Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vidas Perfectas por Mozart

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

He me aquí otra vez, empezando de nuevo. El mismo colegio, las mismas personas, los mismos lugares… ya estaba acostumbrado  a todo esto. Matt aún no ha llegado así que no había mucho que hacer.

-          Nath!  – Parece que me equivoque – ¡Hola! Qué bueno encontrarte – Esa voz es difícil confundirla. Era Daniel, creo que este año también estaremos en la misma clase. Se puede decir que es muy alegre y expresivo pero a veces se vuelve insoportable todo lo contrario al chico que está a su lado, Alexis o simplemente lo llamamos Alex. No es tímido pero tampoco habla mucho, muy pocas veces habla con nosotros.

-          Hey, Dan, Alex. ¡Hola!

-          ¡Hola! ¿No te he visto desde hace dos meses donde estuviste metido?

-          Estuve de viaje – Le dije.

Mentira. No estuve de viaje y mucho menos salí de casa, no me gusta salir. Si tuve contacto con alguien, fue con Matt, si no fuera por sus visitas tal vez ni saldría de mi habitación…

-          Oh pues yo fui a … - Hay va otra vez, Daniel habla sin parar, y todo es sobre el, es algo fastidioso, pero en realidad es una buena persona. - Por cierto sabias que tene…

-          Oh, Daniel me lo cuentas después ¿sí? Tengo que hablar con Matt, nos vemos más tarde. ¡Adiós Alex!

Fue un poco grosero dejarlos así pero Daniel hablar sin parar y yo no soy de las personas que les encanta hablar… A veces me pregunto cómo Alex lo puede soportar…

Encontrar a ese rubio no fue muy fácil, Las cabezas de las personas no me dejaban verlo, no es que sea muy alto que digamos. Una pared repleta tanto de chicos como chicas estaba a su alrededor, babeaban por él.

Recuerdo el año pasado cuando rompió con el líder de futbol americano, este último lloro y se arrastró para que no lo dejara. Aunque no tuvo mucha suerte, porque igual lo dejo.

Al fin, salió apartando a todos con esa sonrisita hipócrita con la que todos caían.

-          Tardaste. – le dije. Empezamos a caminar.

-          Fueron ellos, no me culpes a mí.

-          Como digas… – Buscamos la lista de las clases.

Genial, la primera clase era biología. Lo odio, es aburrido y no me interesa. Historia… demasiado viejo. , ¿Joder aquí no puede haber cosas interesantes?. Matemáticas… maldición, mátenme.

-          Andrew vuelve. - Dijo de la nada.

-          ¿Qué? – estaba ¿impresionado? O más bien extrañado. Se suponía que no volvería hasta dentro de 5 o 6 años.

-          Y al parecer  mi papa y mi tío no están nada contentos por eso.

-          Pero el…

-          Dejo la carrera. – Eso me dejo más extrañado aun.

-          Por qué…

-          ¡Estaba en Princeton! – Grito de la nada, interrumpiendo otra vez atrayendo las miradas de los demás, eso era algo incómodo. -  Fue estúpido que lo dejara, no sabes cuantos problemas abran ahora con esto. – Matt parecía alterado y  triste al mismo tiempo, estos problemas también le afectaban mucho a él. – Por cierto, ¿supiste que tenemos un nuevo director? – me dijo cambiando de tema.

-          ¿Nuevo? Pues… ahora que lo pienso, Daniel estaba hablando de eso pero no le preste mucha atención.

-          A veces lo que puede decir nos puede interesar. Aparte de que tenemos un director nuevo, sus hijos estudiaran aquí… - dijo lo último con cierto tono… raro.

-          Olvídalo, se lo que estás pensando y estar con un hijo del director no es lo mejor que podría hacer.

-          Siempre tan amargado Nath…. – Me dijo suspirando. Duramos un rato hablado no sé cuánto tiempo, no creo que fuera mucho. De pronto giro al ver mi alrededor, absolutamente nadie.

-          Maldición es tarde. –dije.

-          Eh? Oh. Pues de todos modos no importa mucho, es lo mismo cada año.

-          Y por eso tenemos una sanción cada año. – Tome su brazo y lo arrastre hacia el auditorio.

Para nuestra suerte no había ningún profesor cuidando la puerta – eso pensamos-  pero había profesores de guardia dentro del salón – genial- entramos gateando haciendo el menor ruido posible pero los demás no ayudaron mucho, cuando nos notaron empezaron a reírse,  les hice una seña para que se callaran, pero no lo hacían – esos malditos- cuando volteamos teníamos a un profesor al frente de nosotros mirándonos molesto… muy molesto.

Nos llevó a la oficina del director, pero solo estaba Marjorie su secretaria, nos conocemos desde hace mucho – al menos ella si nos tiene piedad, eso creo- El profesor se aseguró de que entráramos y cerró la puerta, ella no nos vio –creo que ya sabía que éramos nosotros- e hizo señas para que nos sentáramos. Lo hicimos y dejamos los morrales a un lado.

-          Todos los años es lo mismo, ¿no se aburren de eso? - se quitó sus anteojos y dirigió su mirada a nosotros.

Era una mujer joven, de aproximadamente 25 años. Si no usara tanto maquillaje se vería mucho mejor.

-          Todos los años venimos aquí y no tenemos derecho a quejarnos – respondió Matt con arrogancia.

-          ¿Qué es ahora?– le dije sin mucho interés.

-          No vale la pena hacer nada de eso, váyanse, estoy ocupada ahora mismo – Pues sí, tenía muchos papeles en su escritorio, supongo que nos salvamos…

Entramos a nuestras clases, la primera clase, biología. Me senté al fondo al lado de la ventana a mi lado estaba Matt. Había un gran ruido por todas esas voces sonar al mismo tiempo, cuando llego la profesora todos fueron a sus asientos como si no hubieran hecho nada – típico -.  En toda la clase no preste atención, ni en la segunda o tercera o en ninguna, tampoco en los 15 minutos de descanso.

Ya era la última clase era matemáticas – aburridas matemáticas y el profesor no ayudaba en mucho -  estaba por terminar. Jugaba con mi lápiz viendo la ventana, fue un día gris y nadie notaba eso, solo yo. Escuche vibrar el teléfono de Matt, lo saco y leyó el mensaje, frunció el ceño y guardo el teléfono.

-          Tengo que irme. – dijo eso y salió corriendo.

Maldición, me dije mentalmente.

Vi cómo fue a hablar con el profesor, poniendo alguna excusa para salir antes, el no puso ninguna objeción. Matt salió y seguido de esto el profesor siguió su clase.

Toco el timbre de salida. Metí mis cuadernos lo más rápido que puse y me fui de ese lugar, seguido por los demás.

Fui a mi salón favorito, adivinaron, el de música. En una esquina esta un piano de cola negro, pase mis dedos sobre él, tire mi bolso al piso, por instinto me senté en el taburete y empecé a tocar, moviendo mis dedos con agilidad en esas teclas que ya sabía de memoria, olvidándome completamente de todo lo demás. Tocaba Imagine, una de las clásicas de John Lennon, una de mis favoritas.

-          Vaya, tocas bien niño. – La última nota se fue de tono al escuchar esa voz. Pensé en que era un profesor que estaba a punto de sacarme. Pero era todo lo contrario, volteo y estaba un chico sentado en el marco de la ventana.

¿Quién demonios es este? Fue lo primero que pensé. Su cabello largo y negro estaba sujetado a una liga, tenía el uniforme del colegio pero… no lo había visto en todo el día.

-          ¿Quién eres? – Pregunte evadiendo su “alago”. De pronto saco una caja de cigarrillos saco uno y lo encendió, empezó a acercarse más a mí deteniéndose a pocos centímetros de mí. Me aleje y tome mis cosas para irme de ahí.

-          Hey, tranquilo – dijo agarrándome el hombro para no salir.-  Nunca te dije que te tuvieras que ir. – Me solté de su agarre y repetí mi pregunta.

-          ¿Quién eres y cuánto tiempo has estado ahí? – parecía feliz con esa pregunta.

-          Lo suficiente como para saber que - dijo sin mucho interés, acerco su cigarro a su boca y dio una calada

-          ¿Eres una especie de acosador o algo así?

-          Se puede decir que sí, pero tranquilo, no lo hago con cualquiera – Me guiño un ojo al acabar esa frase, sentí mis mejillas arder – Mi nombre es Emmett – expulso el humo - ¿y el tuyo?

-          Nathaniel

Ahora que lo pienso… ¿cómo pudo entrar si esto es un segundo piso?

-          ¿Cómo entraste? Este es un segundo piso y además, existen las puertas – señale a la que entre.

-          Pues yo prefiero las ventanas, las puertas son muy aburridas – se acercó al piano y empezó a tocar. Era muy bueno, la reconocí de inmediato  Smooth Criminal, tocaba las notas perfectamente.

-          Tú también eres bueno – el voltio la cabeza hacia mí, me puse nervioso, por alguna razón su mirada me daba escalofríos.

-          Gracias – Me sonrió, vi que se levantaba

-          ¿Ya te vas?

-          ¿Quieres que me quede, niño rico? – sonrió al decir eso

    ¿Cómo que “niño”? no soy un niño y además “rico”, este tipo puede ser muy            fastidioso.

-           Solo preguntaba si ya te ibas… - le dije algo molesto

-          Pues sí, tengo cosas que hacer y tu deberías hacer lo mismo.

-          Ah, de acuerdo… - dicho esto, me tomo la cara con sus dos manos y  me beso, lo empuje enseguida- ¿¡Pero qué demonios te pasa?! – el empezó a reir escandalosamente

-          ¡Tienes que ver tu cara! Esta toda roja. – quise golpearlo por eso, pero cuando me di cuenta ya estaba en el marco de la misma ventana por donde entro- Tranquilo… - y salto.

 

Me acerque y vi que un árbol se estaba moviendo – Así que es eso…- De pronto cayo de ese mismo árbol – su aterrizaje fue muy bueno- Volteo.

-          ¡Nos veremos pronto! – grito muy fuerte. Luego lo perdí de vista.

Este tipo… Es un acosador. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).