“-Vino aici…. Vino aici (ven)
Sehun se levantó lentamente, quería decir algo pero su voz no funcionaba, era incapaz de emitir ningún sonido o articular palabra, por eso no se atrevió a preguntar quién era. La voz que lo llamaba era dulce y melodiosa, era envolvente, sentía como su cuerpo reaccionaba solo al mandato aunque su cerebro se esforzara por retenerlo.
La voz lo llamaba constantemente, jamás se detenía, y aunque le estaba dando una orden Sehun lo sentía más como una súplica. Comenzó a andar hacia esa sombra de la cual provenía la voz, cuando estuvo a un paso de ella extendió la mano para intentar tocarla pero no pudo porque la sombra…. desapareció.
-Esti al meu (ere mío)
Unas suaves manos rozaron su cuello desde las orejas hasta las clavículas, luego se hundían en el cuello de su camiseta y acariciaban su pectoral dibujando círculos. Las manos desaparecieron pero Sehun continuaba sintiendo la presencia de… alguien; de repente las mismas manos volvieron a acariciarlo, pero esta vez dibujaban olas en su estómago.
-Esti al meu (eres mío)
La sombra volvió a aparecer pero estaba de rodillas frente a él, acariciando su estómago con delicadeza. Sehun quería bajar la vista y poder ver quien era aquella que le acariciaba, la sombra comenzó a subir lentamente mientras sus manos subían por el torso del chico dulcemente; Sehun se llevó una gran sorpresa cuando la sombra susurro en su oído la misma frase y se dio cuenta de que no era un aquella era un aquel. En ese instante quiso quejarse, él no era gay que hacia manoseándole, pero antes de que pudiera hacerlo la sombra le besó.
Sus labios eran suaves y dulces, al igual que el beso; Sehun quiso separarse de él pero su cuerpo no respondía y sin quererlo le devolvió el beso. “
Dios, otra vez no, pero ¿por qué?
Sehun se incorporó bruscamente en la cama mientras hiperventilaba, estaba totalmente alterado y no era por nada bueno pero tampoco por nada malo; un sentimiento de terror lo invadía pero era contrarrestado con uno de pasión, el miedo lo golpeaba pero la felicidad lo abrazaba, era tan extraño experimentar sentimientos tan opuestos a la vez eso hacía que se perdiera en sí mismo. Las sábanas estaban totalmente sudadas, al igual que todo su cuerpo, y la duda de si fue por miedo o excitación golpeó en su mente.
-Estoy loco, definitivamente loco- dijo para sí mismo, pues no había nadie más en su cuarto-Ves, ves como estoy loco. ¡Estoy hablando solo!
Se levantó casi de un salto de la cama, lleno de frustración y rabia, tiró todos los peluches de su infancia contra la pared como si así pudiera derrumbarla; mientras lo hacía una ola de preguntas sin respuesta se abalanzaban sobre su mente: ¿quién es? ¿Por qué sueño con él todas las noches desde hace dos meses? ¿Por qué mi cuerpo no reacciona? ¿Por qué me siento feliz cada vez que sueño con él? Y lo más importante ¿por qué cojones me habla en rumano?
-Sehunnnnnnnn
-Si mamá ¿qué pasa?
-Baja a desayunar que hoy tienes clases-contestó una mujer dulce que acaba de abrir la puerta y observaba el desastre de cuarto que tenía su hijo-¿Has vuelto a tener una pesadilla?
-Si una pesadilla- dijo Sehun rodando los ojos pero girándose para que su madre no viera en su cara la ironía con la que decía la palabra pesadilla
-Bueno en ese caso hoy te dejo desayunar dulces ¿vale?- intentó tranquilizarlo su madre mientras le acariciaba el pelo igual que cuando era pequeño
Sehun asintió lentamente mientras disfrutaba de las caricias de su madre, pero la relajación duró poco pues cada vez que su madre lo acariciaba él se acordaba de esas manos acariciando su cuerpo y se estremecía. Su cuerpo se puso ligeramente tenso y su madre dejó de acariciarle y apoyó sus manos en los hombros de su hijo.
-Relájate y baja a desayunar, te voy a poner galletas de chocolate ¿te parece?- le preguntó después de darle un beso en el cuello, Sehun asintió y su madre se separó de él- Date prisa que tienes clases a las 10 y son las 9:15
-Pero mamá estamos en verano, ¿qué clases voy a tener?
- Ofú, dios mío, sino fuera porque la tienes bien pegada al cuerpo un día perderías la cabeza seguro- su madre suspiró exageradamente para recalcar lo cansad que estaba de repetirle el discurso día si y día también- Nos mudamos este año a Transilvania por el trabajo de tu padre y necesitas saber rumano porque allí no hablan coreano y no puedes tirarte todo el día hablando en ingles
- Mi inglés es muy malo mamá- rió Sehun ante la ocurrencia de su madre- Solo espero que el rumano no tenga muchas eses
Su madre sonrió mostrando su blanca dentadura americana; su madre era una mujer americana a la cual no se parecía mucho y cuyo idioma Sehun no manejaba, pero era la mejor madre del mundo y él la quería más que a nada en este mundo.