Capítulo 42
“Celos”
Al día siguiente todo fue normal y amistoso para Kai y Sehun. Éstos platicaron de deporte y sobre lo que había pasado en el Whatsapp. A Sehun no le agradaba decir sus sentimientos abiertamente, pero con Luhan a un lado era más que imposible contenerse, porque si no gritaba a los cuatro vientos que lo amaba, entonces éste se enojaría. Luhan era demasiado cariñoso y le gustaba que lo trataran similar a lo que ofrecía. Riéndose de las locuras de Luhan y sus berrinches absurdos, Sehun y Kai fueron a los casilleros, encontrándose en el pasillo con Soo y Luhan.
Kyungsoo se mantenía explicándole algo a un desconocido, mientras Luhan los miraba con atención, opinando también. Todo daba a indicar que hablaban de un problema escolar y referente a la materia de matemáticas. Kai se acercó, mirando con atención la manera que el desconocido utilizaba para tocar los dedos de Soo, sin embargo el ojón no se daba cuenta de esos toques. Y no era simplemente eso, también el hecho de que Luhan estaba demasiado cerca del ahora acosador de Soo. Sehun frunció el ceño. Odiaba que Luhan fuera tan confianzudo con la gente.
—Es hora de irnos. —Sehun jaló a Luhan con fuerzas, entornando los ojos con mucha rabia. Apenas algunas horas habían arreglado sus problemas, pero ahora comenzarían nuevos y le importaba dejar las cosas claras.
—¿Me permites? Estoy preguntándole unas dudas a Soo —el rubio se excusó, volviendo la mirada hasta una libreta con apuntes.
—Puedes preguntarme todo lo que quieras a mí —espetó el cara de póquer, recordándole que era el segundo lugar de toda la élite. Luhan se alzó de hombros, era verdad lo que el Papishingo decía, pero quería dejar muy aparte los asuntos escolares con los personales.
—No quiero que te desesperes con mis preguntas estúpidas, te lo he dicho —complementó Luhan, respirando con profundidad. Luhan se conocía bien y sabía que desesperaría a su novio con tantas preguntas de cálculos. Quiso insistir, pero al ver el enojo en los ojos de Sehun, no dijo nada. Guardó sus cosas y apenas cuando se colgó la mochila a la espalda, Sehun lo sujetó del brazo y lo arrastró hasta la salida del instituto.
Soo, quien desconoció el comportamiento a su amigo Sehun, siguió explicándole al desconocido, pidiéndole con la mano cinco minutos más a Kai. El moreno esperó poco más de siete minutos, viendo que Soo tenía una habilidad magnifica para explicar las ecuaciones. Soo era demasiado paciente, pero Kai no, incluso se lo dejó en claro cuando de caminó a casa y sin verlo a los ojos, protestó:
—No me gusta que me hagan esperar.
Soo se paralizó por un momento, luego sonrió, viendo el paisaje por la ventana del auto. Asintió y volteó hasta Kai, defendiéndose:
—¿Y por qué esperaste entonces?
—Debí irme.
—Estoy de acuerdo, porque cuando te pones celoso eres insoportable. Siempre me dices palabras hirientes y piensas que yo tengo la culpa de todo —alegó el pequeño, abrazándose a su mochila y viendo directo al frente —. No me gusta que me trates mal cada vez que alguien me mira o me toca, eso te hace un mal novio.
—Te hace un mal novio cuando dejas que otros te toquen —Kai alzó la voz, deteniéndose en un rojo —. Cuando le perteneces a alguien no debes mirar a nadie más.
Soo se rió, asintiendo. No quería problemas con Kai porque sabía que nunca estarían de acuerdo en nada.
—Llévame directo a casa, tengo cosas que hacer —pidió el pequeño, sintiendo cómo Kai aceleraba y no le decía absolutamente nada. Durante el camino no se vieron, tampoco hablaron, aunque de hecho cuando tuvieron que despedirse, nade dijo nada. No hubo besos, Soo simplemente salió del auto y abrió la puerta de su casa, entrando sin mirar atrás.
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Durante su caminata, Luhan no pudo aguantar la risa cuando Sehun le comenzó a reclamar sobre asuntos tontos. Su Papishingo estaba muy celoso y era gracioso cuando eso pasaba. Ahora se había excedido y Luhan no podía enojarse con él, simplemente se reía a carcajadas en su cara.
—No seas tonto, las cosas que dices no tienen sentido. ¿Cómo por qué te cambiaría? Eso es patético, sólo dices cosas raras —musitó el rubio, tocándose la barriga para que ya no le doliera.
Sehun rodó los ojos.
—No te burles —reprendió seriamente, apretando los labios.
—Si quisiera cambiarte, ya lo hubiera hecho desde hace mucho. Pero prefiero tus cachetitos desinflados —canturreó, apretándoselos. Sehun volteó los ojos, evadiendo su vista, pero sin apartárselo. Le gustaba que Luhan anduviera así de chiflado —. Aunque tengo que admitir que ese chico estaba muy guapo, ¿viste sus músculos? Si fuera mío no dejaría que abrazara a nadie más —complementó, viendo la reacción del más alto.
—Entonces vete con él. —Lo miró de cerca, alejándose segundos después.
Luhan asintió, depositando un casto beso en sus labios.
—Ese fue el de despedida —dijo de manera seria, sonriendo de lado—. Este abrazo también lo es —avisó, regalándole un suave abrazo, hundiéndose de momento en su cuello. Sehun se quedó en blanco, ¿qué demonios había dicho Luhan? ¿Se iba? ¿Lo dejaba? Todo indicaba que sí. ¿Luhan se iba porque le había dicho que se fuera con el otro? Era sorprendente por parte de Luhan, pero parecía ser broma. Y Sehun odiaba las bromas pesadas de Luhan. Así que rápidamente lo abrazó, temiendo soltarlo.
—¿Tan fácil te despides si te digo que te vayas? —Lo interrogó, sintiendo las fuertes pulsaciones de su corazón y cómo su sangre se le iba hasta los pies. No quería que Luhan se fuera, no quería perderlo por ningún motivo.
—Ya vez que ponerse celoso no es bueno —terció en defensa—. No debes desconfiar de mí, así que cuando vuelvas a desconfiar de mí, tendré que separarme de ti. No funcionaría una relación así.
—Tú también eres muy celoso, bebé.
Luhan se rió.
—Pero tampoco comienzo a decir tonterías como tú, y aunque es gracioso, me hace sentir que soy una mala persona. —De un brinquito se separó del más grande—. Además si quisiera separarme de ti al menos como despedida te hubiera pedido que me lo hicieras toda la noche, un beso y un abrazo son muy cortos.
Ante la sonrisa de Luhan, Sehun gruñó, dándole un golpecillo en la cabeza.
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—¿Te compraste otro dispensador de agua? —Lay preguntó al tocar la caja de la nueva máquina. Suho dijo que sí, pero no pudo decir nada más, así que prefirió ver las sonrisas de su acompañante. Lay era fanático de los dispensadores de agua y lo sabía, de hecho pensaba que Lay pasaba más tiempo sacando agua de ahí que con él, pero no importaba demasiado ahora.
—Lo compré para ti —corrigió Suho, sentándose en la sala y dejando a Lay tirando en el suelo y viendo la caja y las instrucciones. Se las sabía de memoria, pero siempre hacía eso cuando estaba muy entusiasmado —. ¿Es de tu agrado?
—Sí, sí, sí —respondió el otro, levantándose y saltando directo en las piernas del dueño del pent-house. Se sentó en su regazo de frente y situó las piernas de manera cómoda, quedando perfectamente bien para un abrazo de compensación —. Es genial —agregó con una sonrisa más grande hasta lograr prensar los labios de Suho con los suyos de manera fresca y breve. El sonido húmedo del primer toque, antojó a ambos para volverse a besar rápidamente, dejando simultáneamente varios besos cortos e intensificando poco después con un largo beso francés, separándose finalmente por falta de aire. Suho achinó los ojos por la separación, pero Lay tenía que tomar una bocanada de aire.
—¿Cuáles son tus besos favoritos? —Lay rogó por una respuesta. Suho se alzó de hombros, indeciso. Le gustaban los besos húmedos, pero cuando los besos cortos veían por parte de Lay, también le agradaba.
—Con lengua —respondió con simpleza, viendo que Lay comenzaba a ponerse rojo —. Aunque contigo me gustan de todo tipo.
—Pero ¿cómo te agrada más? —Lay hizo un mohín, tensándose al sentir que Suho se removía y lo sostenía de la cintura.
—Últimamente me pones las dos manos en la cara, me agrada cuando lo haces.
—¿Así? —Lay inmediatamente puso las dos manos en el rostro de Suho, situando una en su mejilla y la otra en su mandíbula, acariciándolo con las yemas de los dedos.
—Sí —Suho confirmó con una pervertida curvatura de labios —. Quiero hacértelo ahora mismo.
Los ojos de Lay se abrieron un poco, entendiendo a lo que su novio se refería. Ambos todavía seguían en el segundo paso, pero en esos momentos pensaban mandar todo a la mierda. Ya después se pondrían de acuerdo con los puntos importantes del sexo, al menos Suho porque Lay era inexperto. Lay seguía sin ver un pene y sabía que sería muy estimulante verlo antes de que Suho lo hiciera suyo.
—Yo también, ¿no dolerá, verdad?
Lay era demasiado ingenuo a veces. Suho se negó con la cabeza, corrigiéndolo:
—Te dolerá. Te dolerá demasiado cuando apenas estemos comenzando, pero ya después no sentirás dolor.
—No importa si me duele —compensó el menor—. No me arrepentiré.
—¿Entonces mañana? —Opinó el amigo de Kris—. Para que estés preparado y yo también.
—¿Aquí? —Suho asintió—. Entonces mañana, pero sin tocarnos antes —agregó—. No debemos besarnos ni tocarnos hasta mañana, quiero que tengamos esa cercanía minutos antes de hacerlo. Quiero que sea especial.
—De acuerdo —aceptó, aparatando las manos del cuerpo de Lay y viendo cómo éste también lo hacía hasta sentarse a su lado.
Ya no esperarían más, ya mañana Lay vería por primera vez un pene y sería de manera especial.
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La mamá de Baek aumentó las dosis de condones en la mochila de su hijo y a Chanyeol le agradaba mucho el hecho de que su suegra fuera pensante. Desde que los dos lo hicieron Yeol no se despegaba, parecía estar en celo y aunque a la hora del sexo a Baek no le importaba, después sí y era porque ya no compartían nada que no fuera sexo. Había sexo en la mañana, sexo en la tarde e incluso sexo telefónico por la noche.
Baek necesitaba pasar más tiempo con Chanyeol y hacer otras actividades. Pero no sabía a dónde invitarlo o cómo comenzar una plática que los divirtiera.
—He pensado en algo. —Baek apagó el beso que el gigante le estaba dando. Si no detenía ese beso entonces terminarían teniendo sexo toda la tarde —. Nosotros ya no vamos a citas, ya no tenemos pláticas, sólo tenemos sexo. ¿Te has preguntado cómo me siento por eso?
—Yo no quiero que te sientas mal, ni mucho menos presionado por algo —complementó Yeol, abrazándolo rápido —. Yo no quiero que te sientas mal.
—Entonces vamos a cambiar las cosas drásticamente. —Baek se separó de él para mirarlo a los ojos —. Dejemos de tener sexo por una semana —le propuso.
Los ojos de Chanyeol se achinaron, molesto.
—Una semana es mucho, ¿de qué estás hablando?
—Entonces serán dos semanas. —Baek sacudió las manos, duplicando la cantidad de días.
—¿Qué? ¡No! ¡No estoy de acuerdo, eso es demasiado tiempo! —Discutió el grandote, cruzándose de brazos.
—Dijiste que no querías presionarme y ahora lo estás haciendo. —Yeol Parpadeó, era cierto. —. Si no aceptas entonces tenemos que darnos un tiempo ¿sí?
—Darnos un tiempo ¿Para qué? ¿Para qué te vayas con otro? ¿Para qué me quede solo? ¡Darse un tiempo es lo que se dice cuando las relaciones se terminan, Baek!
—No me grites. —Baek se encogió de hombros, alejándose un poco del alterado Yeol. Eran pocas veces las que su novio gritaba y lo hacía cuando se desesperaba y no encontraba la salida —. Sólo quiero que no todo el tiempo pienses en sexo y que disfrutemos de otras actividades.
—De acuerdo, pero nunca en tu vida me pidas que nos demos un tiempo. —Dejó en claro, volviendo a acercarse al enano —. Estoy de acuerdo con lo que quieras que hagamos, sé que no estamos saliendo en citas y que me has soportado diariamente. Sé que es duro cuando el sexo incrementa y se pierden incluso nuestras conversaciones. Lo lamento tanto, cielo —se disculpó, llevándose la pequeña y delgaducha mano a la boca para besarle los nudillos.
—Bueno, entonces dejaremos de tener relaciones por dos semanas. No se puede tener ningún contacto sexual, sólo nos besaremos y saldremos como antes lo hacíamos.
—De acuerdo. —Yeol le besó la mejilla, acariciándola momentos después —. Haré mi mayor esfuerzo.
—Entonces hoy comenzaremos con… —Baek pensó un poco —. Sería lindo que me pintaras las uñas de los pies y de las manos, luego podemos salir a ver una película y jugar al play.
—No sé pintar las uñas —advirtió Yeol, viendo que destrozaría las delicadas manos de su novio —. Pero si quieres lo intento.
Baek asintió y fue directo a su mochila para sacar los esmaltes, eran cinco y quería que cada uña se tiñera de un color. Yeol puso manos a la obra y comenzó a hacer su mejor trabajo, manchando un poco al principio, pero luego mejoró, logrando que las uñas de Baek se vieran bonitas.
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El hijo de Chen estaba dormido en sus brazos, ronroneando en su cuello mientras que su padre seguía confundido con lo que Xiumin le decía.
«No hay premio» «No hay premio» Recordaba mentalmente.
—¿Por qué no quieres que lo hagamos de nuevo?
—Ayer te lo dije, simplemente no hay premio. —Sonrió, acariciando a su hijito para quitárselo a Chen y acostándolo poco después en su camita.
—Deberías de darme doble premio ya que Luhan y Sehun se reconciliaron.
Y era cierto, pero era divertido hacer enojar a Chen.
—No hay premio, Chencito. —Con un dedo sobre sus labios, le pidió guardar silencio —. El bebé se puede despertar si gritas.
—Debería Recibir triple premio por dormir también a nuestro hijo. —Alzó las cejas para recordarle.
Xiumin se rió, negándose, luego prosiguió:
—No importa, esa y muchas más son tus obligaciones por tener un hijo conmigo y además estás castigado y sencillamente no hay premio.
Los labios de Chen se apretaron, pero decidió tomarlo con calma. Ya después le tocaría premio y lo recibiría felizmente.
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Después de la escuela, Key fue llevado al departamento de Minho por invitación de éste. Era sorprendente, pero al menos había sido amable al invitarlo. Al llegar no perdieron el tiempo en platicar y tuvieron sexo en varias posiciones que Key adaptó a la perfección. Key no contó, pero supo que eyacularon varias veces y sin descanso. Cuando Key estuvo cansadísimo se lo hizo saber y dejaron de hacerlo. Fue muy sospechoso que Minho accediera a sus deseos pues no era el Minho grosero de siempre. Quizá se detuvo pensando en la salud de Key o quizá lo hizo porque también estaba cansado. Ninguno sabía por qué de tanta amabilidad, pero incluso salieron de compras. A Key le gustaba demasiado ir de compras, le gustaban los objetos caros, pero más los usados. Minho notó su gusto cuando lo vio cargar dos bolsas llenas de cajitas de segunda mano.
—¿Fan de las cajas? —Cuestionó de inmediato.
Key había comprado siete cajas de diferentes colores y era bonitas, pero para Minho inservibles.
—Me encantan, puedes guardar muchas cosas. Me gusta organizar mis pertenencias y fácil en mi recámara puedes encontrar más de 50 cajitas.
—Eso es inútil —dijo. Luego de ver que Key lo había ignorado, siguió: — ¿Qué guardas en ellas?
—Accesorios, anillos, pulseras, botones. No sé, muchas cosas que me encuentro —refutó, inclinándose en un lugar donde había anillos de bajo precio y de material de tercera, pero que era bonito a simple vista.
—Es de fantasía —siguió opinando Minho, viendo que Key se lo había probado. Se le miraba bien, pero era una porquería de compra si es que lo compraba.
—Igual ya me he gastado mi mesada —atinó a contarle en el momento menos oportuno y más porque Minho tenía en la cartera el dinero necesario para comprarlo por él.
—Puedo prestarte dinero —agregó el alto, sacando su cartera y sacando el dinero exacto para el anillo —. Me lo pagarías después.
—Oh sí, tengo dinero guardado en mi casa, podemos ir después de las compras. —Se animó a tomar el dinero y compró el anillo, caminando rápido para salir de ese lugar y llevar a Minho a su casa —. Te lo devolveré apenas lleguemos ahí —dijo de camino a casa.
Minho no dijo nada, sólo lo siguió. Cuando apenas llegaron, Key lo hizo pasar, pero Minho prefirió esperar en la calle. Key dudó un poco, pero fue corriendo a su cuarto para tomar un poco de su dinero guardado, lo extraño fue cuando salió a buscar a Minho y no lo encontró.
Minho se había marchado y tal acto lo hizo pensar en que quizá Minho le había comprado el anillo a manera de regalo y no de préstamo. Lo que también pensó fue que quizá Minho se había cansado de esperar o que el anillo era tan insignificante para él para que le devolvieran el dinero. Pero ¿qué era lo que estaba pasando con Minho? Key tenía que averiguarlo.
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¿Por qué el maldito cine? Kris se preguntaba mentalmente poco después de pagar las entradas, los refrescos y las palomitas. Odiaba el cine. Ese lugar del mal era el lugar más cliché para tener una cita, pero por Tao estaba ahí.
Para la sorpresa de Tao, Kris no quiso sentarse en la parte trasera ¿qué acaso no sabía que atrás se podían hacer muchas cosas? Además no había nada de gente, sólo dos o tres personas más. Kris realmente era un aguafiestas y no sabía las perfectas leyendas que los cines tenían.
Cuando la película comenzó, Tao gruñó. No supo cómo era que había llegado hasta la cuarta fila, pero estaba muy cercano a la pantalla y a la puerta de salida y entrada. Quería llevar a Kris al nivel más alto para poder cumplir sus sueños de besarse durante la película y de romper las reglas todo el tiempo, pero con Kris a un lado no se podía.
Tao lo miró de re ojo, notando que estaba muy entretenido con la película. No gesticulaba, así que si no despegaba los ojos de la pantalla era porque quizá le agradaba o tal vez porque quería ignorar que Tao estaba ahí.
—Ni siquiera nos hemos besado —Tao murmuró, recordando que sólo el beso de la mañana se habían dado. Ahora eran las cuatro de la tarde y no se habían dado ninguna muestra de cariño.
—A las seis y cuarenta de la mañana lo hicimos —Kris añadió sin dejar de ver la pantalla.
¿Por qué era tan exacto? Aún así Tao quería que Kris lo besara durante la película. Tao era fanático de hacer cosas clichés y eso era el peor sufrimiento de Kris, pues éste buscaba algo nuevo y duradero.
—¿Entonces no me vas a dar un beso? —Tao hizo un puchero, obligando a que el rubio lo mirara.
—Odio los besos en los cines. —Se sinceró, mirando de nuevo el film.
Tao se arrepintió por haber pedido que lo llevara ahí. Algo resignado, se propuso a ver la película, comiéndose las palomitas con molestia y sin ver a Kris. Creía haberle dicho que tenía que sacrificarse un poquito para que la relación funcionara, pero Kris inteligentemente evitaba estar acaramelado con él.
En varias ocasiones, Tao quiso tomarlo de la mano al menos, pero era inseguro. Tenía miedo de si Kris se molestaba o fácil se la quitaba de encima. Tenía miedo de hacer las cosas mal. Kris era bastante difícil en esos casos y además le había dejado claro que no le gustaba el afecto amoroso en público. Kris dejaba los asuntos privados para la casa y su habitación, pero no para que todo mundo lo mirara.
A unos minutos de que el film se terminara, Tao se levantó a orinar, viendo que Kris ni siquiera se dio cuenta de su salida. En los pasillos, se encontró un baño y se metió, esperando por uno desocupado. No le agradaba orinar y que todos lo vieran, así que prefirió utilizar el retrete. Poco después de salir y a punto de lavarse las manos se encontró con Kris. Se asustó tanto que casi se caía de culo.
—¡Me asustaste! —Gritó con una mano puesta sobre el corazón —. De verdad, no lo vuelvas a hacer.
—¿Por qué te fuiste así?
—Sólo vine al baño. —Extendió las manos para explicárselo explícitamente —. Te veías tan interesado en la película que no te lo dije, pero ya iba para allá.
—Te tardaste 15 minutos —espetó, dejándole en claro que sí se había dado cuenta cuando salió de la sala del cine.
—Pues… pues lo que pasó fue que había mucha gente aquí —explicó, evitando ver el leve pestañeo molesto del más alto —. No me gusta orinar y que todos me vean, por eso esperé a un lugar más privado —complementó, señalando el baño donde había salido.
—¿Entonces por qué estás tan nervioso?
—Pues me asustaste, Kris. Mi corazón está demasiado acelerado por eso.
—No tienes que estar asustado, ya que te has conseguido compañía inmediatamente al salir de ahí—agregó, señalando el lugar que Tao antes apuntó también.
¿De qué demonios hablaba Kris? Tao no entendía nada y por más que pensara no le venía ninguna idea.
—No te entiendo —le dijo automáticamente, parpadeando y pidiendo una explicación.
Kris sólo siguió con la mirada al tipo que había discutido unas palabras con Tao segundos antes de que éste se asustara con su presencia. El pelirrojo entendió y se alzó de hombros, sorprendido por el repentino arranque de celos por parte de Kris. Ahora le había hecho una escenita y aunque era impresionante, se irritaba cuando Kris siempre sacaba conclusiones falsas.
—Sólo me saludó —Tao le contó, recordando que aquel desconocido le sonrió y le dijo mínimo un ‘hola ¿cómo estás?’, pero nada más. Tao se organizó y le respondió a inocentes cuestiones y nada más.
—Y le respondiste.
—Claro. Es obvio Kris. Cuando alguien te saluda tienes que corresponder el saludo.
—No siempre. Es un desconocido y sólo pudiste voltearte o haberle dado un gesto que respondiera a sus preguntas.
—No te entiendo. ¿Por qué te enojas tanto por un simple ‘hola, bien y tú’ que le contesté? Tú ni siquiera me has mirado durante la película. —Sacudió la mano y decidió ignorar a Kris y lavarse cuando antes.
—Los cines son para ver películas, no para manosearse, Tao. Si querías una cosa diferente, debiste pedir que te llevara a otro lugar, ¿a un hotel tal vez?
Tao bufó. Debía esperarse eso y sí, era un pervertido al querer besarse en un lugar público con Kris. Los cines no eran para tocarse ni mucho menos, así que no discutió con él por ese punto porque bastante avergonzado se sentía ya. Lo que más le molestaba era que su noviazgo no estaba funcionando en nada. Quizá sólo debían verse como amigos y nada más, quizá necesitaban pensar bien las cosas, quizá sólo Tao debía mandarlo al carajo y ya.
—Debí mandarte a la mierda desde un principio —concluyó, pasando de largo a Kris y saliendo del baño. Kris lo detuvo de pronto, volteándolo para verlo de frente e inclinarse para darle un beso que para él significaba “ser perdonado” o al menos “pedir disculpas”, sin embargo, Tao volteó la cara, evitando que lo besara. La boca de Kris tembló, percibiendo que los ojos se le llenaban de lágrimas y que el alma se le desprendía del cuerpo —. Sólo olvidémoslo —repuso Tao, tomando la mano de Kris y caminando de nuevo hasta la sala para ver la película.
Al llegar, Tao se situó donde mismo, invitando a Kris a sentarse a su lado. Bien, si Kris se sentía incómodo con besarse en los cines, entonces lo entendería, porque tendría oportunidades de besarlo en lugares especiales.
Por otra parte, Kris se sintió pésimo por reclamarle e incluso decir tonterías. El rechazo del beso no le molestaba en lo más mínimo, pero sí se había llevado un susto de muerte cuando Tao lo rechazó, porque eso para él significaba que no había sido perdonado. Tendría que trabajar en pedir disculpas vocales para darlas a conocer en momentos críticos. Cuando la película apenas terminó, Kris sujetó la mano de Tao hasta llevarla a sus labios para besarle los nudillos. El pequeño entendió el dato, sonriéndole y plantándole un beso en la mejilla.
Kris se esforzaba…
Al salir del lugar, Kris tomó su mano y caminaron de ese modo hasta el vehículo. Llevó a Tao hasta su puerta y se la abrió, esperando a que se sentara para abrocharle el cinturón de seguridad y cerrar para finalizar. Luego volvió a su asiento, se puso el cinturón y prendió el motor, esperando un poco a que el aceite subiera.
—Lo siento —alcanzó a decir con un tono de voz alto y claro para que Tao lo escuchara. Miró al pequeño y continuó: — Lo haré mejor a la próxima.
Tao se acercó un poco, lo besó en los labios de manera rápida y asintió —. Estás perdonado, aunque yo también me pasé de la raya con pedirte algo que te hacía sentir incómodo. A pesar de todo lo que pasó fue muy divertido y tierno, mi amor. Espero después tener una cita diferente contigo, eres bueno escogiendo lugares, aunque ¿sabes? Chen me recomendó un restaurante de comida mexicana. Dice que los tacos son ricos ¿quieres ir?
—¿Ahora mismo? —Kris alzó una ceja.
—Mejor mañana, hoy ya es muy tarde y preferiría que me llevaras a casa y platicar durante el camino. —Sonrió amplió, besando de nuevo la mejilla de Kris.
Y así fue, desde que Kris comenzó a conducir, Tao le contó muchas cosas nuevas y Kris lo escuchó con atención, añadiendo un poco de sus opiniones y platicando también sobre asuntos que nadie sabía, logrando que ambos fueran más cercanos. Por primera vez Kris le contó sobre sus padres y que su hermana tenía novio nuevo, añadió que le contó a su abuela sobre la situación actual y que ya quería tenerlo de nuevo en casa.
—Entonces ¿Mañana te quedas en casa? —Kris se estacionó frente a la casa de Tao, se desabrochó el cinturón y al verlo pensar, se adelantó a bajar, dirigiéndose lentamente hasta su puerta y abrirla. Le desabrochó el cinturón y se retiró para que se bajara. Al estar fuera, Tao cerró la puerta y se recargó.
—De acuerdo. Me parece bien, y por cierto, el bebé está bien. Es muy suave y dormí muy bien anoche. —Le recordó lo del mensaje de ayer por la noche, sonriendo tontamente. Kris alzó una ceja, recapitulando el mensaje, así que asintió, metiéndose las manos en los bolsillos del pantalón.
—Eso es bueno. —Kris estuvo de acuerdo con ambas cosas: la de su bebé y la de Tao estando de vuelta en su casa.
Tao dibujó una sonrisa, subiendo las manos hasta el pecho de su acompañante, acercándose más a su cuerpo y tramando besarlo a manera de despedida, pero su celular comenzó a sonar, marcando que una llamada entraba. Algo impactado por la interrupción, contestó al ver que era Key. Habló con él por un minuto, y colgó prometiendo que le hablaría después para tocar el tema que Key quería tratar.
—¿A quién le vas a llamar?
—Key. —Tao se guardó el celular, pero de pronto se acordó que necesitaba una fotografía con Kris, así que lo sacó de nuevo.
—¿Por qué?
—Son cosas personales. —Tao puso la cámara en su teléfono y respiró profundo —. Vamos a tomarnos una foto ¿sí?
—¿Qué tipo de cosas personales?
—Kris, la foto —insistió el pelirrojo, colgándose de la ropa del más alto.
Kris se negó.
—Primero sobre el llamado tan importante que tienes que hacerle y luego la foto —propuso.
—¿Qué? Bueno… Key quiere hablar de su actual relación con Minho, eso es todo. ¿Ahora la foto?
—No te involucres en la relación que ellos tienen. —Rogó, situándose a un lado de Tao para que tomara la foto. Tao dio clic y la fotografía quedó.
—No lo haré, ¿cómo por qué me involucraría? —De pronto recordó algo—. Oye, ahora que me acuerdo, ¿para qué me citaste aquella vez?
—No sé de qué hablas.
—Sí, la vez que te dejé plantado y luego discutimos. ¿Para qué me citaste?
Kris no se esperaba esa pregunta.
—Ya te lo dije.
—No me lo has dicho.
—Quería hablar, discutir unos puntos contigo para llegar a un arreglo. Buscaba un trato mejorado.
La boca de Tao se abrió, pero ya no preguntó nada más.
—Bueno, entonces… buenas noches. Te amo —finalizó con un casto beso en los labios, un rápido acercamiento que Kris no se esperaba. Kris quería un beso diferente, pero Tao sólo se despidió así de simple.
Y aunque quisiera discutir ese punto, Tao ya había entrado a su casa sin todavía escuchar que Kris le deseaba buenas noches también.
Poco después de entrar a su casa, Tao se tiró en el sillón, sabía muy bien el por qué corrió tan rápido después del beso. Ya mañana regresaría a la casa de Kris y eso significaba demasiado, entre las cosas más relevantes: dormir juntos. Tal motivo lo puso nervioso por todo lo que pasaría. Era cierto que ya había tenido sexo con Kris, pero ahora era diferente. ¿Kris lo trataría igual durante el sexo? ¿Kris lo abrazaría al dormir? ¿Se bañarían juntos? ¿Apagaría las luces?
Pensar en que mañana estaría a solas con Kris lo hacía morir de nervios.
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A la misma hora de ayer, los mensajes de Whatsapp comenzaron a aparecer.
Chen ha cambiado el asunto a “Que infelices somos algunos hombres”
Chanyeol: y muy infelices
Kai: ni lo digas
Sehun: hoy fui infeliz por culpa de cierta persona
Luhan: por mí
Chanyeol: a mí me dejaron sin…
Baek: sexo
Chanyeol: sin sexo por dos semanas
Sehun: ¿qué te pasa a ti, Chen?
Chen: ya sabes… sin premio
Chanyeol ha cambiado el asunto a “Sin sexo por dos semanas”
Suho: lo lamento tanto, Chanyeol.
Lay: ¿de qué premio están hablando?
Baek: es un premio que sólo Xiumin le puede dar a Chen
Luhan: ya no se hagan los melancólicos, algunas veces otros “hombres” tenemos que enojarnos…
Sehun: tú siempre te enojas conmigo
Xiumin ha cambiado el asunto a “Luhan se enoja siempre con su Papishingo”
Sehun: Luhan siempre me hace bromas pesadas
Baek ha cambiado el asunto a “Luhan deja de hacerle bromas pesadas a Sehun”
Kyungsoo ha abandonado la conversación
Tao: ¿Estás enojado con Kyungsoo, kai?
Kai: él lo está
Chanyeol: Chen, mete a Soo
Kyungsoo se ha unido
Chen ha cambiado el asunto a “¿Kyungsoo, estás enojado con Kai?”
Kyungsoo ha abandonado la conversación
Luhan: sí lo está
Baek: ¿qué le hiciste, Kai?
Kyungsoo se ha unido
Tao: ¿por qué Kyungsoo está enojado contigo?
Kris: ¿Qué fue lo que te dije, Kai?
Tao: ¿De qué estás hablando, kris?
Baek: uy, creo que aquí viene la sorpresa
Chanyeol: Kris le pidió a Kai que no lastimara a Kyungsoo, porque si no…
Tao: ¿Por qué si no, qué?
Lay: ¿Kris protege mucho a Kyungsoo?
Baek: Omaiga
Kai: No le hice nada, Kris. Sólo discutimos
Xiumin ha cambiado el asunto a “Kris, tú debes proteger a Tao, sólo a él”
Luhan: estoy de acuerdo
Chanyeol: Kris protege a Tao.
Lay: Tao no les hagas caso, Kris te quiere más a ti
Kyungsoo: Es por los pasteles
Kris: Kyungsoo tiene algo que me gusta y creía que todos lo sabían
Luhan: ¿entonces te gusta más que Tao? No puedes dejar de querer a Tao
Sehun: Luhan, no digas eso. Es obvio que Kris no quiere nada con Kyungsoo ¿verdad, Kris?
Kai: Kris no quiere nada con Kyungsoo
Kyungsoo: pero yo no tengo nada con Kris, es por los pasteles
Sehun: Luhan te dije que no lo molestaras con eso
Luhan: lo siento, Tao. Sólo tenía dudas, ya que es muy extraño todo
Kris: esto no tiene nada de extraño, Kyungsoo es diferente a Tao
Suho: Kris sólo lo cuida por su habilidad para cocinar
Chanyeol: sí, por eso cuida mucho de él
Kai: ¿Tao estás ahí?
Tao: no hay nada de malo con cuidar de Kyungsoo. Kris y yo todavía no tenemos ese tipo de relación.
Baek: ¿a qué te refieres?
Luhan: ¿no son novios?
Tao: Apenas lo estamos intentando, es lógico que cuide más de otras personas que de mí
Xiumin: no, no es lógico
Luhan: Kris tiene que cuidar más de ti
Chen: Pero Tao no debe preocuparse, tengo a un conocido que siempre ha querido algo con Tao
Sehun: el primo de Chen
Luhan ha cambiado el asunto a “Tao tiene pretendientes”
Tao: ¿cuál primo?
Sehun: Tao no te hagas, el que te mandó flores el día de san Valentín
Chen: flores con chocolates
Tao: oh, los chocolates se los di a Baek ¿no?
Baek: yo me los comí junto a Kyungsoo
Luhan: grr, tienes competencia Kris…
Kai: jajaja
Kyungsoo: sabían muy mal esos chocolates
Tao: la intención es lo que cuenta
Kris: Yo nunca dije que cuidaba más de Soo que de Tao.
Chanyeol: información fresca… (n_n)
Xiumin ha cambiado el asunto a “Kris está celoso y por eso evade el tema”
Luhan: celosísimo
Lay: ¿lo estás, Kris?
Chen: por supuesto que lo está, ¿quién cree que Kris está celoso?
Luhan: yo
Sehun: yo
Kyungsoo: yo
Chanyeol: Kris siempre cela a Tao
Lay: yo
Baek: yo
Xiumin: yo
Kai: yo
Suho: Kris siempre es celoso con lo que le pertenece
Tao: Kris siempre está celoso
Luhan ha cambiado el asunto a “Kris cela diariamente a Tao”
Baek ha cambiado el asunto a “Kris ha perdido el juicio celando siempre a Tao“
Xiumin ha cambiado el asunto a “Kris está celoso pero no lo acepta”
Chanyeol ha cambiado el asunto a “Kris no contesta porque está celoso”
Chen ha cambiado el asunto a “Kris de seguro quiere abandonar la conversación, pero si lo hace todos sabrán que está celoso”
Suho: jajaja, ya dejen de molestar a Kris
Lay: Tao, ¿qué es lo que hace Kris cuándo está celoso?
Luhan: sí, vamos a hablar de las escenitas que Kris te hace cada vez que se pone celoso
Chen ha cambiado el asunto a “Las escenitas que Kris hace cuando está celoso”
Tao: dejen de molestar a Kris, él no está celoso del primo de Chen
Chen: si mi primo se te declara ¿qué le dirías?
Tao: por supuesto que no
Luhan: ya vez, Kris. ¡No te pongas celoso!
Baek ha cambiado el asunto a “Kris no te pongas celoso, Tao no aceptará al primo de Chen”
Xiumin: ¿tienes alguna foto de tu primo, mi amor?
Chen: pues no, pero Tao tiene una en su recámara
Sehun: ya dejen de hablar de la foto que Tao tiene bajo su almohada
Luhan: ¿la tienes bajo tu almohada?
Kai: jajaja, sería mejor que pararan con esto
Suho: Kris no les hagas caso, están de broma
Tao: no tengo nada bajo mi almohada, yo sólo pienso en Kris
Luhan: aww
Lay: Ya vez, Kris. No te enojes.
Baek ha cambiado el asunto a “Tao sólo tiene ojos para Kris”
Chen: además tienen un hijo, su amor crece más y más
Tao: Mejor vamos a dormir.
Luhan: sí, esto me hizo cansarme
Chanyeol: buenas noches
Tao ha cambiado el asunto a “Kris, yo sólo te amo a ti”
Lay: así es y así será…