La avioneta se estrello contra la arena y una parte de él quedo hundido en ella, ambas alas de este se habían separado, como pudieron Yami, Joey y Mahad salieron del interior de este alejándose.
-Disculpen! Un poco de ayuda! No me caería mal si no es mucha molestia! – Decía Joey, este no podía quitar el seguro que lo tenía amarrado al ala de la avioneta.
-Si claro! – Dijo Yami tambaleándose mientras se dirigía hasta donde estaba Joey
Mahad al ver la avioneta destruida quito la ametralladora que había puesta, les serviría de ayuda cuando entraran a Hamunaptra, mientras Yami lograba quitar el seguro y bajar a Joey, luego de que este cayera lo ayudo a levantarse.
- Whiston! Oye Whiston! – Le gritaba Yami
Al ver que aun seguía dentro, se acercarse y al verlo mas de cerca se dio cuenta que este tenia los ojos cerrados, coloco dos de sus dedos en su cuello y se dio cuenta que no tenia pulso, miro a Joey y este entendió que al parecer Whiston había muerto, no se cruzaron palabras, pero de repente se escucho un gran ruido y vieron que la parte de la avioneta donde estaba Whiston se hundía.
-Movedizas! Retírense! Arenas Movedizas! – Gritaba Mahad mientras Joey y Yami se alejaban
Al estar a una distancia segura, los tres observaron como se comenzaba a hundir esa parte de la avioneta con Whiston dentro, toda esa parte se hundió sin dejar rastro alguno, solo quedaron las alas que eran la prueba de que se había estrellado ahí, Yami hizo la seña de un saldado al saludar, este tomo su bolso con todas sus armas y comenzaron a caminar, tenían un camino no tan largo hasta Hamunaptra, pero tardarían unos minutos.
Mientras tanto ya en Hamunaptra, el sacerdote, Yugi y Duke se adentraban en el las profundadas del lugar, Yugi había parado para observar el lugar, nunca antes había visto ese lugar cuando fueron anteriormente.
-Sigue caminando! – Le dijo Duke mientras lo empujaba y le apuntaba con el arma
-Sabes los tipos tan cobardes como tú, siempre obtienen su merecido – Le respondió Yugi, Duke comenzó a reírse, pero luego esa risa se volvió de nervios
-Enserio? – Le pregunto preocupado
-Oh si, claro que si… - Le dijo mirándolo directo a los ojos y luego continuo caminando dejando a Duke atrás con la duda.
En otra parte, al parecer al entrar el sacerdote hizo que la entrada se sellara con piedras, Yami y Mahad estaban retirando uno por una con sus manos, mientras que Joey solo observaba.
-Yo quitaría primero las piedras grandes y desde arriba! De otro modo nos caerá enzima – Sugirió Joey – Vamos pongan mas empeño! – Yami y Mahad solo lo miraron – Si, bueno… es su idea, continúen… - Dijo nervioso ya que con la mirada de ambos entendió que si no ayudaba mejor se callara.
Una vez que se quedo cayado, mientras los otros dos quitaban las piedras comenzó a mirar el lugar y algo llamo su atención en la pared del lado derecho, se acerco e ilumino con su antorcha para ver mejor.
-Oigan… oigan, por que no vienen a ver esto – Dijo Joey
Quito un escarabajo de la pared, parecía echo de oro azul, lo coloco en su mano y comenzó a mirarlo, pero este comenzó a moverse, la parte de arriba se abrió y de su interior salio un escarabajo vivo, al momento de salir este se metió bajo la piel de Joey, comenzó a gritar, llamando la atención de los otros dos.
-Que? – Pregunto Yami, pero Joey no dejaba de gritar, lo único que hacia era pasar su otra mano por su brazo izquierdo, ambos se acercaron.
-Mi brazo! – Gritaba Joey
Yami se acerco y abrió la camisa que tenia puesta Joey, ambos hombre pudieron observar como por el hombro de Joey debajo de la piel caminaba algo.
-Quieto! – Le dijo Yami
-Haz algo! – Gritaba Joey
-Espera! – Le volvió a decir Yami
-Haz algo! – Seguía gritando
Mahad tomo a Joey y sujeto su brazo para que no se moviera, Yami saco una daga que tenia en su bolsillo y sin pensarlo dos veces o escuchar los gritos de Joey la introdujo en su piel justo frente a ese bulto, tan rápido como pudo logro sacar lo que parecía un escarabajo y lo tiro lejos, el insecto cayo de espalda, se volvió a parar y se dirigía de nuevo hacia Joey, pero Yami saco su arma y le disparo, ruido del dispara que Yami la atención de el Sacerdote, Yugi y Duke.
-Atemu… - Susurro Yugi con una sonrisa
El sacerdote saco lo que parecía polvo de uno de los jarrones sagrado y lo soplo sobre una pared donde habían escrituras y la forma de dos hombres, pronuncio lo que parecía ser una hechizo, se comenzaron a escuchar como lamentos, Duke y Yugi miraban atentos y de repente la pared comenzó a romperse justo en la figura de los hombres y de él salieron dos momias
-En Greenwich los genios nunca escribieron sobre esto… - Dijo Yugi mientras comenzaba a retroceder junto a Duke
Las momias se dirigieron frente al sacerdote y se inclinaron en forma de respeto, al igual que el sacerdote.
-Disculpa, podría ayudarme! – Le decía Yugi a Duke
-Oye tranquilo – Le respondió Duke
El sacerdote les apunto hacia el lado izquierdo, de donde había venido el ruido del dispara
-Mátenlos – Les dijo – Y despierten a los demás!
Con esas palabras ambas momias volvieron a inclinarse y comenzaron a dirigirse hacia donde les había apuntado el sacerdote
Una vez que vendaron la herida de Joey y quitaron el resto de las piedras comenzaran a avanzar, el túnel por donde iban se hacia estrecho, al final solo podía pasar uno por uno, primero fue Yami, tiro su bolso y la antorcha y luego paso el, llevaba una de sus armas en su mano, luego paso Mahad y por ultimo Joey, una vez que bajaron Yami volvió a tomar su bolso, vio que en un lugar alto había un espejo y en ese momento recordó a Yugi y el truco que había echo cuando entraron por primera vez ahí dentro, avanzaron un poco, tomo una de sus armas pequeñas, le apunto y disparo al espejo, este se movió hacia abajo y la luz fue reflectada por el y así sucesivamente por otros espejos que habían en el lugar, hasta alumbrar toda la habitación, revelando una recamara repleta de oro, de pies a cabeza, Mahad y Joey miraban asombrados con la boca abierta, habían encontrado todo el oro de Seti I, Joey intentaba decir algo pero no le salía nada, el único que no estaba sorprendido era Yami, en su mente solo había una cosa, salvar a Yugi.
Comenzaron ah bajar las escaleras lentamente, Yami y Mahad iban armados, mientras que Joey llevaba la antorcha, el lugar estaba repleto de oro, habían estatuas, pequeñas y grandes, echas totalmente de oro, esfinges, monedas, coronas, todo echo de oro y algunas con incrustaciones de joyas.
-Esto es… - Dijo Joey
-Si – Le respondía Yami
-Puedes creerlo…
-Si
-Y podríamos…
-No!
Escucharon un ruido detrás de ellos, rápidamente Mahad y Yami estaban listos para disparar y de la arena salia una mano, era una momia y otras cuantas salieron también.
-Quien demoños son? – Pregunto Yami
-Sacerdotes, sacerdotes de Seth
-Así? – Pregunto mientras comenzaba a disparar junto con Mahad.
Joey no se quedo atrás y tomo dos armas que llevaba Yami y el también comenzó a disparar hacia las criaturas, pero eran demasiadas así que comenzaron a correr, Joey estúpidamente le lanzo una de sus armas hacia la cabeza de una momia, no les quedo correr por el pasillo que vieron primero, detrás de las momias que los perseguían apareció Duke, comenzó a reír al ver que se encontraba en un lugar repleto de oro, Seth lo había liberado del trato al tener lo que quería y le indico donde estaba la cámara con todos los teseros, el se dirigió a él, sacaría todo lo posible y se iría lejos.
Yugi comenzaba a despertar, no estaba seguro que había pasado, lo único que recordaba era un golpe en la cabeza, abrió sus ojos, miro sobre su cabeza y se dio cuenta que estaba encadena en ambas manos, escucho como un chillido, miro sobre él y vio que una rata le caminaba enzima, si había algo que odiaba mas que cualquier cosa e el mundo eran las ratas, giro hacia su lado izquierdo para sacar la rata de él y justo a su lado había una momia.
Yami, Joey y Mahad pasaban por un pasillo extenso, tenían que ir caminando de espaldas mientras le disparaban a las momias que los perseguían, Joey era el único que no dispara ya que él iba alumbrando el camino, entonces entraron a otra habitación.
-Ahí esta! Hola Horus viejo amigo! – Decía feliz Joey mientras encendía una antorcha que había al lado de la estatua de Horus.
Yami y Mahad seguían disparando mientras entraban, Yami saco una dinamita del bolso y un fósforo, pero no tenia con que encender el fósforo, miro a Mahad y vio que este tenia un poco de barba, lo aprovecho, lo encendió en su cara, encendió la dinamita.
-Vamos a cerrar la puerta – Dijo Yami mientras tiraba la dinamita hacia el lugar donde venían las momias
Los tres corrieron detrás de la estatua de Horus y se titaron al suelo, las momias iban entrando pero justo exploto la dinamita y escombros cayeron sobre ellas. Mientras tanto Duke salía del lugar con una bolsa llena de oro, habían varios camellos fuera del lugar, tomo uno y se llevo.
-Ven, ven comigo! Ven! Vamos! – Le decía al camello mientras tiraba de él para llevarlo cerca de la bolsa de oro.
Mientras tanto donde se encontraba Yugi ya despierto este pudo observar como unas cuantas momias comenzaban a rodear el altar en donde estaba encadenado, no importaba la fuerza que hiciera, las cadenas a pesar de ser antiguas eran fuertes, las momias una vez que estuvieron cerca, se arrodillaron y comenzaron a inclinarse, mientras recitaban algo, el sacerdote se acercaba con el libro negro hacia ellos, Yugi estaba asustado, deseaba con todas sus fuerzas que si Yami estuviera cerca que llegara en ese mismo instante, el sacerdote miro a la momia que estaba frente a él y coloco su mano en su cabeza acariciando.
-Anzu… - Susurro, abrió el libro negro y guardo la llave entre su tunica.
-Atemu! Joey! – Grito Yugi creyendo que estaría cerca para ayudarlo
Mientras tanto, en la estatua de Horus Yami y Joey hacían fuerza para abrir la pequeña puerta que había en la base de la estatua de Horus, mientra tanto Mahad cargaba el arma, en eso escucharon ruidos por un pasillo que había al otro lado, por las sombras mas momias se acercaban.
-Maldición no se dan por vencidos – Dijo Yami
-Sigan buscando – Dijo Mahad mientras terminaba de cargar el arma y se dirigía hacia el pasillo a atrasar a las momias.
Fuera del lugar Duke cargaba el oro sobre el camello, se reía, al fin tenia su pago por todo lo que había echo, tomo una pieza del interior de la bolsa y la miro, pero en ese momento sintió que no le era suficiente lo que ya tenía.
Yami y Joey habían logrado abrir la pequeña puerta y de su interior sacaban un cofre, Joey lo abrió y dentro esta el libro dorado de Amón Ra.
-El libro de Amón Ra… - Susurro Joey, ambos se miraron
Mahad les disparaba a las criaturas para atrasarlas, pero las balas se les termino, no pensó en nada, solo voltio y miro a Yami y Joey.
-Salven al chico, maten a la criatura! – Fue lo ultimo que les dijo antes de entrar a aquel pasillo repleto de momia y comenzar a pegarles con el armas y sus manos.
Yami apenas lo escucho se dirigió al bolso que tenia y saco otra dinamita, la encendió con una pequeña patilla que sobresalía de su cabello, encendió la dinamita, tomo a Joey que tenia en libro en sus manos y corrieron hacia un lado, miraron como las momias se llevaban a Mahad y volvían a avanzar.
-Que están esperando!? Largo! Largo! – Pregunto Mahad al ver que estos no se iban
Yami tomo a Joey y lo tiro al suelo, tiro la dinamita y también se tiro cerca de Joey, las momias comenzaban a entrar pero justo esta exploto, incendiándolas y sellando la entrada con fuego.
-Estas bien? – Le pregunto Yami a Joey – Vamos! – Le dijo y así ambos comenzaron a correr