Capítulo 10
“Somos novios: TaoRis, BaekYeol, Hunhan”
Al día siguiente por la mañana en la cafetería de la escuela:
—Te ves muy hermoso hoy —Luhan le habló al oído a Sehun. Ese sin dudar era su primer día acosándolo, así que se vistió muy sensual y hasta se puso un poco de lápiz negro en los ojos.
Sehun sonrió de lado. No podía ser posible, hasta sus horas de almuerzo estaban destinadas a ser horrendas por culpa de Luhan. El cara de póquer no contestó, incluso lo ignoró de la manera más cruel. Fue por su almuerzo y buscó la mesa que compartía con los demás. Lo malo era que esta estaba ocupada por unos intrusos. Nadie se había atrevido a sentarse en la mesa del grupo inteligente del plantel, pero al parecer alguien ya estaba rompiendo esa costumbre.
Veinte minutos antes, Luhan coqueteó con esos chicos intrusos y les pidió que por favor ocuparan esa mesa, ya que sabía que Sehun siempre se sentaba ahí. De adrede el rubio se sentó en la nueva mesa, que por cierto estaba siendo ocupada solamente por su Papishingo.
Sehun supuso que todo era obra de Luhan…
—¿Puedo preguntar por qué me ignoras? —El pequeño rubio comenzó una corta conversación. Deseaba calar a Sehun.
—No, no puedes —musitó el otro mientras se llevaba un trozo de pan a la boca.
Luhan parpadeó como loco. No se esperaba esa respuesta, no se esperaba ese trato… su Papishingo no podía ser tan cruel, pero a sabiendas de que Sehun podía ser así de cruel, siguió intentándolo; le gustaba demasiado, inclusive más de lo que pensó como para perdonarle el trato amargo que le daba a conocer.
—Me gustas —espetó sin ninguna vergüenza.
Pese a que era la primera vez que Luhan se confesaba, lo hizo con tranquilidad. Era verdad que se moría de vergüenza, pero no podía dejar pasar el tiempo, no podía desaprovechar oportunidades.
—No he hecho nada malo como para lidiar con eso —soltó el más alto. Luhan achinó los ojos, enojadísimo—.No quiero gustarte, así que largo.
Impaciente por platicar más, Luhan sonrió con malicia. No pensaba marcharse, y si tenía que perseguir a Sehun por todo el plantel hasta conseguir una cita, entonces lo haría.
—No me importa si no quieres, lograré gustarte. Me amarás tanto que no dejarás que nadie me vea —Luhan se atrevió a añadir.
Sehun se burló, casi atragantándose con el pan. Luego se negó con una sonrisa en los labios. Esa zorra estaba loca si pensaba lograr eso. Sehun era muy duro de roer y todos lo sabían, incluso Luhan, pero al parecer quería quemar las pocas neuronas de su cerebro buscando seducirlo.
—No lo creo
—¿No soy atractivo? ¿Quieres que me pinte el cabello diferente? ¿Qué use falda?
—Para muchos eres atractivo, así que no sé por qué dudas de ello —dijo con seriedad, tratando de buscar las mejores palabras para alejar a ese rubio de su camino—. No te ofendas, pero a mí no me pareces atractivo, incluso si tienes un rostro perfecto. No eres mi tipo, y al parecer nunca lo serás; tienes demasiada fama para mi gusto.
Los brillantes ojos de Luhan se apagaron. Algo en su interior estaba roto, pero no sabía qué… no podía curar su fractura porque no la encontraba. ¿Acaso era su corazón? No sabía, puesto que éste había dejado de latir por un segundo. No sentía ningún órgano, no podía respirar y los ojos comenzaron a arderle por la nostalgia que subió desde su estómago hasta su garganta; quería llorar.
¿De verdad era tan poca cosa para su Papishingo?
Incapaz de soportar más humillaciones, Luhan deseó demostrarle a Sehun que con él no se jugaba nunca. Estiró su cuello, quedando a la par con su Papishingo, curveó una sonrisa, y depositó un cálido beso en sus labios. Lo había besado y aunque Sehun no correspondió su beso, lo dejó marcado como su propiedad.
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Al otro lado del plantel se encontraba Baek junto con Lay. Ese día todos tenían horarios diferentes así que no pudieron verse al mismo tiempo. Los dos majos se encontraban paseando por el jardín, esperando a que sus clases comenzaran ya que compartían la clase de Historia Universal. Caminaron sin rumbo fijo, todavía faltaban 40 minutos para comenzar sus clases y ese tiempo se la pasaron bobeando –como siempre- con cosas que pasaban diariamente. Hablaron sobre Suho y su posible erección golpear la garganta de Lay, inclusive imaginaron cómo besaría ChanYeol y Suho…
Rieron como locos y platicaron sobre sexo, morbo y demás… pero todo pareció acabar cuando Lay apunto a Chanyeol desde la banca. Ese titán estaba solo y hablando por teléfono. Baek se sonrojó… le encantaba ver el hermoso rostro de su ídolo todas las mañanas.
En ese momento a Lay se le ocurrió algo, así que inmediatamente se lo comentó a su amigo:
—Está solo, ¿serías capaz de ir?
—¿Crees que sea tan valiente como KyungSoo como para pedirle una cita?
—Pues Kai se la aceptó a nuestro ojón, es posible que si le pides una cita, él te acepte y así puedas conquistarlo.
—¿Debería intentarlo?
—Pues sí, el único problema es que Sehun y Chen nos matarán por nuestras idioteces —dijo Lay, consciente de que sus dos amigos rencorosos no sabían nada acerca de sus maldades y coquetería.
—Pues tenemos nuestras armas, ya somos un poco más guapos, ¿has visto que me he puesto delineador en los ojos? Y no sólo yo me he dado una manita de gato, ¿Observaste a Tao comprar maquillaje para taparse las ojeras? ¿A KyungSoo peinarse diferente? Incluso tú llevas puesta una capa ligera de base en la cara…
—¿Te pusiste labial también? —Preguntó el pequeño Lay, poniéndole el dedo índice en el labio.
BaekHyun sonrió con chulería.
—Es sólo un poco de brillo, ayudará a que mis labios se vean más sobresalientes. —Se defendió y como respuesta positiva, Lay sonrió con alegría.
Desde ese día que Chen y Sehun les propusieron cambiar de aspecto, lo hicieron, y ahora estaban felices por sus cambios no tan radicales, pero originales.
—Entonces ve…
Baek asintió con la cabeza y decidido fue hasta ChenYeol sin importar que éste siguiera hablando por teléfono. Cuando llegó y se paró tras él, se derritió con su ancha espalda y su aroma a hombre tentador. Lo abrazó por la espalda con mucha fuerza, sin deseos de soltarlo.
ChanYeol se alarmó, nunca nadie lo había abrazado así…
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—¿Tao eres tú? —El estudiante que representaba a la mesa estudiantil del instituto, le preguntó a Huang Zi Tao poco después de subir un papel con una fotografía de éste mismo y de… de Kris.
Tao observó bien el anuncio. Sujetó la hoja entre sus dedos y la miró con mucha lentitud.
—¡JODER! —Gritó el pequeño Panda al leer la descripción de ese anuncio jodido:
“QUE TODA LA PREPARATORIA SE ENERE DE LA EXISTENCIA DE LA PAREJA MÁS EXPLOSIVA DEL LUGAR
Huang Zi Tao es el novio oficial de nuestro más apreciado y guapo Kris. Mis más infinitas felicitaciones para esa pareja tan inesperada y feliz”
Y bajo esas palabras había una foto de Tao y otra de Kris editada con corazones y muchos besos.
Después de leer la descripción, Tao levantó la cabeza y pudo darse cuenta que todos, absolutamente todos los ahí presentes lo miraban con cuidado. Todo era obra de Luhan… de eso el Panda estaba seguro. Por suerte Tao se había puesto maquillaje en los ojos para ocultar sus ojeras y también se había puesto un poco de lápiz negro para verse deseable…
Tratando de huir de todas las miradas de sus compañeros, Tao caminó para salir de ahí, pero se detuvo al encontrar frente a él a Kris. Levantó la vista y al ver a su hermoso rubio enojado, se tensó.
—Estás muerto —espetó el más alto con una cara realmente indignada y autoritaria.
Agarró del brazo a Tao y se lo llevó lejos de ahí…