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Lover's Spit (EXO: TaoRis) por Monnyca16

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Notas del capitulo:

Hola, esta segunda parte del cap 49 la iba a subir el viernes, pero sólo tenía la mitad escrita. La iba  subir el sábado, pero tuve visita y no alcancé a escribir lo que quería. De hecho no he realizado mi tarea D: pero me di tiempo para terminar esta parte y que no se me empalmara el capítulo final que se publicará el 12 de septiembre.  Este cap recuerdo que lo dividí en dos partes porque no me parecía bueno subir caps de 20 mil palabras, así que si juntamos estas dos partes, tendremos 20 mil palabras. Hablando del capítulo en general, me gustó. En este cap se habló del “ser humano” y hablar de eso es muy importante. Vimos temas sociales, pensamientos y conductas humanas. Trabajamos con miedos, y en esta parte se trabajará la práctica de esos miedos. Esta parte tendrá una faceta nueva en Tao, un poco de la conversación de la madre de Tao con Kris, una conversación trivial y el Striptease.

Como ven, este cap, por completo (la parte 1  y 2) trabajó varios temas, así que estuvo muy completo. El fin de este capítulo es comprender la evolución de una relación sentimental, con confianza, descubrimientos y mucho cariño. Mi personaje, Kris, es alguien muy fuerte, pero lo he suavizado un poco, porque francamente ya era hora. Kris está abriendo sus horizontes, descubriendo cosas nuevas, sus sentimientos y más que nada, aceptándolos, cuidándolos. No leeremos a un Kris lleno de miel, pero sí a un Kris más suelto y confianzudo. Lo que leeremos es a un Kris muy pensante y entendedor. ¿Qué es lo que Kris es capaz de hacer por Tao? ¿Qué tanto significa Tao para él? Y también caeremos en la realidad. Veremos lo que mucha gente considera como “sumisión” y “placer”

Con respecto al Striptease, les digo que pedí recomendación de música, para quizá cumplir sus expectativas, pero me equivoqué con eso. Lo siento, no voy a poner lo que la gente espera de este momento sensual. No. Así que escogí una canción que quizá nadie conoce, pero que es perfecta para el momento. No se las voy a decir, porque viene en el cap, y no sé si la quieran buscar cuando lean el nombre para leer el Striptease o qué sé yo. Porque francamente no sé si es de su gusto, pero a mí me encanta. Yo me imaginé todo :P Pero bueno… yo soy la que escribe, así que sólo ando fantaseando.

¿Qué más? Gracias por sus reviews, los leí todos y me sentí feliz.

Les dije que subiría una historia nueva. Y es de Tokio hotel, sé que no les gusta Tokio Hotel .___. Jajajajaa pero saben? Yo lo amo XD. Es mi banda favorita, lo amo más que el KPOP, a ellos los escuchó desde hace 8 años atrás. Y jamás había escrito un fanfic de ellos, bueno sí, pero fue hétero, este es Yaoi y manejaré la homofobia. Es Chan y tendrá de esos amores no correspondidos y los pensamientos que la gente tiene sobre los homosexuales. Hablará sobre la infidelidad y muchos problemas más.

Les dejaré el Link:

http://www.amor-yaoi.com/viewstory.php?sid=131468&index=1 Espero lo apoyen, si quieren claro, es muy bueno, sólo hay que verle el lado importante. AAWWWW Estoy muy emocionada porque TH sacará el disco en menos de un mes, pero triste porque la versión súper delux limitada no la venderán en Latinoamérica :C (No sé por qué les estoy contando estoxd, supongo que es porque las quiero y les comparto mi felicidad-tristeza) ¿ALGUIEN ES ALIEN? Sean mis amigas, aliens y logremos que el fandom se haga enorme. Los que no conozcan a Tokio Hotel, son una agrupación alemana que se les criticaba de emos y eso. Pero tienen buena música, de hecho todos sus discos fueron de inspiración para  continuar esta historia. Amo al cantante, Bill Kaulitz y a su gemelo, Tom, pero Gustav está bien culón y Georg bien papi, así que le doy a los cuatro. Si alguien es alien y quiere ser mi amiga, aquí estoy.  

Por cierto: Estitxen  oye, me pediste leer una historia y comentarla, y cuando la busqué no la encontré ¿la borraste? Creo que leí un poco, al principio parecía hetera, pero en realidad no lo es. Espero sigas escribiendo y que nunca te desanimes. Yo algunas veces no tengo tiempo para leer todo lo que me escriben, pero en realidad cuando me doy un tiempo lo leo. Espero que estés bien y que sepas que estoy para lo que se te ofrezca, De hecho hoy iba a postear tu historia en mis notas, pero no la encontré. Te mando mucho amor, preciosa.

 

Y bueno, les dejé una enorme nota al final, una nota que expone todos mis sentimientos como autora de esta historia y como entendedora de las escritoras novatas como yo. No olviden leerla, es muy importante. 

Capítulo 49

 

“Humano ser”

 

Kris no sabía cuánto se había tardado en bañar a Tao, tampoco estaba consciente de cuánto tiempo jugó con él en el suelo, alistándolo de esa manera para dormir. Pero sí recordaba que no tenía dominó y que Tao tuvo que inventar un juego para entretenerse. ZiTao traía bastante batería y aunque ya estuviesen ambos limpios,  éste no se detenía. Iba de un lugar a otro, saltando, cayéndose a medio camino y mareándose la mayoría del tiempo. Veía a Kris en triplicado todo el tiempo, desenfocándolo algunas veces y riéndose locamente, aunque a Kris le parecía tierno.

 

Pero la situación había pasado de tierna a otra cosa. Sin estar consciente, Tao se acercaba lentamente a su novio, poniendo las manos, tontamente, donde no debía. Kris no se apartaba, pero su erección estaba ahí y Tao no se daba cuenta de lo que hacía. Y Kris no se lo diría, por supuesto. Tao estaba ebrio y Kris no deseaba tener nada con él en ese estado. Quizá podía dormirse a medio acto, vomitarle, morderlo…Tao podía hacer tantas cosas con él, agradables y no desagradables, pero su estado atontado no era lo que Kris quería. Esa tarde ni siquiera se habían besado y tampoco lo harían por la noche en un beso que Tao probablemente no recordaría  a la mañana siguiente.

 

—Eres…realmente guapo —hipeó Tao, tocándole la mejilla a su novio —. Mucho,… mucho mucho —repitió sin parar, cerrando los ojos sorpresivamente y abriéndolos como si fueran sonrisas —. Demasiadooo —seguía, extendiendo los brazos y manteniéndolos de ese modo para luego sonreír como loco.

 

Con esas declaraciones, Kris no tendría dudas si quiera para un siglo. Se decía que los ebrios siempre decían la verdad y ahora Tao no se callaba y había dicho cosas que Kris ya sabía. Pero sinceramente esperaba a que Tao dijera cosas nuevas o incluso sorprendentes.

 

—Eres mi caballo… vamos caballito —canturreaba nuevamente, sentándose sobre la cadera de Kris, que estaba bocarriba y lo sostenía  de ahí para que no se cayera —. Arre… arre…

 

—Tao… Tao. —Kris lo detuvo —. Ya, ya es demasiado. Es hora de dormir —reprendió, viendo cómo el ahora jinete se negaba repetitivamente con la cabeza, haciendo puchero.

 

—No, no, nooo. —Cerró los ojos, moviendo la cabeza de derecha a izquierda muchas veces más —. Yo quería subirme al burro, yo quería subirme —instó, manoteando sin parar —. Quiero que seas mi caballo, ya no quiero un burro,… quiero un caballo, ¿o es que ya no quieres nada conmigo? ¿No quieres ser mi caballo? ¿Ya no te gusto? —Inquirió, cambiando su semblante a uno más sorprendido. Se veía decepcionado.

 

—No es eso. —La sonrisa de Tao apareció nuevamente —. Pero sabes que este caballo puede…ya sabes. ¿Sabes a lo que me refiero, no?

 

Tao se negó, pensando un poco.

 

—¿Puedes enfermarte?

 

Kris entornó los ojos, levantando  la mano para mover el dedo índice y decir que no. Tao tuvo un impulso por meterse su dedo a la boca y lo hizo, apenas chupando la punta. Kris apartó la mano y lo miró seriamente. Huang Zi Tao no sólo podía ser tierno estando ebrio, también era muy atrevido…

 

—¿Por qué te metiste mi dedo a la boca? —Interrogó, sonriendo cómodamente, esperando de esa forma una respuesta del chiquillo. Tao se alzó de hombros. No sabía…

 

—Sólo… —balbuceó—, quería probarlo.

 

La ceja derecha de Kris se alzó, dejando a  un Tao muy sorprendido. Pero… ¿qué demonios decía Tao? ¿Quería probar su dedo? ¿Y a qué sabía? Kris se daba cuenta que a esas alturas Tao terminaría por decir puras tonterías hasta el amanecer. Aunque debía aceptar que era jodidamente divertido ver y conocer a un Tao ebrio.

 

—¿En qué estás pensando? —La pregunta del rubio descolocó a Tao, quien se negó varias veces, moviendo las manos ansiosamente, como un niño pequeño que hacía travesuras.

 

—En ti.

 

—¿Qué pensabas de mí?

 

Ante el cuestionamiento, Tao se abalanzó un poco más, quedándose a horcajadas sobre su novio, quien lo miraba a los ojos, en total concentración.

 

—Que eres un buen caballo a pesar de todo —curveó los labios en una sonrisa sincera, separándose totalmente, pero sentado al fin, como antes. Los ojos de Kris brillaron, percatándose del estado entusiasmado de su novio. Tao era incluso mucho más ingenuo estando ebrio.

 

No podía ser posible…era totalmente lo opuesto a Kris. Éste, cuando se ponía ebrio se volvía mega guarro y hambriento de sexo. Pero Tao se conformaba con montarlo como si fuese un caballo ¿Acaso tenía sentido? Sólo Tao podía ser tan ocurrente. De hecho, la madre de Tao era más asusta que él. Cuando Kris habló con la señora notó que era muy fuerte de carácter y que pensaba en todo, algo que quizá Tao tenía en poco porcentaje.

 

La madre de Tao lo había llenado de preguntas y aunque fue fácil contestárselas, la notó muy severa. Kris lo recordaba como la palma de su mano:

 

Había entrado a la habitación privada e inmediatamente la madre de Tao le había ofrecido asiendo, como si temiera que Kris se estampara en el piso debido a lo que le diría, pero al parecer estuvo equivocada en todo momento. Kris venía cansado de estar sentado en su vehículo, por lo que prefirió erguirse y mirarla a los ojos, recargado en un escritorio. El reto de miradas iba más allá y la madre de Tao lo supo cuando Kris incluso hizo gesto déspota y comenzó la charla, dejándola completamente helada.

 

—Al parecer, la primera vez que hablamos no lo hicimos correctamente —musitó, captando un movimiento positivo por parte de la fémina. Era cierto, la primera vez que hablaron fue aquella vez que Tao durmió en casa porque estaba peleado con Kris. Ese mismo día había pasado lo más horrible y lo recordaba muy bien —. Pero bien, soy Kris, la pareja sentimental de su hijo.

 

La mirada de la señora se achinó, haciéndola pensar en la declaración anterior. Tao nunca había tenido novio y Kris parecía muy mayor y listo en ciertos aspectos, además se miraba gravemente dominante en todos los sentidos. ¿Tao era un masoquista acaso? La señora pensaba que sí; hace semanas atrás, su hijo se encontraba triste por un tal Kris, y ahora estaba feliz, ¿eso tenía sentido?

 

—¿Tienes su edad? Te vez más mayor —reprochó, cruzándose de brazos también.

 

—Soy un poco mayor, pero es insignificante contestó con rapidez, dejándola muda.

 

Kris no parecía inseguro. De hecho era muy competitivo y calculador.

 

—¿Tienes familia? ¿Vives con ellos? —Prosiguió con su listado de preguntas básicas. Tao le había contado algo, pero no todo. Pero inclusive si Tao le decía todo, ella siempre buscaría más explicaciones, aunque estas fuesen repetidas.

 

—Sí. —Su boca se torció ante la fría mirada de la madre de Tao, que seguía mirándolo con mucha desconfianza.

 

Kris odiaba la gente que desconfiaba de él. Y sería bastante problemático que la madre de Tao fuese una de esas personas.

 

—¿Sabes lo importante que es mi hijo, cierto? No sólo para mí, sino para cualquiera que lo conozca.

 

Luego de un silencio oscuro, Kris respondió:

 

—Claro, él también es importante para mí.

 

—Oh, ¿en serio? —Sonó sarcástica, buscando intimidarlo—. ¿Por qué lo es? ¿Qué tiene Tao que lo haga importante para ti?

 

Kris surcó los labios en una sonrisa limpia, confianzuda y ganadora. Sin pensárselo demasiado, tuvo la respuesta más adecuada, una englobada, una más corta:

 

—Es como yo nunca sería. No tendré mucho tiempo de conocerlo como usted, pero lo respeto. 

 

—¿No lo amas? Porque Tao te ama demasiado. Y nunca he escuchado que venga a decirme que su novio le corresponde.

 

La boca de Kris se entreabrió, sorprendido. No se esperaba algo así. ¿Tao se deprimía cuando Kris no le respondía con un ‘te amo’? ¿Tao sentía que Kris no estaba en la misma página? ¿Qué no le correspondía?

 

—¿Él dijo que no le correspondía?

 

—No es…

 

El rubio logró interrumpirla, levantando la mano para poner alto:

 

—Entonces si él no le ha dicho eso, es porque le correspondo. Él sabe muy bien mis sentimientos, y aunque no se ha dado la oportunidad de decirle que lo amo, lo hago.

 

—¿Estás seguro de que lo amas?

 

La interrogante molestó a Kris. ¿Dudaba de su palabra? Si Kris decía que lo amaba entonces era cierto. Kris nunca mentía con sus sentimientos.

 

—Muy seguro.

 

—¿Y por qué no se lo has dicho? Porque por el momento, Tao no lo sabe ¿Cierto?

 

—Porque no se ha dado la oportunidad. Decir ‘te amo’ no es cualquier cosa y no puedo decirla como si fuera algo común y corriente. No soy el tipo de persona que actúa rápido, más bien me gusta lo justo e ir lentamente —asumió, frunciendo el ceño.

 

—Tao ha sufrido mucho estando contigo. ¿Lo sabes? —Cuestionó, viendo detenidamente el semblante frío que el chico alto expresaba.

 

¿Su hijo realmente se había enamorado de ese chico frío? La señora no podía creerlo. Sin embargo, de Tao podía esperarse cualquier cosa, incluso tonterías. ZiTao era de las personas que luchaba por lo que quería, se sobre esforzaba

 

—Lo sé. Él mismo me lo ha dicho —dijo, aguadando su gesto tenso.

 

—¿Y qué piensas de eso?

 

¿Qué pensaba de eso? Nada, sinceramente nada. ¿Qué se supone que debería de pensar? La mayoría de las personas sufrían por amor, no había nada fuera de lo normal. Además, Tao se caracterizaba por ser débil en situaciones amorosas, así que no sería raro que sufriera por amor.

 

—¿Qué debería pensar? —Preguntó, apretando los labios y soltándolos después, viendo fijamente el rostro impresionado de la madre de Tao. 

 

—¿No te sientes arrepentido? —Ironizó, bufando y levantando ambas manos para moverlas y echarse aire.

 

—Yo no me arrepiento de nada. Y sé que le he hecho mucho daño, pero si pensamos bien, si no hubiese sufrido, entonces yo no estaría aquí. Tampoco digo que es un privilegio tenerme, pero si él no se hubiese esforzado para enamorarme, yo simplemente no me hubiera fijado en él. Y eso lo sabe. Lo saben todos. En todo caso, él no fue el único que sufrió.  

 

La mujer pensó un poco más, procesando lo antes espetado. Kris hablaba con mucha seguridad, sin tartamudear, sin titubear. ¿Podía creerle? Tao confiaba mucho en su novio, y sería una lástima que su mamá no aceptara a Kris. Si Tao lo aceptaba era por algo. Y si se lo tomaba con más calma, recordaría que Tao era muy inteligente y que no se dejaría manipular por un hombre como Kris.

 

—¿Entonces estás tomando esta relación en serio? —Se impacientó.

 

—Exactamente.

 

—¿Qué planes tienes con mi hijo? Veo que te lo llevas cada fin de semana  tu casa.

 

Kris sonrió. La parte más importante se trataría y no estaba seguro si recalcarle algunas cosas o ir directo al grano. Así que optó por lo mejor:

 

—Yo ya le he dicho a Tao que usted también está invitada —aseguró con tono serio—. Y Tao me ha dicho que le pide permiso cada vez que se viene conmigo. Por el momento, mis planes son conocernos más. Somos muy jóvenes y si las cosas resultan bien, formalizaré la relación.

 

Articular esas palabras era fácil, no obstante, se volvió complejo al ver la reacción de la señora. Al parecer, algo andaba mal con lo antes dicho.

 

—¿Formalizar la relación? ¿A qué te refieres con eso?

 

De la boca del rubio salió un suspiro.

 

—En mi familia se acostumbra hacer una fiesta y dar un anillo de promesa. ¿Estará de acuerdo con ello?

 

La dama se negó con la cabeza, muy lentamente. Se dio la media vuelta y comenzó a caminar por toda la habitación ¿Anillo de promesa? Kris estaba loco. La madre de Tao no le entregaría a su hijo tan fácilmente. Tao era muy pequeño para formalizar una relación y mantener una unión más íntima. Tao algún día tenía que irse de casa y hacer su vida, pero no ahora. Y eso Kris debía tomarlo en cuenta.

 

—La homosexualidad no está bien vista, ¿y lo que me dices es que incluso estás pensando en tomar a Tao como si unieran lazos matrimoniales? —Quiso concluir, pero Kris la interrumpió:

 

—No he hablado de matrimonio, estoy hablando de comprometer mis sentimientos y proyectos con él. Los hombres no podemos casarnos con otros, pero podemos vivir de manera que la relación se formalice —simplificó, moviendo las manos, horrorizado, totalmente ansioso.

 

—¿Tao sabe de estas ideas?

 

El semblante de Kris cambió completamente. Tao no sabía. Y no lo sabría hasta que Kris estuviera listo para decirlo, con el momento y lugar adecuado.

 

—No. Más adelante se irán diciendo, no hay que adelantarse. Como dije antes: Somos jóvenes y nos estamos conociendo. No me adelantaré a los hechos ni tampoco lo obligaré a hacer alguna cosa. Tao es importante y no quiero hacer las cosas mal. 

 

Una oleada de tranquilidad recorrió el cuerpo de la mamá de Tao. Algo le decía que podía confiar en Kris, pero la personalidad de éste era muy desemejante. Kris era muy diferente a Tao y lo más seguro era que toparan y discutieran siempre. Sin embargo, también se dio cuenta que en el fondo su hijo necesitaba a una persona como Kris. Tao carecía de muchas cosas que Kris podía ofrecer, y viceversa. Ambos se complementaban.

 

—¿Puedo dormir tranquila ahora? —Tembló al inquirir.

 

Kris la miró seriamente, contestando:

 

—Por supuesto.

 

—¿Puedo confiar en ti?

 

—No veo ningún problema.

 

—Entonces quiero que lo cuides. No lo dejes beber, Tao no toma alcohol por su activación física. Él es una persona muy sensible y le gusta que lo mimen. Le gustan los regalos y si todavía no le dices que lo amas, entonces hazlo cuando estés listo. Es más valioso que digas un ‘te amo’ cuando realmente lo sientas. ¿Entendido?

 

—Estoy de acuerdo —aseguró con su típica posición recta.

 

 

 

Las últimas palabras habían sido esas…en las cuales Kris prometió cuidarlo, pero ahora Tao se encontraba ebrio y eso significaba que incumplió con su palabra.  Kris parpadeó al ver que Tao de nuevo comenzaba a moverse sobre él, estimulando todo su cuerpo. Se sentía un pervertido total, pero ya llevaba varios minutos pidiéndole parar y Tao no se detenía.  

 

—Arre, arre… caballito —empezaba a cantar de nuevo, meciéndose sobre Kris, insistente. Lo peor de todo era que Kris no se lo quitaba de encima. Y es que era tan gracioso que no podía evitar que siguiera haciendo sus tonterías —. Eres un buen caballo… caballo bonito… arre…—balbuceó, deteniéndose y viendo a Kris muy detenidamente, bajando para darle un beso en la frente.

 

—¿Qué fue eso? —Tao sonrió, negándose, totalmente sonrojado —. Te vez muy…

 

—¿Me veo? ¿Cómo me veo? —Mordió su labio, tallándose los ojos con los puños. No faltaba mucho para que cayera dormido.

 

—Adorable —completó, quedándose quieto al sentir que Tao se abalanzaba y le daba muchos besos en la frente, premiándolo. 

 

—Soy adorableeee, mi caballo dice que soy adorableee —vocalizó—. Mi caballito bonito dice que soy adorable…muuy adorable. —Lo besó esta vez en la nariz, acomodando las manos en las mejillas de Kris y aplanándoselas, jugando de ese modo con ellas —. Tú también eres muy adorable.

 

—¿Siempre besas a la gente así de fácil? —Le preguntó, bromeando, viendo toda su expresión. Le gustaba cuando Tao se enojaba y decía que no.

 

—Nop —dijo, remarcando la ‘p’ —. Noooooop —añadió, acercándose totalmente para besarlo en la frente nuevamente. Kris frunció el ceño e inmediatamente Tao le picó allí para que el ceño fruncido se fuera —. ¿No…no te gusta que te de besitos?

 

¿Besitos? Tao no tenía arreglo en esos instantes.

 

—No es eso.

 

Tao se encogió de hombros, alejándose, haciendo puchero con los labios. Se veía terriblemente adorable.

 

—Estás enojado conmigo…—Tocó sus propios dedos, pensando mucho, totalmente mareado—. Y no te gusta que te de besitos… ¿qué pasa? ¿Ya no te gusto…? ¿Ni un poquito? —Subió su mano y la dejó en el aire, como si sus dedos fuesen a tocar la luna y las estrellas. Se veía tan ligero, pero Kris lo sentía demasiado pesado.

 

—Tao… —Éste inmediatamente lo miró, ansioso, totalmente expectante—. ¿Crees que no te amo?

 

—Estás enojado —comentó lo que pensaba era el problema, saliéndose cuidadosamente de la importante pregunta que Kris sostenía.

 

—No estoy enojado.

 

—¿En…en serio? —Titubeó, sonriendo tontamente, sintiendo cómo la felicidad le invadía el cuerpo una vez más.

 

—En serio.

 

Fiuuu. —Abrió mucho la boca—. Eso estuvo cerca. ¿Entonces, te gusta que te de besitos? 

 

La manera que Tao usaba para cambiar drásticamente de tema, frustró a Kris. El único defecto del Tao ebrio era ese. Incluso el Tao ebrio evadía el tema central…la incógnita.

 

—Estás cambiando de tema —espetó brevemente, seco.

 

—No… nooo —se excusó, alzándose de hombros, entre tímido y seguro. Sabía que lo evadía,  pero no quería aceptarlo.

 

—Sí. Lo hiciste. Contéstame, ¿crees que no te amo?

 

Tao negó, luego asintió, despistado. Totalmente desorientado. Teniendo más o menos todos sus pensamientos ordenados, dio una respuesta:

 

—Te gusto, te gusto mucho…eso me lo dijiste…y también me tienes cariño. Pero…no me amas.

 

—¿No? —Su mandíbula se apretó, quejándose internamente. Se esperaba algo como eso, pero nunca creyó que se sentiría tan mierda escucharlo. ¿Tao no se sentía correspondido? ¿No sentía que Kris estaba cambiando por él? Porque aunque fuese poco, lo hacía. Kris se esforzaba para demostrarle que estaba dándolo todo por la relación, por Tao. ¿Tanto hacía falta que dijera ‘te amo’? ¿La gente no podía conformarse con ver ese sentimiento en cada acción y gesto? ¿Necesitaba escucharlo, literalmente oírlo?

 

Kris lo entendía. Las personas tenían derecho a ser correspondidas y escuchar de vez en cuando una confesión de ese nivel. Pero…decir ‘te amo’ no era cualquier cosa. No se trataba de decirla todos los días y a todo momento; porque si así fuera, perdería la magia con facilidad. Escuchar ‘te amo’ llegaba a ser aburrido a veces, y muchas personas lo decían por decir, creyendo que ese sentimiento era el que invadía su cuerpo entero, pero al final no era de esa manera. Al final esos ‘te amos’ ya no eran reales. Al final confesarse se volvía rutinario y sin sentido. Se perdía la esencia, y la respuesta  de ese momento. Se perdía absolutamente todo. Pero seguía siendo importante. Lo era.

 

Por eso, Kris lo confesaría cuando realmente no se sintiera presionado, y cuando su cuerpo se sintiera tranquilo. En un momento inesperado, con una voz natural. Deseaba hacer de ese momento algo inolvidable. Algo incomparable; Tao no se merecía cualquier cosa, por eso todo tenía que salir casi perfecto.

 

—No, no…no me amas. —Infló los cachetes, conmocionado.

 

—¿Por qué dices eso?

 

—Porque nunca me lo has dicho. Pero…—Una sonrisa feliz se dibujó en sus delgados labios, logrando que con eso Kris se consumiera en un posible  ataque al corazón —, yo, yo esperaré hasta que puedas decírmelo.

 

Luego de varios intentos por recobrar el habla, Kris pudo trabajar correctamente en su gesticulación, terminando por sonreír de lado, satisfecho.

 

—¿En qué estás pensando ahora? —Prefirió cambiar un poco el rumbo, aunque supiera de antemano que su novio seguía pensando en lo mismo. Tao yacía pensativo, mirando de re ojo a Kris, sonrojado y con una combinación extraña de sentimientos y sensaciones.

 

—En nada —manifestó, moviendo la cabeza de un lado a otro, decidido a no tocar el tema de nuevo. Más sin en cambio, Kris se empeñó:

 

—¿Nada? ¿De verdad?

 

—Yo…tú…nosotros estamos bien después de todo. —Refutó, sonriendo en grande, tiernamente, absolutamente dulce.

 

Kris sintió derretirse, desvanecerse ante el alto palpitar de su corazón, que martillaba su pecho una y otra vez, sin querer detenerse.

 

—Que no te diga lo que esperas escuchar, no significa que no sienta nada por ti. —Levantó la mano, acomodando de ese modo el cabello del pequeño Tao. Tao asintió torpemente. Eso lo sabía —. Pronto escucharás lo que tengo para ti.

 

Sin removerse demasiado, Tao asintió varias veces, lanzándose condenadamente rápido para abrazarlo. Kris se mantuvo estático, gozando la cercanía.

 

—Te amooo. Te amo, te amo, te amo —prosiguió con su balada, mirando profundamente los ojos de Kris, que en esos momentos  se debatía si confesarlo también. Pero joder, Tao se encontraba ebrio y quizá esa confesión se le olvidaría a la mañana siguiente. No era buen momento para decir ‘te amo’. Ni muerto se aprovecharía del completamente debilucho Panda. Pero su pecho sintió un calorcito indescriptible y su boca se abrió lentamente, apenas murmurando:

 

—Yo…

 

Y hablaría, lo diría. Pero por suerte su deseo fue derribado por un fugaz movimiento del más pequeño.

 

—¿Uh, qué es…esto? —La voz de Tao  pareció seria al encontrar una especie de roca tibia bajo su mano. Apartó la palma y ladeó la cabeza, abriendo la boca poco después. Kris le agarró la muñeca, logrando que guardaran distancia.

 

Si Kris pensó que Tao nunca se daría cuenta de su erección, estaba totalmente equivocado. Tao estaba ebrio, no imbécil. En cualquier momento se daría cuenta.

 

—Son algunas consecuencias de montar al caballo. —Quiso soltar una carcajada por lo avergonzado que Tao se miraba—. ¿Te molesta? —No pudo evitar preguntárselo. Era algo muy malo aprovecharse del estado de Tao, pero le encantaba ver su rostro todo confundido.

 

—¿Estás…? —Kris alzó una ceja, esperando a que terminara de hablar —. ¿Estás excitado? ¿Por mí? Tú…tienes una erección ¿quieres hacerme el amor? —Sus propios cuestionamientos lo hicieron sonrojar. Kris suspiró, y se negó —. ¿No? ¿No quieres tocarme? ¿Te doy asco? ¿No te parezco sexy? ¿Ya no te gusto? —Hipeó todo aquello, tocándose el pecho para calmar su acelerado corazón.

 

Kris se incorporó, sosteniendo al pelirrojo de la cintura y abrazándolo con torpeza.

 

—Ya duérmete. —Entonces palmeó su espalda para obligarlo a cerrar los ojos, pasando su mano por todo el largo de su espalda,  depositando todo su calor —. Incluso ebrio no dejas de pensar en tonterías —bufó, sintiendo que Tao se separaba un poco y le besaba la frente.

 

Entonces el ambiente pareció ir demasiado lejos. La curiosidad de Tao había aumentado al triple y ante eso Kris no podía hacer gran cosa.

 

—¿Qué se siente penetrarme? —El sonido de Tao era agudo, sincero y lleno de merodeo.

 

Kris apenas pudo reaccionar. Podía esperar cualquier cosa y pregunta tonta, pero hablar sobre penetración no era exactamente lo que se imaginaba que saldría a colación.

 

—¿Por qué lo preguntas?

 

—Me gustaría saber qué se siente cuando penetras —se sinceró, sonriendo como loco, abrazando con todas sus fuerzas a Kris. Éste se quedó pensando mucho, queriendo preguntar algo más, pero los ronquidos de Tao exhibían su estado adormilado, inconsciente. 

 

¿Tao tenía deseos de penetrar a Kris?  ¿Quería ser el activo a la hora del sexo? Esa noche Kris no durmió lo suficiente, incluso la erección que lo caracterizaba como pervertido le había bajado. No podía imaginarse a Tao penetrándolo. Además… Kris jamás había sido el pasivo en una relación sexual. No le daba asco, pero era algo que no lo haría sentir cómodo. ¿Y si Tao quería penetrarlo pero nunca le decía por miedo a un rechazo? Kris quería saberlo; sabía que los ebrios decían la verdad y no quería dejar a Tao con ganas de nada.

 

Luego de pensar y pensar, se dio cuenta que jamás hablaron sobre sus posiciones en la cama. Tao jamás había dicho que ‘no’ a su posición de ‘pasivo’, pero no se trataba de ser pasivo o activo. Categorizar a los homosexuales estaba mal. Kris sabía que era injusto pensar solamente en su satisfacción sexual, ¿y si Tao quería probar penetrarlo? Era obvio que lo dejaría porque tenía el derecho a disfrutar con otra acción, pero Kris simplemente no se ponía cachondo sabiendo que Tao quería manejar la situación por al menos una noche.

 

No era correcto reprimir los deseos de pareja, y se suponía que tendrían confianza para decirlo abiertamente. Tampoco era correcto ver a Tao como un “pasivo” porque de eso no se trataba. Decir pasivo o activo era muy común, pero ofensivo a veces, no solamente porque eran seres humanos, sino porque ambos tenían derecho a disfrutar del sexo, de todo el cuerpo ajeno. Pero francamente, Kris no se imaginaba a Tao sobre él y penetrándolo; su novio era muy delicado, muy cuidadoso, muy tierno. O quizá lo estaba menospreciando. Quizá Tao se guardaba otra faceta y quería experimentar todo con Kris.

 

Y aunque fuese difícil de aceptarlo, Kris lo comprendió. Si Tao quería intentar penetrarlo, lo dejaría. Kris no era nadie para negárselo. Además el chiquillo le había dado mucha confianza y era totalmente injusto no darle la confianza también. Más sin embargo, era difícil. No era cualquier cosa que Kris se dejara hacer, más si ya traía un historial de dominio. Y era algo estúpido decir que el dominio venía por parte del sujeto que penetraba, porque muchas veces Tao tomaba las riendas cuando se ponía sobre su cuerpo y cabalgaba. ¿Entonces de qué temía? Igual y ser el pasivo no se trataba de sumisión, más bien de una acción menos energética, pero totalmente placentera.

 

Kris no veía a Tao como un sumiso. Verlo así era horrible. Tao no era un animal, no era su animal para azorarlo durante el sexo. Era cierto que lo acorralaba y lo tocaba posesivamente, pero eso no significaba que llevara todo el mando, porque al final de cuentas se dejaba envolver con las caricias que Tao le propiciaba siempre. Inclusive se derretía con un simple abrazo durante las mañanas y aquello no tenía una pizca de sumisión. ¿Para qué hacer a alguien más fuerte en una relación sexual? No era justo. Suho le contaba algunas de las prácticas sexuales que realizaba como hobbie, y ahora entendía a su amigo cuando le decía que era por simple morbo, que no había nada detrás.  Suho, el experto en ese tipo de prácticas, le decía que nunca rebajó a las personas, pero que daba mucho morbo sentirse el domador, y para la gente que le gustaba que le ordenaran, también era muy cachondo. Pero sólo eso. Eran sólo fantasías, y la gente no debía tomarse eso tan en serio; cualquier persona llegaba a fantasear con ser la pequeñita mientras uno más grande se le subía, pero nada más. Porque hablando sinceramente, a la hora del sexo, las caricias, los gemidos, el placer… todo era mutuo. Si el sexo era con una persona deseada, siempre existiría el placer y la confianza de hacer todo en cualquier momento.

 

Lo que faltaba por saber era si Tao se sentía bien cada vez que Kris lo penetraba, o si le parecía injusto que sólo su cavidad anal fuera usada. Y si Tao deseaba penetrarlo, entones lo tomaría en cuenta. Ya lo más complejo lo dejaría para después. Por el momento, sabía que Tao de igual forma lo entendería. Lo que quedaba era esperar a que Tao estuviese en sus cinco sentidos para hablar del tema y aclarar los puntos, de igual forma faltaba el Striptease y el beso que se suponía, se daría la tarde de domingo.

 

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A la mañana siguiente, Tao abrió los ojos de repente, casi como robot, sentándose en la cama y dándole unas palmaditas a Kris. Al despertarlo, se levantó con torpeza y se cayó de la cama. Kris se incorporó, quitándose las lagañas.

 

—¿Qué ha pasado? ¿Qué pasó con el burro? —Su voz sonaba asustadísima, ansiosa.

 

Kris agachó la cabeza y se negó dos veces, poniendo su típica expresión de «No puede ser posible»

 

—¿Qué? ¿Cómo puedes preguntar por el burro a estas horas? —Viró directo al reloj despertador,  bostezando.

 

—¿Me subí? ¿Logré subirme al burro? —Inmediatamente se levantó del piso, sentándose en la cama, esperando de ese modo una respuesta.

 

—¿Sólo recuerdas eso? —Inquirió, tronándose la espalda. Tao se alzó de hombros, no entendiendo nada. Se suponía que todo le daba vueltas y que quería subirse al burro, pero que la dueña no lo dejaba. De igual forma recordaba a Baek deseando subir también, y a Gruñido, el hijo de Chen, perseguir a una señora por toda la feria. Fuera de eso no recordaba nada más.

 

—Sí, ¿por qué? ¿Pasó algo más? —Su expresión parecía asustada. Temía haberle hecho algo malo a Kris —. ¿Hicimos el amor? —Tartamudeó al imaginarse totalmente atontado por el alcohol mientras era embestido fuertemente.

 

—No, te quedaste dormido cuando planeaba hacerlo —mintió, levantando una ceja. Tao se levantó de la cama,  viéndose de arriba abajo,  y sintiendo un dolor pésimo en la cabeza. Era la resaca. Se sentía muy mal.

 

—Mierda… es muy tarde. ¡Debemos ir a la escuela! —Pudo cambiar drásticamente de tema, dejando al más alto con el entrecejo fruncido. Sostuvo la mano de Kris y lo obligó a pararse para meterse juntos a bañar. Durante la ducha no dijeron nada, pero se observaron mucho, guardando pensamientos diferentes. Por una parte estaba Kris, pensando en si en verdad recordaba o no lo que había sucedido anoche. Y por otro estaba Tao que no recordaba nada y que quería saber si había hecho o dicho algo malo en la noche; su novio se miraba muy serio y eso lo apabullaba mucho.

 

Al terminar, se cambiaron y bajaron a desayunar. Tao se tomó una pastilla y cuando subió a la camioneta, Kris le habló:

 

—Le prometí a tu madre que no tomarías alcohol, pero ya lo hiciste. ¿Qué explicación debería darle?

 

—No le digamos nada. Además no es muy grave, algún día tenía que beber, ¿no es así? Además me cuidaste muy bien. —Sonrió, luego se neutralizó—. ¿O hay algo que no sepa y que te estés guardando?

 

—¿Debería haber algo? 

 

—Te ves muy misterioso. Kris, ¿en verdad pasó algo anoche? ¿Dije algo? ¿Hice algo?

 

—¿Aparte de dejarme duro? —Suspiró, pensándoselo—. Me trataste como si fuera un caballo. Te subiste en mis piernas y gritabas como un loco.

 

—¿Yo? ¿Yo hice eso?

 

—También inventaste un juego y lloraste porque te pedí que te detuvieras y que durmieras.

 

—¿Qué? No mientras, yo nunca haría eso. —Los labios le temblaron, deformándole el gesto. ¡No podía ser posible!

 

Kris lo miró, negándose —. Hablaste mucho, confesando lo mucho que me querías y lo guapo que era para ti. Eres un lío tomando.

 

—Yo… lo siento. ¿Hice algo más? ¿Hice algo que te molestara?

 

—No, incluso me chupaste un dedo.

 

—¿Qué? ¿Yo? ¡¿Yo?! ¡Yo no hice eso! Yo no… —Una de sus manos temblorosas se levantó, entremetiéndose entre su cuerpo y el de Kris, manteniendo mucha distancia. Eso había sido suficiente. No quería creerle, pero Kris era incapaz de inventarse algo como eso. Para ello debía tener mucha imaginación y Kris se aburría fácilmente, ¿no inventaría algo así? ¿O sí? No… no, y no. Tao cerró los ojos con fuerzas, totalmente rojo. 

 

—Me dijiste que querías probarlo —añadió, curveando los labios en una sonrisa socarrona.

 

—¿Luego qué sucedió?  —Trató de saber todo, olvidando un poco lo anterior. Igual ya no podía cambiar las cosas; lo hecho, hecho estaba.

 

—Dijiste que era un buen caballo —dijo, bufando—. Ya no debes tomar, eres un lío…

 

—Pero…¿Nos tocamos o algo?

 

—¿Tocarnos?

 

—¿Nos besamos? —Inquirió, perdurando con su curiosidad. Era necesario saber todo. Absolutamente necesario.

 

—No.

 

—Qué bueno. —Suspiró aliviado—. No me hubiese gustado que el único consciente fueses tú. Y ¿por qué no me tocaste si estabas excitado? —Rodó los ojos para ver a Kris.

 

—No hubiese sido justo —afirmó, mirándolo de re ojo—. Además no me gusta enrollarme con personas ebrias —agregó, recibiendo un puñetazo en la pierna por parte de Tao.

 

—Sí…enrollarte… ¿Sabes? No me gusta que uses esa palabra. Se escucha muy tosca, suena como si fuera alguien más y no alguien importante. —Luego de decirlo se volteó, mirando directo al frente, cruzado de brazos.

 

—¿Ya no te duele la cabeza? —Kris acabó con el silencio, tocando su frente precipitadamente.

 

Tao ladeó la cabeza, apartándose a Kris de encima. Le encantaba ser tocado por él, pero en esos momentos no quería que le pusiera siquiera un dedo encima. La resaca lo ponía de mal humor.

 

—No me gusta que saques otro tema —soltó, sincero, evitando el contacto visual con Kris, que lo miraba sin ningún despiste.

 

—Sólo estoy preocupado —alegó, pisando el acelerador.

 

—Estoy hablando sobre lo que no me gusta. Acabo de decir no me gusta que utilices “enrollar” conmigo. ¿Por qué cambias de tema? —Para aguardar se miró las manos.

 

—No lo cambio, sólo añado otro —Kris contestó, neutro, totalmente natural, como si no hubiese algo malo con eso. Pero para Tao sí había algo mal. Tao quería que Kris debatiera con él, pero lo que no sabía era que Kris ya lo había procesado y que se había prometido jamás usar esa palabra.

 

—Ok —dijo simple, breve. Se recargó más en el asiento y se quedó callado, alejado totalmente de Kris.

 

Para su sorpresa, Kris preguntó algo demasiado cliché. La mayoría de los hombres preguntaban lo obvio en momentos tontos, y esta vez Kris no fue diferente a eso.

 

—¿Ahora estás molesto?

 

Tao resopló, viendo el paisaje de la ventana.

 

—¿Debería estarlo? —Atacó, sonando muy irónico.

 

—No. —Finalizó, apretando fuertemente el volante, dejando sus nudillos completamente blancos.

 

—Entonces no lo estoy —expuso calmadamente, claramente decepcionado.

 

Al cabo de un minuto, Kris se detuvo en el estacionamiento de la escuela y suspiró ruidosamente, totalmente cansado. —Jamás usaré esa palabra. Lo lamento —prometió con mucha, excesiva seriedad, a lo que Tao sonrió como un tonto.

 

—Estoy de acuerdo —anunció, sintiendo la astucia con la que Kris le apartaba el cinturón de seguridad —. Y bien, sí estaba enojado, pero ya que te disculpaste se me ha pasado —canturreó animosamente, dejando a Kris muy estupefacto.

 

Kris no sabía exactamente cómo le hacía Tao para obligarlo a decir y hacer cosas que nunca haría, pero era demasiado estúpido estudiar ese dato. Era verdad lo que decía Kai, y lo que pensaban todos: Si Tao decía que era rosa aunque fuese azul, era rosa y nadie podía contra eso. Kris no podía contra eso tampoco.

 

—Hoy despertaste muy diferente —comentó apenas se bajaron del vehículo.

 

—Es sólo que estoy avergonzado. No debí ponerme ebrio. Lo siento, de verdad lo siento.

 

—No hay problema, esta vez fuiste el ebrio. Supongo que es bueno conocer nuestras diferentes facetas.

 

—¿Cómo eres cuando estás ebrio?

 

Los ojos del rubio se desviaron hasta Tao.

 

—Cuentan que soy un pervertido —rió, viendo el rostro entre sorprendido y asustado del pelirrojo.

 

—Nunca dejaré que te pongas ebrio. —Refutó, tomándolo de la mano y caminando rápido para llegar a clases.

 

—Y no debes, no podrás quitarme de encima. —Tao asintió, sonriendo como loco—. Hablando de sexo… ¿tienes alguna fantasía?

 

El cuestionamiento estremeció al menor. ¿Fantasías? ¿Tao tenía una fantasía?

 

—No. ¿Y tú?

 

—¿Ninguna? —Exigió una respuesta verdadera, tomando a Tao por sorpresa.

 

Tao se detuvo a pensar, ¿qué era lo que le pasaba a Kris? ¿Por qué tanto alboroto con eso? ¿Acaso Kris tenía una fantasía? —Sí, ninguna. ¿Tú tienes alguna? —Prefirió preguntar también.

 

—Por el momento no.

 

Tao lo observó cuidadosamente y al no escuchar más nada, llegaron  y entraron a sus respectivas clases. Sin embargo, Tao aprovechó que tenía una hora libre para buscar a sus amigos. No a todos, sólo los que quizá podrían ayudarlo a recaudar ideas para un fantástico Striptease.

 

—¿Un… un Striptease? —Luhan gritó muy alto, callándose cuando todos los presentes le golpearon la pierna para que se callara. Se encontraban sentados en la cafetería y había poca gente, pero los importantes se encontraban ahí: BaekHyun, Lay, Xiumin, Kyungsoo y Luhan. Ellos eran perfectos para hablar sobre el tema erótico, más Luhan porque  poseía muchos conocimientos.

 

—Se supone que esto es íntimo, Luhan —Baek se negó, reprendiéndolo—. ¿Entonces? ¿Qué harás, Tao?

 

—Pues el Striptease, digo… no creo que sea tan difícil. Y ya no tengo miedo a si me sale mal o si le gusta. Pero quiero recomendaciones de música.  

 

Baek pensó un poco, luego levantó la mano para pedir hablar primero. Tao le cedió la palabra:

 

—Bad to the bone es muy buena —se mofó, recordando que de pecho la había bailado y que se sentía muy sexy con sólo escucharla.

 

—La música energética es buena, el rock y todo eso… pero no sé, pienso que debe ser algo más íntimo, más sensual, algo que sea único —describió Tao, tomando una enorme bocanada de aire.

 

—Sí, es como la de Joe Cocker “You can Leave your hat on” —Opinó Luhan, pensando más a fondo —. O como la de Shania Twain con “Man! I feel like a woman” O como la de Lenny Kravitz “ American Woman”

 

—Sí, estoy de acuerdo —Xiumin habló—. Es como si fueras como los demás que bailan las típicas. A mí en lo personal me encanta la perra de Britney Spears.

 

—No es una perra —Luhan defendió a su famosa preferida.

 

—Esto es difícil, también AC/DC es algo muy típico, aunque suene bien —Kyungsoo habló, mordiéndose el labio —. The Pussycat Dolls también están bien choteadas. Christina Aguilera está igual. Michael Jackson ni se diga, Ah y también Depeche mode. Sería bueno que eligieras algo que no esté muy usado.

 

—Como la de Boombastic —se burló Baek, recordando que esa canción le daba mucha vergüenza. Era algo muy suculento, pero le daba mucha risa el sonido.

 

—¿Estás loco? Esa canción me recuerda a la de Chacarrón. —Se burló Tao.

 

—¿Qué tal una de The Doors? —Cuestionó Lay—. La de Roadhouse blues se escucha bien.

 

—La de Pour some sugar on me" de Def Leppard, también suena bien —Luhan dijo, sonriendo en grande al recordar que la había bailado antes, pero que Tao se vería raro bailándola. Al parecer Tao quería algo mucho más íntimo, una melodía en la cual pudiera tocarse mucho y no sólo desvestirse.

 

Tao se quedó pensando.

 

—Bueno, pero también hay algunas más tranquilas como la de All mine de Portishead, aunque me da miedo, suena media posesiva. —Todos miraron a Lay, que había dado otra opinión —. Pero es linda, también está crazy o rag doll de Aerosmith, o la de november rain de Guns  N’ roses.

 

—Me gusta mucho la de All mine, pero también creo que es muy posesiva —musitó Tao, haciendo puchero. Quiero algo lento, algo sensual y que no sea típico.

 

—Pues Bon Jovi, Kiss, Poison, Alice Cooper, Scorpions,  e incluso Metallica están muy sonadas —dictaminó Luhan.

 

—¿Qué te parece la de She rides de Danzing? Suena padre —Xiumin le puso los audífonos para que escuchara la canción. Entonces varios minutos pasaron de ese modo, hasta descartarla. Luego de esa Xiumin le puso algo de Audioslave, concluyendo con un poco de Sistar y de las Girls Generations. Al final terminaron escuchando devil’s dance de Metallica. 

 

—No hay nada bueno —detonó Lay, cruzándose de brazos—. Tao, ¿te gusta Lana del Rey?

 

—Oye… ¿quién es esa? —Baek abrió la boca, sorprendido —. Estamos hablando de música de los 80’s y me sales con algo del siglo 21. Tao merece bailar algo que tenga años de belleza ¿comprendes?

 

—Es que hay una canción de Lana del Rey que se escucha sexy —Lay defendió su punto.

 

—Ah, sí —Soo lo recordó también —. La de Blue Jeans.

 

—Ya la he escuchado y es linda, pero no sé, no me imagino bailándola. Aunque tiene buen sonido —admitió Tao, rascándose la cabeza.

 

—Rihanna y Beyonce también tiene música buena. Lady Gaga ni se diga —Luhan sonrió en grande, sacando su móvil para poner algo de Lady Gaga. Amaba a Lady gaga, más la canción de Bad romance.

 

—Ya no confundan a Tao. Llevamos una hora recomendando música y ninguna parece buena. —Xiumin se recargó en la mesa, cansadísimo de pensar. Lay hizo lo mismo.

 

—¿Qué tal algo de los Rolling Stones? ¿Miss you? ¿O la de Everlasting Light de The Black Keys? —Empezó Luhan nuevamente. Se sabía todo un repertorio y necesitaba recomendar para que Tao tuviera más ideas.

 

Tao se negó.

 

—Esas me gustan, pero…Lo siento chicos, de verdad, pensé que podríamos sacar una buena canción pero quiero algo mega especial. Gracias por sus recomendaciones, me las he escuchado todas y son muy buenas, pero creo que buscaré por mi cuenta. Igual y me llevé muy buenas canciones de aquí —se sinceró, sonriéndoles a todos.

 

Baek suspiró al igual que Soo. Se sentían tranquilos por sus palabras, pero les hubiese gustado conseguirle una buena canción.

 

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Poco después de salir de la escuela, Kris llevó a Tao a dar un paseo. El chiquillo parecía no tener idea de los temas que tocarían, pero era preferible aclararlos. Esa mañana habían hablado sobre las fantasías sexuales, pero Tao al final de cuentas no dijo algo que pudiese cambiar el rumbo de las cosas, y quizá Kris debió sentirse tranquilo, pero no. No se sentía tranquilo. Además no había sido lo suficientemente claro sobre el tema, así que se organizó para pensar bien y hablar sobre aquello que lo tenía más que irritado, preocupado.

 

—Se ven muy bien esos helados —con mucha confianza, señaló el puesto e inmediatamente Kris lo llevó para comprarle lo que quisiese. Ya con el helado en mano, Tao ronroneó, tomando la mano de Kris y sentándose a su lado, muy pegado —. ¿Sabe bien el tuyo? —Para que supiera la respuesta, Kris le acercó su helado y Tao inmediatamente lo lamió, aprobándolo. Era de vainilla con pedazos de galleta y chocolate. El de Tao era un helado de gansito y también sabía muy bien, aunque tuvo media aprobación por parte de Kris.

 

El momento del postre resultó muy acogedor. Nadie había dicho nada, sólo disfrutaban de sus respectivos helados y comían de a ratitos un poco del contrario, compartiendo hasta la minúscula proporción de saliva. Hasta que uno de los dos habló, esta vez fue Tao:

 

—Recuerdo cuando Chanyeol me decía que no podías compartir nada. El primer día de novios falsos me diste de tu agua y un chocolate ¿recuerdas?

 

Kris se recargó en la banca. Sí, lo recordaba muy bien. Esa también había sido la primera vez que se sentía preocupado por alguien.

 

—Lo recuerdo. 

 

—Me pone muy feliz que seas así conmigo —expresó, reposando la cabeza en las piernas de Kris, terminándose su helado de ese modo. Luego, misteriosamente levantó la mano y le acarició la mejilla, sintiendo mariposas en el estómago —. Me gusta nuestra relación —agregó, tarareando Powerless de Linkin Park. 

 

—Eres la única persona con la que comparto este tipo de cosas. Si alguien más se hubiese acostado así en mis piernas ya lo hubiera pateado —compartió también, situando una de sus manos en la camiseta de Tao —. Pero ahora quiero hablar de lo que dijiste en estado de ebriedad.

 

El rostro de Tao cambió de contento a nervioso.

 

—¿Qué fue lo que dije?

 

—Me preguntaste sobre lo que sentía cuando te penetraba —anunció ronco, viendo a Tao a los ojos, percibiendo que su cara estaba completamente roja.

 

—¿Yo pregunté eso?

 

—Sí. Y no me molesta. ¿Quieres saber qué es lo que siento?

 

Tao cerró los ojos, soltando una risa totalmente nerviosa. Se sentía muy avergonzado ¿De verdad preguntó eso? Ya nunca volvería a beber.

 

—No tienes que decírmelo… —murmuró, tratando de levantarse, no obstante se quedó donde mismo al sentir que la enorme mano de su novio lo hacía descender para que siguiera recostado.

 

—Se siente bien. Se siente muy bien —repuso, virando hasta la mano de Tao, que se situaba sobre la suya —. Anoche me quedé pensando en si querías intentarlo conmigo. Nunca te he preguntado, fue por eso que te pregunté sobre tus fantasías. Y si quieres intentar penetrarme, yo puedo aceptarlo. Nunca nadie lo ha hecho, y si tú quieres saber lo que siente penetrar, si quieres experimentar…puedes hacerlo. No te calles nada.

 

Los segundos parecieron siglos para Kris, que se encontraba esperando al menos un ruido por parte de Tao.

 

—Que considerado eres, mi amor —musitó, sonriendo enormemente, dejando totalmente paralizado a Kris —. ¿De verdad dejarías que yo me subiera a tu cuerpo y…? ¿Y te hiciera el amor?

 

Sin despegar los ojos de Tao, Kris contestó: —Estoy dispuesto a hacerlo a tu manera.

 

—Nunca me imaginé que habláramos de este tema. En realidad, que me dejes penetrarte es estupendo, nunca imaginé que me dejaras hacerlo…nunca creí que pensaras en mí de esa forma. Gracias. —Incorporó su cuerpo y abrazó a Kris, añadiendo: —Muchas gracias, nunca voy a olvidar esto. Ahora sé que cuando quiera podré hacerlo a mí manera —dijo, esta vez viéndolo  a los ojos, muy de cerca, despegándose un poco y cayendo de nuevo en sus piernas para reposar la cabeza como antes —. Pero el problema es que no me apetece. Yo no me imagino penetrándote ni nada, yo mil veces prefiero que lo hagas tú. Me gusta cuando lo haces tú, pero que considerado eres. Esa es una razón más por las cuales me enamoré de ti… sabía que tenías potencial. Lo sabía —ironizó, abriendo los brazos y la boca, totalmente dramático —. Ahora añadiré esta razón más a mi listado, serán las 1001 razones por las que te amo. 

 

De un momento a otro, Kris suspiró, tranquilo y totalmente contento.

 

—Nunca acabaré de descubrir qué es lo que pasa por esa cabecita tuya —apuntó su frente y le picó dos veces, haciendo toc toc.

 

—Pero te asustaste ¿verdad? —Se rió—. ¿Cómo pudiste pensar que quería penetrarte? Si a mí me encanta que tú hagas ese trabajo. Me siento más cómodo así.

 

—Estoy de acuerdo. La relación sería extraña si cambiamos de rutina sexualmente.

 

—Últimamente  como que te estás volviendo romántico ¿No crees? Digo… haces y dices cosas más cursis.

 

—No es cierto.

 

—Como sea. Me encanta. Me encantas —pronunció en alto—. ¡Me encantas! —Susurró esta vez en su oído, terminando por abrazarlo con fuerza. Kris resopló, abrazándolo también. 

 

 

 

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De vuelta a casa y al llegar precisamente a la habitación de Kris, Tao observó que su novio se encontraba moviendo un pequeño sillón hasta empotrarlo a la pared y que dejaba una silla frente a la cama.

 

—¿Pensé que el sillón te gustaba pegado a la cama? —Tao se confundió, observando que su pareja se dirigía al closet y sacaba el camisón de Bob esponja y sacaba uno de sus cajones una bolsa negra.

 

—Te estoy preparando el escenario —respondió.

 

—¿Escenario? ¿De qué hablas?

 

—Del escenario que utilizarás para el Striptease.

 

Al escuchar aquello, ZiTao se dejó caer en la cama, repitiéndose mentalmente que todo estaba bien. Sí… todo estaba bien. Pero lo que más le sorprendió fue que no tenía miedo ni nervios, lo que le preocupaba era que no tenía una buena canción para bailar.

 

—Estuve buscando música, mucha música y no encontré nada bueno.

 

—La música la pongo yo, al igual que la vestimenta —dijo, entregándole lo que había sacado del closet y de su cajón.

 

—¿Qué tipo de música es? ¿Me dejarías escucharla primero?

 

—No. —Señaló el baño—. La música es sólo un estimulante, pero lo que quiero es que te disfrutes. Quiero que te toques, que te sientas sensual. No quiero que hagas una coreografía, ni tampoco que vistas la gran cosa. Quiero que seas tú mismo, y que te disfrutes. No es necesario que mantengas contacto visual conmigo, tampoco es necesario que bailes de cerca. Lo único que quiero es que sientas lo sensual que eres. ¿De acuerdo?

 

Tao asintió, sonriendo coqueto. Fue hasta el baño y cerró la puerta, imaginando que sería más sexy si se diera una ducha rápida para que su cabello húmedo diera un toque salvaje. Ya bien duchado y con el cabello mojado, miró la ropa. Se trataba de su camisón de Bob esponja, que coincidía con lo que Kris decía: sentirse sexy no necesariamente era vestirse con ropa diseñada o muy descubierta. En todo caso, su pijama también podría hacerlo sentir sexy. Además, su pijama lo haría sentir más natural porque era algo muy tímido, algo muy común y corriente, simplemente era el Tao de siempre. Y Kris quería ver al Tao de siempre, sólo que descubriendo cuán sexy era. Dejando a un lado el camisón, abrió la bolsa negra, encontrándose con un bonito bóxer de encaje masculino y unas medias bucaneras Las medias  le quedaban un poco más arriba de las rodillas y no dejaban mucho a la imaginación, de hecho eran como mallas de alambre, pero esta vez de lycra. Inmediatamente se acomodó toda la ropa y se miró un poco. Se veía demasiado sexy, más si juagaba a levantarse el camisón lentamente.

 

Ya listo, se secó un poco el cabello y se lo acomodó de manera que se le viera mejor. Respiró profundo y giró el pomo, saliendo cómodamente, encontrándose a Kris sentado en el sillón que había acomodado cerca de la pared. No había mucha luz, de hecho sólo había dos lámparas encendidas y el ambiente se veía muy íntimo. Frente a ese sillón había un gran espacio y una silla por si Tao quería utilizar y al fondo estaba la cama.  ¿Por dónde comenzar? Tao pensó rápidamente. Miró a Kris y dio un paso hacia adelante, caminando directo a la silla. Realmente no quería utilizarla. Tao quería utilizar la cama y el piso, sí… el piso estaba bien y la cama también.  Tomó la silla y la arrastró fácilmente hasta una esquina para dejarla fuera. Kris se dirigió hasta la puerta, puso seguro y llevó consigo el control de su reproductor. Tao se estremeció. Se sentía tan minúsculo, tan...delicado y fresco. No tenía ni puta idea de cómo moverse, pero respiraría profundo y pensaría en apreciar cada parte de su cuerpo.

 

De repente y cuando menos se lo esperó, Kris encendió el reproductor, dejándolo con volumen bajo, pero lo suficientemente audible para ambos. La música era lenta, sensual e inmediatamente Tao recordó que esa pista ya la había escuchado antes. Se trataba de If you Wear That velvet  Dress de U2 en compañía de Jools Holland. Era una canción muy lenta y cuidadosa, en la cual tenía la oportunidad de descubrir todo su cuerpo y hacer movimientos cotizados, pero a gran profundidad. El sonido principal lo ayudó a caminar de un lado a otro, marcando cada paso junto con unos contoneos sutiles, nada atrevidos, pero lo suficientemente elegantes para voltear al frente, directo a Kris, y situar cuidadosamente las manos en su cintura y descender hasta su cadera,  jaloneándose el camisón, arrugándolo con las palmas hasta caminar dos pasos al frente y descender con un movimiento de izquierda a derecha, manteniéndose en el mismo sitio, pero meneando las curvas que poseía, de manera lenta y equilibrada, demostrando confianza.

 

Ya más relajado, se llevó una mano al cabello y tocó desde ahí hasta su muslo derecho, bajando verticalmente, hasta alzar su trasero y levantar el rostro, moviendo lentamente la cabeza para que su cabello se moviera también, subiéndose cada tanto la pijama, mostrando lo bonito que se le miraban las medias. Ya erguido de nuevo, se dio la media vuelta y caminó hasta la cama, en la cual acarició con la punta de los dedos,  se volvió, quedando de frente hacia Kris y se recargó en el colchón, sentándose y abriendo las piernas, tocando sólo el piso con las puntas de los dedos de los pies, logrando acariciarse la capa interna de los muslos y subir hasta su pecho, tumbándose hacia atrás, hasta quedar totalmente recostado en el ancho del colchón, mostrando todo su perfil a Kris, y levantando las piernas tenuemente, juguetonas, hasta subir más de la cuenta el camisón y frotar sus pezones por debajo de la tela para después bajar y acariciar sus costillas, alcanzando a rodear su ombligo con dos dedos y meter un poco la mano a su bóxer, tanteando bajárselo muy lentamente. Hundió la cabeza entre las sábanas, alzando su caja torácica, cerrando los ojos tenuemente, sintiendo cómo su piel vibraba con cada toque y cómo su cuerpo subía de temperatura al saber que Kris lo veía sin apartar la vista.

 

Luego de soltar un gemido casi mudo, Tao dejó caer una pierna a la orilla del colchón para después bajar la otra y tocar el piso, levantándose con un contoneó impresionante. Y, sintiéndose muy poderoso, caminó directo a Kris, quedando a mitad de camino, tocó sus extremidades con las yemas de los dedos, sintiendo que sus dos hombros se encontraban descubiertos y encogidos, tranquilos. Sonrió con codicia, apenas surcando los labios y volvió a darle la espalda, llevando las manos hasta su pijama para subirla lentamente mientras abría las piernas de izquierda a derecha, dejando ver su flexibilidad y mostrando incluso los bóxer al mantenerse ya totalmente abierto sobre el suelo, dejándose caer lentamente del abdomen hacia arriba para levantar su redondeado trasero, estirar las piernas hacia atrás y subir lentamente hasta quedar en cuatro patas, voltear hacia atrás para ver a Kris y hundir el pecho para dejarse caer cómodamente de lado y abrir una pierna, quedándose totalmente de espaldas acostado sobre el piso. Subió una pierna, llevándola a su lugar, y con ayuda de ambas manos, se acarició los muslos, abriéndoselos totalmente y levantando el abdomen, soltando un suspiro y mirando directo a Kris, manteniendo la cabeza posada hacia el lado izquierdo al ras que se tocaba, subiendo muy lentamente su camisón hasta lograr mostrar sus costillas.

 

Kris desvió su mirada para mirar directo las largas piernas de Tao, siguiendo la forma hasta quedarse estancado en la curvatura de sus espalda baja, para luego precisar un movimiento rápido y enfocar a Tao gateando directo hacia él. Lo hacía muy lentamente, pero tentador, amenazando con atacarlo sexualmente. Al tenerlo lo suficientemente cerca, el calor de su entrepierna ascendió hasta su pecho, dejándolo totalmente paralizado y bastante excitado. Tao yacía en el piso, hincado y con las piernas lo suficientemente abiertas, listas, disfrutando su cuerpo, su piel, hasta apartarse el camisón inesperadamente y tirarlo a un lado, situando sus ansiosas manos por todo su abdomen, subiéndolas hasta su cuello cuidadosamente, hasta acabar por bajarlas y descubrir un poco la piel que era cubierta por el bóxer, dejando a Kris con ganas de verlo totalmente desnudo.

 

Y Tao seguiría con su espectáculo, pero la música parecía estarse terminando, cosa que lo obligó a juntar las piernas, hincarse perfectamente bien y levantarse limpiamente, manteniendo en movimiento la cadera, tocándosela, terminando por situar la rodilla junto a la pierna de Kris, subiéndose a horcajadas sobre él sin esfuerzo alguno. Enredó sus brazos en el largo cuello de Kris y sin siquiera pensárselo dos veces, bailó sobre su entrepierna cubierta, de adelante hacia atrás, muy lentamente, pero logrando una fricción absolutamente excitante.

 

Tao apenas se dio cuenta que la música había terminado cuando Kris le apretó la cintura con las manos, acariciándolo y bajando hasta tocar su cadera y terminar por  apretarle las piernas con fuerza, sacando de ese modo un jadeó por parte de Tao, quien se apretó más contra Kris, sintiéndose totalmente suyo. Entonces, Kris acercó su boca directo a la del más pequeño y se sumergió, besándolo por completo, lamiéndole el labio inferior con la lengua y terminando por envolverla con la contraria, danzando juntos.

 

Tao continuó moviéndose, percibiendo su cuerpo planamente, sintiéndose fuerte y poderoso, sensual. Dejó ambas manos en las mejillas de Kris e hizo más lento el beso, hasta terminarlo. Lo observó con cuidado, acercándose un poco más, sacó la lengua y le lamió el labio inferior, probándolo. Kris se impulsó, lamiéndole el labio también, iniciando otro beso húmedo y desesperado, necesitado. Tao correspondió, haciendo sus movimientos de pelvis cada vez más electrizantes, insuperables, dinámicos.

 

Codiciosamente, Kris metió ambas manos en el bóxer de Tao, sintiendo la cálida piel de su trasero, hasta alzarlo en ese mismo lugar, alcanzando a meterse un pezón a la boca para besarlo, aceptando que Tao le tirara del cabello para evitar que el pezón dejara de hacer contacto con su lengua. Los gemidos de Tao fueron armoniosos, seductores, eróticos, totalmente sonoros. Y Kris sentía que se correría en cualquier momento sin siquiera haberse masturbado. Pero se había vuelto adicto a los movimientos naturales que Tao hacía, al calor de su piel que se colaba para colapsar en la suya, a su suave boca sabor a menta.

 

Tao estaba totalmente tibio, listo, receptivo, suave, manejable, absolutamente cachondo. Sentirlo era un placer, y lo sabía. Kris jamás había tocado a alguien tan especial como Tao, jamás había imaginado que alguien tuviese una sensualidad magnífica y única. Pero Tao la poseía. Tao era absolutamente erótico, sexy…y ahora que lo había visto tocarse, seguiría sosteniéndolo. Y era demasiado significante, tanto, que hasta seguía sin comprender por qué no se le había tirado encima al verlo sobre la cama o acostado en el piso…porque era inevitable mantenerse calmado cuando sus instintos le gritaban que fuese y lo tocara, que se lo hiciera ahí mismo, en medio de todo el espectáculo, pero algo lo detenía, y era que deseaba seguir viéndolo. Anhelaba verlo hasta el final, disfrutar esos minutos que ciertamente valían oro. Pero lo más sorprendente era que Kris se encontraba erecto desde el principio, desde antes que bailara y que saliera del baño. Lo excitaba saber que Tao se movería lentamente y con poder frente a él. Y aquello le ayudó a reiterar que Tao era muy importante, que era vital. Tao era nuevo, algo innovador, inocente y ardiente al mismo tiempo. No había algo más que Kris quisiera. Con Tao tenía suficiente. Tao era totalmente perfecto de pies a cabeza, con o sin ropa. Y no porque lo pusiera duro, sino porque lo sentía de lleno, profundamente.

 

Deseando pasar al siguiente paso, Kris se levantó, cargando a Tao fácilmente, llevándolo hasta la cama para terminar por depositarlo ahí. Tao sonrió, atrayendo a Kris, sintiendo su respiración. Le encantaba respirar su perfume, su olor natural. Era débil ante Kris, le encantaba que le hiciera el amor, le gustaba mucho tenerlo sobre su cuerpo, apresándolo y llenándolo de su esencia. Acortó la distancia con un beso dulce, muy casto, pero lleno de sentimientos. Se hundió entre las almohadas y sin esperárselo, Kris fue hasta su oído y le susurró:

 

—Aguarda un momento.

 

Tao asintió, quedándose quieto, sin moverse. Observó que Kris se dirigía hasta el cajón y sacaba una botellita al mismo tiempo que se desabrochaba los pantalones.  Sin querer saber más, cerró los ojos. Sentía muchas mariposas en el estómago y estaba seguro que todavía tenía las medias puestas. Entonces, abrió los ojos al sentir que la cama se hundía. Kris le agarró una pierna, cortésmente, y comenzó a bajarle la media hasta sacársela. Lo mismo hizo con la otra pierna.

 

—Eres muy sexy —Kris habló, mirándolo a los ojos—. ¿No te lo había dicho antes?

 

—¿Estás ligándome? —Su tonó pareció sarcástico. Kris jamás decía que era sexy tan normalmente, y ahora que lo decía era como si el mundo se fuese a acabar. Era autentica la forma en la que Kris iba tomando más confianza, pero seguía siendo interesante porque utilizaba momentos adecuados para comportarse romántico o hablador. Tao estaba seguro que jamás se aburriría con Kris.

 

—Quizá…

 

—No, casi nunca me dices lo  sexy que me veo —comentó, estremeciéndose al sentir que las manos de Kris se posicionaban en su cadera y bajaban tranquilamente su bóxer, dejándolo completamente desnudo. 

 

—Pues estás muy sexy —siguió. Tao levantó las piernas y  las posó en los hombros desnudos de Kris, poniéndose cómodo. Éste, abrió el botecillo que había sacado y untó una gran cantidad de lubricante entre las nalgas de Tao, que se removió al sentir lo frío del líquido.

 

—Gracias, acabo de agregar otra razón más a mi libro “Las razones por las que amo a Kris” —Bromeó, sincerándose en verdad. No sabía cuántas cosas más faltaban, pero si Kris seguía siendo positivo en la relación, entonces terminaría por sacar un segundo libro. 

 

—¿Me mostrarás el libro? —Kris sonó serio, demasiado concentrado. La sonrisa de Tao iluminó la habitación, sintiendo dos dedos en su interior, moviéndose lentamente, dilatándolo.

 

—Claro —jadeó, tensándose. Kris se detuvo, esperando a que se destensara —. Cuando dejes de enamorarme podré terminarlo. 

 

—Me agrada leer borradores —insistió, moviendo sus dedos con sumo cuidado, tocando la próstata de Tao, que gimió fuerte al llegar al punto exacto. Estaba listo —. Yo también te mostraré mi libro —añadió, recibiendo como respuesta un gesto confundido por parte de su pareja.

 

El corazón de Tao taladró su pecho fuertemente, ansioso, nervioso y avergonzado. ¿Kris también tenía muchas razones para querer a Tao? ¿Lo amaba? No se lo había confesado, pero justo en esos momentos había admitido que le mostraría su listado de razones. Y no parecía ser broma. Sonaba sincero. Sonaba serio. Pero Tao ya tenía suficiente por hoy. Tao ya recibía un poco más de Kris; éste era mucho más accesible y hablaba más, confesaba cosas  y se veía cariñoso, no en exceso, pero sí lo suficiente para que el corazón de Tao se acelerara en demasía.

 

Pero Tao prefirió dejar de pensar y suspiró, viviendo la situación. Sintiendo la punta del pene de Kris penetrarlo de una estocada, hasta el fondo, con fuerza pero cuidadosamente. Se llenó de él, de los movimientos lentos y constantes que lo mecían, sacándole gemidos altos y motivantes. No hubo un momento para descansar, y aunque Tao sentía que eyaculaba y se estremecía, Kris no dejaba de entrar y salir. Su cuerpo vibraba, totalmente cansado y sensible, pero seguía queriendo más. Deseaba que Kris no se detuviera, que siguiera entrando, que siguiera besándolo, que no se apartara ni un segundo. Sólo se detuvieron hasta que Kris logró llegar al punto, y aun así fue difícil separarse y dormir. Pero lo hicieron, durmieron por exceso de cansancio.

 

;;;;

 

 

 

A la mañana siguiente, Kris despertó primero. Vio la hora y al ver que faltaba aproximadamente una hora para que sonara la alarma, sintió que Tao abría los ojos y se movía. Era totalmente sorprendente, pero había dormido muy bien a pesar de haber quedado tan exhausto. Tao lo miró, sonriendo, tomando el gran Panda de peluche para abrazarlo,  tomándose su tiempo para preguntar:

 

—¿Dormiste bien?

 

Kris volvió a su lugar.

 

—Sí ¿y tú?

 

Bien. Tao estaba agradecido por tener una plática matutina. Se sentía muy afortunado y lleno de confianza.

 

—También. Pero me duele la cadera —admitió, cerrando los ojos y respirando profundamente el perfume del gran Peluche, de su bebé.

 

—¿Fui muy tosco?

 

Tao respiró ruidosamente. En realidad no había sido tosco, más bien apasionado. Sí, gravemente apasionado y persistente a la hora del sexo. Había sido una noche muy activa, muy agotadora. Además, las penetraciones de Kris habían sido más fuertes, más rápidas.

 

—Sólo no me dejaste descansar —dijo seriamente, sin juego, pero satisfecho. Tampoco le había desagradado. Era sólo que esa vez Kris sí había estado muy insaciable —. No estoy acostumbrado a esas sesiones de sexo, sólo es eso.

 

—Pero ¿Te gustó?

 

—Sí. Me gustó mucho —musitó sonriente—. ¿Entonces, qué te pareció el baile?

 

Tao esperó paciente. Kris le había dicho que se veía muy sexy, pero no logró mencionar algo con respecto a su baile.

 

—Fue muy bueno. Me gustó, me agradó que fueras tú mismo.

 

—¿Fui sensual?

 

—Mucho.

 

—¿Cuánto? —Usó su tonito sugerente de siempre, insistiendo.

 

—Mucho —protestó.

 

—¿Cuánto? Quiero saber cuánto.

 

—Esas son chiflazones —Rodó los ojos, viendo con el rabillo de los ojos que Tao hacía puchero.

 

—Soy chiflado. ¿Entonces? ¿Fui sensual de aquí a dónde? —Mantuvo su enorme sonrisa, motivando de ese modo a Kris.

 

—Tao…

 

Trató de replicar, pero Tao se le adelantó.

 

—Kris, amor…ayer estabas todo cariñoso. ¿Por qué hoy no? —Kris se quedó callado—. ¿Es demasiado temprano para que me digas cosas bonitas?

 

Luego de que sus miradas se cruzaran, Kris abrió la boca, haciendo, como siempre, feliz a Tao:

 

—Eres sensual de aquí hasta la luna.

 

De nuevo no sabía cómo había sucedido, pero Tao siempre ganaba. Tao siempre ganaría.

 

—¿Sólo hasta la luna? ¿Ni siquiera darás una vuelta? —Hizo un mohín, abrazando con más fuerzas el peluche. Kris no pudo hacer nada ante ese gesto.

 

—Eres sensual de aquí a la luna de ida  y vuelta —completó, sintiendo que Tao seguía sin estar satisfecho.

 

—¿Una vuelta nada más? ¿Y sin pasitos de caracol?

 

Y eso era suficiente, pero de nuevo la dulce expresión de Tao ganó.

 

—Eres sensual de aquí a la luna, dos vueltas y con pasitos de caracol —musitó, viendo que Tao sonreía muy grande.

 

—Cuatro vueltas creo que es más considerado.

 

—Tao…

 

No importaba lo que dijera, Tao siempre lo obligaría a decir algo más.

 

—Kris…amor, ¿entonces no soy sensual?

 

Pero era Tao. Y Kris podía hacer cualquier cosa por él, no diariamente, pero sí de vez en cuando.

 

—Eres sensual de aquí a la luna, cuatro vueltas  completas y con pasitos de caracol.

 

Tao sonrió, absolutamente complacido. Kris no sonrió, pero sabía que estaba sonriendo por dentro. ¿Cuánto costaban las sonrisas de Tao? Nada, sólo arriesgar un poco. Y en todo caso, Kris salía ganando más aunque Tao no lo viera.  

 

Pero lo más gratificante era que su relación con Tao estaba evolucionando, yendo a otro nivel, a otra experiencia. No llevaba mucho disfrutando con él, pero su confianza estaba en Tao y estaba dispuesto a consentirlo sólo a él. Solamente Tao podía conocer al Kris cariñoso y consentidor, no todo el tiempo, pero sí cuando sintiera las enormes ganas, porque a cada día que pasaba se daba cuenta que Tao era lo más apropiado para él. Y quería conservarlo, quería que sólo fuera para él y que Tao se sintiera cómodo con ello.

 

—¡Es hora de levantarse! —El gritillo de Tao salió de la nada. Kris abrió los ojos para ver la hora. Era cierto. En esos momentos era la hora de ducharse para prepararse e ir a la escuela. Tao se levantó primero, a como pudo, con fuerzas nuevas, súper recargado. Kris lo vio caminar hasta el baño, desnudo. Al parecer su dolor en la cadera se había ido  —. ¿No vas a venir?

 

Kris alzó una ceja, apartándose las sábanas de encima. Se puso de pie e inmediatamente fue hasta Tao, dándole un empujón para luego cerrar la puerta tras de sí.

 

 

Notas finales:

En este tiempo, me la he pasado leyendo otros fanfics, he estado estudiando y escribiendo este y otros fics que tengo en proceso. Lo que quiero decir ahora es algo que deseaba mencionar desde el capítulo 40, pero no lo hice porque pensé que lo que “no me parecía”, mejoraría.

No creo que sepan cosas de mí, pero las personas que ya me han leído antes saben que soy de las personas que escriben para sí mismas y que publican sus escritos para que la gente se la pase chido. Todos mis escritos tienen algo, pero principalmente lo escribo para mí misma, con mis gustos, mi manera de narrar, mi trama, mi todo. Y soy de las personas que entienden si no leen mis historias o si las dejan de leer. Entiendo que muchas personas no pueden comentar o dar una señal de existencia. Yo entiendo todo eso y algunas veces me vale queso que mi historia o que los capítulos tengan 0 comentarios, porque con que me guste a mí, todo lo demás está bien.

Sin embargo, he notado que esta historia es muy leída y poco comentada. Muchos dirán, porque ya me lo dijeron: “De qué te quejas si tienes más de 10 comentarios en cada cap” “de qué te quejas o por qué dramatizas si hay fics que ni siquiera son comentados”  Sí, incluso este fic ha tenido ya en un cap pasado con 103 comentarios, en un solo cap. Sí, yo entiendo todo eso, pero yo me quiero centrar y dejar el lado egoísta y “dramático”, para enfocarme en algo que creo que todos los escritores novatos y veteranos sienten.

Las personas que escriben dejan todo su esfuerzo en un cap, en toda una historia; no sólo esfuerzo, también alma. Porque cada personaje tiene “ese algo” que nos gustaría o que tenemos. Los escritores viven miles de vidas al escribir, y los lectores viven miles de vidas al leer. Yo sé que no sólo yo pienso esto, otra gente también lo piensa, y no sólo hablo por mí, sino por todos los escritores que se esfuerzan. ¿Por qué y para qué escribimos? Fácil, todos tiene sus objetivos, el mío es crear una historia que pueda ayudar a la gente, que las enseñe, que las motive, que les levante el ánimo, que las haga reír, llorar. Y yo no escribo totalmente para ustedes, lo he dicho, suena cruel, pero yo escribo para mí misma. Una vez dije eso y me contestaron que estaba mal, que entonces para qué publicaba la historia si sólo escribía para mí misma. ¿Y saben por qué público? Porque quiero ofrecer mis ocurrencias, mis temas, sé que historias carecen de buenos temas y de perspectivas. Por eso lo hago. Yo no vivo de sus comentarios, porque no me pagan, ni mucho menos de sus  visitas. ¿Se imaginan cuánto ganaría si cobrara para que leyeran el fic? Joder, cada cap tiene más de 5 mil visitas, y si descontamos que algunas lectoras leen dos o tres veces el cap, seguiría siendo un alrededor de 4 mil visitas o personas, como lo quieran ver, a menos que se la pasen en sus computadoras actualizando la página cada 2 segundos para subir las visitas.

Ahora bien, he visto y quizá ustedes han visto las historias que están escritas con t/n, o de un cap narran como 3 o 4 personajes, o que los fics están escritos con millones de letras mayúsculas, que no tienen guión largo, que no describe las cosas importantes, que nunca va al punto. Y saben qué… algunas veces veo que esos fics, sí, esos que dicen: narras tú… o T/n , tienen más comentarios que este fic. Veo que esas historias que carecen de lo básico son más comentadas, que son más apoyadas. Y me pregunto, ¿por qué el mío no? Y no sólo con mi fic, he leído fics súper geniales y no son comentados, no son apoyados. No sólo hablo por mí, sino por todas las escritoras que pasan por eso. Entonces pienso y sé que no se puede obligar a la gente a que comente, que no tienen tiempo, que no tienen internet, que hay mil cosas que les impiden dejar un: me gustó, está entretenido, gracias por subir, está horrible, mejora, sigue así.

Pero si nos ponemos a debatir, pienso que si no apoyamos a las historias que salen mayormente bien escritas para que sea ejemplo de otras, ¿entonces quién lo va a hacer? El grupo social que me lee, lo hace, bien, y la mayoría no comenta mientras que otros fics están llenos de comentarios buenos a pesar de que no están bien escritos. ¿Qué es lo que está pasando con la sociedad? Si nuestro grupo de intelecto, motiva a las escritoras que poseen  intelecto y experiencia a seguir, entonces eso mostrará que hay gente que tiene cultura y no sólo eso, sino que otra gente posiblemente se va a unir a nuestro grupo y va a aprender. En cambio, si los comentarios suben en las historias que son vacías, el grupo o los lectores de esas historias va a aumentar y vamos a estar peor. Pienso que si hacemos un esfuerzo, la costumbre y la cultura de la gente pueden cambiar. Porque los fics que gustan son recomendados, porque son difundidos y la publicidad atrae a gente lectora.

Ahora bien, sé que los escritores decimos que no necesitamos de su apoyo, como yo lo hago a veces, pero… en realidad, inconscientemente necesitamos esa motivación, porque los comentarios son paga de lo que escribimos. Es lógico que una escritora pierda las ganas de escribir porque no le comentan, porque es simple, los comentarios avisan al escritor si está haciendo bien o mal. Y ojo, no todos los comentarios tienen que ser positivos, como lo dije antes: podemos comentar incluso en las historias mal escritas y poner una crítica constructiva, un apoyo, un motivante, incluso mostrarle lo que sabes del tema para que lo aprenda y cambie en su historia. Yo siempre hago eso, siempre meto mi cuchara y ayudo a las personas, ustedes no se queden atrás.

A mí me pasa que cuando llego muy cansada de la escuela o irritada por algo, siempre corro a la página para leer comentarios porque en ese momento son energía para mí. Se imaginan si cualquier persona, que sea como yo, vaya esperanzada a leer comentarios cuando más los necesita y no haya nada, hay 0 comentarios. ¿Cómo creen que se sienta? Algunas veces no vemos esas pequeñas cosas. Y no estoy dramatizando, es sólo que en mi caso, no entiendo cómo es que hay más de 4 mil visitas en cada cap y sólo hay 19 comentarios. No coincide. Entiendo, como lo he dicho antes, que la mayoría trabaja, estudia, no tiene internet… pero ¿4 mil personas no tienen internet, no tienen tiempo? Yo sólo soy una persona y me esfuerzo por subir el cap porque la gente lo espera y porque me gusta escribir. Si yo fuera gacha, pondría un límite de reviews, si yo fuera gacha, actualizaría 1 vez cada dos meses…

En todo caso, me ha tocado leer que me escriben: Es que se siente que le hablamos al aire cuando no contestas los reviews, es molesto. Bien, lo sé, sé que  no contestando los reviews “pierdo comunicación con las lectoras” Pero… creo que estoy cumpliendo con algo y ese algo es subir el fic, porque muchas personas lo esperan, y también leo sus comentarios, de hecho no los respondo, pero siempre los tomo en cuenta, como ahorita…Yo tomo todo en cuenta, cada cosa y aunque no responda, los leo. Por si no lo sabían, mucha gente borró sus comentarios en este fic, un día bajó considerablemente la cantidad de comentarios y los habían borrado ¿Por qué? No sé.

No sé qué está pasando aquí. Y no es envidia de que otros fics estén llenos de felicitaciones por cosas sin sentido, más bien, es pendiente. Se imaginan… Las lectoras halagan los fics mal escritos o con temática loca y sin sentido ¿qué le están creando a las escritoras? Sólo les están gritando a los cuatro vientos: sigue así, es maravilloso que escribas de ese modo. Y no, chicos, no. Cuando se halaga algo, se motiva a la persona y está mal cuando halagas algo que no se considera apto para que las personas aprendan tan siquiera a poner acentos a las palabras en pasado. Es por eso que te dicen, entre más leas, más culto… PERO….¿qué hacer cuando la gente culta no  comenta las historias cultas para motivar a que la escritora siga ofreciendo esos escritos que al menos te dejan algo? Al menos hagamos que las lectoras “cultas” o “en formación” de esas que buscan aprender de cosas, motiven a las escritoras a las que se les ven las ganas por sobresalir de la sociedad y mostrar algo bien escrito ¿no?

Y no se lo tomen como ofensa las escritoras novatas; yo también lo soy. Yo pasé por muchos momentos, era/soy  pésima para escribir, pero la práctica me ha llevado a esto y siento que escribo bien, tengo fallas, pero son cosas que para mí no tienen importancia, lo demás está limpio. Y sí, sí tomo comentarios para corregir el fic. No me voy a morir con hacerlo, me gusta aprender y por eso lo edito.

Esto que les digo es para que piensen, para que se vayan más allá de cómo se sienten las otras personas, de cómo podremos hacerlas sonreír a veces o la mayoría del tiempo. No se limiten, siempre dense tiempo para criticar o al menos poner un ícono de una carita. ¿Qué se pueden gastar? ¿Un minuto? ¿5 pesos? Y sin embargo, la escritora, por poco que sea, sabe que todo va bien, que lo está haciendo bien.

Comenten lo que les gusta, lo que no les gusta, lo que les gustaría, pero siempre con respeto. No sólo en este fic, no sólo conmigo, sino con otros. Y nunca esperen algo a cambio, porque les vendrán cosas mejores, sólo háganlo por “humanidad” por “respeto” por “confianza” por “educación”

Personalmente soy exigente, y yo al menos espero en este cap 300 comentarios, mínimo. Si contamos las visitas y las personas que se han contactado conmigo, diría que hay más de 1000 personas lectoras activas, a pesar de que tengamos casi 7 mil visitas en cada cap. Pero sé que seguirá siendo lo mismo y que lo entenderán sólo las escritoras que se han sentido identificadas conmigo y con lo que he mostrado aquí, sé que sólo lo llegarán a entender si ustedes llegan a animarse a escribir algo, sé que estarán ansiosas por leer comentarios sobre su esfuerzo; porque a pesar de todo, esto se ve como un reconocimiento. Es como en la escuela, cuando sacas 100 y te sientes inteligente, pero no es suficiente, hasta cuando se animan a pasarte al frente y escuchar que el alumnado te aplaude  o que tu foto está en el mural, eso se siente hermoso por el simple hecho de tener en cuenta que te estás esforzando.  

Una cosa que quiero aclarar es que yo sé quiénes son las lectoras que siempre están aquí y allá, incluso sé quiénes se hicieron cuenta únicamente para comentar en este fic porque creen, se lo merece. No me gusta generalizar, y descarto a todas aquellas que siempre comentan, que siempre están ahí. También sé quiénes se han ido…. Yo sé todo LOL :P Y es triste saber que muchas me dejaron por el MINKEY que escribí. Ni hablar, estoy feliz por eso… porque así me quito la mierda y me quedo con gente de mente abierta y capaz de descubrir la historia a fondo.

En otras noticias… Me visto que están recomendando mucho el fic, en páginas de Facebook, en blogs… es lindo n_n Gracias por eso. Sería lindo hacer un grupo de roles LOL… es divertido jugar con eso. Me interesaría que las personas se conocieran, las lectoras de este fic, y que así se hiciera una familia, que hablaran de cosas tontas, que aprendiéramos unas de otros, incluso recomendar fics grupalmente. Si alguien hace un grupo me dicen y yo lo publico para que se unan y shippen todo lo que quieran. Me gustaría que cuando el fic terminara, siguieran recordándolo aunque sea por la palabra: Papishingo… qué se yo… por lo que sea.

Este fic ha sobrepasado las 300 mil visitas, festejo por eso. ¿Festejan conmigo? Gracias por leer. 

*Disculpen si el cap tuvo errores, (parte 1 y 2) lo chequé rápido y así.  

Sean felices.

Aquí el link de la canción :

MÚSICA


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