El sacerdote al abrir el libro negro y buscar en el encontró un conjuro el cual comenzó a recitar, miro hacia delante, Yugi miro al mismo lugar que él y se percato que había una especie de piscina pequeña llena de lo que él pensaba que era alquitrán, de este comenzó a emerger una especie de figura fantasmal y se dirigía hacia el altar donde estaba, paso sobre él y se introdujo dentro la momia que estaba a su lado, esta despertó y comenzó a gritar, miro a su lado donde estaba Yugi, este también gritaba, Yugi miro que a su lado estaba el sacerdote y levantaba una daga sobre él.
-Con tu muerte Anzu volverá la vida – Le dijo mientras alzaba bien alto la daga – Y yo, seré invencible! – Atino a calvar la daga en el pecho de Yugi, este gritaba, pero en eso Yugi escucho una voz muy conocida.
-El libro de Amón Ra! Lo encontré Yugi, lo encontré! – Gritaba Joey desde lo alto.
-El libro de Amón Ra… - Susurro el sacerdote mientras bajaba la daga en su mano, eso hizo que Yugi se tranquilizara un poco.
-Calla y sácame de aquí! – Yugi vio que el sacerdote comenzaba a dirigirse hacia él – Abre el libro Joey, solo así podrás matarlo! Debes abrir el libro y encontrar la inscripción!
Mientras Yugi le hablaba y el sacerdote se dirigía a él, no sabían que Joey solo era una distracción, del otro lado iba Yami sigilosamente, vio que una estatua tenía una espada y la tomo.
-N-no, puedo abrirlo! Esta serrado con llave! Necesito la llave Yugi!
-Esta dentro de su tunica!
Joey al ver que el sacerdote se acercaba demasiado comenzó a correr con el libro en sus manos, una vez que el sacerdote estuvo lo suficientemente lejos Yami salio a la acción, salto y se dirijo directo a Yugi cortando una de las cadenas de sus manos, el sacerdote susurro algo y las momias que estaban arrodillas y venerando se levantaron y se dirigieron hacia Yami, este les cortaba las cabezas, era la única forma en que dejaban de avanzar, mientras que Yami peleaba con las momias Yugi lograba sacarse las cadenas de los pies, pero su brazo izquierdo aun seguía atrapado.
-Momias – Dijo Yami en un tono burlón.
Estaba apunto de cortar la cadena que aun detenía la mano de Yugi pero algo lo arrastro hacia el suelo, era una momia sin piernas, esta lo tenia bien sujeto de las piernas y lo arrastra, Yami intento alcanzar la espada pero no llegaba, otra lo agarro por los hombros.
-Cuidado ahí viene otra! – Grito Yugi – Atemu!
Le volvió a gritar al ver que otra momia se acercaba con una gran piedra inscrita, la intención era clara, tarársela enzima de él, no podía escapar por que las momias lo detenían y no alcanzaba la espada, en eso vio que la mano de una momia se arrastraba, la momia con la piedra ya estaba muy cerca, Yami espero que la mano de la momia tomara la espada y tomo la mano, así alcanzo la espada y corto las piernas de la momia que tenia la piedra, esta al separase de sus piernas cayo hacia atrás y la piedra sobre él, mientras tanto Joey intentaba leer el libro.
-Aquí esta la inscripción! Rayin, Rayimun, Rayimunucasca!
Yami logro liberar por completo a Yugi y lo bajaba del altar, en eso se escucha un ruido, ambos miran y una puerta se abre, dejando salir unos soldados con armas y escudos momificados.
-Por dios… - Susurro Joey al ver que había metido la pata
El sacerdote sonrío al ver el pequeño ejército, sabia que Joey no había terminado de leer la inscripción, los había despertado, pero hasta que Joey no terminara la inscripción él podía controlarlos, estos avanzaron, se pararon en fila, levantaron sus armas y escudos y comenzaron a avanzar hacia donde estaba Yami y Yugi.
-Oh si! Esto se pone cada vez mejor – Dijo Yami mientras afirmaba la espada en su mano, mientras comenzaban a retroceder con Yugi.
-Has algo Joey! – Le dijo Yugi
-Pero…
-Tú puedes ordenarles
-Debes estar bromeando
-Termina la inscripción de la cubierta idiota, entonces podrás controlarlos!
Joey se dio cuenta y se fue de la vista de ellos para terminar de leer, mientras Yami y Yugi seguían retrocediendo a la vez que los soldados momificados avanzaban, pero justo detrás de Yugi apareció la momia que estaba a su lado cuando estaba encadenado al altar, este se dio cuenta por que escucho un sonido que hizo, comenzó a correr ya que esta quería herirlo con una daga que tenia, Yugi iba a ir tras él pero el sacerdote le ordeno algo a las momias y estas comenzaron a correr hacia Yami.
Yami grito como si así asustaría a las momias, las tres momias que estaban delante de él le gritaron pero aun peor, hubo un minuto se silencio y Yami comenzó a correr, las momias lo seguían, mientras tanto Yugi también corría por su vida, la momia quería matarlo, lo estaba acorralando.
-Date prisa Joey!!
Yami encontró una soga atada, se sostuvo de ella y corto en donde esta atada, esta comenzó a subir, las momias saltaron alto e intentar alcanzarlo, la cuerda subía y una especie de jaula caía sobre una de las momias, llego a la parte de arriba corrió por un pasillo pero las momias ya había llegado hay también, así que corrió para el lado contrario seguido de estas. Comenzó a bajar por las escaleras, las momias iban trepadas por la pared, cuando llego al final de la escalera miro detrás de él no había ninguna momia, bajo la guarda, iba a caminar, pero cuando giro las tenia atrás, estas comenzaron a atacarlo, pero Yami tenia reflejos rápidos.
-No puedo descifrar el último símbolo
-Dime como es! – Pero en eso Yugi se encontró la momia, esta lo tomo del cuello y Yugi tomo la mano de la momia donde tenía la daga. Mientras tanto Yami luchaba con las momias
-Es como… un pájaro una cigüeña! – Le dijo Joey mientras movía su brazo en forma de aletazo. Una de las momias había volteado a Yami estaba apunto de atacarlo cuando este encontró una antorcha y la encendió fuego.
-A-a-a-a… ame-amenofus – Dijo como pudo Yugi ya que la momia lo tenia fuerte del cuello
-A si! Ya entendió!
Yami subía por las escaleras mientras hacia lo imposible para evitar que las momias lo atraparan y lo mataran, se le acercaban de todos lados, en eso cuando creyó que no había mas, giro hacia tras para correr, pero en eso dos mas aparecieron y lo voltearon por las escaleras, soltó la espada, las momias comenzaron ah acercársele, este retrocedía como podía.
-A-acotayi amenofus! – Grito Joey
En eso las momias iban a atacar a Yami, pero justo pararon, a centímetros del rostro de este quedaron las armas de las momias, estos sacaron sus armas del rostro de Yami, se pararon firme y formaron una fila de nuevo.
-Mátenlos! Mátenlos! – Decía el sacerdote pero estos no le hacían caso – Ordeno que lo maten! – Yami aprovecho para escapar
Yami como podía seguía evitando los ataques de la momia, debía escapara hasta que Yami o Joey la detuvieran, pero en un momento quedo atrapado.
-Deja! Bacusca Anzu! – Les ordeno Joey, estos le hicieron caso.
-Anzu! – Grito el sacerdote, las momias se acercaban a la momia de Anzu – Dame el libro! – Le dijo dirigiéndose a Joey, escucho un grito, miro y una vez más como en el pasado, gracias a unas sombras observo como los soldados mataban el cadáver viviente – Anzu! – Grito pero ya era tarde, estaba enfadado y se dirigió hacia Joey – Ahora morirás tú! – Dijo mientras lo tomaba del cuello y lo levantaba, pero justo llego Yami y cortó el brazo de este
Joey cayo al suelo junto con el brazo, Yami quedo sorprendido al ver que este no sangro, con el brazo que le quedaba tomo a Yami y lo lanzo en el aire, volvió a ponerse su brazo como si de un muñeco se tratara y se acerco a Yami.
-Yugi! La tengo! – Dijo mientras mostraba la llave
Mientras Yami intentaba pelear con el sacerdote, Yugi corría hacia Joey ah abrir el libro, si no hacia algo rápido este mataría a Yami, podía resistir a los golpes, pero no sabia hasta cuando, Joey sostenía el libro mientras Yugi lo abría.
-Mantenlo ocupado! – Le grito Yugi a Yami
-No hay problema… - Le respondió Yami mientras caía, lo había lanzado por el aire
Yugi abrió el libro y comenzó a buscar, mientras que el sacerdote seguía lanzando por el aire a Yami, Joey miro y vio como el sacerdote tomaba a Yami por el cuello.
-Rápido Yugi!
-No me estas ayudando!
-Te ah llegado la hora – Le dijo a Yami, apretaba tan fuerte su cuello que este comenzaba ah sonar, estaba apunto de absorberle la vida de la misma forma que lo hizo con los norteamericanos.
-Lo tengo! – Dijo Yugi – Cadish mal, cadish mal, pared up, pared up
En eso, desde la parte de arriba de las escaleras se vio un carruaje fantasmal, el sacerdote tiro a Yami, este ya estaba azul por que le faltaba el aire, este lo atravesó y saco algo de su cuerpo, una vez que lo tubo este dio la media vuelta y se fue, se veía como la misma imagen de él pero fantasmal iba dentro del carruaje, este lo corrió para intentar recuperarlo, pero no hubo casa, el carruaje como apareció se desapareció, Yami se recupero, se paro y tomo la espada de nuevo.
-No dijiste que eso lo mataría? – Le pregunto Yami al ver que este seguía de pie y se acercaba a él, miro a Yugi y vio que este estaba tranquilo, una vez que lo tubo enfrente clavo su espada en su estomago, el sacerdote se sorprendió, miro su mano, había sangre
-Ya es mortal – Le respondió Yugi
Saco la espada y este se tapo la herida con la mano, comenzó a retroceder y por accidente se metió en la pequeña piscina que parecía llena de alquitrán, comenzó a hundirse y a la vez que se hundía, su cuerpo volvía a ser como el de la momia que encontraron, este los miro y les dijo algo, pero no llego a completar la frase, una vez que su cabeza llego a tocar lo que parecía alquitrán se deshizo totalmente.
-La muerte, es solo el comienzo – Dijo Yugi
Mientras tanto, Duke cargaba una bolsa llena de oro, se había perdido dentro del lugar, estaba cansado, vio una especie de gárgola que sobresalía de la pared con la cabeza de Anubis, se saco la bolsa llena de oro y la coloco sobre eso, se sentó a descansar para luego seguir buscando la salida, pero en eso esa gárgola comenzó a bajar, era una especie de palanca escondida, apenas esta bajo, arena comenzó a caer por el techo. Donde estaban Yami, Yugi y Joey, el techo comenzaba a bajar.
-Vámonos! – Dijo Yami mientras tomaba la mano de Yugi y comenzaron a correr, en eso Joey resbala y tira el libro dentro de la piscina, a este no le importa, se levanta y sigue corriendo, pero Yugi vuelve
-Has perdido el libro Joey! No puedo creerlo! – Joey y Yami volvieron, tomaron cada uno una mano de Yugi y volvieron a correr
La ambición de Duke era tan grande que a pesar que el techo se cerraba bajo el continuo con el oro que lo tardaba, se dio cuenta que si seguía si nunca escapara, así que abandono el oro y siguió solo. Yugi, Yami y Joey corrían lo más rápido que podían y justo atrás apareció Duke. Los tres llegaron a la cámara donde estaban todos los tesoros, Yami y Yugi continuaron corriendo ignorando todo, pero Joey se paro.
-Oye Yugi no podríamos?
-No Joey! – Volvieron ambos, tomaron Joey de las manos y continuaron corriendo, detrás de ellos iba Duke
-Atemu! – Grito Duke, la pequeña puerta se cerraba, Yami, Yugi y Joey pasaron, en eso Yami vio a Duke – Atemu espérame!
-Rápido! Rápido Duke! – Dijo Yami mientras le extendía la mano – Dame la mano! Dame la mano Duke! – Pero fue tarde, la puerta se cerro por completo – Adiós Duke… - Se levanto y continuo corriendo
Duke había quedado atrapado, el techo sobre él se cerraba, tomo la antorcha y regreso a la cámara con los tesoros, miro para todos lados y en todos lados las salidas se serraban, el techo sobre la cámara se bajaba un poco y eso destrozo el espejo que iluminaba el lugar, dejando en total oscuridad a Duke, lo único que tenia era una antorcha, estaba asustado y solo, sobre una estatua apareció un escarabajo carnívoro
-Largo… Chusma! Chusma! – Dijo asustándolo con la antorcha
El insecto hizo un llamado y millones de escarabajos aparecieron, su única arma era la antorcha pero esta comenzaba a apagarse.
-Chusma! Chusma! Váyanse, váyanse!
Estaba solo y asustado, en ese momento recordó a Yugi lo que había dicho ‘’los tipos tan cobardes como tú, siempre obtienen su merecido‘’, la antorcha casi se extinguía, estaba totalmente rodeado de esas pequeñas criaturas, una vez que la llama se extinguió, su final llego.
Fuera, Yami, Yugi y Joey habían logrado salir, ahora corrían por que el lugar se estaba derrumbando y no solo se derrumbaba, la arena se comenzaba a hundir, los camellos que estaban dentro corrieron fuera del lugar, una vez que estuvieron lejos, pararon y miraron como el lugar se volvía una enorme nube de arena, al fin habían escapado, se estaban calmando, hasta que Joey grito al sentir como tomaban su hombro, era Mahad que había logrado escapar.
-Gracias! Gracias! Muchísimas Gracias! – Le decía por el susto que le había dado
-Ustedes se ganaron mi respeto y la gratitud mía y de mi pueblo – Decía mientras miraba a Yami y Yugi
-Si bueno… no fue nada – Le respondió Joey
-Les deseo que Ala les sonría siempre – Este hizo una seña que creyeron que era como un gracias
-Eh… A ti también – Le dijo Joey
Así comenzó a alejarse en el camello, tenía un largo camino hasta llegar a su pueblo
-Si! Cuando quieras! – Le dijo Joey
-No te metas en problemas – Le dijo Yami, junto con Yugi sonreían
-Nos ah dejado aquí! – Dijo Joey – Bueno creo que nos vamos con las manos vacías… De nuevo…
-Yo no diría eso… - Dijo mientras miraba a Yugi que estaba a su lado, Yugi también lo miro.
-Oh, por favor… - Dijo Joey mirando para otro lado.
Pero no puedo resistir ver, ambos se besaron, algo que desde hace tiempo deseaban, pero no sabían si él otro le correspondía, fue un beso corto, pero ambos lo disfrutaron.
-Que dices tu linda, quieres que te de un besito? – Le preguntaba Joey a un camello, este le abría la boca y salía el olor que Joey no soportaba
Al separase, no hubo palabra alguna, solo unieron sus frentes y sonrieron, Joey tomo un camello y otro Yami, frente a él lo llevaba a Yugi, ya habían estado mucho tiempo separados y no quería volver a estarlo, se miraron y se besaron de nuevo, tenían un largo camino para volver hacia donde estaban sus cosas, creían que se iban con las manos vacías, pero sin saberlo, Yami había tomado el camello donde Duke había puesto una bolsa de oro, en ese momento sus vidas iban a cambiar, pero no era el fin de su aventura…
Fin?