-No que no creías en cuentos de hadas y en charlatanerías? – Le preguntaba Yami a Yugi, mientras este tomaba su ropa y la metía en una valija, Yugi tomo al gatito de color blanco que estaba arriba de esta para que Yami no lo tirara al abrir la valija
-Bueno un encuentro con una momia de 3.000 años, que además camina y habla, puede hacerte cambiar de opinión! – Soltó al gato y tomo la ropa que había puesto Yami dentro.
-Olvídalo! Salimos por la puerta, bajamos al pasillo y nos vamos – Tomo más ropada de Yugi y la volvió a meter
-No! No nos vamos! – Volvió a tomar su ropa y la saco
-Oh si… nos vamos!
-No! no nos iremos, la despertamos y debemos detenerla!
-Si nosotros? Yo no leí ese libro! Te dije que no jugaras con él! Yo te dije que no jugaras con eso! – Tomo unos libros y los metió, pero Yugi los volvió a sacar.
-Claro que si! Y Y-Yo lo desperté y quiero detenerla – Yami volvió a meter mas libros
-A si? Como? Ese hombre dijo que ningún arma mortal puede matarlo!
-Entonces tendremos que buscar las armas para los inmortales! – Yugi tomo los libros, Yami estaba apunto de meter otro y se lo quito de las manos
-Ahí esta de nuevo el ‘’tendremos’’
-Oye! Escúchame, tendremos que hacer algo! – Yugi cerró la valija, si percatarse que las manos de Yami estaban apoyada en ellas, Yami grito, pero Yugi siguió hablando – por que una vez que esa criatura fue puesta en circulación, su maldición se extenderá por la tierra y la destruirá
-Si y es mi problema?
-Bueno es un problema de todos
-Yugi te agradezco mucho que hayas salvado mi vida, pero cuando firme acorde llevarte ahí y traerte de vuelta y ya hice eso, ya se acabo, fin de la historia, contrato terminado! – Le decía a Yugi mientras lo perseguían en circulo alrededor de una mesa.
-Que es lo que soy para ti, un contrato?
-Oye! Puedes irte ahora mismo conmigo o puedes quedarte aquí para salvar al mundo, que va a pasar?
-Me quedare!
-Bien!
-Bien!
-Bien!
-Bien!
-Bien – Fue lo último que dijo antes de salir de la habitación donde estaba Yugi
-Soy el ultimo de la real fuerza aérea enviado aquí – Hablaba un hombre ya anciano vestido con un traje de oficial que iba junto a una dama de cuerpo grande caminando, este estaba un ‘’poquito’’ ebrio que sin darse cuenta se metió en la fuente que había en el suelo – Algún idiota derramo su trago maldición! – Salio del agua y volvió a tomarse del brazo con la dama – Todos los otros pilotos murieron en el cielo y fueron enterrados en la arena, todos eran mis amigos! – Pero justo se topo con Yami
-Hola Whiston – Le dijo Yami
-Hola, eh sabes Atemu, desde que termino la gran guerra – Y volvió a meterse en la misma fuente – No ah habido un solo desafío que valga la pena para mi – Yami se dirigió hacia un bar que había donde estaba Joey tomando un trago, le llamo la atención, este guardo la llave que la tenia en la mano y le hizo seña de que aquel hombre estaba ahí
-Si! Pero hoy todos tenemos problemas no Whiston?
-Creo que hubiera deseado morir con los otros haya en los cielos y llenarme de flamas y gloria en lugar de estar sentado aquí, pudriéndome y aburriéndome y bebiendo – Joey le sirvió un trago a Yami y uno para el, pero el hombre anciano se lo quito – Salud! – Bebió el trago de Joey le devolvió el vaso vacío – Gracias vuelvo a mi deber – Dijo mientras le golpeaba la espalda a ambos.
-Dime tu hermano siempre…
-Oh si, si – Le respondió Joey sin dejar que terminara de hablar
-Todos empacamos y el maldito barco no zarpa hasta mañana – Dijo Alister apareciendo detrás de ellos
-Veo que tres la cola entre las piernas – Le dijo Joey sin mirarlo sirviéndose otro trago
-Si di lo que quieras, a ti no te persigue un cadáver viviente – Volvió a hablar Alister.
-Como… su amigo esta? – Pregunto Yami
-No tiene ojos, ni lengua tampoco – Le respondió Marik
-Estoy complacido en conocerlo – Hablo Bakura casi balbuceando, tenia puesta una venda en donde solían estar sus ojos, apenas se le entendió lo que le faltaba la lengua, se encontraba sentado en un sofá enfrente de el había una persona totalmente vestido y usando una mascara, extendió su mano pero Duke que estaba a su lado lo detuvo.
-Al príncipe Seth no le gusta ser tocado – Le advirtió Duke – Una tonta superstición del antiguo supongo
-Oh pero, disculpa – Volvió a balbucear, intento tomar la tasa de té que tenia pero la volcó, Duke se arrodillo a su lado
-Señor Bakura, el príncipe Seth, le agradase su hospitalidad y por sus ojos… - Le susurro – Y por su lengua… Pero temo que aun necesita algo más… - Bakura se sorprendió y comenzó a temer por su vida, temía que fuera la misma ‘’persona’’ que encontró en aquel lugar así que tomo de la ropa a Duke pero este se soltó – El príncipe debe terminar con su trabajo y que usted y sus amigos tontamente atrajeron hacia ustedes! – Bakura rogaba por su vida, aquella persona se quito la mascara y revelo su rostro putrefacto.
Fuera y lejos del lugar Yami, Joey y Alister brindaban con sus tragos, los tres estaban sentados en un barrada bebiendo.
-Buena suerte chicos – Dijo Alister
Tomaron sus tragos de un solo sorbo, pero de repente escupieron, todo en el lugar que estaban bebiendo escupieron.
-Cielo Santo! Esto, sabe ah… - Dijo Alister
-Sangre… - Fue continuado Yami dejando caer el baso que tenia en su mano al ver la fuente que el agua clara que salía de ella se volvía roja
-‘’Y los ríos y aguas de Egipto se tronador rojos’’ – Dijo Joey – ‘’Era como sangre’’
-Aquí esta… – Dijo Yami mirando a su alrededor.
Mientras tanto Yugi caminaba mientras leía un libro, se escucho un estruendo en el cielo, como si fueran truenos, este miro hacia arriba pero lo ignoro y siguió leyendo.
-Yugi! – Escucho un grito detrás de él, era Yami que venia corriendo
-Oh… aun estas aquí – Dijo sarcásticamente
-Hay algunos problemas
En eso el cuelo se ilumino con un relámpago, ambos miraron, nubes negras se acercaban rápidamente y del cielo comenzaron a caer como bolas de fuego, por instinto Yami tomo del brazo a Yugi y comenzaron a correr, la gente de la cuidad corría por todos lados, ellos dos corrían bajo una galería que era el lugar mas seguro en ese entonces, muchas bolas fuegos comenzaron a caer, incendiando y destruyendo los edificios, ambos se acercaron a unas escaleras, estaban por subir, cuando por esta bajaba Duke al verlo dio la media vuelta para subir y escapar de el pero fue tarde por que este lo vio, rápidamente lo atrapo.
-Duke! Pequeña sabandija! Donde estabas?
Pero antes que respondieran se escucho un grito de una criatura, en ese momento Yami se distrajo y lo soltó, este aprovecho el momento para escapar, Yami saco su arma, tomo de la mano a Yugi y ambos subieron hacia donde venia en sonido, primero entro Yami en la habitación y atrás iba Yugi, este se sorprendió al ver que en el sofá esta un cadáver, como chupado y era evidente que era de Bakura, escucharon un ruido, Yami apunto con su arma, la misma momia que habían visto en aquel lugar se encontraba ahí, comenzaba como a regenerarse, su rostro comenzaba a tomar una forma y su cuerpo se volvía mas frondoso.
-Estamos en serios problemas – Dijo Yami sin dejar de mirar.
La momia comenzó ah acercarse, Yami saco otra arma y comenzó a dispararle, pero estas parecían no hacerles nada, Joey, Alister y Marik llegaron, la momia se acerco demasiado a Yami y lo tiro hacia el techo, cayendo sobre los otros 3 que estaban en la puerta, al ver que estos estaban distraídos miro a su lado y vio a Yugi, este automáticamente comenzó a retroceder.
-Tu me salvaste del mundo de los no-muertos, gracias –
Le dijo a Yugi, luego se le acero mas eh intento besarlo, pero en eso se escucho las teclas del piano, miro y era el mismo gato blanco que estuvo en la habitación de Yugi, al verlo este se asusto, comenzó a girar hasta volverse arena y salir por una ventana, los cuatro que estaban tirados en el suelo lograron recuperarse y se sentaron en el suelo.
-Como dije, estamos en serios problemas – Dijo Yami
Yami, Yugi y Joey se dirigieron al museo de antigüedades, donde trabajaba Yugi.
-A Yugi le gusta – Dijo Joey
-Si y eso que tiene – Respondió Joey
-Pero, que quiere? – Pregunto Marik
-Solo hay una persona que puede darnos una respuesta – Respondió Yugi, entraron a una habitación, donde esta Pegasus y el mismo hombre de negro que le había advertido a Yami – Usted! – Dijo Yugi, rápidamente Yami saco su arma y le apunto, al igual que lo hicieron Alister, Joey y Marik
-Señor Muto, señores… - Dijo Pegasus
-Que esta haciendo él aquí? – Pregunto Yugi
-Realmente quiere saberlo? O preferiría disparar – Al decir eso las cuatro personas detrás de Yugi bajaron sus armas
-Después de lo que acabo de ver, prefiero tomar el camino de la fe – Respondió Yami
-Somos parte de una vieja sociedad secreta, durante 3.000 años hemos guardado la cuidad de los muertos, hemos jurado a la humanidad ah hacer lo que sea necesario para evitar que el gran sacerdote Seth resucite – Dijo mientras se sentaba en un trono
-Y ahora por su culpa hemos fallado – Continuo el hombre de cabello castaño
-Y esto creen que justifica que gente inocente muera? – Pregunto Yugi
-Detener esta criatura, voy a pensarlo, si! – El ultimo ‘’si’’ lo dijeron a la vez Pegasus y el hombre de cabello castaño.
-Pregunta – Dijo Yami levantando la mano, se encontraba sentado en un trono que estaba en exposición – Por que no le gustan los gatos?
-Son guardianes del mundo subterráneo, les temerá hasta que se sienta regenerado – Le contesto
-Y entonces no les temerá a la nada – Agrego el hombre de cabello castaño
-Y saben como podrá regenerarse? – Pregunto Marik
-Matando a todos los que abrieron el cofre – Le respondió Alister
-Y dejándolos seco claro! – agrego Maril
-Joey no juegues con eso! – Dijo Yugi viendo que este estaba tocando un arco que estaba en exposición
-Cuando lo vi vivo en Hamunaptra, el me llamo ‘’Anzu’’ – Ambos hombre miraron a Yugi sorprendido y luego se miraron entre ellos – y luego en las habitaciones del señor Bakura, trato de besarme
-Por que su amor por Anzu, fue maldecido, aparentemente después de 3.000 años…
-Esta enamorado de ella – Continuo el hombre de cabello castaño
-Si esto es muy romántico, pero que tiene que ver conmigo
-Una vez más trata de sacarla de la muerte – Ignoraron totalmente a Yugi y el hombre de cabello castaño le hablo a Pegasus.
-Si… y parece que ya escogió su sacrificio humano, ambos miraron a Yugi
-Mala suerte hermanito – Dijo Joey
-Por el contrario, nos dará el tiempo necesario para matar a la criatura – Dijo Pegasus
-Necesitamos toda la ayuda posible – Dijo el hombre de cabello castaño mirando hacia arriba – Sus poderes han crecido… - Susurro, todos miraron hacia el arribo en los ventanales del museo, el sol comenzaba a eclipsarse con la luna
-‘’Y entonces él extendió sus manos hacia los cielos y la tierra de Egipto se hundió en las tinieblas’’ – Dijo Joey