-Debemos evitar que se regenere, quien abrió ese cofre? – Pregunto Yugi, todos se encontraban de nuevo en el hotel donde se estaban quedando
-Estábamos, Marik y yo y Bakura por supuesto – Dijo Alister
-Y también el egiptólogo – Dijo Marik
-Que hay de mi amigo Duke? – Pregunto Yami, los demás ecepto Yugi y Alister estaban sentados en una mesa
-Nada, salio gritando que no debíamos abrirlo – Dijo Marik
-Si el fue el mas listo – Dijo Alister
-Si claro, así actúa Duke
-Debemos encontrar al egiptólogo y tárelo al fuerte antes de que la criatura lo atrape – Sugirió Yugi
-Si y él se queda ustedes vienen conmigo – Dijo refiriéndose a Yugi, en ese momento casi todos se negaron y Yugi reclamaba él por que no podía ir, Yami se canso de los gritos de Yugi, se dirigió hacia él, lo tomo de las piernas y lo levanto como si fuera una bolsa de papas.
-Atemu que crees que estas haciendo!? – Grito este, Yami abrió la puerta de la habitación que Yugi ocupaba
-Joey!! Atemu!! – Gritaba pero no había caso
-Lo siento Yugi es un poco alto
-Joey eres un cobarde!!! - Yami lo tiro en la cama y salio de la habitación, Yugi se levanto rápido pero antes de que llegara a la puerta Yami la había cerrado con llave – Atemu!! No vas a dejarme aquí!! Joey!! – Yami tomo de la camisa a Marik
– Esta puerta no se abre, él no debe salir y nadie debe entrar entendido?
-Claro – Dijo Marik asustado, Yugi golpeaba la puerta intentado abrirla y gritaba.
-Entendido? – Pregunto dirigiéndose a Joey y Alister
-Si… - Dijo Alister, Yami le entrego las llaves de la puerta a Marik
-No me dejaras aquí entiendes? No me dejaras aquí!! – Gritaba Yugi, pero Yami lo ignoro y comenzó a caminar fuera de la habitación
-Andando Joey – Le dijo Yami
-Ah bueno, yo pensé que, podía quedarme en el fuerte y reconocer…
-AHORA!
-Eh si, claro, hay que rescatar al egiptólogo
-Déjame salir de aquí! – Seguía gritando Yugi, Joey se fue tras Yami y Alister y Marik quedaron cuidando la puerta de la habitación donde estaba Yugi.
La noche había llegado, por los callejones del fuerte corría el hombre de cabello turquesa, entre sus abrazos llevaba el libro negro y un jarrón sagrado, escucho ruidos, miro detrás de él, pero no había nada y otro mas a su lado izquierdo, en su lado derecho, pero no importara donde miraba, no había nada, justo detrás de el lejos había un figura negra, nisi quiera voltio que ya la sintió, comenzó a transpirar del miedo, decidió seguir caminando y justo detrás de él a centímetros, estaba la momia.
En la habitación donde se hospedaba el egiptólogo se encontraba Duke, revolviendo todo en ella, buscando algo, sacaba los cajones y los vaciaba en el piso, pero no había nada.
-Vaya, vaya, vaya, déjame adivinar, te toca limpieza? – Pregunto Yami entrando con Joey en la habitación, Duke intento salir corriendo, pero Yami tomo una silla y se la lanzo, justo le pego en las piernas a Duke y lo volteo
-Que puntería – Dijo Joey
-Ah… Duke te caíste? Déjame ayudarte – Lo tomo de su ropa, lo levanto del suelo y lo golpeo contra un mueble sin soltarlo – Viniste del desierto con un nuevo amigo, no es así Duke?
-Que amigo? Tú eres mi único amigo – Dijo Duke en defensa, Yami lo volvió a levantar y lo golpeo contra una mesa
-Que rayos haces con esa momia Duke? Tú, que vas a ganar?
-Es mejor estar en manos del diablo que en su camino… Pero mientras le sirva a él… yo seré inmune – Yami lo volvió a levantar y lo azoto contra unas cajas
-Inmune a que? – Le respondió en otro idioma – Que dijiste!?
-No quiero decirlo, así que golpéame a tu antojo
-Que es lo que estas buscando? Y Trata de no mentir! – Yami lo tomo y de la ropa lo sostuvo en el aire acercándolo peligrosamente hacia un ventilador de techo
-El… el libro negro que encontraron en Hamunaptra! El quiere recuperarlo, me dijo que vale lo que pesa el oro!
-Para que quiere el libro? – Pregunto Joey
-Ah vamos no lo se… - En eso Yami volvió ah acercarlo al ventilador – Algo sobre resucitar a su novia muerta, pero eso es todo, él solo quiere el libro, solo quiere el libro… y a tu hermano, pero solo eso!
En ese momento se escucharon gritos de personas que provenían del exterior, Duke le dio un puñetazo en el estomago a Yami y este lo soltó, salio corriendo y salto por una ventana, cayendo en el suelo, se levanto sacudió la cabeza y salio corriendo, Yami y Joey se acercaron a la ventana donde se había tirado Duke, miraron y vieron que la gente que estaba amontonada comenzaba a correr y a dispersarse, algunas se quedaron para mirar, al igual que Bakura vieron al egiptólogo tirado en el suelo de la misma forma como chupado y frente a el una persona vestida totalmente de negro, este se arrodillo y tomo el libro negro y el jarrón sagrado, Yami y Joey abrieron grandemente los ojos, aquella figura giro para mirarlos, ya se podía apreciar una piel blanco y unos hermosos ojos azules, la criatura aun no tenia forma propia, ya que un podía verse partes sin piel, abrió su boca y esta parecía descolocarse, de su interior salieron insectos negros dirigidos a Yami y Joey, rápidamente cerraron la ventana, la gente gritaba y corría evitando a los insectos y lo que ahora era mitad momia y mitad humano, caminaba como si nada, los insectos nisi quiera lo tocaban.
-Dos menos y quedan dos – Dijo Yami mientras sostenía la ventana y Joey le ponía el seguro
-Después el ira por Yugi – Una vez que la ventana estuvo asegurada salieron corriendo.
Fuera de la habitación donde estaba Yugi se encontraba Marik mirando por la ventana y Alister sentado en un sofá.
-Al diablo con esto! – Dijo Marik – Voy a bajo a tomar un trago, quieres que te traiga algo?
-Si, si! Treme un baso de Borbón
-Nada mas?
-Y también agua minera! – Dijo Alister mientras se levanta y dejaba el jarrón sagrado que tenia en su mano en el sofá donde estaba sentado
-Si esta bien, esta bien
-No olvides el agua mineral!
-Si te traeré tu maldita agua mineral!
-Olvídate de la puerta! – Dijo mientras cerraba la puerta que había dejado abierta al salir
Miro el jarrón que estaba en el sofá, saco su arma y le apuntaba haciendo trucos con ella, luego la guardo, pero en eso escucho un ruido, parecidos a los que escuchaba en aquel lugar en Hamunaptra que provenían de la ventana, una brisa soplo dentro, volvió a sacar su arma y apunto hacia la ventana, se acerco lentamente, la brisa no dejaba de soplar, miro fuera de ella y no había nada, se calmo y bajo su arma, pero cuando bajo su arma, una gran cantidad de arena entro por la ventana envolviéndolo, esta parecía tener vida ya que hizo que él levitara y de la misma forma que el egiptólogo y Bakura fue succionado, dejando solo su cadáver, la arena se compacto y tomo forma humana, dejo apreciar a un hombre, de piel blanca, cabello castaño y ojos azules, este aun tenia la parte izquierda del rostro y del cuello sin piel, miro la puerta de la habitación de Yugi, él sabia que se encontraba dentro.
Mientras tanto en el interior de la habitación Yugi se había cansado de gritar y golpear la puerta, nada funcionaba, se notaba que le tenían miedo a Yami para seguir a pie de la letra lo que les dijo, se rindió, se quito su ropa y se coloco su piyama, apenas toco la cama quedo rendido, durmiendo profundamente, por la cerradura de la puerta comenzó a entrar arena, que se acumulo en el suelo, Yugi no se dio cuenta, ya que se encontraba durmiendo, una vez que la arena ingreso totalmente de nuevo toma la forma del mismo hombre, este se acerco a la cama donde dormía Yugi, se sentó en el borde de la cama y acerco su rostro al de Yugi, primero lo observo.
-Anzu… - Susurro
Cerro sus ojos y beso a Yugi, era como si lo que había absorbido a Alister lo perdiera durante el beso ya que su boca volvía a ser como la de la momia que era, en eso Yugi despertó, no podía separarlo de él, comenzó a empujar pero era fuerte, en eso la puerta se abre de una patada, eran Yami y Joey, el ruido hizo que aquel hombre se separa de Yugi.
-Oye! Quita tu horrible cara de la suya! – Le grito Yami, Yugi hacia lo imposible por alejarse de él y salir de la cama, aquel hombre lo miro y le hablo en otro idioma, parecía amenazarlo y ah acercarse a él – Mira lo que tengo! – Dijo mostrándole Yami que entre sus manos tenía el mismo gato blanco que solía andar en ese lugar y como le había dicho Pegasus este se asusto y aun más se asusto cuando el gato le gruño, comenzó a retorcer y se volvió una nube de arena y salio por la ventana.
-Estas bien? – Le pregunto a Yugi que estaba arrodillado en el suelo al lado de la cama
-No, estoy seguro – Respondió Joey.
Marik era el último que quedaba, los cuatro se dirigieron en un auto que iba manejando Joey hacia el museo de antigüedades.
-De acuerdo con la leyenda, el libro negro que los norteamericanos encontraron en Hamunaptra, puede traer a la gente de la muerte, hasta ahora era una teoría que me negaba a creer – Decía Yugi a Yami mientras subían por las escaleras de tras de Pegasus y el hombre de cabello castaño.
-Si, créelo, eso fue lo que lo trajo a la vida
-Si! Y creo que si el libro negro puede devolver a la gente la vida entonces…
-El libro de oro podría matarlo – Continuo Yami
-Ese es el mito, pero donde esta escondido el libro de oro?
Llegaron a la parte de arriba del museo y escucharon voces que venían de a fuera, se escuchaba que un grupo grande de personas decían a la vez ‘’Seth’’, todos se acercaron a los ventanales del museo y observaron, muchas personas iban caminando, repitiendo ese nombre y con antorchas en sus manos, todos se iban acercando al museo
-Esa es una de mis plagas favoritas – Dijo Joey – Antorchas y cantos
-Ahora son sus esclavos… Así que ya empezó, es el principio del fin – Decía el hombre de cabello castaño y largo
-Yo creo que no – Dijo Yugi – Vamos!
Entre todo el grupo de hombres que parecían estar hipnotizados iban, el sacerdote y Duke, el hombre dijo algo, todas las personas comenzaron a alterarse y corrieron a la entrada del museo, intentaban derribar la puerta.
-De acuerdo a la escuela de Greenwich, el libro de oro de Amón Ra esta en la estatua de Anubis – Traducía Yugi un enorme piedra, mientras que Yami y el hombre de cabello castaño vigilaban por si entraba alguien eh intentaba detenerlos
-Donde encontramos el libro negro – Dijo Marik
-Exacto!
-Parece que los de Greenwich se equivocaron – Dijo Joey
-Y ellos mezclaron los libros, cambiaron los lugares donde los escondieron, así que si el libro negro estaba en la estatua de Anubis, entonces el libro de oro debe estar en… - Pero antes de que Yugi terminara, los súbditos del sacerdote derribaron la puerta y entraron, todos miraron hacia abajo, mientras Yugi seguía viendo la piedra.
-Vamos date prisa! – Le decía Joey
-La paciencia es una virtud – Le respondió Yugi
-No! En este caso no! – Le dijo Yami
-Creo que iré a echar andar el auto! – Dijo Joey mientras salía corriendo
-Lo tengo! El libro de oro de Amón Ra esta en Hamunaptra, en la estatua de Horus! Les gane a los genios de Greenwich!