Tao tuvo un impulso por levantarse y decir algo, quizá alejar a la mujer, pero al mirar a Kris notó que él estaba como si nada. Kris no había tomado en cuenta a la señorita, aunque ella hubiese rosado su mano con coquetería.

 

Tao llevó su mano hasta la de Kris y lo rosó asemejando lo que la mujer había hecho. Kris lo miró de repente, tomándolo de la mano y levantándose, llevándolo  consigo.

 

Durante el camino de regreso a casa no dijeron nada, sólo se escuchó algo cuando faltaban cinco minutos antes de llegar.

 

—¿Siempre eres muy directo cuando dices los atributos de la gente? —Tao fue el primero en entablar una conversación. No conocía mucho a Kris, así que era mejor informarse.

 

—Sí —le contestó.

 

Tao se encogió de hombros y prefirió ya no decir nada. Kris algunas veces contestaba sólo lo necesario y siendo breve.

 

—Tú también tienes bonitas piernas —complementó Kris, acariciándole el muslo más cercano —. Puede haber muchas piernas bonitas, pero las que prefiero son las tuyas —continuó, dándole dos palmaditas castas a su muslo, recordando que  había dicho que le gustaban sus manos porque lo hacían sentir protegido.

 

Tao entendió y sonrió en grande. Había olvidado que Kris leía sus pensamientos y que siempre lo hacía sentir seguro.

Notas finales:

n__n Nos leemos el martes.


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