Capítulo 1.- El nuevo
Naruto POV
Soy Uzumaki Naruto, pero me gusta que solo me digan Naruto, no de afecto si no porque odio a esa familia que me ha privado del amor de una madre y de un padre. Tengo 16 años, soy muy delgado para mi edad… Pero eso se debe gracias a mi cáncer de riñón, según mis amigos soy alegre, gracioso, hiperactivo e incluso a veces molesto, lo último no me molesta en lo más mínimo, con tal de que no se preocupen por mí. Sobre mi cáncer… Ni mi “familia” lo sabe, bueno… Solo mi hermano Deidara, al igual que yo es rubio y de ojos azules, tiene una gran admiración al arte y es lo que le encanta hacer, incluso lo estudia. En cuanto a mis padres… Minato, es rubio y de ojos azules, de pequeños mantuve por meses la idea de que era mi padre biológico pero todo se fue por la cañería cuando me empezaron a ignorar e incluso maltratar, mi madre es peli roja, su pelo es hermoso me encantaría tenerlo, sus ojos son algo purpura con gris, nunca los vi bien.
— Naruto, ¡a cenar! —Grito fuertemente, con algo de odio en su voz, por Dios… ¿por qué me adoptaron si me iban a tratar mal?
— Ya voy… —Conteste de mala gana, termine el lápiz que estaba ocupando para terminar mis deberes.
Cuando baje me recibieron muy amorosamente mis amados padres, no debería hablar así pero ellos me evitaban a toda costa, pasaba más en el hospital o en el colegio que en mi propia casa.
— ¿Qué hay de cenar? —Tenía la esperanza de que me contestara en el mismo dulce tono con el que yo le hablé, equivocación mía, la hizo enojar aún más.
— Me da igual lo que comas, mocoso —Seguramente querían una bonita niñita, muchos me confundían con una cuando era pequeño —No te quiero en la mesa, así que ve y come en tú alcoba.
Así como llegue me fui, Deidara me miro con compasión, con los labios le dije que todo iba a estar bien… Seguramente si decía algo le castigarían a él y yo sinceramente no quiero eso, es lo que más quiero y una razón para vivir, eh… en el buen sentido, como hermanos.
Lleve mi ramen instantáneo a mi habitación, era realmente pobre, pero esos dos no se gastarían ni un centavo en mí… Todo lo que tenía se debía a mi esfuerzo trabajando en un restaurant, era malo para mi salud pero, ¿Qué más se podía hacer? Si esos dos no hacen nada por mí, no matarían ni a una mosca.
Empecé a comérmelo sin ánimos, me estaba dando fiebre, uno más de los síntomas del cáncer a mi riñón.
Me acosté luego de que logre bajar un poco la fiebre, ahora solo tenía 38° grados, con eso podría aguantar unos días después… Me inventaría algo.
Normal POV
Eran las 6:10 a.m. (N/A Perdón si no es el horario que ustedes habitan tener, pero yo tengo que levantarme a esa hora) del día lunes, un nuevo año en la escuela le esperaba a Naruto.
— “Mi último año” —Sonrió con melancolía, sabía cuánto le quedaba para vivir, por lo menos esperaba poder tener una carrera y algún que otro trabajo.
— ¡Naruto, ya despiértate! —Ese era su padre, trabajaba en el la estación de policías, si lo pensaba él era el policía malo.
— Ya voy, ya voy… —Se tocó la sien, la fiebre volvió a subir y se le notaba en las mejillas, dudaba que le preguntaran pero se colocó una bufanda.
Su atuendo era realmente casual, una chaqueta verde olivo de manga corta, una playera de color blanco un poco más larga que la chaqueta, unos jeans azules oscuro y sus zapatillas negras favoritas, claro el atuendo acompañado de esa bufanda gris.
No se molestó en comer algo, solo salió tan rápido como pudo despidiéndose de Deidara con la mano y una sonrisa falsa, esa sonrisa que había usado por tantos años.
Camino las cinco cuadras que distanciaba su casa de la escuela, camino apresurado su fiebre estaba aumentando considerablemente, llegaría directo a la enfermería, no sería raro pasaba la mayor parte del año allí. Llego a las 7:15 a.m. no había casi nadie, parecía una ciudad fantasma. La escuela era realmente hermosa, tenía un color crema en sus paredes, de tres pisos el establecimiento, cerrado. Sus techos eran de un rojo carmesí acompañado de algunos adornos, en el interior había un patio realmente grande, se consideraba un parque por los árboles, flores y demás plantas que lo adornaban.
— ¡Naruto! ¡Naruto…!
— ¿Eh…? ¡¿Kiba?! —Su amigo Kiba era un moreno con dos curiosas marcas en forma de triángulo hacía abajo, no eran de nacimiento pero aun así lo parecían.
— Hasta que por fin reaccionas… —Le toco la frente con los dedos— ¡Estas ardiendo!
— No es nada, solo es un resfriado —No le gustaba mentir, pero debía hacerlo… Su enfermedad no era la única razón.
— Vamos Naruto-kun… —Hinata había aparecido de la nada — Puede ser grave, ¿iras a la enfermería?
— Tú sabes que sí Hina-chan —La mencionada solo sonrió tiernamente, para Naruto era como su hermana.
— Saben, dicen que vendrá alguien nuevo —Comento Kiba cambiando de tema completamente, vio que su amigo estaba estresando referente a eso.
— ¿Ah si? ¿Quién? —Siguió Hinata.
— Un tal Uchiha Sasuke.
— Ah los Uchihas… —Dijo Naruto sin ánimos.
— ¿Tuviste alguna experiencia con uno? —Dijo Hinata pícaramente, claro estaba el doble sentido.
— No, pero dicen que son los seres más arrogantes y orgullosos de todo el planeta —Extendió sus brazos así expresando el tamaño.
— Vamos, vamos no seas exagerado —Dijo Kiba.
— ¡Pero si es verdad! —Hizo un breve puchero para después entrar al toque de la campana.
Caminaron juntos hasta el salón ubicado en el tercer piso en el costado izquierdo, al llegar notaron que ya estaba el profesor pero faltaban los estudiantes.
— Hola Iruka-sensei —Saludo alegremente Naruto mientras colocaba su mochila al costado de la ventana la cual estaba cerca de su pupitre.
La clase comenzó antes por la llegaba de los estudiantes.
— Bien chicos, hoy llegara un alumno nuevo —Comenzó a hablar Iruka— Su nombre es Sasuke Uchiha, Sasuke preséntate.
Ante esas palabras apareció un joven azabache, de unos 17 años, piel blanca se podía ver como si nunca hubiera sido tocada por el sol, además de esos ojos negros y profundos que tenía.
— Soy Sasuke Uchiha —Se cruzó de brazos y siguió— No espero llevarme bien con nadie, solo vengo aquí por obligación.
— Bien Sasuke —Dijo Iruka tratando de salir de su shock, la mayoría no era así — Puedes sentarte al lado de Naruto, el rubio del fondo.
— Hn —Solo eso se limitó a contestar mientras veía a donde le indicaron.
— Hola —Dijo Naruto aún con la fiebre alta, pensó que se iba a desmayar en cualquier momento así que mejor prevenir que lamentar — Iruka-sensei —Dijo mientras levantaba la mano.
— Naruto, no os cambiare —Dijo serio como respuesta.
— No Iruka-sensei, ¿puedo ir a la enfermería? —Estaba con las mejillas muy coloradas, ahora se le podía ver a través de la bufanda.
— ¿No te sientes bien? —Susurro Sasuke, indiferente.
— No, solo es que me gusta decirlo —Dijo sarcásticamente— Por favor Iruka-sensei, no me siento muy bien…
— Está bien, ve…
Naruto se levantó para poder ir pero ya no podía aguantar más y cayó al piso inconsciente.
— ¡Naruto! —Toda la clase estaba enfocada en el rubio inerte, pero nadie le ayudaba --hasta que Kiba se levantó y fue en su auxilio, seguido de Hinata.
— Naruto, baka… Tenemos que llevarlo al hospital, la fiebre está muy alta —Sentenció sabiendo que su profesor aceptaría ya que Naruto era como un hijo para él.
— No… —Todos voltearon a ver a Naruto— Estoy bien…No… No necesito un médico…
— “Esto va a ser interesante” —Pensó Sasuke mientras entrecruzaba los dedos de sus manos.