El gimnasio siempre fue su por así decirlo spa, donde todos acudían a divertirse y charlar con los entrenadores e incluso otros idols que allí se ejercitaban. Pero, ese viernes justo el viernes que todos iban a gozar en su “santuario” no tan privado Yongguk por motivos de la empresa no pudo asistir, Zelo y Jongup decidieron ir con su hyung a la TS para poder practicar y relajarse a su manera, bailando. Kim Himchan no los acompañaba dado su problema de salud y por ello, tan solo quedaban los dos vocalistas de B.A.P, Jung Daehyun y Yoo Youngjae.
Dos amantes que a escondidas profesaban su amor el uno por el otro, dos jóvenes que por algún capricho del destino se habían conocido, enamorándose primero de sus voces y luego de su personalidad. Dos amantes que tal vez por las hormonas o el deseo cada que tenían oportunidad devoraban sus cuerpos de una manera salvaje y pasional.
-¡He llegado Taekwoon-nie hyun!- gritaba un Youngjae divertido acercándose a su entrenador personal.
-Sabes que odio cuando lo nombras de esa manera ¿verdad?- dijo al oído de su acompañante.
Mientras tanto un celoso Jung Daehyun caminaba con una blanca sonrisa en su rostro pero por dentro estaba empezando a molestarse por ver a su Youngjae cariñoso con otro hombre, por más amigo, por más entrenador que fuera. Eso le enfurecía de sobremanera.
-¡Insoo hyung! – acercándose al mayor ahora castaño oscuro a quien no ha visto en mucho tiempo, casi siete meses desde que estuvieron juntos en las olimpiadas de los idols.
-Daehyun-nie, como estás no te he visto desde hace tanto. ¿Cómo van las cosas ah?- abrazando por el cuello y revolviendo los cabellos del menor.
-Todo genial hyung, sabes….- acercándose ambos a las máquinas caminadoras –vamos a tener un tour por América- encendiendo la máquina una vez subido a ella, claro, siempre pendiente de su pareja.
Y es que Yoo Youngjae y Jung Daehyun son pareja desde que B.A.P debutó, fue duro al principio, siempre con el estigma del qué dirán, pero gracias a la comprensión de sus compañeros de grupo llevan a cabo su relación.
-¿Por qué Daehyun no se ejercita con nosotros?- cuestiona un curioso entrenador poniendo un brazo por detrás del joven castaño y posicionándolo en su espalda baja, procediendo a dar una pequeña palmada en el trasero de ese menor, asegurándose de que su pareja pueda ver la acción.
-¡Hyung!- dice el pequeño y juguetón joven riendo –La verdad no tengo idea, supongo que quiere conversar con Insoo hyung, no lo ha visto desde hace algún tiempo- Medio como nostálgico, algo como triste, y aún más problable, mas o menos celoso.
El entrenador sabe que ambos están saliendo, no dice nada, no insinúa nada pero lo sabe. Y lo sabe porque un día cuando se suponía los jóvenes se habían marchado, él los había encontrado en las regaderas.
En una sola regadera. Juntos. Besándose. Desnudos. Tocándose mutuamente.
No se sorprendió a decir verdad, de cierta forma lo veía venir. Los ojos de ambos al mirarse mientras cada uno realizaba sus rutinas los delataba, el cariño que tenían al ayudarse mutuamente, las bromas subidas de tono, los abrazos y palmadas en los respectivos traseros fueron señales de ello.
Y por el distanciamiento repentino de esa noche el “hyung entrenador” ha pensado en algo. Hoy será mucho más cariñoso con el menor, no se sobrepasará pero será suficiente para poner al otro en malos planes. Le hará realizar rutinas que requieren de más flexibilidad y con eso espera que el joven Daehyun deje de ser tan tonto y no malinterprete las cosas. Tratará de arreglar la tensión entre ambos.
-Ok pequeño Jae, hoy estoy benévolo así que harás solo rutinas de flexibilidad, dejaré que ese cuerpo descanse de todo el trabajo que has tenido- decía mientras se posicionaba delante del pequeño con una gran pelota celeste de esas que utilizan las madres embarazadas.
-Gracias hyung, lo necesitaba de cierta forma- sonriendo a su mentor -¿Qué es lo que debo hacer?- continuó.
-Bien necesito que te acuestes boca arriba sobre la pelota, extiendas tus brazos y piernas, y muevas de arriba hacia abajo. Y cuando llegues abajo dobles las rodillas, eso hará que tu espalda se descontracture y relajes. Vas a hacer eso 30 veces- explicó al joven realizando cada una de las indicaciones que le había dado.
Así Yoo Youngjae empezó. Se recostó sobre la gran y celeste pelota, puso ambos brazos extendidos sobre su cabeza. Asentó sus brazos en el piso. Daehyun quien gracias al reflejo de los ventanales podía ver lo que a sus espaldas estaba pasando.
Youngjae UNO, y Daehyun mira sus brazos ahora fuertes topar el piso.
Youngjae DOS, y Daehyun mira ese cabello revuelto por la gravedad.
Youngjae DOCE, y Daehyun se deleita con los rojizos labios entreabiertos producto de la rutina.
YoungJae CATORCE, y Daehyun ya empieza a saborear el delicioso, aterciopelado y níveo cuello de su pareja.
YoungJae VEINTE Y CUATRO, y Daehyun mira los ya marcados pezones de su novio, y en su interior bendice lo fácil que ése pedacito de cielo suyo suda.
Youngjae VEINTE Y OCHO, y ahora lo único que Daehyun mira es su miembro, ése que tanto le apetece probar, ése que aún dormido es visible, apetecible, y saboreable. Porque sí, él ha probado el miembro de su pareja y admite que le ha encantado tenerlo en su boca, y comerlo como si fuera un rico helado de chocolate.
Ahora Daehyun ya no está con la mente en su rutina, ahora está pendiente solo en lo que ése pedacito de corazón suyo hace. La forma cómo se mueve, la manera de caminar, la puta manera en la que su entrenador le palmea el trasero, ése trasero que es del mayor. Y eso le emputa, porque a ése trasero mullido y blanco solo lo puede tocar él, él y nadie más.
Las prácticas, las rutinas terminan y Daehyun se acerca su novio con un solo objetivo: sacarlo de las fauces de ese entrenador pervertido que ha estado todas las 4 horas tocando a su Younjae. Que si por el castaño de labios gruesos fuera, le cogería de la camisa y lo empotrara a puñetazos a la pared. Pero sabe que no debe hacer eso al menos Daehyun lo sabe, pero Jung Daehyun tal vez no.
-Bien, yo ya he acabado. Jae es tiempo de irnos. Yongguk hyung ya está en el departamento y dice que quiere vernos- miente, miente para poder separarlo de “ese”.
-Aún no hemos acabado la rutina Daehyun. Si quieres ve tú y yo lo llevo a su departamento, no tengo ningún problema- responde el entrenador antes de que el menor de los tres que quedan en el gimnasio pueda abrir su boca.
-No, Youngjae es hora de irnos- vuelve a decir ahora con un semblante y tono de voz más serio. Jung Daehyun se está empezando emerger.
-Daehyun, aún no terminamos. Si no quieres irte solo, siéntate y espera hasta que acabe- responde enojado el menor de los vocalistas.
Y como Daehyun es totalmente obediente a su novio, va y se sienta esperando que acabe su rutina, pero algo no le agrada. El puto entrenador se ha parado detrás de su novio y lo está ayudando a levantar las caderas de esa gran pelota. Y la escena no le agrada porque parece que quiere tocar esas suyas nalgas que para Jung Daehyun son sagradas. Esa es la gota que derramó el vaso.
Jung Daehyun se levanta de su asiento, toma por el cuello de la camisa a su hyung y lo empotra a la pared para luego darle un buen puñetazo que le parte el labio. El mayor obvio no se queda atrás y le devuelve el golpe, rompiendo su labio lado izquierdo.
-Escúchame viejo, no quiero que vuelvas a tocar el trasero de Youngjae nunca más- ahora Daehyun ya no es él, ahora es Jung Daehyun el que está hablando.
-Eso precisamente era lo que esperaba de ti. Niño torpe, tu novio estuvo toda la noche triste porque te alejaste de él y tú como idiota que eres ni cuenta- responde el mayor de los tres con una sonrisa ladeada.
-Jae….- soltando al contrario y mirando a su pequeño corazón desviar la mirada tristemente.
-Lo siento mucho Jae…. Soy, soy un tonto- dice acercándose al castaño.
-Sí, lo eres…- y el menor de los tres se aleja caminando a las regaderas dejando a los mayores congelados, creando una enorme tensión.
-Hyung yo….- Sin poder hablar, y con cara de perrito arrepentido, Daehyun abre su boca y trata de expresar lo mal que se siente al haber golpeado de tal manera a su entrenador. Y no por ser él eso, sino porque también es su hyung y mucho más, su amigo.
-No te preocupes Dae, no creí que saliera de esta manera- dice sobándose el labio –pero creo que te hice reaccionar. Escucha Daehyun, si lo quieres como parece nunca más le hagas semejante estupidez. Si quieres ir con alguien más a charlar, díselo así él no se molestará ni pensará otras cosas- sentencia el mayor de ambos para luego ponerse de pie.
-Sí, entiendo. Gracias hyung y discúlpame por el golpe, pero en verdad lo amo y no me gusta que se le acerquen demasiado- dice un acongojado Daehyun haciendo una reverencia de 90º.
-Daehyun soy su entrenador personal, no me pidas que deje de acercarme a él porque no lo haré. Lo que te aseguro es que, primero tu secreto está seguro conmigo y segundo, pequeño yo tengo esposa- dice tomando su chaqueta y sacando de ésta un negro llavero con una única llave para luego lanzárselo al menor. –Ten, solo pido que cierren bien las puertas. Nada más. Ahora me voy, tengo una cena importante- se coloca su afelpada chaqueta y sale por esas puertas corredizas no sin antes agitar su mano en forma de despedida.
Ahora lo único que Jung Daehyun tiene en la mente es cómo disculparse con su pareja. Se dirige a las regaderas, escucha el sonido de una de ellas dejando salir agua y mira como esta líquida substancia resbala por una más fornida espalda, pasando por sus redondas nalgas, sus bien torneadas piernas hasta llegar al suelo. Y Jung Daehyun es poseído por el deseo, se desprende de todas sus prendas a una velocidad casi sónica. Y se sumerge sin que Yoo Youngjae se dé cuenta.
-Lo siento- susurra besando la espalda de un Youngjae húmedo y resbaladizo gracias al jabón previamente colocado en su cuerpo.
-Diablos Daehyun, estábamos bien y de la nada te comportas como un imbécil. Te largas a charlar con Insoo y a mí que me parta un rayo. Gracias por eso, yo también te quiero- replica un enojado vocalista dándose la vuelta quedando frente a frente con el mayor ahora también empapado.
-Sabes que no me gusta, que llames con cariño a otros que no sea yo o los miembros. Lo sabes y aún así lo haces- responde tomando a su pareja por la cintura pegando más sus húmedos cuerpos.
-¡No lo hago apropósito, es por cortesía!- grita zafándose del agarre anterior y tratando de salir de aquella ducha.
Yoo Youngjae es apresador por los brazos de un Jung Daehyun ahora sí carcomido totalmente por la lujuria y la excitación de tenerlo desnudo, vulnerable y comible. Youngjae es pegado con brusquedad a los azulejos fríos de aquella regadera, siente un escalofrío recorrer su espina dorsal, no solo por el contacto repentino con esa superficie helada sino también por la excitación que empieza a sentir al ser presa de la brusquedad con la que su novio le trata. Y tal es la salvajez con la que le besa que termina por desgarrar de un solo mordisco su labio inferior.
Y es en ese punto donde Yoo Youngjae se pierde, ya no escucha más que solo los gemidos que empiezan a salir de su boca porque Daehyun le está empezando a masajear uno de sus pezones a la vez que le besa su blanco cuello. Él por su parte trata de hacer algo, pasa sus manos por el duro abdomen de su amante, sus dedos corazón y anular bajan por aquel camino de finos vellos bajo su ombligo y llega hasta ese trozo de carne que ya está empezando a despertar. Daehyun quien está perdido, enviciado se podría decir en esa blanca y suave piel del menor, baja su boca y empieza a atender el pezón que está solo mientras que su mano derecha baja al miembro de su querido Jae y empieza a rozarlo suavemente.
Yoo Youngjae gime por el tacto que ahora le advierte a un deseoso Daehyun manejando su miembro, y sus pezones. Pero algo le provoca un gemido mayor. Su pecho siente un vacio que es compensado cuando esos gruesos labios bajan por su abdomen, esa lengua ajena pasa por su suave vientre, baja por su ombligo, su pelvis y por último el inicio y tronco de su miembro. Jung Daehyun ya no pudo aguantar más y engulló el creciente pene de su compañero, esa lengua suya que ahora lame enviciado el tronco y glande de su Jae.
Su boca ahora alberga al palpitante miembro de un Yoo Youngjae quien por el éxtasis ahora está apoyado con una mano en esos cabellos castaños y húmedos de su novio. Jung Daehyun empieza un vaivén suave y pausado, disfrutando cada centímetro de ese pedazo de carne que cada vez más se engrandece y engrosa en su boca. Yoo YoungJae necesitado de más, porque sí, necesita más, mejor dicho exige más, empieza a mover sus caderas dando pequeñas estocadas contra las paredes bocales de ese hombre suyo. Jung Daehyun siente ahogarse pero no le importa porque tal es el vicio y morbo que siente al estar propinándole sexo oral a su pareja que le vale un carajo si muere ahogado por su esencia. Yoo YoungJae aumenta la velocidad mientras que Jung Daehyun es casi asfixiado por la profundidad, velocidad y salvajez con la que Youngjae arremete contra su boca llegando casi a su garganta.
Y una estocada más se necesitó para que el menor expulse toda su semilla, y un segundo se necesito para que el hyung de la regadera la tragara toda.
Ahora Jung Daehyun está totalmente excitado y sin suavidad da la vuelta a su pareja y le estampa la cara contra esa fría pared, tomándolo de los cabellos, tirando de su cabeza para besarlo salvajemente. Yoo Youngjae siente desfallecer con semejante beso, siente su pecho y miembro ser apresados por aquellos azulejos, siente miedo al saber lo que está por venir. Y es que ahora le toca disfrutar a Daehyun, ahora su trasero será el que albergará el duro miembro de su novio.
-Hazlo ya Daehyunnie- gime el menor expectante a la acción del nombrado.
-Eres delicioso Jae… ¿sa-sabías eso?- dice el mayor palpando sus nalgas, abriéndolas y finalmente adentrándose con lentitud en el interior de su Youngjae.
Y Youngjae siente morir, no tanto por el dolor sino por el cariño con el que su amado lo había penetrado, él pensó que sería brusco y preciso pero no, no lo fue. Al contrario fue tierno y delicado tratando de que él no sufra mucho. Una vez ya acostumbrado el menor empezó a mover sus caderas indicando que siguiera, y Jung Daehyun así lo hizo. Estocadas suaves pero certeras se aventuraban en el recto de ese hombre que lo enloquecía. La lujuria y pasión invadió cada rincón del cuerpo de ambos y ahora las estocadas ya no eran ni sincronizadas peor suaves. Ahora esas penetraciones eran salvajes y duras, llegando al fondo y de regreso, enloqueciendo de placer al menor y cegando al mayor. Una, dos, tres, quince, veinte… ya no sabían cuantas iban pero estaban llegando al final.
Yoo Youngjae al verse necesitado de ese orgasmo toma su miembro y empieza a masturbarse mientras que Jung Daehyun aumenta la velocidad de aquellas penetraciones que parecen como si fueran a partir en la mitad al aludido. Una embestida más, una subida y bajada de mano más y ambos se corren. Jung Daehyun en el interior de su querido y Yoo Youngjae en su mano y pared de la regadera. El mayor sale de los interiores de su pareja, lo limpia con suavidad, se besan, bañan juntos y salen.
-Si así van a ser las reconciliaciones, Daehyun……Taekwoonnie hyung me ha ayudado mucho- dice en forma de broma el menor mientras se amarra los zapatos.
-No creo que quieras provocarme Yoo YoungJae, esto es poco para lo que te haría si me haces enojar- responde serio el mayor mientras toma posesivo la mandíbula de su pareja y le propina un beso salvaje dando a conocer que no solo es tierno, sino también una bestia.
Y así con ambos vocalistas bromeando todo el camino, llegan al departamento de B.A.P donde un curioso Kim Himchan está de visita desde hace más de 6 horas.
-¿Qué han hecho mientras estaban solos?- pregunta el segundo mayor de la casa mientras les abraza cálidamente.
Y es que ‘Omma Chan’ conoce a sus pequeños y sabe que cuando ellos se quedan solos son capaces de partirse en dos, ya sea haciendo el amor o a punta de golpes. La pregunta es la correcta y todos en el dormitorio saben por qué la hace. Ambos están con los labios rotos. Y aunque el uno fue por una pelea, el otro fue por un beso salvaje, todos saben qué es lo que se puede esperar de los aludidos. La pregunta provoca unas carcajadas nerviosas en un DaeJae que no hace más que sentarse en la mesa y comer la pizza. Dejando con la duda a todo el grupo, aunque no es de dudar tanto ¿verdad?